PAUTAS PARA APOYAR A QUIENES TIENEN TI ENEN NECESIDADES MÉDICAS Ayuden a los publicadores bautizados a llenar su tarjeta DPA Ofrézcanse a ayudar a los publicadores bautizados, en especial a los de edad avanzada, a llenar la tarjeta DPA. Los publicadores deben orar y meditar antes de tomar su decisión y, después, leer y seguir atentamente las instrucciones que aparecen en la tarjeta DPA; seguir sus instrucciones contribuye a evitar cuestionamientos innecesarios sobre la validez legal de la tarjeta. Recuérdenles hacer varias fotocopias de su tarjeta DPA y entregarlas a: 1) sus representantes para la atención médica, 2) su médico u hospital y 3) el secretario de su congregación. Además, es conveniente que guarden una copia junto con su testamento y otros documentos importantes. Los padres deben usar la Tarjeta de identidad (ic) para (ic) para sus hijos menores. El secretario debe proporcionar a los publicadores recién bautizados la siguiente documentación: 1. 2. 3.
Tarjeta DPA (dpa (dpa 1/16). 1/16). “¿Qué opino de las fracciones sanguíneas y de los procedimientos médicos que impliquen el uso de mi sangre?” sangre? ” (Suplemento del km11/06 ).* ).* “¿Está usted preparado para una situación médica que presente un desafío a su fe? ” (Suplemento del km11/90).* km11/90).* *Disponible en jw.org.
Den atención especial y ofrezcan asistencia a las siguientes personas Hermanas embarazadas. Cuando se enteren de que una hermana está embarazada, pregúntenle si ella y su esposo han encontrado un médico colaborador y un centro médico que tenga experiencia en tratar a pacientes Testigos. Esto puede proteger la salud y la vida tanto de la madre como de la criatura. Puesto que pueden surgir complicaciones durante el embarazo, ofrézcanse para ayudar al matrimonio a contactar con el Comité de Enlace con los Hospitales (CEH) cuando sea necesario y repasen con ellos los puntos que se encuentran en el documento Cómo proteger a los hijos del uso indebido de la sangre (S-55) y en el artículo “Mamá saludable, bebé saludable, bebé saludable” , de , de la revista ¡Despertad! de ¡Despertad! de noviembre de 2009, páginas 26 a 29. Tanto la hoja informativa S-55 como el artículo están están disponibles en jw.org en la sección “Formularios”.
Niños. Los médicos no garantizan al cien por cien que no utilizarán sangre con niños, bebés o prematuros. No obstante, el CEH puede ayudar a localizar un médico o cirujano que se comprometa al mayor grado posible a no suministrar sangre. Deben repasar con los padres los puntos que aparecen en la hoja informativa S-55 (véase el punto anterior) y mostrarles el artículo “¿Será capaz su hijo de tomar una decisión madura? ” que se publicó se publicó en Nuestro en Nuestro Ministerio del Reino de Reino de diciem bre de 2005.
Personas de edad avanzada. Hay publicadores mayores que quizás no tengan ningún familiar Testigo y podrían ser objeto de intimidación en un hospital. Asegúrense de que tienen la tarjeta DPA y de que el representante que nombraron apoya sus deseos y respeta sus decisiones. Mantengan siempre una fotocopia de las tarjetas DPA de estos hermanos en el archivo de la congregación.
Personas que toman fármacos anticoagulantes o antiplaquetarios (diluyentes de la san-
gre): Estos publicadores quizá deseen hablar con su médico sobre los riesgos y los beneficios de las
opciones que tienen. En algunos casos, quizás no se disponga de un agente que pueda contrarrestar los efectos del fármaco si hay sangrado. Tales efectos podrían poner la vida en peligro en caso de emergencia, y los médicos quizás decidan prescribir una transfusión de sangre. Además, algunos de esos agentes contienen fracciones sanguíneas. Los hermanos deben conocer todos estos estos factores y decidir en consecuencia (Prov. 22:3). S-139-S 4/16
Contacten con el CEH En general, los ancianos deben contactar con el CEH directamente y solo en representación de publicadores, bautizados o no, que soliciten ayuda para encontrar un médico colaborador (sea para ellos o para sus hijos) o cuya situación médica los haya puesto en riesgo de recibir una transfusión de sangre. En ocasiones, los ancianos quizás decidan que lo mejor es que el paciente o un miembro de su familia sea quien contacte directamente con el CEH, especialmente en situaciones de emergencia. (Véanse las cartas del 11 de diciembre de 2011 a los cuerpos de ancianos y del 3 de enero de 2006 a las congregaciones). Cuando llamen al CEH, tengan a mano la siguiente información:
Nombre de su congregación y su número de teléfono o el nombre y número de otro anciano que esté disponible. Nombre, edad, congregación y número de teléfono del paciente. Situación espiritual del paciente y su familia. ¿Hay familiares no creyentes implicados? Nombre del hospital, nombre del médico y número y teléfono de la habitación. ¿Dispone de su tarjeta DPA? En caso negativo, ayude al paci ente a llenarla de inmediato. (Los publicadores no bautizados pueden poner por escrito sus deseos según se ex plica en el suplemento del km12/04, página 7). Situación específica (se necesita un médico colaborador, enfrentamiento, riesgo de reci bir una transfusión a la fuerza, etcétera).
Proporcionen ayuda práctica y espiritual a los publicadores hospitalizados No olviden que la labor que realiza el CEH y el Grupo de Visita a Pacientes (GVP) no exime a los ancianos locales de su responsabilidad de visitar a los enfermos tanto en su casa como en el hospital. Recuerden a los publicadores que al hacer el ingreso en el centro hospitalario conviene que especifiquen su deseo de que los visite un ministro de los Testigos de Jehová. Esto garantizará que los ancianos de la congregación y los miembros del GVP puedan acceder al centro para proporcionarles asistencia.
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