Filosofía Conocimiento Conocimiento básico para el diálogo diálogo
Christine Schulz-Reiss
Filosofía Conocimiento básico para el diálogo Ilustraciones de Verena Ballhaus Versión del alemán de Hariet Quint
EDICIONESARLEQUÍN
üos ophi e. Bas isw iss en z u m Mi tre den . T ítulo de la edición alemana alemana original: Nach gefrag t: Ph üosophi D .R. © 2005 2005 Loew Lo ewe eVerlag Verlag GMBH, G MBH, Bindlach B indlach
D .R. © 2007 2007 A rlequín Editoria Edito riall y Servicios, Servicios, S.A. S.A. de C.V Av. Av. Río Nilo 30 3015, Jar Jardine diness de de la Paz, 44860, Guadala G uadalajara, jara, Jalisco. Tel/ fax: (52 33) 36 57 37 86 y 36 57 50 45 45 e-mail:
[email protected] www.edicionesarlequin.com.mx Corre Corrección: cción: V íctor Arroyo Arroyo y Felipe Ponce. Ponce. ISBN 978-968-7463-70-4 Impreso Impreso y hecho en México
Contenido Introducción 8 ¿Quién, cómo, qué, por p or qué qué...? ...? ¿Sólo vives o también piensas? ¿Por qué los l os niños niños son filósofos natos? 12 • ¡Arriba! ¡A la montaña rusa! ¿Qué es la filosofía? filosofía ? 14 • ¿Es la filosofía una ciencia? La diferencia entre conocimie conocimiento y sabiduría 15 • ¿Qué es un filósofo? Sea lo que sea, no es un sa belotodo belotodo 16 • Pensar sin palabras, ¿se puede esto? Pippi Longstocking y el Spun k 17 • ¿Las cosas son lo que hacemos de ellas? ¿O una una piedra sólo es una piedra? 18 • ¿Quién fue? ¿Cuál es el origen de las cosas? 19 • ¿Dónde empieza e l universo? ¿Y dónde termina? 20 • ¿Quién soy? ¿Qué quiero? q uiero? ¿Qué será de mí? 22 • ¡Si me pegas, te pego! ¿Qué es bueno y qué es malo? 23
Siguiend Siguiendoo las huellas de la naturaleza. natur aleza. Cómo empezó todo Dios y el mundo: ¿Qué tienen en común la fe y la filosofía? 26 • Siguiendo los pasos de la naturaleza: ¿Quiénes fueron los primeros filósofos? 28 • ¿Estamos ¿ Estamos hechos de agua? Cómo encontró Tales de Mileto su materia p rimaria rimaria 29 • ¿Qué es una escuela filosófica? Cómo se fundó la primera en M ileto 30 • ¿Todo está hecho de números? Pues, muchas gracias, señor Pitágoras Pitág oras 31 • ¿Puedo bañarme dos veces en el mismo panta rhei de Heráclito 32 • ¿Existe la Nada? Sobre el «ser» de «Parménides 33 r ío? ío? El panta • ¿Es el mundo un rompecabezas? Cómo se le ocurrió a Demócrito pensar en la vida eterna 34
Pensar, hablar y actuar act uar ¿Leguleyos ¿Leguleyos o sabelotodo? ¿Quiénes eran los sofistas? 3 6 • ¿Qué es un escéptico? Protágoras y el hombre la medida de todas las cosas 37 • ¿Qué existe, y qué no? Las «bromas» de Gorgias Gorgias 38 • Preguntas, preguntas y más preguntas: ¿cuál es el principio socrático? 39 • ¿Quién • ¿Quién era ese Sócrates? Como un tipo excéntrico le dio otro giro a la filosofía 40 • ¿Son ¿Son las cosas lo que son? El mito de la caverna de Platón y su mun do de las ideas 42 • ¿Quién ¿Qu ién es el mejor gobernante? La idea de Platón sobre el alma, el Estado y el amor 44 • ¿Qué es la lógica? Cómo deducía Aris tóteles tóteles conceptos 45 • ¿Cómo debe vivir el hombre? De la naturaleza al Estado Estado 46 • ¡Pisa el acelerador!, quiero divertirme. ¿Quiénes fueron fue ron los epicúreos epicúreos?? 48 • ¿Qué es la tranquilidad estoica? Zenón Zenó n y sus sus apóstoles del deber en el pórtico 49 • ¿Por qué nos importan los antiguos griegos? 50
¡Más cerca de ti, Dios mío! ¿Cuánta libertad necesita el pensamiento? Dios como bendición o maldición 52 • ¿De dónde viene el mal? Agustín, el padre de la iglesia, como filósofo 54 • ¿Cuál es la providencia de Dios? La consolación de la filosofía de Boecio 55 • ¿Primero la fe y luego la razón? ¿O al revés? ¿Qué es la escolástica? 56 • ¿Puedo hacer lo que quie ro? La imagen del hombre según Juan Escoto Eriúgena 57 • ¿Se puede p uede demostrar la existencia de Dios? Anselmo de Canterbury: creer para pensar 58 • ¿Puede mugir un buey mudo? Las cinco pruebas de la existencia de Dios, según según Tom Tomás ás de Aquino 59 • ¿Se puede medir la Nada? Los filósofos árabes y el misterio del cero 60 • ¿Puedo tener fe aunque sepa sepa tanto? 62 • ¿Por qué complicado, si se puede más fácil? La navaja de Ockham 63
De regreso a los orígenes; pero, fuera los tiliches Del cielo a la tierra. ¿Qué fueron el Renacimiento y el Humanismo? 66 • ¿Qué puede hacer un gobernante? La filosofía de Estado de Maquiavelo 68 • ¿Cómo llegamos a Utopía? El Estado ideal de Tomás Moro 69 • ¿Cómo se convierte el saber en poder? La nueva herramienta para el espíritu, de Francis Bacon 70 • ¿El hombre es malo de nacimiento? Tomás Hobbes y su Leviatán 71
Adelante, hacia una nueva época El racionalismo: ¿Es el ser humano predecible? 74 • ¿Existo o solamente sueño? El hombre de Descartes como cosa pensante 76 • ¿Si existo, entonces qué soy? Spinoza y el ser humano como pensamiento de Dios 77 • ¿Galletas o migajones? Leibniz y sus mónadas 78 • La experiencia ilustra. ¿Quiénes eran los empiri stas? 79 • ¿De dónde vienen los pensamientos? La hoja en blanco de John Locke 80 • ¿Quién puede hacer qué? Locke como inventor de la división de poderes 81 • ¿Las ¿Las cosas existen cuando las percibo? ¿O pensar en ella ellass es suficient suficiente? e? 82
¿Cabeza o estómago? Todo se se aclara. ¿Qué hace que el hombre sea hombre? 8 6 • ¿El saber lleva a la des dicha? El «noble salvaje» de Jean-Jacques Rousseau 88 • ¿Quién salvó la libertad? La «volonté générale» de Rousseau 90 • ¿Cuánta diversión puede haber? Voltaire, el sarcástico, y su prueba de la existencia de Dios 91 • ¿La razón nos lleva al precipicio? Cómo Kant nos ahorra el dolor de cabeza 92 • Lo que no quieras para ti, no lo quie ras para ras para... ... ¿Qué es el imperativo categórico de Kant? 93 • ¿Otra vez Kant? Adelante rumbo a la modernidad 94
Hacia las alturas volátiles. El secreto del Yo ¿Dónde queda el Yo? Del impasible Kant al mundo de las ideas 98 • ¿Existo o sólo soy un sueño? El temor de Fichte ante la libertad 99 • ¿Es todo solamente el espíritu de Dios? Schelling, el precursor de los ecologistas 100 • ¿Cómo hacemos de uno más uno, tres? La dialéctica de Hegel. Primera parte 101 • ¿La ¿La disputa nos instruye? La dia La dia léctica de Hegel. Se Segunda parte 102 • ¿Dónde queda la pasión? Kierkegaard, el primer existencialista 104 • ¿Quién creó a Dios? La confianza en sí mismo de Feuerbach 105 • ¿Sólo existe lo que yo quiero? Schopenhauer el pesimista 106 • ¿Qué es la felicidad? Sobre el utilitarismo o las ganancias de la acción humana 107 • ¿Soy lo que sé, o sé lo que soy? Del ser a la conciencia, o al revés 108 • Los valores, ¿tienen valor? La fe y la moral son insignificantes, declaró Nietzsche 110 • ¿Quién es el más fuerte en la lucha por la sobreviv sobrevivenc encia? ia? Darwin Darw in y su teoría de la evolución 111 • ¿Quién tiene la palabra: el Ello o yo? Cómo rescata Freud el alma 112
Maravilloso mundo nuevo ¿Sigue siendo el hombre lo que es? El avance tecnológico cambia nuestro modo de pensar 114 114 • ¿Está el hombre condenado a la vida? Los existencialistas 116 • ¿Vivir para morir? El ser y el tiempo de Martin M artin Heidegger Heid egger 117 • ¿Qu Quéé h ace que el hombre sea hombre? Karl Jaspers y su «ocuparse uno de sí mismo» 118 • ¿Siempre tengo la culpa yo? La «condena a la libertad» de Sartre 119 • ¿Puras habladurías? La filosofía del lenguaje de Ludwig Wittgenstein 120 • ¿Qué pasaría si ya no hubiera preguntas? La preocupación preocu pación por la humanidad humanid ad de Bertrand Bert rand Russel 121
¡Aquí todavía falta algo! ¿Dónde quedan las mujeres? La sabiduría callada 124 • ¿Contribuyeron las mujeres a la astucia de los hombres? Las primeras mujeres filósofas 126 • Llegar a la sabiduría a través de visiones: ¿Nos prende el foco Dios? 128 • ¿Qué hace que la vida sea vida? Hannah Arendt y su amor por el mundo 129 •¿Qué hace que la mujer sea mujer? La filosofía feminista de Simone de Beauvoir 130
¿Caída libre hacia el abismo o vuelo hacia nuevas alturas? ¿Está todo pensado? Aun así, por qué debes pensar por ti mismo 132 • Clon & Co.: ¿Qué pasa cuando el hombre reproduce al hombre? 134
Glosario 136 Índice temático 141
Introducción ^ ^ v\ M
¿¡Fi ¿¡Filo loso sofí fía! a!?? Cua nd o una persona te pregunta: «¿Qué est estáás leyendo?», y tú le contestas: «U «Unn libro libro de d e filoso filosofía» fía»,, segura seg uram m ente pelará pelará los los ojos ojos.. En su mirada podrás leer adm iración o consternación nac ión.. A lo m ejor ej or hasta frun ce las cejas cejas o sacude la cabeza. El o ella te dirán: «¡Qué padre! ¿A poco te atreves a leer esto?» o «¿Y ahora, qué traes?», o tal vez: «¡Estás mal de la cabeza!» ¡Filosofía! La simple palabra ya implica una connotación. Para algunas personas, un filósofo es un profesor distraído que, de tanto cavilar, ni siquiera se ubica en la realidad, y por eso no lo pueden tomar en serio. O se imaginan a una persona que infunde respeto, que es tan inteligente que los deja helados de temor, pero al que, de todos modos, nadie puede seguir en la elucidación de sus pensamientos. Otros piensan que un filósofo es un chiflado que se rom pe la cabeza sobre cosas cosas que n i siquiera son útiles en la vida cotidiana. ¡Falso! El simple hecho de que tengas en tus manos este libro, demuestra que estos prejuicios no te intimidan. Quieres saber qué hay detrás de todo eso. Simplemente te motiva la curiosidad. Y de este modo diste el primer paso para filosofar. Porque la filoso filosofía fía empezó con la curiosidad p or averiguar qu é se esconde detrás de las cosas. Primero se trató de las cosas que se pueden ver, tocar y aprehender. ¿De qué está hecho el mundo?, se pre guntaron los primeros filósofos hace 3 mil años en la antigua Grecia. Algunas de sus respuestas son raras, otras despreciativas o hasta admirables, porque las ciencias naturales modernas, mu chos siglos después, pudieron demostrar que un anciano griego, que no tenía como herramientas más que su cabeza y su juicio, llegó a encontrar las soluciones correctas. Sobre algunos filósofos hay tantos libros que se pueden lle nar varios estantes con ellos. Nadie tiene que leerlos todos para
entender las reflexiones complicadas de los filósofos. Muchas veces, veces, lo poc o tiene más valor, valor, po rqu e hasta hasta el pen sam iento más engorroso se pued e dividir en pequeñas partes comprensibles. comprensibles.Y Y esto es lo que traté de hacer en este libro. Lo puedes leer de un tirón desde el principio hasta hasta el el fin. fin. O puedes pro ceder como en un bufé: escoges algunos bocados para probarlos. Quizás se te an toje el pr im er filósofo, filósofo, Tales Tales de Mileto. O empiezas a ojear el texto sobre Sócrates o Kant, po rqu e ya has has oído sus sus nom bres, y piensas: «A ver si éstos me pueden ofrecer algo». También pu p u e d es lee le e r el lib li b ro d e atrás atr ás h acia ac ia adel ad elan ante te.. La e lec le c c ió n es tuya. tuy a. Este libro te invita a un viaje para descubrir el pensamiento de la humanidad, pero a la vez, a pensar por ti mismo. Te sor pre p renn derá de rás. s. Algun Alg unas as parad pa radas as ya las con c on oces oc es.. M u c h o s de los asunt asu ntos os sobre los que reflexionaron «grandes» filósofos te han preocu pad p ad o a ti tam ta m b ién ié n . Algun Alg unas as cosas te p a rec re c erán er án chistos chi stosas. as. D e cual cu al quier mo do, ser seráá em ocio nan te y divertido divertido — que es lo que yo te te deseo— leer sobre la las ideas ideas que el ho hom m bre ha tenid o a lo largo largo de la historia.
¿Quién, cómo, qué, por qué...?
¿Sólo vives o también piensas? ¿Por qué los niños son filósofos filósofos natos?
¿Por qué el plátano es curvo? Para caber en el tazón. Ésta es la respuesta a preguntas «tontas». La pregunta, sin embargo, no tiene nada de simple, porque la forma curva del plátano tiene una explicación. Y todo lo que se puede explicar posee un sentido.
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Botanista Persona que profesa la botánica.
Las flores de los plátanos crecen hacia abajo sobre un racimo. Para m adurar, los frutos se volte an hacia arriba, hacia el sol sol.. Bas tante astuto, ¿no? Pero, ¿quién o qué ideó esto? La forma curva la pueden explicar los botanistas. Con el ¿quién? o el ¿qué? se complica un poco el asunto. Cuando nos preguntamos por el sentido oculto en los elementos de la naturaleza y por la idea que albergan, empezamos a filosofar. Los hombres desde siempre se han preguntado por el origen de las cosas. Cuando el hombre no encuentra la respuesta a una pregun ta, difícilmente lo sobrelleva. Esto lo podemos observar hasta en los niños. Ellos empiezan su vida consciente haciendo preguntas. N o hay ha y cosa q u e n o in terr te rroo g u e n hasta has ta el infi in fini nito to:: «¿Q «¿ Q ué es eso?» eso?» «¿Para qué sirve?» «¿Por qué?» «¿Y si no fuera así?» Cuando tú estabas chico también desesperaste con tus preguntas a la gente mayor. Y no pu do habe r sido sido de otro m od odo, o, si si no, te hubieras quedado tonto. Cuando los mayores contestan con la frase «por que sí» sólo sólo dem uestran que son demasiado flojos para pensar po r sí mismos o que ya no pueden asombrarse. ¡Qué lástima! Tú sigues haciendo preguntas, pero diferentes y muchas veces te las haces a ti mismo, porque te has dado cuenta que, cuando piensa pie nsas, s, e n c u e n tra tr a s tus prop pr opia iass respu res puest estas. as. O bser bs ervv as q u e u n a vez iniciado el juego, de cada respuesta surge una nueva pregunta: comenzó la aventura del pensamiento y tú estás sumergido en ella.
En tus cavilaciones procedes de la misma forma que un niño cuando empieza a descubrir el mundo. Éste toma un objeto en sus manos, lo aprehende para entenderlo, quizás hasta lo prueba con su boca para experimentar el sabor. Luego lo deshace para descubrir, eventualmente, algo escondido todavía más emocio nante. «¿Tienes que descomponer todo?», se quejan entonces con un suspiro los adultos. A veces te paran en seco las preguntas. En definitiva, resulta bast ba stan an te i n c ó m o d o q ue a lgu lg u ien ie n c u e stio st ionn e todo to do . P o rq u e al h a c e r lo, se puede destruir una certeza o generar dudas. Co m pren des el m un do con la cabez cabeza. a. Tus Tus pensamientos son como dedos: con ellos desbaratas las cosas, las aprehendes, y tam bié b ié n aqu aq u ello el lo q ue n o se p u e d e toca to car: r: las em o c ion io n e s, la fe, la espe es pe ranza, los deseos, deseos, los los pensam pe nsam ientos mismos. Preguntas: ¿Por qué? ¿Para qué estudiar? ¿Por qué nos ena moramos? ¿Por qué muere el hombre? ¿Qué hay después de la muerte? ¿Por qué pensar en esto me duele? ¿Por qué a veces me siento infeliz? y ¿Qué es la felicidad?
«La filosofía inicia con el asombro.» Aristóteles (véase p. 45)
Con cada nueva pregunta pregu nta te sumerges más Te asombras, dudas y cada pensamiento te lleva a conocimientos que te hacen formular preguntas nuevas sobre lo ya compren dido. Lo más fascinante es que detrás de cualquier cosa siempre hallarás algo más. El que de este modo trata de ir al fondo de las las cosas cosas está filosofando. filosofan do. Y, ¿el plátano plát ano de for f orm m a curva? A un qu e la pregunta parezca estrafalaria, no importa, porque el viaje más aventurero de los pensamientos, muchas veces, ha comenzado con una preg unta igual igual de «ton «tonta ta». ».
¡Arriba! ¡A la montaña mo ntaña rusa! rusa! ¿Qué es la filosofía? «Filos» significa amor y «sofía» sabiduría. «La filosofía es: ocuparse uno de sí mismo». Karl Jaspers (véase p. 118)
¿Alguna vez te has enamorado? Entonces conoces este sentimiento: te da vértigo con sólo pensar en tu amor. Cuando uno está filosofando experimenta un sentimiento parecido, es como andar en una montaña rusa en tu cabeza.
Fil Filo osofía signifi significa ca am or p or la sabiduría. sabiduría. La La palabra palabra viene del gri e go, porque los griegos «inventaron» hace 2 700 años la filosofía. Por lo men os fueron los los primeros que le dieron u n nom bre. Así Así como en el amor, uno se puede marear cuando se adentra en ella; te absorbe como un torbellino. El enamorado también es insaci insaciabl able: e: prim ero sólo sólo q uiere u na m irada, luego tocar la mano, enseguida conocer mejor a la otra persona y, finalmente, busca un sitio para estar cómodos. Con la filosofía el hombre busca su lugar en el mundo. Pero pr p r im e r o d eb e e n te n d e r el sen se n tid ti d o de este est e m u n d o . P o r eso, el el que filosofa filosofa se pregu nta: ¿qué es el el mu nd ndo?, o?, ¿de qu é está hec ho ho?? Y luego: ¿qué es el ser humano?, ¿quién soy yo?, ¿por qué estoy aquí? ¿Será real aquello que percibo y pienso, o mis sentidos sólo me engañan, como cuando veo el cielo reflejarse en un lago aunque en realidad no está ahí? ¿Qué es el cielo? ¿Dónde empieza y dónde termina? ¿Qué hay detrás? ¿Por qué existe el bie b ie n y el m al? ¿D e d ó n d e sé c ó m o d isti is ting ngui uirl rloo s? ¿ D ó n d e estaba est aba yo antes antes de nacer? ¿Por qué ten go que m orir? ¿Q ué hay despu después és de la muerte? ¿Y si no hay nada, que es eso: la Nada? La últi ma pregunta le ha causado pesadillas al hombre. El que teme el desamor, no debe enamorarse. En la filosofía cada quien decide cuando bajarse de la montaña rusa.
Imagínate que tu tío es un científico. La familia se siente muy orgu llosa de él. Aun así, prefieres escuchar a tu abuela. Ella nunca ha estudiado, pero atrapa a todos con su sabiduría.
¿Es la filosofía unaa ciencia? un ciencia? La diferencia entre conocimiento y sabiduría
Dicho de manera estricta, la filosofía no es una ciencia, aunque los profesionales que se dedican a su estudio sean personas muy inteligentes. Puedes estudiar la filosofía en la universidad. Allí aprenderás lo que averiguaron los filósofos sobre el mundo, el ser humano y los parámetros que rigen su vida. La filosofía como ciencia reúne estas sabidurías y las vuelve a interpretar con base en el cono cim iento actu actual al.. Un científico está actualizado en su especialidad. Algunas veces domina más de una y entonces tratará de formular cono cimientos novedosos. Éstos los tendrá que comprobar sólida mente. La ciencia acumula el conocimiento y al mismo tiem po p o se en carg ca rgaa de desa de sarr rrol olla larlo rlo . La sab sa b idur id uría ía sign si gnifi ifica ca más. má s. E n algunas ocasiones los científicos trabajan en conjunto con los filósofos. Éstos, entonces, deben pensar si un invento nuevo es útil o perjudicial para la humanidad, si el hombre debe hacer todo de lo que es capaz, como, por ejemplo: construir bombas atómicas o crear vida artificial (véase p. 134). Tu abuela es sabia po p o r q u e ha v ivid iv id o m u c h o . Ella El la sabe, p o r su e x p e rien ri en c ia, ia , q u e n o todo se come tan caliente como se guisa. A lo mejor te enfadas cuando tienes problemas en el amor y ella te consuela con las palabr pal abras: as: « N o te aflijas. N o hay ha y m al q u e p o r b ie n n o ven venga» ga».. Esto no quiere decir que no le importas. Al contrario, ella sabe que éste no será tu único amor. Después de cada final hay un nuevo nu evo inicio. Y esto es m uy sabio. sabio.
Un sabio vislumbra vislumb ra un sentido detrás de cada cosa. Aunque éste no sea comprobable, en la vida representa un consuelo. La filosofía trata de averiguar más sobre este sentido.
¿Qué es un ¿Qué filósofo? Sea lo que sea, no es un sabelotodo
«Sólo sé que no sé nada». Esta cita de Sócrates conlleva una contradicción. Por lo menos sabe algo: que no sabe nada.
«Si tacuisses, philosophus mansis ses!» Esto quiere decir: ¡si te hubieras callado, filósofo hubieras sido! ¿Cómo? Entonces para qué sirve romperse la cabeza si no se debe hablar de ello.
La fras frasee es es en latín y provien e del gob erna nte y filósofo filósofo rom ano Severinus Boethius (véase p. 55). Su frase se convirtió en dicho, po p o r q u e m u ch as veces vec es es m e jo r callar cal lar q u e d ecir ec ir cosas infu in fund ndad adas as que después pueden meter en aprietos a uno. Filosofar significa siempre dudar porque, hasta ahora, nadie en el mundo ha po dido responder con certeza a la pregunta: ¿cuál es el sentido de todas las cosas? La persona que filosofa lleva a cabo esta reflexión apoyándose en sus propias experiencias, su conocimiento y su baga ba gaje je cult cu ltur ural al.. Q uizá ui záss o tra tr a p erso er so n a llega lle ga a otra ot rass con co n clu cl u sio si o nes ne s al tratar de responder a la misma pregunta. Ambas pueden ser ciertas, o falsas, o tal vez sólo una no es la atinada. Cuando dos filósofos filósofos disputan la respuesta respuesta a una p regu nta, se se arma una discu sión al rojo vivo y hasta les puede salir humo por la cabeza. Un verdadero filósofo se motiva con la frase de Sócrates (véase p. 39 ss): «Sólo sé que no sé nada». N o es de so rp ren re n d erse er se q ue los filóso fil ósofo foss haya ha yann sido sid o o b je j e t o de m u ch as burla bu rlas. s. A veces vec es se e n re d a n tan ta n to en sus pens pe nsa a mientos, que podríamos decir que no se dan cuenta de lo que sucede en la vida real. Como Tales de Mileto (véase p. 29). Un día caminaba tan ensimismado contemplando las estrellas que se cayó en un pozo. Una sirvienta se rió de él, y dijo: «Quiere saber lo que hay en el cielo, pero no ve lo que hay frente a sus pies en la tierra».
¿Conoces la búsqueda de Pippi Longstocking por el Spunk? Éste ni siquiera existe. ex iste. Pero Pero todo el mundo al que le pregunta simula que sabe de qué se trata, a pesar de que Pip pi inventó la palabra.
Pensar sin palabras, ¿se puede pued e esto? esto? Pippi Longstocking y el Spunk
La cabeza es la herramienta más importante para filosofar. Pero, ¿de qué sirven los los pensam ientos más extraordinarios, cuando no sabes formularlos con palabras? Algunas cosas las puedes pensar en im ágenes, com o un insecto, un a flor, flor, el el cielo, cielo, un caballo. caballo. Pero para pa ra h ace ac e r eso debe de bess con co n o cerl ce rloo s. P ara ar a c o n ce p tos to s c o m o el ser o la Nada, esto no funciona. Aunque te imagines la Nada como un enorme hoyo negro, el hoyo es un concepto que designa algo específico. Pippi tomó el camino al revés: primero pensó la pala pa labr braa y lue lu e g o b uscó us có el o bjet bj eto. o. Esto Es to n o p u e d e te n e r u n b u e n final. Solamente podemos nombrar cosas que conocemos, por que ya las vimos, sentimos, escuchamos, olimos, saboreamos o po p o r lo m e n o s ten te n e m o s u n a im ag e n de ellas. P ero er o ta m b ién ié n p o r que alguien nos explicó que es un objeto determinado. Puedes comunicarte con otras personas únicamente cuando ellas saben de qué q ué hablas hablas o escribes. escribes. Sin la la leng ua — hablada o escrita— no hay comunicación. Aquí la filosofía procede como un niño que descubre el mundo: primero averigua las cosas concretas, las que podemos tocar, ver o comprender. Luego se dirige hacia las cosas abstrac tas, como la vida, la muerte, ser, no ser, el bien y el mal. Aquí el asunto se complica, porque estos conceptos los podemos in terpretar de diferentes maneras. La filosofía trata de encontrar explicaciones para las cosas abstractas que sean válidas para todas las personas.
Lo concreto es todo aquello que podemos percib per cibir ir con los sentidos. Las cosas abstractas son lo contrario: solamente las podemos comprender compren der con la cabeza y no con los sentidos.
¿Las cosas son lo que hacemos de ellas? ellas? ¿O una piedra sólo es una piedra? piedra?
En la orilla de un río hay piedras. ¿Son miles, cientos de miles o acaso un millón? ¿De dónde vienen? ¿Qué pasa con ellas? ¿Dónde estarán cuando regreses en treinta años?
El agua talló las piedras. Algunas son muy planas y las haces sal tar sobre la superficie. Tomas una porque te parece muy bonita. ¿Quién la hizo? Le das un nombre misterioso: «piedra encanta da». Recoges más piedras y al final tienes las bolsas llenas. — ¿ D ó n d e está es tánn m is pied pi edras ras?? — p reg re g u n tas ta s u n o s días desp de spué ués. s. — Lavé tu c h am a rra rr a y las tiré tir é — dice di ce tu m adre ad re.. ¡Ay! ¡Ay! E n o jad ja d o te diriges a su escritorio, agarras la piedra que ha estado ahí des de siempre y la arrojas al jardín . — ¿ D ó n d e está m i pied pi edra ra?? — p re g u n ta tu m ad re en la n o ch e. — La tiré, tir é, sólo sól o era er a u n a p ied ie d ra — le cont co ntes estas tas.. Tu T u m a d re está Le damos un significado al mundo. desconcertada. Pero, sin sin nosotros, nosotro s, — ¡Me ¡M e la regaló reg aló tu pad padre! re! ¿qué significado significado pued pu edee tene te ner? r? La En realidad sólo eran unas piedras. Pero para ustedes eran filosofía relaciona más. ¿Qué tienen de especial algunas piedras que las recogemos, al hombre con su entorno y al revés. revés. guardamos en las bolsas, para luego frotarlas con las manos? Us tedes les dieron a las piedras un significado especial: para ti te nían algo algo mágico, para tu madre eran un símbolo de amor. ¿Qué hace que la piedra sólo sea una piedra? ¿Se convirtió en piedra cuando se desprendió de u na roca? roca? ¿No era desde antes antes una pie dra? ¡Sólo es una piedra! Pero podemos hacer muchas cosas con ella, no sólo con las manos cuando la cincelamos o construimos una casa. A veces una piedra nos hace pensar sobre el origen y el fin de las cosas: ¿De dónde viene? ¿Qué pasa con ella? Son pre p regu gu n tas ta s q u e tam ta m b ién ié n nos no s h ace ac e m o s sobr so bree n o sotr so troo s m ism os. os .
«Al principio era el Verbo, y frente a Dios era el Verbo, y el Verbo era Dios». Así se puede leer en la Biblia. Todos nos hemos preguntado alguna vez: ¿Cómo surgieron las cosas? o ¿Quién las hizo?
¿Quién fue? ¿Cuál es el origen de las cosas? 05
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Aunque Dios haya creado el mundo, la vida y la naturaleza, la pr p r e g u n ta ¿cóm ¿c óm o lo hizo hi zo?, ?, q u ed a abie ab iert rta. a. Sin Si n u n D ios io s la resp re spue uesta sta es todavía más difícil, porque de algún modo tuvo que haber empezado todo. Los Los primeros filós filósofo ofoss — con o sin Dios— buscaron una m a teria primaria de la que se desarrolló todo. Señalaron el agua, el aire, la tierra y el fuego. Sin agua y aire no existe la vida. De la tierra crec en las las plantas plantas y el fuego otorg a el calor, calor, sin el el cual toda vida muere. Gracias a las ciencias naturales, hoy sabemos más de la evo lución. Pero de todos modos, demasiado poco, para decir cómo empezó realmente todo. Según la teoría del Big Bang, el uni verso se creó hace diez o veinte mil millones de años a través de una explosión gigantesca. Hace 4.6 mil millones de años se creó nuestro sistema solar y la Tierra. La Tierra es el único planeta en el que hay agua. El agua es una sustancia que otorga vida. Por eso, fue una verdadera sensación cuando un robot mandó imágenes desde Marte en las que se podía observar que en este pla p lann eta et a algu al guna na vez ve z d eb ió h a b e r exis ex isti tido do agu agua. a. ¿H u b o alg al g u ien ie n ahí ah í alguna vez? ¿Ya no somos los únicos en el universo? Materia primaria o Big Bang, ambas teorías le quedan a de be b e r a la p r im e ra y ú ltim lt im a p regu re gu n ta: ta : ¿D ¿ D e d ó n d e p ro v ien ie n e esta m a teria primaria? ¿Quién provocó la explosión gigantesca? Aquí empieza el trabajo de los filósofos.
La evolución designa el desarrollo del mundo y de la vida. En realidad, el término quiere decir: decir: «Abrir un libro». Teoría pro Teoría provie viene ne del griego y significa significa «observar». Nosotros empleamos la pala pa labr braa par p araa designar des ignar un modo de observar o suponer.
¿Dónde empieza el universo? ¿Y dónde termina?
El cosmos es el mundo en su totalidad. La palabra provien prov ienee del griego gr iego y significa en su origen «orden». Universum es la palab pa labra ra latina lat ina para par a «todo» o «conjunto». De hecho, proviene de unos «uno» y versus «vuelta», que significa significa «vuelto «vuelt o hacia sí mismo». mismo».
¿Cuándo empezaste a leer este libro? ¿En cuántos días lo terminarás? Leíste 19 páginas. Cuando lo termines habrás leído 144 páginas.
Este libro tiene un principio y un fin, en cuanto al número de pági pá gina nass y al tie ti e m p o q ue le dedi de dica cass para pa ra leerlo lee rlo.. N o sola so lam m ente en te este libro, sino también otras cosas las medimos en el espacio y en el tiempo. El espacio es el diámetro o la masa que ocupa un lugar. Este libro tiene 144 páginas, que en tu librero ocupa un espacio de dos centímetros. Este objeto tiene una relación con su entorno. La Tierra es una esfera con un diámetro de 40’075,017 ki lómetros y un volumen de 1’083,207 x 109kilómetros cúbicos. Este espacio lo ocupa en el universo. Los hombres antes no pen saban en lo que hay afuera de este espacio. Ni siquiera sabían qué tan grande es la Tierra. Hasta pensaron que era un disco, cuya orilla, el horizonte, representaba para ellos el fin del mun do. A hora sabemos sabemos que el m un do es m uch o más grande y que la Tierra sólo ocupa un pequeño espacio. A todo esto le llamamos cosmos o universo. Nadie conoce el tamaño del universo. Nadie ha llegado a sus confines. Si acaso existieran estos confines, están tan lejos, que no alcanza una vida para llegar hasta ahí. Se nece sita muchísimo tiempo para recorrer distancias tan grandes.
¿Puede tener ten er el mundo un fin fin? N o hay ha y q u e ser filós fil ósof ofoo para pa ra sent se ntir irse se m area ar ea do al pens pe nsar ar esto. N u e stro st ro p en sa m ien ie n to n eces ec esit itaa u n m arco ar co,, de lo c o n tra tr a rio ri o , nos no s per p er d e ría rí a m o s e n el infi in finn ito it o . E l infi in finn ito it o rebasa reb asa n uest ue stra ra capa ca paci cida dadd
de imaginación, porque todo lo que podemos aprehender tiene un principio y un fin: este libro, la edad escolar, la vida, la capa cidad de pensar. ¿Pero es esto válido también para el mundo? Aunque tenga confines, ¿no debe haber algo más allá?, o ¿después hay vacío? Y, ¿qué es este vació entonces? No podemos imaginárnoslo. El pu p u r o in te n to causa cau sa tem te m o r, m ied ie d o ante an te la caída ca ída e n la N ada. ad a. Con el tiempo pasa lo mismo. Sabemos que el que tenemos para pa ra v ivir iv ir es fin f inito ito . Pero Pe ro el tie ti e m p o exist ex istió ió ante an tess de n o sotr so troo s y lo hará después de nuestra muerte. El tiempo sigue. Pero, ¿lo hará para pa ra siem sie m pre? pr e? ¿ Q u é pasa si no n o es inf i nfin init itoo ? Eso Es o tam ta m b ié n causa cau sa a n gustia, gustia, porq ue p ode m os im aginarnos — si acas acasoo lo hacemo s— el fin del tiempo solamente como el fin del mundo. No hay cosa que el ser humano tema más que esta catástrofe, porque esto po p o d ría rí a su ced ce d er m añan añ ana. a. Los matemáticos y los físicos tratan de medir el espacio y el tiempo. Los filósofos buscan el sentido del espacio y del tiempo, y tratan de explicar el papel que puede o debe desempeñar el hombre en ellos. Ésta es la pregunta por el sentido de la vida.
«El verdadero mundo es inmóvil e intemporal, no tiene princ pr incipi ipioo y tampoco tam poco fin.» Parménides (véase p. 33).
¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué será de mí?
Un bebé se mira en el espejo y curioso quiere agarrar su cara. No se reconoce. Cuando miras viejas fotos tuyas también te asombras. ¿Éste soy yo?, te preguntas. Quizás ahora te ves de otro modo y sorprendido exclamas: ¿A poco éste soy yo?
En cada etapa de la vida nos miramos con ojos diferentes. El m und o a nuestro nuestro alrededor cambia cambia y nosotr nosotros os también. Cuan do tu madre descubre su primera cana, constata: ¡ya estoy vieja! Po siblemente haga una retrospectiva de su vida, y se pregunte: ¿Me pe p e r d í de algo? alg o? ¿ Q u é es lo q u e q u iero ie ro real re alm m ente en te?? ¿ Q u é m e es per p eraa d e aqu aq u í e n adel ad elan ante te?? T u abue ab uelo lo se q u e d a pens pe nsat ativ ivoo cuan cu andd o, de pronto, necesita un bastón para caminar o le cansa cualquier subida. Él sabe quién es y lo que quiso hacer de su vida, y aun así se pregunta: ¿Qué será de mí? Los niños en edad de dos o tres años tienen actitudes de «Al presente soy tan ignorante como como grandeza: se entusiasman por sus logros y piensan que saben si nada hubiese aprendido». Así hacerlo todo. Al fracasar se enojan bastante. Cuando estuviste como a Fausto, en la primaria pronto te diste cuenta que para lograr tus metas perso pe rsona naje je princip prin cipal al del drama de Johann Johann debes esforzarte. Hoy sabes que la influencia que tienes sobre las Wolfgang Goethe, cosas es limitada: te enfermas, alguien tiene un accidente, ves en nos pasa a todos los la televisión televisión imágenes sobre miseria, hambre, guer ra y m uerte. A que filosofamos. No sabemos si realmente veces te sientes lleno de confianza y piensas que el mundo está existen respuestas a tus pies. Tienes un ídolo: quieres ser como tu padre, un can definitivas. tante de rock o como la vecina simpática de a lado. Otras veces te to rtu ran ra n las las dudas y te p reguntas: ¿qué será será de mí? La filosofía filosofía busc bu scaa u n a resp re spue uest staa a estas p reg re g u n tas, ta s, q u e ten te n g a vali va lide dezz tan ta n to para pa ra u n a p e rso rs o n a c o m o p ara ar a tod to d a la h u m a n id ad . N o s serv se rvim imos os de su conocimiento y aun así todos empezamos de cero con nuestras cavilaciones.
«¡Ay, qué abeja tan mala!» Con estas palabras los padres consuelan a su hijo, o hija, cuando lo pica una abeja. Tú lo sabes mejor. La abeja no pica por mala, sino porque se sintió agredida.
¡Si me pegas, te pego! pego! ¿Qué es bueno y qué es malo?
Entonces, ¿era buena la abeja? En sentido filosófico, sí. Porque el insecto hizo lo correcto desde el punto de vista de su especie: pic p icóó para pa ra d efen ef ende ders rse. e. ¿Pero ¿P ero q u é pasa c u an d o alg al g u ien ie n te agre ag rede de y tú en tu desesperación le le rompes una bo tella en la cabeza cabeza y lo dejas dejas mal herido? Re solve r la la situación situación de este este mo do para titi fue bu b u e n o . Per P eroo lasti la stim m ar a alg a lguu ien ie n es mal m alo, o, ¿no ¿n o crees? «Es que q ue n o m e dejó otra alternativa», dirás tú. En caso de alguna duda, un juez deter m inará si fue fue así así o no. Y aun que el ju ez te dé la razón, te sentirás mal. El bien y el mal, lo correcto o lo indebido. En algunos cam pos po s es fácil fá cil a c o m o d a r en u n cajó ca jónn las cosas co sas o el c o m p o rta rt a m ie n to de alguien. Cu an do en tu exa m en de ma temá ticas escribes 1 + 1 = 3, el asunto está claro: te equivocaste. Las cosas se complican un po p o c o cu an d o dices: dic es: «La m a n zan za n a es buen bu ena» a».. Tu h e r m a n a quizá qu izáss tenga otra opinión, porque solamente le gustan las manzanas ácidas. Pero el asunto se vuelve todavía más complicado cuando se trata de valorar el buen o mal comportamiento humano, lo correcto o lo indebido. La filosofía tiene algunos parámetros para pa ra el b ie n y el mal: ma l: u n a cosa cos a es b u e n a c u an d o se apeg ap egaa c o n cierta fidelidad a la idea que tenemos de ella, o cuando (como la abeja) cumple con las exigencias de su especie. Pero, ¿cuáles son las exigencias de nuestra especie? ¿Cómo debemos ser? ¿Qué nos es permitido? La búsqueda de las reglas de un comporta miento adecuado se llama ética.
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«Malo es aquel que abusa de la libertad humana hum ana a su favor favor y en deterioro de los demás». Esto lo dijo uno de los más grandes filósofos alemanes, Immanuel Kant (véase p. 93).
Siguiendo las huellas de la naturaleza. Cómo empezó todo
Dios y el mundo: ¿Qué tienen en común la fe y la filosofía?
¿Conoces la historia de Adán y Eva? A estos primeros seres humanos h umanos les fue muy bien con su fe en Dios, aun así comieron del fruto prohibido. ¿Por qué no les bastó el paraíso?
Eva cortó una manzana del «árbol del bien y del mal» como lo llama la Biblia. «El día que de él comáis seréis como Dios», le ha bía bí a p r o m e tid ti d o la serp se rpie ienn te. te . ¿Por ¿P or q u é los p rim ri m e ro s seres h icie ic ierr o n esto esto?? ¿Por qu é no les les bastó c on sen tirse acogidos en el jar dín dí n de Dios, en el paraíso? El hombre, por lo visto, siempre quiso ser más de lo que es. En sentido filosófico, la fe es «únicamente» una pe p e r c e p c ió n subj su bjet etiv ivaa de la reali re alida dad. d. «Ten «T ener er p o r verd ve rdad ader ero» o»,, lo llamó Immanuel Kant (véase p. 92). Subjetivo quiere decir que la fe depende de aquel que la tiene. Las iglesias, evidentemen te, piensan de otro modo acerca de esto, porque si no, aquellos «Existe «Existe algo, por po r que imparten la fe saldrían sobrando. A pesar de la ciencia y los lo tanto existe algo eterno, porque nada avances de la investigación, el hombre siempre le ha atribuido viene de la Nada». a un ser sup erio r aquello que no se pu pued ed e explicar. explicar. Así es es más Esto lo dijo el filósofo francés Voltaire Voltaire fácil vivir. (véase p. 91), que El hombre aprendió a utilizar la naturaleza para su beneficio, creyó en Dios pero tuvo un desprecio trabajar la tierra, construir herramientas, hasta volar a la luna. Tod o eso se se lo lo deb d ebee a su su deseo de saber sab er y de indagar. A u n así, así, profund pro fundoo hacia ha cia la Todo iglesia. está expuesto a acontecimientos en los que no puede influir y tampoco los puede evitar. Por eso la fe y la filosofía no se deben contraponer. La filosofía siempre se ha beneficiado de la fe: la ha declarado como una esfera superior del conocimiento, o la utilizó como un medio para la percepción. Algunos filósofos han intentad o com prob ar la existenci existenciaa de D ios, lo que la igle iglesi siaa retom ó con gusto. gusto. Otros, a su vez, vez, han hech o lo co ntrario: tratar tratar de demostrar que Dios no existe.
Pero también se da otro caso: alrededor del año 500 a.C., al mismo tiempo que en Grecia empezaba la filosofía, Siddharta Gautama, el hijo de un príncipe indio, fundó una religión sin dioses.
Siddharta dijo: la vida es sufrimiento Por eso el hombre debe liberarse de este sufrimiento. Siddharta averiguó también cómo se debe proceder. La iluminación le llegó cuando estaba en recogimiento debajo de «su» árbol, una higuera. Desde entonces se llamó Buda, que significa «el ilu minado». En su filosofía, Buda decía que el «ser» es un devenir continu o. El budismo cree en la reencarn ación. La liberación de todas la las reencarnacione s lleva lleva a la rede nció n de todo sufrim ien to. Para llegar a esto, el hombre se debe soltar de todo lo que lo une al mundo y a la vida. Sólo logrando esto su alma llega al nirvana, la Nada. Los que creen en las enseñanzas de Buda han superado el miedo a la Nada. En esto consiste el carácter reli gioso del budismo.
Buda, «el Iluminado»
Siguiendo los paso pa soss de naturaleza: ¿Quiénes fueron los prim pr imer eros os filósofos? filósofos?
A los filósofos de la naturaleza se les llama también presocr pre socrátic áticos, os, porqu po rquee con la muerte en 399 a. C. de uno de sus seguidores, Sócrates, (veáse p. 39) dio inició un nuevo modo de hace h acerr filosofía filosofía.. Sócrates situó en el centro de su filosofía al hombre.
¿De qué está hecho el mundo?, fue la pregunta que se plantearon los primeros filósofos. Existían los mitos, los dioses, una fuerza sobrenatural. Pero, ¿de qué quienquiera que haya sido se formó todo?
¿Qué es la naturaleza? ¿Qué es un árbol? ¿Por qué las plantas crecen de la tierra? ¿No debe haber algo de lo que nació todo lo que existe existe y después después tomó diferentes diferentes formas formas?? C on esta esta búsqued a po p o r u n a m a teri te riaa p r im a ria ri a em p ezó ez ó en G reci re ciaa la filo f iloso sofía fía hace ha ce dos mil quinien tos años. Po r ello ello sus sus primeros representantes reciben el nombre de filósofos de la naturaleza. Sin embargo, los hom bres br es q u e exis ex isti tier eroo n antes an tes q u e ellos ello s ta m p o c o eran er an ton to n tos. to s. H u b o civiliz civilizaci aciones ones — com unidades de ho m bres— m uy desarrol desarrollad ladas as que ya tenían conocimientos sobre el cultivo de la tierra, las matemáticas, la navegación y muchas cosas más. Se facilitaban la vida con el uso de las herramientas, utilizaban animales para algunos trabajos, trabajos, cons truy eron ero n casa casass y lugares de culto. Los eg ip cios, por ejemplo, para entonces ya habían construido sus pirá mides. Para edificarlas debieron haber tenido conocimiento de las matemáticas. A los filósofos no les interesaban los dioses y tampoco la vida cómoda. Estos «amigos de la sabiduría» simplemente fueron curiosos y querían saber por qué las cosas en la naturaleza son diferentes diferentes y cóm o es que cambian. C on la preg unta q ue se plan tearon los primeros filósofos de la naturaleza: ¿de qué está hecho esto esto y en e n qué se puede pue de convertir?, naciero na ciero n las las ciencias ciencias naturales, naturales, sobre todo la física. Los filósofos presocráticos buscaron, en pri mera instancia, una explicación, que no fuera religiosa, para los fenómenos de la naturaleza.
El agua se encuentra en tres estados: blando, duro y gaseoso. A veces es hielo, otras líquido o vapor. Sin agua no existe la vida. Esto lo observó Tales de Mileto (625547 a.C.) y de ahí concluyó que «todo es agua».
¿Estamos hechos de agua? Cómo encontró Tales de Mileto su materia primaria
Este comerciante del puerto y la ciudad comercial Mileto que hoy en día está en Turquía, y en aquel entonces pertenecía a Grecia, era una perso na m uy estimada estimada.. Fue el prim ero en pred e cir un eclipse solar (28 de mayo de 585 a.C.), calculó la altura de las pirámides al medir su sombra en el momento que ésta tenía la misma longitud de su cuerpo, y averiguó cómo se calcula la distancia de un barco en alta mar. Además, fue un comerciante astuto. En una ocasión, cuando se dio cuenta que la cosecha de las aceitunas iba a ser muy abundante, compró todas las prensas de aceite que encontró y las rentó, por una buena cantidad de dinero, después de la cosecha. Tales fue una persona que viajó mucho: de Egipto trajo co nocimientos de astronomía, y se dice que trabajó como agri mensor en la construcción de canales de riego. Es posible que ahí se se le le haya haya oc urr ido po r prim era vez esta esta idea, idea, que lo con vir tió en el prim er filósofo filósofo conocid o: Tale Taless pud o observar cóm o las las inundaciones anuales del Nilo convertían en tierras fértiles las orillas del río. Por eso los egipcios adoraron el Nilo como a un dios. «Todo es agua agua», », aseguró Tales Tales de M ileto, y afirm ó qu quee todo devenir se origina en esta materia primaria. Es por eso que Tales de Mileto es considerado el primer materialista. Se dice que más tarde agregó otra frase: «Todo está lleno de dioses».
Tales Tales de Mileto nunca nunc a se casó y tampoco tuvo hijos. Cuando le preguntaron por qué no quiso quiso ser padre pa dre,, se dice que qu e respondió: «por amor a los niños».
Los materialistas son aquellos pensadores que sujetan el origen origen del ser a una materia. Los idealistas, en cambio, buscan detrás de todo una idea.
¿Qué es una escuela filosófica? Cómo se fundó la prim pr imer eraa en Mileto
Lo que ahora sabemos de los los primero prim eross tres filósofo filósofos, s, lo anotaron ano taron años después sus discípulos. De Anaximandro se conserva el fragmento de un manuscrito en el que afirma: «las cosas cuando perecen se convierten en aquello de lo que nacen».
La manera en que Tales de Mileto explicó el mundo fue muy novedosa. Otros dos filósofos de Mileto, llamados Anaximandro Anaximandro y Anaxíme Anaxíme nes, le sucedieron a Tales. Estos tres filósofos constituyeron la Escuela de Mileto.
U na escuela escuela filo filosófi sófica ca no es un colegio en d on de u n profesor le les explica a los alumnos lo que deben de aprender. En la escuela filosófica se exige el razonamiento individual. Escuela filosófica se le llama a una corriente de pensamiento en la que un grupo de filósofos persiguen una idea común, aunque cada uno de ellos puede llegar a otras conclusiones. Así pasó con los sucesores de Tales, Anaximandro (610-547 a.C.) y Anaxímenes (585-525 a.C.). Al igual que su maestro, ellos también cavilaron sobre la idea de una materia primaria. Anaximandro, cuando no filo filosof sofaba aba,, era era una persona m uy p rác tica: dibujó el primer mapa del mundo y siguiendo el modelo bab b abil ilóó n ico ic o , co n stru st ru y ó u n reloj rel oj d e sol. La T ie r r a se la im ag inab in abaa como un cilindro circunscrito por ruedas de fuego suspendido en el universo. Según su opinión, los seres vivos se desarrollaron en el fango y el hombre evolucionó del pescado. Pero Anaximandro pensó también que antes de esta materia primaria exis tió algo ilimitado, de lo que surgieron todas las contradicciones, como húmedo y seco, calor y frío. Estas contradicciones quedan suspendidas para siempre en el infinito. A este infinito le llamó apeiron. Para Anaxímenes, el principio de todas las cosas fue el aire, del que se formó también nuestra Tierra. Del aire, que era «su» ma teria prim aria, cuand o se diluía diluía se form aba el fuego. La Tier ra se la imaginaba como un disco que flota en la materia primaria, el aire.
El que quiera evaluar el mundo no puede eludir las matemáticas. Muchos filósofos eran matemáticos también. Uno de ellos, Pitágoras, afirmó que «los números son el principio de todas las cosas»; dicho de otro modo: todo está hecho de números.
¿Todo está hecho de números? Pues, muchas gracias, señor seño r Pitágora Pitágorass
Pitágoras vivió de 570 a 495 a.C. Él no buscó la esencia del m un do en una m ateria primaria, primaria, sino sino en un a ley ley primaria, y en contró que todo se puede resumir a números. El universo para él era una totalidad armónica cuyos componentes se pueden representar en núm eros. Hasta la la música para para él era núm ero. Lle gó a esta conclusión cuando un día cortó a la mitad una cuerda y produjo con ella un tono musical. Observó que este tono era exactamente una octava (es decir, ocho pasos de tono) más alta que el de la cuerda entera. Una cuarta (igual a cuatro pasos de tono) se pro duc e c on u na cuarta parte de la cuerda, mientras una quin ta (igual (igual a cinco pasos de tono ) con dos terceras terceras partes. Pitá goras comparó los tres intervalos de la cuerda con las tres formas de vivir del hombre: la razón, lo irracional y la virtud, siendo la virtud la armonía entre los otros dos elementos. Pitágoras fundó la Escuela Pitagórica. La meta principal de sus integrantes era alcanzar la armonía. Los pitagóricos vivían bajo ba jo reglas regl as m u y estric est rictas tas:: p o r ejem ej em p lo, lo , n o d e b ían ía n c o m e r frijo fr ijole less grandes, porque las manchas negras en sus flores, simbolizaban para pa ra ellos la m u e rte rt e . Los Lo s p ita it a g ó ric ri c o s creí cr eían an en la re e n ca rn ac ió n , de la que el ho m bre se podía liberar una vez alcanza alcanzada da la la arm o nía absoluta. Entre los seguidores de Pitágoras también había mujeres, entre ellas, la primera estudiante de filosofía del mundo, Theano (véase p. 126), que luego se convirtió en la esposa de Pitágoras.
Quizás conozcas de años escolares escolares anteriores el teorema de Pitágoras: «a2+ b2= c2». Es Es decir, la suma de los cuadrados de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa.
¿Puedo bañarme dos veces en el mismo río? E pa l antarhei p de Heráclito
Con Heráclito, el hombre por primera vez se asombró de sí mismo. mismo. De este modo m odo se debe entender su frase: «el logos es inmanente al alma».
El logos es el pensam pen sam iento ien to gobernado por la razón (en contradicción con el mito que se basa en la opinión o la creencia).
Imagina que te bañas en un río. Al otro día quieres hacer lo mismo. ¿Te sumergirás en el mismo río? ¿O no? no?
«No», te contestaría el filósofo griego Heráclito, «al cabo el agua en la que te bañaste ayer hace mucho que se fue río abajo». En tonces, ton ces, es es otra agua. Y además, tú tam bié n cam biaste: biaste: eres eres un día más viejo y ya no eres el mismo de ayer. «Todo cambia» (en griego panta panta rhei = todo fluye) es una frase célebre de Heráclito. Este filósofo vivió entre 540 y 480 a.C. en Éfeso. Él pensaba que el mundo está en continuo movimiento y que está hecho de contradicciones: no podemos saber lo que es el calor si no conocemos el frío. El día no existe sin la noche, la guerra sin la paz. paz . H ay u n a frase suya suy a q u e reza: «La gu g u e rr a es la m ad re de toda to dass las cosas». Con «guerra» él no se refería a un conflicto bélico entre los hombres, sino a la ley según la cual el devenir se basa en un a luch a co ntin ua entre las las cosa cosas. s. Y esto esto es bu bueno eno , po rqu e de esta esta lucha de los los contrarios surge la la armo nía que m antien e en equilibrio el universo. Sin vida no hay muerte, pero sin muerte tampoco vida, porque solamente cuando las cosas son perennes se crea un a espacio para lo lo nuevo. Lo e tern o, la m ater ia prim aria, es para Heráclito el fuego. La flama siempre es la misma aunque requiere de combustible. El fuego es la razón o el logos, que ac túa en el hombre como una fuerza motriz que contribuye a su devenir y lo man tiene con vida. vida. Heráclito inco rpo ró a la m ateria pri p rim m a ria ri a , q u e es el o rig ri g e n de toda to dass las cosas, u n c o n c e p to abs abs tracto: la razón.
«El no puedo, no existe», te dice tu madre cuando tratas de esquivar una tarea difícil. Parménides hizo del «no existe» una filosofía.
¿Existe ¿Existe la Nada? Sobre el «ser» de Parménides '
Este filósofo de la ciudad italiana Elea simplemente constató: «el ser, es» y con eso fundó la Escuela de Elea. Parménides vivió entre 515 y 480 a. C. y se quebró la cabeza pensando si existe o no la Nada. Llegó a la conclusión de que aquello sobre lo que se habla, existe. Lo mismo sucede con el pensamiento: si algo no existe, no es pensable. Así que, si pienso la Nada, ésta existe. La inexistencia de la Nada era para él una percepción falsa. Él no Para Parménides creía en el deve nir de las las cosa cosas. s. Todo, inclusive la N ada, siem pre el racionalista, la verdad solamente ha existido. A Parménides le llaman también el primer raciona tiene validez cuando es comprobada con lista, porque explicó las cosas mediante la razón y la lógica. la razón (en latín Regresemos al no y a la Nada. Imagínate la siguiente situa ratio), ratio), porque los sentidos nos engañan ción: una amiga te pregunta si viste la mariposa que acaba de pa sar. Tú le contestas: «No, no he visto nada». Entonces, ¿qué viste? y por lo mismo no percib per ciben en la real r ealida idad. d. ¿Puedes ver algo que no existe? Claro que no. Pero la mariposa tampoco la viste. ¿Qué pasa entonces con la Nada? Evidente m en te viste viste algo, algo, aun que no la mariposa, pero tam poco nada. El hecho de no haberla visto no quiere decir que no existe. Y ¿qué pasa pasa con co n el Spunk de Pippi? (véase p. 17). Cuando ella ella lo piensa, piensa, es es porqu e exist existe, e, diría Parm énides. Cu an do m enos Parménides fue el iniciador de la como nada, si es que no como Spunk. Pero «es», de lo contrario, ontología, la teoría del ser. no podría hablar de él.
¿Es el mundo un rompecabezas? Cómo se le ocurrió a Demócri Demócrito to pensar pen sar en la vida eterna ete rna
¿Qué pasa cuando miras fotografías tuyas de tu infancia? No cabe duda que cambiaste, pero aun así te reconoces. Eres otra persona, y sin embargo, la misma.
Cuando todo cambia, pero de algún modo sigue siendo lo mis mo, entonces debe haber algo que abarca ambas cosas: ser lo que es, pero con otra forma. Esta idea se le ocurrió al filósofo Demócrito de Abdera (460-370 a.C.). Él vivió en la costa del mar Egeo y empezó a filosofar, al igual que los filósofos de la Escuela de Mileto (véase p. 26 y siguientes), observando la naturaleza. Para Demócrito, la solución del enigma era el hecho de que todo está formado por partículas pequeñas que son eternas. Él las llamó átomos (que quiere decir los indivisibles). Estas peque ñas ñas partícu partículas las,, decí decíaa D em ócrito, están están en continuo m ovim iento; revolotean en el cosmos y a cada rato se integran en una cosa que luego podemos ver. El hombre está hecho de átomos, in clusive su alma. Demócrito, de este modo, partió de la idea de la vida eterna. Fue el prim ero en crear una visión naturalist naturalistaa del universo, aunque nunca haya dividido en partículas tan peque ñas ninguna cosa. Esto lo hicieron los científicos dos mil años después, porque con su teoría, Demócrito efectivamente dio en el blanco. Hoy sabemos que todo, inclusive el hombre, está com pu p u esto es to p o r átom át om os. os . Q u e son so n indi in divi visib sibles les,, lo h a n c o m p ro b a d o los científicos a través de la fisión nuclear. Demócrito también es conocido como el «filósofo sonriente»; dicen que era una per sona alegre y ecuánime.
Pensar, hablar y actuar
¿Leguleyos o sabelotodo? ¿Quiénes eran los sofistas?
Seguramente te es muy familiar la siguiente situación: discutes con tus padres o hermanos mayores y siempre terminas en desventaja. Te aniquilan con su destreza verbal.
¿Qué es el mundo? ¿De qué está hecho? ¿Que hay detrás de todo? Éstas eran las preguntas con las que se quebraron la cabeza los los filósofos filósofos de la naturaleza e n la antigua G recia, sin sin deten erse a pen p ensa sarr e n la u tili ti lidd ad q u e esto est o p o d r ía traer tra erle less e n su v ida id a co tid ti d ia ia na. Los sucesores de ellos, los sofistas, tenían inclinaciones mucho más prácticas, que demostraron en dos sentidos: se interesaban po p o c o p o r las cosas e n g ener en eral al y más má s p o r el h o m b re , sobr so bree to d o En alemán, la palabra pala bra de cómo y qué piensa, y qué puede hacer con ello. Los sofistas sofista sofista tiene una u na eran educadores que transmitían su conocimiento y cobraban connotación ofensiva p o r ello. Sofi So fista sta q uier ui eree d ec ir «mae «m aestr stroo de la sabidu sab iduría ría». ». P ero er o no en su uso coloquial. po «Deja de ser sofista», solamente enseñaban el conocimiento, porque ¿de qué sirven le dicen a una los pensamientos más elevados si no se pueden difundir entre perso per sona na cuando cua ndo ésta enfada con su la gente? ¿De qué sirve hablar si nadie te entiende? Por eso los palab pa labre rería ría y lleva lle va sofistas les enseñaron a sus discípulos el arte de hablar: la retórica. a la desesperación con su destreza destrez a La destreza retórica era considerada una cualidad en la sociedad verbal. (En México, griega de aquel enton ces, en la que to do ciudadano libre libre — las a estas personas las mujeres mu jeres y los los escla esclavos vos estaban excluido s— po podía día defend erse en llamamos leguleyos. N.T N.T.) .) la corte, en las asambleas populares o en el mercado. Muchos conciudadanos despreciaban a los sofistas. En el si glo cuarto antes de Cristo era mal visto hacer negocios con el conocimiento. El historiador y escritor griego, Xenofón, llegó a llamar a los sofistas «prostitutas».
Otros parajes, otras costumbres: viajar ilustra, seguramente ya te has dado cuenta de esto. Per Peroo cuando en un país es permitido lo que en otro es mal visto, entonces ¿qué es correcto y qué equivocado?
¿Qué es un escéptico? Protágoras y el hombre la medida med ida de todas toda s las cosas
El primer sofista, Protágoras de Abdera (483-410 a. C.), fue un maestro peregrino que viajó durante cuarenta años. Lo que vi vió y aprendió lo llevó a concluir lo siguiente: sobre lo bueno y lo malo no hay una verdad universal. No es de extrañar que con esta esta opinió n se hiciera mucho s enemigos. ¿Ac ¿Acas asoo no buscan todas las personas, las comunidades o los Estados, leyes que sean inquebrantables? Protágoras, en cambio, puso en duda todas las verdades. Una persona como él, que siempre contesta con «sí, pero pe ro...» ...» es u n escé es cépt ptic ico. o. Este Es te esce es cept ptic icis ism m o se c o n v irti ir tióó desp de spué uéss en una corriente filosófica. Las personas juzgamos las cosas de diferentes modos, esto lo podemos observar en nuestra vida co tidiana. Dices, quizás: «Hoy sopla un viento cálido», pero «tu» vientecito a tu abuela le puede parecer frío. Protágoras llevó el pen p en sa m ien ie n to más má s lejos. lejo s. Afi A firm rm ó q u e «el h o m b re es la m e d id a de todas las cosas», porque el hombre es el que decide «el qué» y «el cómo». Desde esta perspectiva, la inexistencia de un Dios, o de varios, como instancia superior sobre el bien y el mal, ya no tiene relevancia. Cuando Protágoras agregó: «sobre los dioses no quiero saber nada, ni que existen y tampoco que no existen», fue acusado e n Atenas de ateísmo ateísmo y de p erve rtir a la la juv en tud , y fue condenado a muerte. Huyó, y se dice que naufragó mientras transbordaba hacia Sicilia.
Protágoras argumentó su duda acerca de la existencia de Dios de la siguiente manera: hay h ay muchos obstáculos para reconocerlo, reconocerlo, «tanto «tan to la oscuridad del asunto como la brevedad de la vida».
¿Qué existe, y qué no? Las «bromas» «bro mas» de Gorgias
Trata rata de agarrar agarrar el e l aire con la mano. ¿Qué sientes? ¿Nada? ¿Cómo puedes decir «no siento nada»? Si no sientes nada es porque sientes algo, de otro modo, no podrías decir que no sientes nada. Y aun así, no lo puedes describir.
Con el sofista Gorgias de Leontino (485-380 a. C.) se empezó a acelerar la la m on tañ a rusa en la cabeza. cabeza. Llevó el escepticismo, el el «sí, pero...» de su colega Protágoras, a los extremos. De la pre gunta sobre la Nada ya se había ocupado Parménides (véase p. 33), que llegó a la conclusión de que «no existe el no existe», es decir, «el ser, es». Gorgias demostró lo contrario y declaró: «Nada exist existe». e».Y si algo algo existiera existiera no po dría m os recon ocerlo, oce rlo, o si bie b ie n lo rec re c o n o ciér ci éram am o s, n o serí se ríam am os capace cap acess de tran tr an sm itir it ir este conocimiento. Esto se escucha como cuando quieres agarrar el aire con la mano. Dices que no sientes nada, pero no lo puedes ni reconocer y tampoco describir. Tu sensación es muy particu lar, Gorgias la llamaría opinión. Pero, sigue el sofista, debe ser lo mismo con aquello que es supuesto. Si existe tanto lo que es como lo que no es, entonces no existe nada. Si tomamos como ¿Lo habrá dicho en serio el sofista? Quizás nada más qui ejemplo a Gorgias, la retórica no es el arte so demostrar todo lo que se puede hacer con las palabras. De del bien decir, sino el cualquier modo, fue un excelente maestro de retórica, y muy de la persuasión. famoso por sus litigios en la corte. Pero si en la corte gana aquel que demuestra ser un malabarista del lenguaje, entonces ¿qué es lo correcto y qué lo indebido? Según Gorgias, el derecho no existe, únicamente las opiniones que siempre pueden cambiar. De ahí concluye que la verdad no existe.
¿Cómo aprenden ustedes mejor, si el maestro les da todo digerido, o cuando hacen preguntas y tienen que buscar las respuestas? Lo que uno aprende por sí mismo no se olvida tan fácil, además, con el segundo método nadie se duerme en clase...
Preguntas, Preguntas, preguntas pregun tas y más preguntas: ¿cuál es el principio socrático?
Enseñar a través de preguntas fue el método que empleó Só crates, uno de los más grandes filósofos griegos. Él vivió entre 470 y 399 a.C. y volvió locos a los atenienses con su preguntadera. A todo el mundo le hacía preguntas, sin importar que se tratara de personas cultas o ignorantes, y lo hacía en cualquier lugar, en el mercado o en las calles de Atenas. El arma espiritual de Sócrates era la palabra. A diferencia de los sofistas, él no la empleaba para aleccionar, sino para estimular en sus conciuda danos el pensamiento propio. Muchas veces aquéllos ni siquiera se daban cuenta hacia dónde los quería llevar. Cuando alguien hacía uso de palabras como valentía, devoción o virtud, Sócrates quería saber qué significaban. A cada explicación se le ocurría una nueva pregunta. Muchas veces sus «víctimas» terminaban haciendo el ridículo. De sí mismo Sócrates decía: «Sólo sé que no sé nada». Con ello se refería a que el hombre siempre debe estar estar en b úsqu eda de la verdad y de lo b uen ueno. o. Y para eso eso se tiene que usar la cabe cabeza. za. El arte de preg un tar se llama llama tam bién ma yéutica, tica, y recibió este este nom bre po r la profesión de su madre, que era era comadrona. Sócrates partió del hecho de que el conocimiento es innato al hombre. Él mismo quiso ayudar como un partero a sus interlocutores, para traer al al m un do el cono cim iento. Siempre estimuló en ellos el pensamiento propio.
Lo que sabemos de Sócrates lo anotó su discípulo Platón (véanse p. 42 y siguientes). Él mismo nunca escribió nada, supuestamente ni siquiera sabía hacerlo.
¿Quién era ese Sócrates? Cómo un tipo excéntrico le dio otro giro a la filosofía
Dicen de Sócrates que era muy feo, que andaba descalzo por las calles y que a veces, de pronto, se quedaba parado sumergido en su pensamiento hasta que se le prendía el foco. Era capaz de hacer esto durante horas enteras.
N o es de ex trañ tr añ ar q u e este est e filó fi lóso sofo fo fuer fu eraa b lan la n co de m ucha uc hass burla bu rlas. s. «El lo l o co de Atena At enas» s» era er a u n a d e n o m in a c ió n b asta as tann te suave para pa ra este tip ti p o tan ta n exc ex c é n tric tr icoo . Y a u n así, co c o n él la filos fil osof ofía ía dio di o u n giro. Con su preguntadera desesperante (véase capítulo anterior) Sócrates no quería, como algunos sofistas, tomarles el pelo a sus conciudadanos o ganar dinero. No cobraba por sus servicios, aunque eso a veces le traía problemas con su esposa Xantipe. A Sócrates le interesaba averiguar lo que es bueno, lo correcto y la verdad.
Él buscó el sentido más elevado de la vida Todavía hoy nos preocupa saber, no solamente a los filósofos, cuál es el comportamiento adecuado desde el punto de vista de En Alemania, Alemania, hoy la ética. Sócrates pensaba que para vivir bien, el pensamiento, la en día le dicen pa labr braa y la ac ció ci ó n d e b e n estar est ar e n co n cord co rdan an cia. ci a. Xantipe a una mujer pala peleon pel eonera era.. El filósofo filósofo Hijo de un cantero y de una comadrona, Sócrates fue muy Friedrich Nietzsche (véase p. 110) dijo apreciado como consejero en Atenas, porque siempre intervino que sin Xantipe no a favor de la justicia. Pero con su modo de hacerle preguntas a hubiéramos tenido cualquier persona y en cualquier lugar, provocó recelos en las un Sócrates: si ella no lo hubiera corrido calles de Atenas. Su afirmación «sólo sé que no sé nada» fue de la casa con un considerada una provocación: ¿acaso quería burlarse de todos? representante de la ley, él no hubiera El oráculo de Delfos, un santuario en el que las personas con sido lo que fue. sultaban a la vidente Pitia, denominó a Sócrates como al griego
más sabio. Lo que Sócrates quería decir con su frase era: si pen samos en todo lo que no sabemos, aquello que sabemos es una nimiedad. Finalmente, para callarlo, Sócrates fue acusado de corrom pe p e r a los jó v en es y de n o cree cr eerr e n los dioses dio ses.. Su a p o log lo g ía es una obra importante de la literatura antigua. Que practicaba la filosofía de manera pública por una voz interior divina, dijo el acusado. A ella le debía obediencia. Esa voz le decía que tenía que molestar al Estado como un tábano que mantiene en galo pad p ad a a u n ja j a m e lg o rem re m iso. is o. E l v e re d icto ic to d el ju j u r a d o fue: fu e: culp cu lpab able le.. El castigo: la muerte. Cuando le preguntaron cuál era el castigo que él encontraba justo, remató el asunto pidiendo hospedaje y alimentación gratuitos por el resto de su vida. En aquel en tonces, esa era la recompensa para los atletas que participaban en los juegos olímpicos. Con eso Sócrates selló su muerte. Se rehusó a huir, porque esto le hubiera dado la razón a los acu sadores y además hubiera demostrado falta de lealtad hacia el Estado. La pena de muerte la consumó él mismo al tomar un vaso con cicuta.
Con su muerte, Sócrates se convirtió en mártir de la filosofía. Un mártir prefiere pref iere morir mor ir que renunciar a sus convicciones. Sócrates creía en la vida después de la muerte. Por Por eso no tuvo miedo a morir. morir.
La muerte de Sócrates.
¿Son ¿Son las cosas lo que son? El mito de la caverna de Platón y su mundo de las ideas
Platón fundó en un bosque bos que,, llam ll amado ado Academos po Academos porr una un a figura mitológica griega, una escuela de filosofía: la Academia. Hoy en día a una persona estudiada estudia da se le dice académica.
Quieren comprar un caballo. Van a un rancho a escoger uno. A ti te gusta un pinto. Pero tu hermano encuentra más bonito un alazán. «Un caballo debe ser pardo», dice él.
¡Qué tontería! Tordillo o prieto, qué importa. Son caballos. Pero a tu hermano se le metió en la cabeza un corcel castaño. La idea que él tiene de u n caballo caballo es el el colo r café café.. A ti esto no te im po rta mucho, piensas que es mejor que sea manso. Hay u na g ran variedad de cabal caballo los. s. Pero cuando hablamos de caballos, todo el mundo sabe a lo que nos referimos, a pesar de que un caballo es diferente a otro. Básicamente, todos los caba llos son iguales, y ninguno se parece a un puerco, por ejemplo. ¿Por qué es eso así? ¿Acaso hay un molde según el cual está he cho un caballo? Lo mismo pasa con una silla, un árbol, etcétera. Y, ¿qué pasa con los valores, con el bien y el mal, lo bonito y lo feo, feo, lo lo jus to y lo injusto? Platón (427-347 a. C.), discípulo de Sócrates, estuvo presente en el proceso en contra de su maestro, y se quedó muy afligido después de la muerte de éste. Empezó a preguntarse si lo que pasó pas ó fue fu e just ju stoo , y sobr so bree q u é es b u e n o o malo ma lo.. ¿ N o h abía ab ía d ich ic h o Sócrates que éstos son valores universales que tienen la misma validez para todos, y que no dependen de opiniones individua les? Si esto es así, entonces debe haber una idea básica. Platón también se preguntó: ¿por qué reconocemos un caba llo llo com o lo que es, es, un caball caballo? o? Porque , cuando vemo s un u n caball caballo, o, reconocemos la forma que tenemos de éste en la cabeza. Pero, ¿qué es lo que vemos en realidad? Solamente una manifestación, po p o rq u e u n caball cab alloo es dif d ifer eren ente te a otro o tro.. Si esto es así, ded de d u jo P lató la tónn , entonces sucede lo mismo con el bien y el mal, con lo justo e
injusto. Cuando Sócrates hablaba de una «voz interior», se refe ría a su conciencia. Todos conocemos esta sensación de males tar. Cuando hacemos algo indebido nos remuerde la conciencia. ¿Por qué? Si a todos nos pasa igual, entonces también debe haber una idea básica innata al hombre sobre el bien y el mal. Platón averiguó cómo puede el hombre encontrar estas ideas pri p rim m aria ar ias: s: el alm al m a (véase el sigu si gu ient ie ntee capí ca pítu tulo lo)) es la m e d iad ia d o ra entre el mundo sensible y el mundo inteligible. Lo que vemos, escuchamos y sentimos es parte del mundo sensible (o «mundo visible», como lo llamó él) porque estas son realidades cambiantes. Así pasa también con el cuerpo del ser humano: el hombre nace, llega a ser niño, adolescente, adulto y finalmente anciano. Nacemos, envejecemos y morimos. Sin embargo, la idea de lo que es el hombre es la misma.
Las ideas primarias prim arias son los moldes inmutables de todo Y pertenecen al mundo de las ideas. Platón ilustra este pensa miento en su relato conocido como el mito de la caverna. En una cueva hay personas que están sentadas y encadenadas. Por un orificio orificio entra luz del exterior. Todos miran la pared en la que se distinguen figuras de lo que ellos piensan que son árboles, ca ballo ba llos, s, pied pi edra rass y otras ot ras cosas. P ero er o estas figur fig uras as sola so lam m en te son so n las formas primarias del árbol, el caballo y la piedra, que se encuen tran fuera de la caverna y que los hombres no conocen. Si uno de los habitantes de la caverna fuese liberado y saliese al mundo exterior, podría reconocer los verdaderos objetos, la forma pri m aria ideal, ideal, la la form a más perfecta, perfecta, bo nita y verdadera del árbol, el caballo o la piedra, y se daría cuenta que lo que vio en la ca vern a son so n solam ente sombras. Si Si regresara regresara co n los prisioneros, les les pla p lati tica carí ríaa lo q u e v io y trat tr atar aría ía de con co n venc ve ncer erlo loss de subi su birr c o n él al verdadero m und o, el mun do de las las ide ideas as.. Esta Esta tarea tarea de enco ntrar las formas primarias corresponde a los filósofos, dice Platón.
El ideal es la representación del absoluto. Es lo máximo en belleza y bondad bon dad.. Corresponde Corresp onde el cien por ciento a la idea que fundamenta un objeto. objeto.
¿Quién ¿Quién es el mejor mejo r gobernante? La idea ide a de Platón sobre el alma, el Estado y el amor
La Politeia, Politeia , la concepción de Platón sobre el Estado ideal, es una de sus obras maestras.
Platón creía en la procesi proc esión ón del alma. al ma. Porque una vida no era suficiente para que el alma incursara en el mundo de las ideas.
¿Quién debe gobernar un Estado? De preferencia, el mejor. Y el mejor es el sabio que, para Platón cómo podría ser de otro modo era el filósofo. Al Estado Estado lo comparó con el alma.
Para Platón, el alma es como un carruaje con tres caballos: el caballo en la punta representa lo racional y los otros dos lo iras cible y lo concupiscible. Cuando la razón puede controlar la sensualidad y los instintos, el alma alcanza el mundo de las ideas y se sumerge en él. El esfuerzo por alcanzar eso se llama amor pla p lató tónn ico ic o . H o y en día e n te n d e m o s p o r a m o r p lató la tónn ico ic o cu a n d o una persona ama a otra sin querer tener relaciones íntimas. El eros, el amor sensual, para Platón nada tiene que ver con el sexo. Para él, el eros era la filosofía, el deseo de alcanzar la sabiduría. Tanto el alma como el Estado tenían que tener estas tres cua lidades lidades:: lo lo racional, lo irascible irascible y lo concupiscible. concup iscible. Plató Pl ató n dividió d ividió a las las perso pe rsonas nas en tres clases clases — pare pa recid cidoo a las las casta castass en la India, que se basan en una antigua filosofí filosofíaa religiosa y oficial— oficial— . Los fi lósofos representaban la clase social superior y eran aquellos que debían gobernar un Estado porque poseían la sabiduría reque rida para eso. Los guerreros eran la segunda clase social y tenían el deber de proteger al Estado. El resto del pueblo, los artesanos, los los com erciantes y los los trabaj trabajadores, adores, tenían que pro veer de com i da y de las demás necesidades a las personas, y representaban la tercera clase social. Según Platón , el el Estado Estado tam bién debe aspirar aspirar a la prude ncia, la fortaleza y la templanza. Cuando estas tres se cumplen se ob tiene la cuarta virtud: la justicia. En estas cuatro virtudes cardi nales se basa la ética.
Todos los humanos son mortales. Todos los filósofos son humanos. Por lo tanto todos los filósofos son mortales. Suena lógico, ¿no crees? Aristóteles, discípulo de Platón, fue el inventor de la lógica.
¿Qué es la lógica? Cómo deducía Aristóteles los conceptos
Platón buscó la idea primaria en el mundo metafísico, aquel que no se percibe a través de los sentidos (véase p. 43). Su discí pu p u lo A rist ri stóó tele te less n o creí cr eíaa e n u n a idea id ea sobr so bren enat atur ural al,, sino sin o e n que qu e todo alberga su propio sentido y propósito. Además, que todo ser viviente tien de a cump lir de la la mejo r man era posible posible su pro pia pi a d e te r m in a c ió n . P ara ar a eso hay ha y q ue saber, sabe r, dice di ce A rist ri stót ótel eles es,, que qu e tod o está está hec ho de m ateria y forma, siendo esta esta últim a la que le otorga a la materia su propósito. La forma sin la materia carece de sentido. Una pertenece a la otra. Ésta es la teoría del ser, la ontología de Aristóteles. Imagínate el siguiente ejemplo: tienes un pedazo de tela de algodón. ¿Qué puedes hacer con él? No mucho. Tener sólo un patrón tampoco te sirve de algo, pero si ju n ta s am bos, bo s, p u ed es h a c e r u n vesti ve stido do.. Aristóteles es también autor de la silogística, la teoría según la cual se saca una conclusión lógica basada en dos supuestos. Él decía: para saber qué pertenece a qué, debes poner las cosas en orden. Debe haber conceptos con los cuales puedas concluir el propósito de cada cosa. Aristóteles se convirtió así en el fun dador de la lógica en la filosofía. De este modo se relacionan adecuadamente afirmaciones («Todos los humanos son morta les») con su concordancia («Por lo tanto todos los filósofos son mortales»). El hombre puede reconocer a través de la lógica lo que es correcto y falso.
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Eubúlides, un oponente de Aristóteles, demostró que con los conceptos también se puede engañar. Su paradoja más famosa, reza así: «Si un mentiroso dice dice que miente, quiere decir que dice tanto una mentira como una verdad, porque si dice la verdad, entonces miente, y si miente, entonces no miente, sino que dice la verdad». ¿Te quedó claro?
La lógica significó en su origen «el arte de pensar pen sar». ».
¿Cómo debe vivir el hombre? De la natura nat uraleza leza al Estado
«El alumno (la alumna) está por debajo de sus posibilidades». ¿Alguna vez te hicieron esta observación en las calificaciones? Seguramente tuviste problemas en tu casa. ¿Habrán sabido tus padres que con esta valoración tu maestro estaba siguiendo las huellas de Aristóteles?
El camino de Aristóteles hacia la filosofía empezó con la di sección de ranas y otras alimañas. Al hacer esto, se dio cuenta que un organismo solamente puede vivir si los órganos están en concordancia. Para que todo funcione, cada parte se tiene que desem peñar de la m ejor ma nera posible. posible. Aristóteles Aristóteles fue hijo de un médico, quizás por eso sus aseveraciones filosóficas em pez p ez a ro n c o n la ex p lo rac ra c ió n de la n atur at ural alez eza. a. R e v isó is ó a toda to dass las Si todos los seres clases de seres vivos: plantas, animales y al ser humano, y tuvo la tratan de valerse de esperanza de abarcar y comprender la esencia de la naturaleza, sus posibilidades innatas, algo debió cuál sería su propósito y finalidad. Para lograrlo empezó a clasi haber puesto en ficar las cosas. Encontró que el primer escalón de los seres vivos movimiento ese deseo. Y esto lo ocupan las plantas, que tienen la determinación de crecer, solamente puede ser florecer y tener frutos para poderse multiplicar. Los animales, algo, algo, tan pleno, que además de eso, eso, pu ed en sentir dolo r y transportarse. transportarse. El ser hu m a ya no tiene que hacer ningún movimiento no ocupa el escalón más alto, porque aparte de todo esto, puede para pa ra alcan alc anza zarr la pensa pe nsar. r. Su tarea ta rea,, desd de sdee lueg lu ego, o, es desa de sarr rrol olla larr de la m e jo r m an era er a plenit ple nitud. ud. Este «Motor esta habilidad. habilidad. E n eso eso pensó tu m aestro aestro cuando anotó en la hoja Inmóvil» es para esta Aristóteles Dios. de tus calificaciones la observación antes citada. Pudieras lograr más si te esforzaras según tus posibilidades. Hacer lo mejor de las habilidades del pensamiento quiere decir, para el hombre: reconocer el mundo. Pero sigamos sigamos co n Aristóteles. Aristóteles. El hom bre tiene una vida plena cuando además es feliz. Esto depende solamente de él, si en-
cuentra el término medio entre lo que le causa placer (el deseo) y aquello que puede hacer (sus habilidades). Aristóteles reco mendó: ¡sean generosos! Porque la generosidad es el término medio entre el despilfarro y la avaricia. ¡Sean valientes! Porque es el término medio sano entre el autoaprecio excesivo («Yo sé hacer cualquier cosa») y la cobardía («No me atrevo»).
Para Para Aristótel Aristóteles, es, la sabiduría sabid uría es la máxima virtud virt ud que el hombre puede alcanzar La sabiduría contribuye a la plena felicidad del hombre. Platón decía q ue era el carruaje con co n tres caball caballos os (véas (véasee p. p. 44), en d on de la razón frena a la valentía y al deseo. Cuando gobierna la razón, el hombre no se autodestruirá. Eso también es válido hoy. La búsqueda de Aristóteles por la plenitud no se limitó sola mente al individuo, sino que abarca a la comunidad. Porque el hombre nació para vivir en comunidad, aunque sea para repro ducirse, como todos los demás seres vivos. Como los hombres en aquel entonces vivían en una polis, Aristóteles llamó al ho m bre b re e n g ener en eral al «un «u n ser polít po lític ico» o»..
poik en grieg0 ciudad-estado.
Aristóteles con sus discípulos.
¡Pisa el acelerador!, quiero divertirme ¿Quiénes fueron los epicúreos?
La filosofía filosofía era para p ara Epicuro el camino hacia el placer: «Ni el joven sea remiso rem iso en poners pon ersee a filosofar, filosofar, ni el viejo se canse de ello. No se es demasiado joven ni demasiado viejo para la salud del alma».
«No puede haber vida feliz sin sin la pruden pru dencia cia», », es la frase principal de Epicuro.
Imagínate: dinero de sobra, chocolate, hamburguesa hambu rguesas, s, papas pa pas fritas. Tod Todoo lo que quieras. Siempre de fiesta, siempre diversión. Un deleite de vida. Sería el paraíso en la Tierra.
Por otro lado, lado, estar estar siempre alegre alegre tam bién pu ede ab urr irte rápi dam ente. U na vida vid a sin deseos, deseos, sin alz alzas as ni bajas, bajas, sería m uy m o n ó tona. Una persona que sólo busca el placer y lo disfruta se llama hedonista (del griego hedoné = placer) p lacer) o epicúre ep icúre o. Y eso eso nnoo es un halago. halago. Epicuro Ep icuro (341-27 (341 -2700 a. C.) era un filósofo de Samos, que pro p ro p o n ía u n a vid vi d a llena lle na de plac pl acer er c o m o clave para pa ra la felic fe licid idad ad.. Por eso a él y a sus adeptos, los epicúreos, les decían «libertinos» o «puercos». Sus discípulos hicieron hincapié en que Epicuro de ninguna manera llevó una vida opulenta. Cuando hablaba de plac pl acer, er, él más má s b ie n se ref r efer ería ía a q ue cada ca da p e rso rs o n a ten te n ía q ue b usca us carr su propia felicidad para equilibrar el alma. El verdadero placer es, para Epicuro, la cantidad de diversión que no causa daño: el verdadero bebedor toma su copa de vino, pero no se embriaga. La verdadera alegría para vivir se lleva a cabo en privado. Él despreciaba los puestos administrativos y la política; según él, el hombre debía evitar cualquier cosa que le causara sufrimiento o turbación. Incluso a la la m uer te le hizo u na jugarre ta. Él creía creía en la teoría de las partículas de Demócrito (véase p. 34), según la cual el alma está compuesta de un sinnúmero de átomos que se dispersan después de la muerte. Por eso el hombre no debe temerle a la m uerte, porque: «mientra «mientrass yo exist existo, o, no existe existe la la mu erte; y cu an do existe la muerte, ya no existo yo».
A ciertas personas nada los perturba. Si las cosas cos as salen sale n mal o hay mucha tensión: nada los saca de quicio. De estas personas decimos que tienen una tranquilidad tranquilidad estoica.
¿Qué es la tranquilidad estoica? estoica? Zenón y sus apóstoles del deber en el pórtico
La stoa es es un pó rtico en Atenas Atenas en el que Z en ón de Citio (334 263 a.C.) se cong regab a co n sus sus discípulos. discípulos. A sus sus segu ido res les llamaban estoicos. Zenón era la contraparte de Epicuro (véase capítulo anterior). Aborrecía el placer y la diversión, en cambio comulgaba con el deber y la disciplina. Dicen que re flejaba su pensamiento en su porte: era alto, delgado y tenía una apariencia severa. Zenón pensaba que para el hombre y la naturaleza hay un orden inmutable. El hombre no solamente es parte de este orden, sino que también lo refleja; representa el microcosmos en el universo, cuyas leyes son válidas para él tam bién. Pero sobre to do hay un alma, la razón absoluta. Y esta esta alma es Dios. La filosofía es, para Zenón, el arte de vivir razo nablemente. Los estoicos creían en algo parecido al destino. Si el orden está predeterminado, no tiene sentido rebelarse. De ahí viene la tranquilidad estoica de Zenón. La verdadera tran quilidad se alcanza cuando una persona vive su vida en armo nía con el orden establecido. A los estoicos no les importaban las riquezas, porque son pasajeras. En cambio hacían hincapié en la virtud, porque la dignidad de una persona nadie se la po p o d ía roba ro bar. r. Aq A q u é l q u e n o c o n o c e la p as ió n y el p lace la cer, r, n o sabe sab e de lo que se pierde, según el dicho: «Ojos que no ven, corazón que no siente».
Micro: Micro: muy pequeño.
El estoicismo fue retomado por po r los romanos. roman os. Aproximadamente cuatrocientos años después, gobernó en Roma Marco Aurelio, un emperador filósofo y estoico (véase Platón, p. 44).
¿Por qué nos importan impo rtan los antiguos griegos? griegos?
Los filósofos de la antigüedad murieron hace 2 mil años o más. ¿Por qué nos siguen interesando? Porque fueron los primeros en plantear las preguntas que conciernen, hasta el día de hoy, a la humanidad.
Muchas de sus respuestas, sobre todo las de los filósofos de la na turaleza, son obsoletas. Sin embargo, la regla básica de la lógica, el silogismo aristotélico, lo empleamos todavía en la actualidad. En la ética, que le da al hombre las pautas para un com po p o r ta m ie n to ad ecu ec u ado ad o e n la vida vi da,, to d o p en sa m ien ie n to inic in icia ia c o n las mismas reflexiones que hicieron los antiguos griegos. Sobre todo, los los pensamientos de la tríada tríada com puesta p or Sócrates Sócrates,, Pla tón, Aristóteles, Aristóteles, siguen siguen brillando con la fuerza de una constela ción. No solamente los que estudian filosofía se adentran en los razonamientos que ellos plantearon: ¿cuál es la responsabilidad que cada quien tiene consigo mismo y con los demás?, ¿hay derechos y obligaciones que son válidas para cualquier persona independientemente de dónde vive? La política, por ejemplo, la definieron ellos: El arte de organizar la convivencia entre los hombres se llama política hasta hoy en día. En la política las pers pe rson onas as asu as u m e n su resp re spoo nsab ns abil ilid idad ad a través trav és de los g o b e rn an tes te s que eligieron. Los griegos determinaron eso con un concepto mu y adecuado. adecuado. Con algunas sabidurías filosóficas pasa lo mismo que con la invenc ión de la rueda: son tan buenas que no se pu ed en m ejorar. Lo importante es que cada hombre, en su tiempo, haga lo mejor que puede con el conocimiento que adquirió.
¡Más cerca de ti, Dios mío!
¿Cuánt ¿Cuántaa libertad liber tad necesita el pensam pen samien iento? to? Dios ios como bendici ben dición ón o maldición
Un tema muy importante para la filosofía de la Edad Media era la búsq bú sque ueda da de pru p rueba ebass para pa ra la existenc exis tencia ia de Dios.
¿Qué hacen los pájaros con sus críos? Los alimentan hasta que son lo suficientemente fuertes para volar. Sólo entonces los sacan de su nido, porque tienen que emprender su propio vuelo en la vida. Únicamente así, cuando ya no están los padres, aprenden a sobrevivir.
Tus padres proceden de una manera parecida: te educan y te dan todas las posibilidades para estudiar. Conforme vas crecien do, las libertades que te dan son cada vez mayores. No siempre se entusiasman con tus ideas. Pero ellos saben que debes tener tus propias experiencias, para que algún día te pares sobre tus pro p ropi pios os pies. pie s. D e aqu aq u ello el lo q u e ellos te tra tr a n sm itie it iero ro n , y de lo que qu e aprendiste por tu propia cuenta, está hecho el conocimiento que te acompañará a lo largo de tu vida. Tú sabes que las bases de éste las pusieron tus padres. Después de la época antigua, el cristianismo se convirtió en un refugio, refugio, que una p ersona, además de ahí, ahí, solamente p odía en contrar en su famil familia. ia. El mensaje mensaje de un Dios padre m isericor dio so tuvo rápido éxito. E n la filoso filosofía fía la la enseñan za del cristianismo facilitó algunas cosas: si la vida después de la muerte encuentra su prolongación en Dios, entonces la pregunta por la felicidad estaba resuelta. Sin embargo, entre más poder mundial fue adquiriendo la iglesia cristiana, más libertad les quitaba a sus «hijos», en vez de darles alas. A pesar de que se interesó por las ciencias al acumu lar el conocimiento y darle mucha importancia a la enseñanza, al mismo tiempo decidía qué se podía difundir y qué no, y exigía que todo conocimiento empezara con Dios y terminara con él.
Dios era el propósito y la meta de todo pensamiento. La fi losofía griega también conocía dioses, pero éstos no eran ni el pu p u n t o de p arti ar tidd a del de l p en sa m ien ie n to n i tam ta m p o c o su eje, en dado da do caso un pretexto, cuando ya no hallaban más respuestas a las pre p regu gu n tas ta s sobr so bree la sab sa b idu id u ría rí a y la felic fe licid idad ad.. Esto Es toss dioses dio ses,, para pa ra los filósofos, no representaban un poder que gobernaba el mun do y al que el hombre estuviera subyugado. En realidad no les importaban mucho los dioses. Plotino (205-270), el último de los filósofos greco-romanos, dijo: «de Dios solamente podemos decir lo que no es; lo que es, no lo podemos decir».
La iglesia cristiana, en cambio, describió exactamente a su Dios En su mensaje, Jesús dice que todo hombre tiene la esperanza de ser redimido. La institución de la iglesia cristiana agregó la con dición: siem pre y cuan do cum pla co n nuestras leye leyes. s. Y ésta éstass la las pre p re sc rib ri b ían ía n sus padr pa dres es (el papa pa pa,, los lo s obisp ob ispos os,, los lo s sace sa cerd rdot otes es). ). E n tre tr e más poder adquirían, más determinab an lo que era perm itido y pro p ro h ib id o e n n o m b re de D ios. io s. La lib li b e rta rt a d del de l p en sa m ien ie n to lle ll e gaba hasta donde la iglesia se sentía amenazada en su poder. A esta esta época del sigl sigloo iv hasta hasta el x i v se le con oce tam bién como el «oscurantismo medieval». La filosofía se convirtió en este periodo en la sirvienta de la iglesia, porque su propósito era el de explicar a Dios y de argumentar la enseñanza cristiana de tal modo que la iglesia adquiriera más poder. Aquél que se atrevió a contradecir o cuestionar sus dogmas, fue perseguido com o hereje. hereje. Tu vieron que pasar mil años para que este este periodo llegara a su fin.
En una institución (del latín instituere = instituir) se lleva a cabo, se administra o conduce una tarea o idea. Una escuela, por ejemplo, es también una institución. Ahí se lleva a cabo la idea y la tarea de transmitir conocimiento a los jóvenes.
Un dogma es una proposición innegable de la fe.
¿De dónde viém el mal? Agustín, el padr< de la iglesia, como filósofo
Con un pie en la antigüedad ant igüedad y con el otro sumergido en el cristianismo, así buscó Agustín, el filósofo que después se convirtió en obispo, la respuesta a la pregunta de cómo llegó el mal al mundo.
Agustín (354-430 d.C.) llevó una vida revoltosa hasta los 33 años, cuando se dejó bautizar. Después se convirtió en obispo de la ciudad africana africana H ipon a. Ag ustín pensó, al igual que Platón, que el hombre puede incursionar en un mundo más elevado, el de las ideas ideas.. Esta Esta idea absoluta, para para él, él, sin sin emb e mbargo, argo, era p erc epti ep ti ble: bl e: era er a el D ios io s de la Bibl Bi blia, ia, el c rea re a d o r del de l univ un iver erso so.. P ero er o si D ios io s es absoluto y el creador de todo lo que hay, ¿de dónde viene el mal? El mal, dijo Agu stín, es es la ausencia de D ios. Po rqu e en D ios todo es bueno. El hombre siente la ausencia de Dios cuando se apodera de él la intranquilidad, porque en su interior siempre busc bu scaa el b ien ie n . Esta Es ta b ú sq u e d a ta m b ié n la o r ig in ó D ios. io s. El origen del mal, Agustín lo encontró en un relato en la Bi blia, bl ia, y p o r eso es co c o n sid si d erad er ad o el d e s c u b rid ri d o r del de l p e c ad o o rig ri g inal in al.. Cuando Adán y Eva comieron del fruto prohibido, los hombres actuaron, por primera vez, en contra de la voluntad de Dios, y trajeron el pecado al mundo. Los filósofos de la antigüedad partieron de la idea que el mundo se creó del caos, y los dioses, en el mejor de los casos, establecieron el orden. Para Agustín, Dios es el origen de todo. También fue Dios el que decidió a quién le corresponde la redención o la condena. Pero, entonces, ¿en dónde queda la libertad del hombre? En su apego al bien, contestó Agustín. C om o no sabemos sabemos si si somos somos los los elegidos, elegidos, es m ejor hac er el bien en la fe.
A Boecio debemos agradecerle el hecho de que los sabios de la Edad Media Media se hayan dedicado al estudio de los filósofos de la antigüedad. Él tradujo la obra de Aristóteles al latín.
¿Cuál es la provi pro vide denc ncia ia de Dios? Dios? La consolación conso lación de la filosofía de Boecio
Severino Boecio, nacido en 480 d. C., se hizo famoso con su libro La consolac lación ión de de la filosofía. ía. Acusado de traición, lo escri bió b ió en la cárc cá rcel el m ien ie n tra tr a s espe es pera raba ba su sen se n ten te n cia ci a de m u e rte. rt e. B o e cio fue cónsul en Roma. Cayó en desgracia y fue ejecutado en 524 d.C. De él proviene la frase célebre: Si tacuisse uisses, phil philosophus «Para pensar pen sar se mansisses, «si te hubieras callado, filósofo hubieras sido». Boecio «Para requiere de una caviló sobre una pregunta que adquirió mucha importancia en voluntad volun tad libre. Sin Sin el sigl sigloo x i x : ¿depende aquello, aquello, lo qu e es el el hom bre, de la las cir ella es imposible pe nsar» ar»,, le dijo cunstancia cunstanciass del tiemp o y el ent orn o en que vive? vive? ¿E ¿Es el hom bre pens «Philosophia» inevitablemente un producto de su tiempo? Carlos Marx, casi a Boecio en La 1 500 años después, después, en plena revolució n industrial, industrial, reform uló consolación de la filosofía. filosofía. nuevamente la pregunta: ¿determina el ser la conciencia o la conciencia el ser? ¿Vivo en base a mi conocimiento, o depende mi conocimiento de mi modo de vivir? La consolac lación de lafilofilosofía es un diálogo del autor con «Philosophia», que aparece en la figura de una m ujer uje r y le ayuda a no desesperar de su suerte. El La filosofía de Boecio filósof filósofoo r etom ó la preg unta de Agu stín (véas (véasee capítulo an terior), sobre la previsión y de cuánta libertad tiene el hombre, si Dios, de antemano, sabe el suceso se parece a la pregunta: ¿qué fue lo que pasará. Boecio abordó con lógica el asunto, y dijo: Dios primero: primer o: el huevo huev o o solamente puede prever lo que realmente sucederá. Lo que no la gallina? sucederá no lo puede prever. Una cosa condiciona a la otra: sin el suceso no hay previsión.
¿Primero la fe y luego la razón? ¿O al revés? ¿Qué es la escolástica?
No obstante la presión de la iglesia, los estudiosos en la Edad Media no pudieron eludir la filosofía. Como la naturaleza es parte de la creación de Dios, redescubrieron a Aristóteles.
Quizás recuerdes que la exploración de la naturaleza le dio pie a Aristóteles para sus pensamientos filosóficos. El deseo de pen El filósofo francés franc és sar y de adquirir conocimiento no se puede simplemente ani Abaelard (1079 quilar, quilar, ni siquiera en los mo naste rios. Y la sapiencia en la Edad -1142) solucionó de la siguiente manera Media se practicaba exclusivamente allí. (Pero quizás el brete de la disputa po r los la creación fue para los monjes y sacerdotes una buena excusa universales: en la pa ra ir al fo n d o de las cosas.. cos as...) .) C o m o las ideas ide as d e A rist ri stóó tele te less realidad las cosas para y los conceptos son pro p ro v e n ían ía n d e la é p o c a ante an tess d el n a c im ie n to de C rist ri stoo , los reli re li lo mismo. Para Dios giosos se toparon con un problema: ¿cuál es la relación entre el existió existió primero la idea. El hombre, en conocimiento y la fe? ¿Puedo averiguar la verdad sin tener fe? cambio, primero ve ¿O necesito la fe para poder entender la verdad? El pensamien las cosas y luego los esc escolá olást stic icos os entre entre el sigl sigloo ix y x i i i giró giró en torn o a define el concepto. to de los este antagonismo. La escolástica retomó una cuestión que les había causado do lor de cabeza a Platón y a Aristóteles, la de los universales, las Escolástica significa ideas o los conceptos que tenemos de las cosas. Platón pensó que conocimiento escolar. detrás de toda cosa cosa hay una idea (véa (véase se p. p. 42). Pr im ero fue lo u ni ni En los monasterios versal. l. Aristóteles, en cambio, pensó que los universal universales es so lam en se acumuló el versa conocimiento de la te son el nombre que posteriormente reciben las cosas. ¿O acaso filosofía filosofía y la teología: las cosas albergan las ideas?, es decir, ¿son uno y lo mismo? La la ciencia de la fe. disputa disputa po r los los univers universale aless perdu ró duran te toda la Eda d Media.
«¿Por qué no piensas?» ¿Cuántas veces no te han dicho eso tus padres? En realidad, lo que te querían decir es que si tienes cabeza y juicio, entonces empléalos.
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Algo parecido debió haber pensado Juan Escoto Eriúgena (aprox. 800-877 d. C.): si Dios creó al hombre según su imagen y semejanza, semejanza, y lo dotó de la habilidad del pensam iento y la com pre p renn sió si ó n , lo l o hizo hi zo para pa ra q u e éste ést e sacara saca ra p rov ro v ech ec h o de ello. C o n esta afirmación resolvió dos preguntas: en qué orden van la fe y la razón, y si si el el hom bre tiene volun tad propia. En lo que con cierne a la fe y al saber, Eriúgena opinó que ambos son fuente del co nocim iento y son independientes. Al cabo, cabo, una p ersona que no tiene fe, también tiene algo en la cabeza. Por eso, ni siquiera se contrapon en. Y aunque se lleguen lleguen a confrontar, confrontar, el el hom bre debe confiar en su juicio. Podría ser que haya entendido mal la reve lación. Con este tipo de afirmaciones, el monje irlandés empezó a pisar pisar terre no peligroso. Para él, la verdad era r eligió n era la la ver dadera filosofía filosofía,, y al revé revés. s. D el m ismo m od o se com po rta el libre albedrío con aquello que el hombre quiere: si la aspiración hacia el bien es del agrado de Dios, entonces debe existir también la contraparte. De lo contrario, no podríamos hacer la diferencia, no se pod ría califica calificarr una cosa bu en a y otra o tra mala. Y si Dios creó al hombre según su imagen y semejanza, la aspiración hacia el bie b ie n le es in m an e n te, te , es dec d ecir ir,, la tie t ienn e e n sí mis m ism m o , y p o r lo tan ta n to tiene la libertad de hacer lo que quiere.
¿Se puede demostrar demo strar la existencia de Dios? Anselmo de Canterbury: creer par p araa pen p ensa sar r
Primero quiso entrar al monasterio y no lo dejaron. Luego lo dejaron y lo tuvieron que obligar a ser abad. Lo que más aborreció fue machacar el latín con sus estudiantes. Realmente lo detestó.
El obispo de C ante rbury , An Anselm selm o (1033-11 (103 3-11 09), tenía cosa cosass más importantes por hacer: fue el primero que trató de demostrar que Dios existe, y es considerado el padre de la escolástica. Con sus reflexiones batallaron en los siguientes siglos muchos filóso fos (no solamente los cristianos), inclusive uno de los más gran des pensadores alemanes, Immanuel Kant (véanse p. 92 y ss). En cuanto a la relación entre la fe y el conocimiento, Anselmo, hijo de u n noble de la ciudad italia italiana na Aosta, dijo con pron titud: «Creo para pa ra ente en tend nd er» er » . Para Pa ra él p rim ri m e ro fue fu e la fe y lueg lu eg o la razó ra zónn . La fe sola, sin embargo, no le bastó, porque la fe misma busca la com pre p renn sió si ó n. P o r eso, el h o m b re es in d u c ido id o haci ha ciaa el c o n o c im ie n to Si el hombre quiere q uiere a trav través és de la fe. fe. Para An Anselm selm o éste éste era u n m otivo para dem ostrar diferenciar entre que Dios existía. Su razonamiento fue el siguiente: Dios es lo lo que es bueno y menos bueno, debe más grande que nos podemos imaginar. Si esto es así, entonces tener un parámetro: no puede existir nada más en nuestra mente, sino que existe en el bien absoluto. Y realidad. ad. D e otra m anera, no sería sería absoluto. absoluto. Pero D ios solam ente eso, para par a Anselmo, Anselmo, realid es Dios. Sin él, no pu p u e d e ser esto, esto , si re alm al m e n te existe exi ste.. P o rq u e aqu aq u ello el lo q u e está en podem pod emos os hace ha cerr la la mente y al mismo tiempo existe, es más grande que algo que diferencia entre el bien y el mal. solamente está en la mente. Si Dios es lo más grande, entonces también existe. Más tarde Kant lo contradijo: el «ser» no es una cualidad. Su explicación fue la siguiente: «diez táleros reales no son más que diez táleros imaginarios.»
Era tan gordo que a su pupitre le tuvieron que cortar un pedazo para que le cupiera la panza. Y como no le gustaba hablar, lo apodaron «el buey mudo».
¿Puede mugir un buey bu ey mudo? Las cinc cincoo pruebas prueb as de la existenc exis tencia ia de Dios Dios,, según Tomás de Aquino
«Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero», regañaba el padre san Alberto Magno a los alumnos, cuando se burlaban de Tomás de A quino .Y en efecto, efecto, Tomás de Aq uino (1225-1274 ) se convirtió en uno de los padres de la iglesia católica. Sus enseñanzas fueron declaradas declaradas ciertas e inmutables inm utables p or el papa Le ón X III, seiscient seiscientos os años más tarde. tarde. Y com o tal están están recon ocidas hasta hasta en la actua lidad por la Iglesia Católica Romana. El sabio introvertido de mo stró con cinco pruebas la existencia existencia de Dios. Antes que nada reconcilió la razón con la fe, al decir que la razón y la fe se en cuen cu en tran en Dios. Am bas vie n en de él. él. Él le da la las posibilidades posibilidades a la razón. Tomás de Aquino retomó la clasificación de Aristóteles (planta-animal-ser humano), y coincidió con él en que la causa última de todo es «el motor inmóvil», aunque para Aristóteles éste no fuera el Dios cristiano. Ésta fue la primera prueba de To más de Aquino de la existencia de Dios. La segunda: todo lo que tiene una causa en el mundo, debe ser reducido a una primera causa, que es Dios. Enseguida concluye que todo en el mundo es necesario para la perfección del Uno. Pero si todo tiene una causa, debe haber atrás una inteligencia divina, que ocupa el es calón más alto de todo conocimiento y ser. Como todo ser en su perfección se enaltece gradualmente, en la cima debe haber algo algo absolutam ente perfecto. perfecto. Y ése ése tam bién es Dios.
Tomás de Aquino fue declarado santo en 1323. Él calificó a la filosofía como «la sirvienta de la fe».
La época en que vivió Tomás de Aquino se llama Edad Media Alta. Después de ésta empezó a disminuir el poder de la iglesia sobre el pensam pen samien iento. to.
¿Se puede medir la Nada? Los filósofos árabes ára bes y el misterio del cero
Todoss los seres humanos Todo huma nos tenemos tenem os el deseo des eo de saber. Cuand Cuandoo hablamos de filosofía nos acordamos en primera instancia de los antiguos griegos y de los pensadores occidentales. Sin embargo, la filosofía también se practicó en otros lugares.
Buda, con la enseñanza del nirvana (véase p. 27), o Jesús, con su mensaje de amor y redención, también eran en cierta medida filósofos. Con el árabe Mahoma (570-632), iniciador del Islam, tenemos a un tercer fundador religioso. Él escribió El Corán, el libro sagrado de los musulmanes, en el que se encuentran reflexiones filosóficas. Bajo el signo de su fe, el sabio islamita ca viló sobre preguntas parecidas a las que se habían planteado los pen p en sad sa d ores or es cris cr isti tian anos os e n la E d ad M ed ia. ia . A los filós fil ósof ofos os árab ár abes es les debemos, además, un servicio adicional: ellos llevaron las obras de Platón y Aristóteles a Europa occidental, donde fueron tra ducidas al al latín, y llegaron de este este mo do a man os de los estud io sos cristianos, como Tomás de Aquino (véase capítulo anterior). Los filósofos árabes, como Avicena, que en realidad se llamaba Ibn Sina (980-1037), o Averroes (Ibn Rushd, 1126-1198), al estudiar a Aristóteles, dieron pie a nuevas reflexiones sobre los universales (véase (véase p. p. 54). 54). Am bo boss fu ero n filósofos y estudiosos de la naturaleza, naturaleza, es es decir, méd icos. Al igual q ue M aim ónide s, un fi lósofo lósofo de la religión judía, cuyo nom bre árabe árabe era Ibn M aim on (1135-1 204). Estos Estos tres tres filósof filósofos os tam bién cavilaron cavilaron sobre lo q ue tenían en común la fe y la razón, si dependía una de la otra, si po p o d ía n ir d e la m a n o o se c o n tra tr a d ec ían ía n . L leg le g aro ar o n a la m ism is m a conclusión que los estudiosos cristianos: las verdades religiosas de la Biblia y del Corán no contradicen el conocimiento ra cional. En caso de duda, el hombre debe confiar en su juicio y
ver las aseveraciones de las sagradas escrituras como imágenes o alegoría alegorías. s. Despu és de esta estass afirma ciones, Maim ónid es y Averroes fue ron p erseguidos com o herejes, herejes, y la obra de Avicena fue pro p ro h ibid ib idaa . Sin embargo, hay otra cosa que los árabes heredaron al mun do occidental, algo que trajo una visión nueva en la filosofía e impulsó la lógica y las ciencias naturales. Se trata de las cifras árabe árabess — que ciertame nte vie nen de la la India— y co n ellas las el el número cero. De este modo, la Nada (porque eso es el cero) pu p u d o ser c o n c e b id a m a tem te m á tic ti c a m en te. te . H asta as ta e n to n c e s las c u e n tas tas se hacían hac ían co n n úm eros romanos: rom anos: I, V, X , C, L y M. 12 - 2 se escribí escribíaa de este este m odo: XII - II y el result resultado ado era X. En n úm e ros arábigos se escribe 10. Pero, ¿qué pasaba si del 2 se quería restar el 2? Con números romanos esto no se podía representar. II - II = ... , ¿a qué? N o existía existía un signo para la la Nad a. Co n el número cero, las matemáticas adquirieron una nueva dimen sión. Por lo pronto, ya se podía distinguir la Nada filosófica de la Nada m atemática. atemática.
Averroes vio en Aristóteles a un profeta prof eta como Jesús y Mahoma, que para los musulmanes era el último último enviado de Dios. Por eso dijo: «Hay dos maneras de averiguar la verdad: a través trav és del Corán y de Aristóteles».
¿Puedo tener fe aunque sepa tanto? tanto?
Ya sabes mucho. También sabes que no todo lo que dicen los adultos es cierto. «El sueño antes de medianoche es el más sano», con esta frase ya nadie te manda temprano a la cama.
Cu estio nas Cuestio na s las las «verda «verdades des»» que q ue afir m an tus padres. pad res. Y esto está bie b ienn . Al A l cabo ca bo,, el c o n o c im ie n to está e n c o n tin ti n u o desa de sarr rrol ollo lo.. N o solamente el tuyo. En libros, en la escuela, en internet, encuen tras cosas novedosas y explicaciones que tus padres quizás no se las saben. A veces te das cuenta que las cosas «sabias» que dicen solam sola m ente sirven para par a qu e acates acates sus sus órdenes. órde nes. Y ésta éstass aho ra las las cuestionas cuestionas.. Tu prop ia e xperien cia te dicta que hay tam bién otra otrass posib po sibili ilida dade des. s. Del mismo modo les pasó a los monjes a finales de la Edad Media. Cuando tuvieron acceso a los libros, sobre todo a los de Aristóteles y Platón, constataron: sabemos más de lo que la iglesia, guardiana de la verdad, nos quiere hacer creer. Aunque los sabios del siglo x 1 1 1 , de la época de Tomás de Aquino (véase p. 59), 59) , e ran ra n relig re ligio ioso sos, s, ta m b ié n eran er an h u m an o s, y p o r lo tan ta n to, to , se dejaban llevar llevar por la curiosidad. Em pezaro n a cuestionar la vida sin haber tirado por la borda toda su fe. Empero, cada vez se hacía más notoria la necesidad de eliminar las restricciones que había impuesto la teología. ¡A un lado los dogmas! ¡A un lado las máximas! Ya no había que mirar el mundo a través de un agujero. Ha bía qu quee abrirle paso a la ciencia y a la la razón. Después del oscurantismo de mil años, se prendió nuevamente la luz del pen p en sa m ien ie n to libre. lib re. F u e ro n los m o n jes je s los q u e a b r ie ro n de u n empujón las puertas que llevaron hacia una nueva época, tam bié b ié n para pa ra la filosof filo sofía. ía.
«¡No te compliques tanto!», te dice tu profesor de matemáticas cuando te enredas en un problema, y te enseña (eso espero) un camino que te llevará más rápido a la meta.
¿Por qué complicado, si se pued pu edee más má s fácil? La navaja de Ockham
Del mismo modo debió haber pensado el monje franciscano Guillermo Ockham (su apellido también se escribe Occam). N a c ió en 1300 13 00 en In g late la terr rraa y m u r ió e n 1349 13 49 e n M u n ic h . O c kham pintó una raya entre la filosofía y la teología, la teoría de la fe. ¿Por qué tantas complicaciones? ¿Por qué romperse tanto la cabeza sobre cosas que la mente humana no puede concebir? Y si Dios es lo más grande sobre todas las cosas, es evidente que el hombre nunca lo podrá comprender. El monje franciscano hizo una diferencia radical entre las cosas que son perceptibles y la metafísica, aquello que se supone detrás o por encima de las cosas. Ockham decía: basta con aprehender las cosas de tal modo que el hombre también las entienda. Su frase célebre reza: «No ha de presu mirse la existencia de más cosa cosass que las las absolutam ente necesarias». Eso quiere decir: cuando hay una explicación senci lla, lla, ¿por qué h e de tom ar el camino complicado? Este postulado postulado se llamó más tarde «la navaja de Ockham». Los bromistas decían que con ella le rasuró al viejo Platón la barba del mundo de las ideas (véase p. 42 y ss.). Con este postulado, Guillermo Ockham abrió otras posibilidades para la ciencia. Su herramienta princi pal pa l fue fu e la lógi ló gica ca.. A len le n tó a los h o m b res re s a ex p lora lo rarr n u ev a m e n te el mundo sin el peso de los dogmas religiosos. Aun así, creía en Dios, y que todo lo que Dios hacía era absolutamente bueno.
En su creencia en un Dios absoluto y bueno Ockham Ockham fue tan radical, que llegó a afirmar: Si Dios ordenara al hombre que lo odiara, entonces este odio sería la mayor alabanza que pudiera darle a Dios.
De regreso a los orígenes; pero, fuera los tiliches
Del cielo a la tierra. tierr a. ¿Qué fueron el Renacimiento y el Humanismo?
A finales de la Edad Media, la filosofía se liberó de las ataduras impuestas por la iglesia y en los pensadores aumentó el interés por los filósofos de la antigüedad. El conocimiento de éstos fue fundamental para la búsqueda de nuevas respuestas a las preguntas preguntas viejas sobre la naturaleza, el ser humano y todo aquello que le es permitido hacer.
La época entre entre el el siglo glo x i i i y x v i i se llama llama Renacim iento. La pala pa labr braa se to m ó e n su sen se n tid ti d o lite li tera rall y se refi re fier eree a la acci ac cióó n de renacer. El centro del pensamiento ya no lo constituían Dios y la pregunta por el pecado, sino el hombre y sus habilidades. Por ello a esta época también le dicen Humanismo (que proviene del latín homo = hombre). Los filósofos griegos también fue ron humanistas, porque querían saber cuál era la interacción del hom bre con el mundo. Buscaron Buscaron con la razón razón — independiente m en te de un p od er sobrenatural— respue respuest stas as a preguntas com o: ¿de ¿de qué está está hecho el m und o?, ¿qué es es bu en o y qu é malo?, ¿qué es correcto y qué equivocado? Los hombres del Renacimiento humanístico reanudaron en este punto su pensamiento. Comenzó así una época de experi mentaciones y descubrimientos. descubrimientos.
En la filosofía, el Renacimiento fue una época de transición A los hom bres les les pasaba pasaba com o a los niños: niños: mie ntras están chicos desbaratan las cosas para ver si tienen algo escondido. (Con un po p o c o de su erte er te lo g ra n arm ar m arlo ar loss d e nuev nu evo.) o.) U n n iñ o más má s g ra n de desarma su juguete para saber cómo funciona. Tú estás un escalón mucho más alto, y piensas si de cada una de estas piezas
no pudieras construir algo diferente, nuevo y mejor. Entre más sepas, más éxito tendrás. Fue sobre todo un invento el que imp ulsó la la cienci ciencia: a: Joh an nes Gute m ber g inventó en 1450 la la impren ta. A hora la educa ción ya no era un privilegio de la iglesia, que interpretaba el conocimiento de tal modo para que no contradijera la fe. Otros descubrimientos hicieron el m un do más grande y más más conmensurable: los marineros descubrieron el compás. Aunque éste éste ya era conocido en Ch ina, no fue sino hasta hasta el sigl sigloo x i i i cuando se emp leó en Europa. Emp ezaron los viajes viajes de descu bri miento. Cuando Cristóbal Colón encontró América en 1492, la Tierra recibió nuevas dimensiones. Medio siglo después, Galileo Galilei (1564-1642) vio el universo con otros ojos. El telescopio de Johannes Kepler (1571-1630) le ayudó para su empresa. Galileo retomó la teoría del matemático y astrónomo Nicolás Co pé p é r n ic o (1 4 7 3 -154 -1 54 3 ). Éste És te habí ha bíaa afir af irm m ad o q u e la T ie r r a gira gi raba ba alrededor del Sol. Sol. Galileo Galileo e nco ntró las las pruebas y de un em pu jón sacó la Tierra, y con eso al hombre, del centro del universo, y colocó ahí al Sol.
La teoría de Nicolás Copernico en la que afirma que la Tierra gira gira alreded or del Sol, Sol, y no al revés, se conoce como Revolución Copernicana. Copernicana . Él Él puso al Sol en el centro del cielo. Por eso se le llama también teoría heliocéntrica (de helios = el sol).
Las pruebas con las que Galileo comprobó la teoría de Copérnico fueron contundentes: si la Tierra ya no era el centro del universo, como se dice en la Creación, Creación, entonces disminuye la importancia tanto del hombre como de la iglesia. Galileo fue encarcelado y se tuvo que retractar. retractar. Después dijo con terquedad: «Y sin embargo se mueve».
La imagen ilustra ilu stra el sistema solar según Copérnico.
¿Qué puede hacer un gobernante? La filosofía de Estado de Maquiavelo
Hasta hoy en día, a un político que trata de mantenerse en el poder para par a su propio pro pio beneficio b eneficio,, le llamamos maquiavélico.
Cuando el hombre no se deja guiar en sus actividades por Dios y los valores de la religión, esto cambia a las comunidades y al gobierno. ¿Quién determina, quién dirige a quién y cómo?
Plató n y Aristóteles Aristóteles ya se se habían ocu pado de este este tema. Al poeta, filósof filósofoo y diplom ático italiano italiano N icolás Maquiavelo (1469-1527) no le interesaba lo que era bueno o malo, sino cómo se mantie ne en el po de r una persona. persona. Su receta actualmen te n o nos gustaría gustaría para nada, nada, po rqu e a su su mejor «príncipe» (así se llama también su libro) le era permitido cualquier medio. Maquiavelo dijo: el que está en el poder tiene el derecho de tenerlo siempre, por el simple hecho de haberlo obtenido. Le es es perm itido todo con tal de man tenerse en el po der. El bien y el mal, lo c orrect orr ectoo o lo inde bido , no son valores valores se se gún los cuales deban comportarse los príncipes de Maquiavelo. La opinión que este filósofo italiano tenía sobre el ser humano era devastadora: el hombre, para él, es un egoísta nato, siempre pre p re o c u p a d o p o r su bien bi enes esta tar. r. P o r eso, el E stad st adoo d e b e c o n tro tr o la r a la ciudadanía ciudadanía con u n g obe rnante fu erte al que todos obedezcan. Solamente así se puede asegurar el orden público. El príncipe ideal para Maquiavelo debe ser «astuto como un zorro y fuerte com o u n león», para im po poner nerse se sobre los los demás. Dio s y la la igle iglesia sia pe p e r d ie r o n la a u to rid ri d a d e n la p olít ol ític ica. a. S u p u esta es tam m e n te basó bas ó sus ideas al observar un exceso de autoridad y de conducta inmoral po p o r p ar te de la iglesia igl esia rom ro m ana. an a.
Tomás Moro. Encontró el «Estado inexistente».
El poderío de la iglesia y de la aristocracia que estaba en discre pan p anci ciaa agud ag ud a c o n la p o b reza re za del de l p u eblo eb lo,, insp in spiró iró a Tom To m ás M o r o a escribir su novela Utopía, en la que describe el Estado ideal. La pala pa labr braa «utopí «ut opía» a» v ien ie n e del de l g rieg ri eg o ou topó signific ficaa en ning una topós y signi par p arte te.. H o y e n día, día , cu a n d o util ut iliz izam am os la pala pa labr bra, a, nos no s refe re feri rim m os a algo que solamente existe en nuestro deseo o en la imagina ción. La filosofía de Tomás Moro (1478-1535) parte de la idea de que todos los seres humanos son iguales. Las personas en su Es tado ficticio hasta usan la misma ropa. No existe la moda. Sola mente las mujeres solteras usan ropa diferente para que todos se den cuenta que están disponibles. Como los bienes pertenecen a todos no existe la propiedad privada y tampoco el dinero. Moro pre p resc scri ribb ió tam ta m b ién ié n las activ ac tivid idad ades es diari di arias as de los h abit ab itan an tes te s de Utopía: se levantaban a las cuatro de la mañana y a las ocho de la noche regresaban del trabajo a la casa. Los trabajos inferiores los realizaban esclavos, que eran delincuentes que cumplían sus condenas. Esto, sin embargo, contradecía los ideales que tenía Moro sobre la igualdad. Los ciudadanos de Utopía elegían a su propio gobernante, que podía regir hasta el final de su vida. Utopía tenía pocas relaciones con otros Estados. La libertad de creencias era una hecho novedoso en la novela de Moro: cada quien podía creer en lo que quisiera. Pero los ateístas, los que no creían creían en ning ún Dios, no pod ían ser gobernantes. gobernantes.
El sueño sobre la igualdad de las pers pe rson onas as es algo alg o que qu e todavía preocupa a la humanidad. En el siglo XIX los filósofos idearon una nueva forma de gobernar en la que se basaron en el siglo XX los países paí ses comunistas. comuni stas. La realidad, empero, tenía otro aspecto. aspecto.
convierte el saber sabe r en poder? La nueva herra h erram m ienta ien ta par p araa el espíri esp íritu, tu, de Francis Bacon
Saber es poder. Durante la Edad Media la iglesia fue dueña del conocimiento y por eso adquirió tanto poder. El científico inglés Francis Bacon le dio otra interpretación a esta frase: el ser humano se puede aprovechar de la naturaleza únicamente a través del conocimiento.
Francis Francis Baco n (1561-1626 ) estudió leye leyes, s, fue político, pero tam bié b ié n c ien ie n tífi tí ficc o y filóso fil ósofo fo.. F ue in icia ic ia d o r de u n a c o r rie ri e n te q ue Francis Bacon se marcó el pensamiento de los siguientes siglos: el empirismo (véase p. 79). D e él co no cem ce m os la fras frase: e: «Saber es pode poder». r». En tre convirtió en víctima (véase de su fanatismo por más sepa el ser humano de la naturaleza, más útil le será. Esto es la experimentación. Quiso Quiso demostrar dem ostrar que válido todavía. El tema que nos preocupa hoy es que este poder la carne congelada implica también la responsabilidad de no destruir la naturaleza. se guarda por más tiempo. En un día dí a frío Como filósofo, Bacon tuvo una actitud escéptica hacia las de de invierno, congeló ducciones lógicas de Aristóteles (véase p. 46 y ss). Bacon decía en la nieve un que solamente podemos saber lo que experimentamos y com pollo degollado. Se pr o b a m o s, to d o lo dem de m ás son so n p reju re juic icio ios. s. B a c o n e n u m e ró cuat cu atro ro enfermó de pulmonía pro y murió. ídolos o imágenes engañosas que podían influir con facilidad en el ser ser hum ano. El prim ero es el el pen sam iento deseoso: deseoso: parte de la naturaleza naturaleza hum ana es creer creer aquello que querem os q ue sea cierto. cierto. El segundo, es el ídolo de la «Caverna». Con éste, Bacon hace alusión al mito de la caverna de Platón (véase p. 43): en lo que per p erci cibb im o s infl in fluy uyee en g ra n p a r te n uest ue stra ra e x p e rien ri en c ia p erso er sona nal,l, po p o r lo tan ta n to n o es real. El terc te rc e r ído íd o lo son so n los p reju re juic icio io s q u e se originan en el uso de la palabra: la felicidad, por ejemplo, para cada un o de nosotro s significa significa algo algo diferente. Y, finalm ente, el cuarto se refiere a la inclinación que tenemos de adoptar pre suntas «sabidurías» de otros, sin reflexionarlas antes. El conoci miento es verdadero cuando lo depuramos de estos ídolos.
¿Qué pasaría si pudiéramos hacer lo que nos place? ¿Lucharíamos uno contra el otro? Ni siquiera podemos imaginarlo, porque desde niños aprendemos a ser considerados.
¿El hombre hom bre es malo de nacimient n acimiento? o? Tomás Tomás Hobbes y su Leviatán
El filósofo inglés Tomás Hobbes (1588-1679) tuvo, aparente mente, muy poca confianza en la posibilidad de aprender la consideración a través de la enseñanza. Quizás tuvo una mala experiencia cuando fue maestro de los hijos de un barón. Ho bb es p a r tió ti ó de la ide id e a d e q u e to d o s los seres sere s h u m a n o s son so n iguales. Por eso la vida, para él, es una lucha continua de todos contra todos, porque el hombre es un egoísta nato. De ahí su frase: «El hombre es un lobo para los otros hombres» (en latín: homo homini lupus). Con eso quería decir que cada quien sólo pie p ienn sa e n sí m ism is m o . E sta st a id ea fue fu e la base ba se para pa ra su filo fi loso sofí fíaa de Estado que, como futuro secretario de Francis Bacon (véase capítulo anterior), lo hizo famoso. Demandó que el Estado debía evitar la guerra de todos contra todos. La sociedad era par p araa él u n m o n s tr u o q u e d eb ía ser se r d o m a d o p o r u n g o b ie r n o Prínc cipe ipe de Maquiavelo duro. Hobbes tenía conocimiento del Prín (véase p. 68), sin embargo, para él el pueblo podía elegir a su gobernante, que debía mandar con firmeza. Los hombres de Hobbes, al cabo, eran tan sensatos, que se detenían en su des cuartizam iento ante el po de r del Estado. Estado. A este Estado, Estado, Ho bbes lo llamó «Leviatán». Se lo imaginaba como un gigante que está formado por muchas bestias que somete a todos los «lobos». Este Leviatán sólo podía funcionar si los ciudadanos se le su bo b o r d in a b a n to ta lm e n te .
Adelante, hacia una nueva época
El racionalismo: ¿Es el ser humano predec pre decibl ible? e?
A los racionalistas racionali stas ya no les bastaba la percep per cepció ciónn sensorial. sensori al. Buscaron reglas para el ser y sus leyes intrínsecas, que le dieran dieran al ser humano las pautas para su modo de vivir y actuar.
¿Cómo te sientes cuando en la clase de matemáticas de repente se te prende el foco? ¿Y qué tal cuando te das cuenta que algunas cosas las sabes mejor que tus padres? Eso te da ánimo y confianza.
Cuando eras niño y sentías peligro, buscabas protección con los adultos. Esto lo haces menos ahora. Te has dado cuenta que ya eres autosuficiente en muchas cosas. «Yo puedo con eso», te di ces. Eres cada vez más consciente de lo que puedes lograr. Del mismo m od o se han de hab er sentido los los ser seres es hum anos después después del Renacimiento: se acercaron a las antiguas preguntas filosófi cas desde una nueva perspectiva. Ante las innovaciones, los des cubrimientos y los avances en las matemáticas y en las ciencias naturales, el mundo se volvió más predecible y controlable. ¿No debían existir entonces también reglas sensatas para «calcular» la existencia existencia del ser human o? Además, los los pensadores del sigl sigloo x v i i hicier on algo algo pare cido a lo que tú haces: tú conoces las convicciones, opiniones y verdades de tus padres. No desprecias así nomás lo que para ellos es válido. Muestras respeto ante algunas cosas, pero por otro lado tienes tus propias experiencias y desarrollas una actitud más crítica ante el juicio de ellos. Los sabios de la época después del Renacimiento empeza ron a explorar el conocimiento adquirido por sus antepasados y seleccionaron lo que era comprobable y les parecía útil. Se apoyaron en las experiencias de los conquistadores y de los hu manis manista tas. s. El conocimiento en los siglos x v i i y x v i i i fue fue más más amplio y diversificado que nunca antes. Eso le dio un nuevo
empuje a la filosofía. «Aprovecha el día», fue la máxima que le marcó un nuevo paso al pensamiento. ¿Qué era el ser y qué la Nad N ada? a? ¿R esis es istí tían an el m u n d o de las ideas ide as de P lató la tó n (véase p. 43) y la lógica de Aristóteles (véase p. 45) ante la recién descubierta racionalidad? ¿ Q ué pasaba pasaba si si se desm enu zaban zab an sus teorías con las las herramientas nuevas y dos mil años más jóvenes? Había iniciado un nuevo escepticismo (véase p. 37 y ss). El ser ser hum ano pud o descub rir a trav través és de su su intelecto nuevos mundos. Era posible, entonces, acercarse también a través del razonamiento a las cosas abstractas, a las preguntas de antaño.
Al que siempre busca una explicación explicación para pa ra todo y actú a ctúaa de manera ecuánime, le dicen racionalista. Esto todavía no lo hace ser un filósofo. Lo que sí tiene en común con los filósofos filósofos racionalistas, racionalista s, es que confía más en su juicio que en sus sentimientos.
Los filósofos ya no le apostaban a las imágenes, ideas y creencias Tampoco le apostaban a la percepción senso rial, sino a su razona miento. Por eso, a esta época se le llama tam bié b ié n el R a cio ci o n a lism li sm o (del latín ratio = ra zón). Su representante más destacado, René Descartes (véase el capítulo siguiente), es considerado el padre de esta nueva filosofía, del pensamiento car tesiano (Cartesius fue el nombre en latín de Descartes).
La imagen representa la escultura «El Pensador», de Auguste Rod Rodin. in.
¿Existo o solamente sueño? El hombre de Descartes como cosa pensante
¿Sueño o estoy despierto? Seguramente has vivido algo que parecía demasiado bonito para ser verdad, o al contrario, tan feo, que hubieras querido que fuera una pesadilla. ¿Qué es real? ¿Y qué nos imaginamos?
Sobre esta pregunta esencial de la filosofía, los racionalistas hi cieron sus sus propias propias cavilac cavilacion iones. es. R en é Descartes Descartes (1596-1650 ) de mostró que el hombre existe y se convirtió así en el fundador de la filosofía que se practica hasta el día de hoy. Descartes fue ma temático y creó la geo m etría analític analítica, a, con la que tendrás que bata ba talla llarr toda to daví víaa e n la escuel esc uela. a. D esca es cart rtes es util ut iliz izóó el p e n sa m ien ie n to que empleó en las matemáticas para contestar preguntas de la filosofía y planteó cuatro pasos para el uso adecuado del razo namiento. Según Descartes, Descartes se hizo famoso por su frase: Cogito ergo sum («Pienso, pens pe nsar ar de modo m odo luego soy soy»). »). Esto p ara él era la la prue ba de la existencia del ser hu adecuado se hace diráss quizás quizás ahora. ahora.Veo, Veo, hablo, hablo, como y d ue r de la siguiente mano. Q ué ton tería, dirá manera: toma como mo. Esto ya dem uestra que existo. existo. A eso eso Desca rtes te contestaría: verdadero solamente solamente lo evidente; divide ¿cómo sabes que no te lo imaginas? El que sueña también tiene las preguntas difíciles una experiencia. ¿O no? Sólo eso queda claro: se puede dudar en tantas partes como sea necesario; de todo. Éste fue el meollo del pensamiento cartesiano: no im p o r ta lo q u e veas o hagas, haga s, p u ed es cu esti es tioo n ar tod to d o . D e lo ú n ico ic o pon po n en orden ord en tu po pensam pen sam iento ien to de que no puedes dudar es de la duda. Siempre está presente. Pero lo sencillo a lo complicado; revisa el que duda, también piensa. El ser humano, según Descartes, es al final que no hayas un «objeto pensante». El ún ico que es capaz de hacerlo. Eso Eso se lo olvidado olvida do algo. algo. debe a su su men te. Si Si la emplea de ma nera correcta, el ser ser hum ano pu p u e d e c o n test te star ar a toda to dass las p reg re g u n tas ta s de la natu na tura rale leza za..
¿Quién soy? Seguramente te has preguntado esto. Descartes dijo que el hombre era un «objeto pensante». Pero lo que somos en realidad, es un asunto que nos preocupa todavía.
¿Si existo, entonces qué soy? Spinoza Spinoza y el ser se r humano como pens pe nsam amie ient ntoo de Dios ios
El filósofo holandés Baruch Spinoza (1632-1677) encontró una respuesta a esta pregunta que le trajo tantas injurias, como a ningún otro pensador anterior. Fue expulsado de la comunidad ju d í a p o r su falta fal ta d e fe, a u n q u e real re alm m en te creía cr eía en D ios, io s, pero pe ro no en uno omnipotente y creador de todo. En lugar de eso es taba convencido de que todo es Dios. Para él, Dios es la única «sustancia» de lo que está hecho todo y se muestra en diferentes formas en la naturaleza, el alma y el ser humano. Este modo de pen p ensa sarr se lla l lam m a p a n teís te ísm m o (Dio (D ioss está e n tod to d o ) y m o n ism is m o (to (t o do es uno). Para las personas del sig siglo lo x v i i esto esto fue fue una trem end a pro p rovv o caci ca ción ón . Si el ser h u m a n o era u n a apar ap arie ienc ncia ia,, o co m o d ecía ec ía Spinoza, «un pensamiento de Dios», ¿por qué se aniquilaba en guerras? El holandés agregó, además, que el hombre tiene la libertad de pensar y creer lo que le plazca. De otro modo no pu p u e d e util ut iliz izar ar las facu fa culta ltade dess de su m e n te. te . Sin Si n em b argo ar go , la m eta et a del pensamiento debe ser el reconocimiento, el amor espiritual hacia Dios. El hombre es malo y egoísta por naturaleza. Sólo el razonamiento lo lleva al conocimiento, que le pone fin a la des truc ció n espiritua espiritual. l. D e este este mod o, el el homo homini lupus de Tomás Hobbes se convierte en el hombre Dios, o como diría Spinoza: homo homini homini deus est, «el hombre es un Dios para el hombre».
Spinoza expresó su amor por la libertad también en asuntos concernientes al Estado. Dijo: «aquel que quiere gobernar con leyes leyes implantará imp lantará necesidades en vez de eliminarlas. Lo que no se puede prohib pro hibir ir debe d ebe ser permitido perm itido». ».
¿Galletas o migajones? Leibniz Leibniz y sus sus mónadas
El nombre de este filósofo lo conocen todos los niños en Alemania, aunque no sepan nada de él. Al panadero Hermann Bahlsen se le ocurrió en 1889 ponerle el nombre de este filósofo a su nuevo invento: la galleta.
Con las galletas «Leibniz» el panadero quiso honrar al más gran de pensador alemán que vivió un siglo y medio antes en su ciudad natal, natal, Hannover. G ottfried W ilhelm L eibniz (1646-1716) fue efectivamen efectivamen Que una galleta te un genio. No solamente fue matemático (batallarás en la haya recibido el nombre de Leibniz, escuela con el cálculo diferencial e integral que él inventó), no tiene nada que sino también físico, abogado, historiador, geólogo, economista ver con esta teoría de las migajas: la y filósofo. Su teoría sobre el mundo fue muy extraña y se le monadología. llama monadología. Las mónadas son, según Leibniz, partículas muy pequeñas de las que están formadas todas las cosas, tanto Quizás a Leibniz se el hombre como su alma. Demócrito (véase p. 34) también le haya ocurrido creyó en esta estass partículas. partículas. Para Leibniz son pu nto s de fuerza q ue pens pe nsar ar en su teor t eoría ía creyó de las mónadas reflejan cada una en sí a Dios, que vela sobre todo como sucuando miró por un p e r - m ó n a d a . Au A u n así, cada ca da m ó n a d a es d ife if e re n te e in d e p e n d ie n microscopio. En su pe tiempo se pudo ver, te de la otra. Las mónadas se pueden agrupar pero no tienen por po r prim pr imera era vez, que q ue ninguna relación una con la otra. Dios les dio un orden a estas una gota de agua está pa rtíc ícul ulas as:: el esca es caló lónn m ás b ajo aj o lo o c u p a n «las «las m ó n ad a s simples». simp les». formada por muchas part partíc par tícula ulass vivas. Todo aquello que no tiene vida está formado por ellas. En el siguiente escalón está el mundo vivo, las plantas y los animales, Las galletas «Leibniz» son muy populares cuyos organismos de cierta manera representan una idea. Por en Alemania y tienen encima de todo esto está el ser humano, que busca la plenitud. un sabor parecido a las galletas «María» La verdadera realidad la conoce únicamente Dios, que creó este en México. [N.T.] mundo de mónadas.
Los pájaros pueden volar. El chocolate es dulce. Todas las personas envejecen. ¿Cómo sabes eso? Porque ya lo has visto, probado y observado por ti mismo. Es decir, lo sabes de tu propia experiencia.
La exp experie eriencia ncia ilustra. ¿Quiénes eran los empiristas?
¿De dónde obtenemos el conocimiento? ¿Cómo sabemos lo que es verdad? Muchas cosas las hemos constatado nosotros, otras las las aprend im os de d e los demás. demás. Todos estamos de a cuerd o que la siguiente frase es cierta: la experiencia nos ilustra. En el sigl sigloo x v i i y x v i i i tres res ingl ingles eses es conform aron toda una filo filo sofía a partir de esta frase: John Locke, David Hume y George Berkeley (véanse capítulos siguientes). Por eso se les llama em piris pi rista tas. s. Su c o r r ie n te filo fi losó sófi fica ca se llam lla m a e m p iris ir ism m o (del (d el g rie ri e g o empéiros = experiencia). Los empiristas rechazaron la teoría de los racionalistas (véanse p. 74 y ss), que afirmaba que la razón es innata al hombre. Ellos, al contrario, decían: el ser humano solamente puede saber algo si lo experimentó antes. La razón comprende lo que primero percibieron los sentidos. En parte es cierto. Piensa en el chocolate. Tuviste que probarlo para saber que es dulce. Y en general, el el sabor dulce te lo pued es im aginar únicamente si lo has saboreado con la lengua. En este sentido, los los empirista empiristass tenían razón. A unq ue una persona n o tiene que experimentar todo en carne propia, en términos generales, los empiristas toman como verdadero lo que se puede comprobar mediante la experiencia. La percepción sensorial era para ellos la base del conocimiento. Solamente la experiencia hace razo nar al hombre.
¿De dónde v los pensami La ho hoja ja en blanco bla nco de John Locke
¿Qué piensa un niño al nacer? ¿Nada? Esto se lo había preguntado el primero de los empiristas, John Locke (16321704). Él afirmó que el hombre nace como una «tabula rasa», como un pizarrón vacío. Su alma es una hoja en blanco.
Según Joh n Locke, el el hom bre nace sin sin razonamiento, pero con la capacidad de desarrollarlo. desarrollarlo. Y esto esto lo pu ede ed e h acer c uand o ex pe p e r im e n ta a travé t ravéss de los sent se ntid idos os.. S olam ol am e nte nt e así las cosas c osas le q u e dan grabadas. Locke le llama a esto «sensación» (del latín sensus Locke llamó a su = sentido). teoría sobre el Estas impresiones de los sentidos se fijan en el pizarrón blan pizarr piz arrón ón vacío en elaboradas das por nosotros ju n to con las las experiencias que el que se anotan co y son elabora las experiencias: ya habíamos almacenado. Al resultado de esto, Locke le llama «Experimento con la mente humana». reflexión (de reflectere = reflejar). Al igual que un espejo devol vemos al pizarrón vacío lo que hicimos de nuestras impresiones sensoriale sensoriales. s. Así llegamos llegamos al con ocim oci m ient o. Locke Lo cke divide las las ideas ideas que el hombre adquiere con esto en cualidades primarias (de primus = el primero) y secundarias (de secundus = el segundo). Las primeras son propias de las cosas, por ejemplo: la forma, el tamaño, el número y el movimiento, y son válidas para todos los seres humanos. Un dado siempre tendrá ocho esquinas, una manzana siempre será redonda y cincuenta pesos siempre serán cincuenta pesos. Las cualidades secundarias, en cambio, depen den de lo que cada persona siente ante una cosa o de cómo la valora. Para ti el dado es verde, una persona daltónica lo ve diferente; la manzana la percibes dulce y a tu hermano le puede par p arec ecer er agri ag ria; a; c in c u e n ta pesos pes os p u e d e signi sig nific ficar ar m u c h o d ine in e ro para pa ra ti, e n cam ca m bio bi o m u y p o c o para pa ra tus padr pa dres. es.
John Locke reflexionó además sobre la coexistencia de los hombres. Sus Sus ideas y pensamien pen samientos tos sirvieron, entre otras cosas, como base para la democracia moderna. Por eso se le llama también «el filósofo de la libertad».
¿Quién puede hacer qué? Locke como inventor de la división de poderes
Aunque el ser humano no tiene nada en la cabeza cuando nace, como lo afirmó John Locke (véase capítulo anterior), tiene, sin embargo, derechos. El d erecho natural a la libertad y a la pro pie dad le es innato, porque los necesita para sobrevivir. Con estas convicciones Locke se convirtió en el fundador de los derechos humanos como se practican hasta el día de hoy en casi todo el mundo. Fue el primer filósofo moderno que afirmó que los hombres y las mujeres tienen los mismos derechos. La demo cracia como forma de Estado se la debemos también a Locke, po p o r q u e inv in v en tó la div di v isió is iónn de p od eres er es.. Ésta É sta dice di ce q u e to d o p o d e r debe tener también control. En una democracia no gobierna y decide una persona sobre las demás. El pueblo debe elegir a sus representantes, que imponen a través de las leyes la justicia y la libertad. El gobierno aplica estas leyes, pero es controlado por los representantes del pueblo. Las exigencias de Locke fueron las siguientes: el poder de emitir las leyes y de ponerlas en práctica debe residir en diferentes personas. De este modo se evita que u n solo go be rnan rn an te haga y deshaga las las cosa cosass a su su antojo. A esto le llamamos poder legislativo (que emite las leyes) y poder ejecu tivo (que aplica las leyes), que se reparten entre el congreso y el gobierno. El filósofo francés Charles Montesquieu (1689-1755) añadió u n tercer poder, el judicial, al al que p ued e apelar cualquier pe p e rso rs o n a q u e se sient sie ntaa agre ag redd ida id a e n sus dere de rech choo s.
John Locke tuvo también una teoría sobre la educación de los niños. Él dijo que los padres y los hijos deben ser como amigos. En vez de imponer impon er reglas y prohibiciones, los padre pa dress deber de berían ían pone po nerr el bue buenn ejemplo.
¿Las cosas existen cuando las percibo? ¿O p en ensa sarr en ellas ellas es suficiente?
¿Conoces al Demonio de Tanzania? Si alguna vez has leído algo sobre este animal, o has visto una imagen suya, sabes que existe. Y si no lo has hecho, aun así existe.
¡Qué tontería!, dirás ahora. Pero el empirista George Berkeley (1685-1753) fue más radical en cuanto al conocimiento y la ex pe p e rie ri e n c ia q u e su co m p añ e ro J o h n L ocke oc ke.. E x ag era er a n d o u n p oco, oc o, Berkeley diría sobre el Demonio de Tanzania: mientras nadie pie p ienn sa e n él, n o existe. exi ste. P o rq u e sola so lam m en te exist ex istee lo q u e se p e r cibe. Terrible este pensamiento. ¡Imagínate, si nadie te toma en cuenta, no existes! Pero Berkeley no se detuvo aquí.
Llegó a afirmar que nada existe Porque todas las cosas, y lo que supuestamente sabemos, existen ún icam ente en te en nuestro nu estro espíritu. Ya que tod o es espíritu. «Sólo «Sólo existe lo que percibimos. Pero no la cosa en sí». ¿Cómo? ¿Esta mos soñando? No del todo. Berkeley no era nada más filósofo, sino también obispo irlandés, por eso tuvo una respuesta pronta para pa ra aclar ac larar ar lo de este est e espí es píri ritu tu:: era er a D ios. io s. Las cosas eran er an,, a la vez, vez , pen p en sa m ien ie n tos to s q u e D ios io s p ensa en sabb a a través trav és de los seres h u m an o s. Berkeley fue idealista.Ya conoces este término de Platón (véanse p. 42 y ss.). ss.). Tam T am b ién ié n D av id H u m e (1 7 11 -177 -1 77 6) tuv tu v o la m ism is m a opinión de Berkeley y de Locke, que las cosas existen cuando las per p erci cibb im o s.Y s. Y se ad a d elan el antó tó toda to daví víaa u n paso pa so más má s cu an d o cu esti es tioo n ó todo el conocimiento humano. Hizo esto en dos sentidos: pri mero advirtió que no se debían hac er afirmaciones generales generales so bre br e las cosas, m ient ie ntra rass n o se c o m p r u e b e q ue hay ha y exce ex cepp cio ci o nes. ne s.
Por ejemplo: si tuvieras que describir una pelota, ¿qué dirías? Pro bable m ente que es redonda y no tiene esquinas, esquinas, po r eso eso gira. gira. ¿Crees que estás en lo cierto? ¡Te equivocas! Porque existen pel p elot otas as c o n esqu es quina inass q ue g iran ir an tam ta m b ién ié n . P ien ie n sa e n u n a p elo el o ta de futbol, es es redonda, pero tiene sesent sesentaa esquinas esquinas y noven ta bo r des, porque está hecha de doce pentágonos y veinte hexágonos. Entonces, la afirmación de que una pelota no tiene esquinas es falsa. ¿O no? Por otro lado, Hume se mostró escéptico ante las leyes de la causalidad. Las leyes de la causalidad se refieren a la causa y al efecto. Por ejemplo: cuando hay sol, hace calor. O si levantas este libro y lo sueltas, caerá al piso. ¡Cuidado!, diría Hume. Aunque nunca lo hayas visto, cabe la posibilidad de que el libro de pron to se detenga en el aire. Evidentemente sabemos que no por el hecho de soltar el libro éste se cae al piso, sino por la gravedad. Pero aun así, esta ley también se anularía si el primer libro se mantuviera en el aire. (Si quieres hacer la prueba, por favor hazla con una piedra. Sería una lástima por el libro.) El escepticismo de Hume ante la lógica y la razón fue tan exagerado, que se negó a creer que el ser humano podría encon trar mediante la razón reglas para una conducta adecuada en la vida. vida. Lo bu en o y lo malo no se entien den, sino sino se perciben .Y no estaba tan equivocado. ¿Por qué no debes pegarle a un compa ñero? Porque le duele.Y tú ya lo has sentido. ¿Por qué tus padres no quieren que uses palabras altisonantes? Porque ofendes a las pers pe rson onas as.. E n to n c e s la ética éti ca,, el c o n ju n to de n o rm a s m oral or ales es q u e rigen la conducta humana, tiene mucho que ver con los senti m ientos. Y com o hem os e xpe rim entad o esto estoss sentimientos, será será razonable dejarnos guiar por ellos.
David Hume fue el precursor del utilitarismo (doctrina (doctrina de la utilidad como princi pri ncipio pio de la moral, véase p. 107). Para un utilitarista, lo correcto desde el punto de vista moral es aquello que a la mayoría de las personas les trae felicidad. Por lo tanto, la guerra sería amoral, porque causa sufrimiento sufrimiento a muchos, a menos que le trajera la felicidad a un mayor número de personas.
¿Cabeza o estómago?
Todo se aclara. ¿Qué hace que el hombre sea hombre?
«¿Por cuál materia opcional me decidiré: arte o latín?» Antes tus padres no decidían por ti únicamente asuntos escolares. Ahora te dicen: «tienes que decidirlo tú. Ya tienes la edad y madurez suficientes para esto».
Lo m ismo, sobre el hom bre, lo pen saron los filósof filósofos os de la Ilus Ilus apere aude, dijo Immanuel traci tración ón eenn los siglos x v ii y x v i i i . Sape Kant (1724-1804 véase p. 92 y ss), el pensador más grande de esta época. La frase en latín quiere decir: «¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento!» Los precursores de este periodo fueron los empiristas Locke, Hume y Berkeley (véanse p. 79 y ss.). Ellos cavilaron sobre qué significa el entendimiento, cómo lo ad quiere el ho m bre y para qu é sirve sirve.. Los filósof filósofos os de la Ilus tración, en cambio, dijeron que independientemente de cómo funcione el entendimiento, éste es el que hace que el hombre sea hombre, y que sea diferente al animal. El entendimiento es algo que tienen en común todos los seres humanos y eso los hace iguales. Para los filósofos de la Ilustración no existían los ricos ni tampoco los pobres, de manera que se cuestionó, po p o r p r i m e r a vez, ve z, el o r d e n soci so cial al d e la clase e n el p o d e r y los subyugados. Los pensadores de esta época ilustraron a los hom bres br es d icie ic ienn d o : si les l es va m al, al , es p o r q u e se a p a r ta ro n d el d e r e c h o natural de la igualdad y la la libertad. libertad. Im Im m anu el Kan t lo form uló de la siguiente manera: «la Ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad. La minoría de edad estriba en la inca pa p a cid ci d ad d e serv se rvir irse se d el p ro p io e n t e n d i m ie n to sin si n la d ire ir e c c ió n de otro». Tus Tus padres padres quieren log rar lo lo m ismo cuando te alientan a for ja j a r tu d esti es tinn o c o n tus prop pr opia iass deci de cisi sion ones es.. N o q u ie re n q u e p o r
comodidad o pereza mental dependas de alguien, ni siquiera de ellos mismos. Para los ilustrados, la libertad, la igualdad, la tolerancia y la educación eran las bases para la felicidad. Los filósofos pusieron en m ovim iento con esto estoss valo valore ress un nuevo pensam iento po líti líti co. co. Los homb res d ebían re con oce r sus sus derechos civi civile less y no pe r mitir que ninguna autoridad tomara decisiones sobre sus vidas.
Eso afectó a los monarcas europeos y a la iglesia La Ilustración fue el suelo fértil para la revolución francesa. En 1789 el pueblo francés removió a su gobernante absolutista del trono. En Estados Unidos de Norteamérica, desde 1776, ya se habían escrito en el prólogo a la Declaración de Independencia los derech os a la la vida, la libertad, libertad, la propie dad y el anhelo a la la fe licidad. Fue la primera constitución que respetó los derechos de los ciudadanos. Hoy en día estos derechos humanos son válidos en casi todo el mundo.
Absolutista: cuando todo el poder está en manos de un sólo gobernante.
«La libertad guía al pueblo» p ueblo» (Eugen (Eugenee Delacroix, 1830).
¿El saber lleva a la desdicha? El «noble salvaje» de Jean-Jacques Rousseau
Jean-Jacques Rousseau era un romántico. Los románticos querían vivir nuevamente nuevame nte de manera natural. El hombre ya no debía dejarse gobernar por la razón.
La civilización es el desarrollo con base en la educación, los inventos tecnológicos y la comprensión del hombre.
Max y su hermano compraron juntos una computadora. Max es el mayor, tiene más dinero y contribuyó con más para el pago. Y esto se lo deja sentir a su hermano. El pequeño tiene que rogarle siempre para poder jugar en la computadora, y a veces, Max emplea sus astucias para jugar más rato.
Lo que hace Max es bastante sucio. Pero siente que tiene el derecho para hacerlo. La computadora ha provocado mucha dis cordia entre los hermanos. Las riñas terminan cuando el padre decide poner reglas estrictas. Estas cosas no suceden únicamente entre hermanos, la pelea por lo «mío» y lo «tuyo», por la ventaja frente a otros, desde siempre ha creado conflictos entre las per sonas y los pueblos. Dicen que el mejor hombre no puede vivir en paz si al vecino no le place. La carrera por el primer lugar, cuando se trata del conocimiento y del adelanto técnico, puede causar injusticias y contrariedades. ¿Quién llegará primero a la Luna? ¿Quién tiene los costos de producción más bajos para ganar más dinero con sus productos? ¿Quién construirá el pri mer robot que pueda pensar por sí mismo? Al que advierte que el adelanto tecnológico también puede ser una maldición, a la gente le gusta llamarle alarmista. El adelanto tecn ológ ico recibió, recibió, hace trescientos trescientos años, du ran te la Ilustración, su su pr im er impulso. El lema d e los ilustrados ilustrados era: era: entre más sabe el hombre, mejor le va. Un filósofo se opuso a esto esto.. Era Jean-Jacques R oussea u (1712-177 8), un francés francés nacido en Suiza. Él partió de la idea de que el hombre es bueno por naturaleza. La civilización, el conocimiento y la cultura lo hacen malo. Rousseau dijo que Dios nos puso en el mundo con una inocencia feliz. En este estado primario éramos unos «salvajes
nobles». Nobles, porque la conciencia le dictaba al hombre ori ginario lo que era bueno y malo. «Todo lo que percibo como bu b u e n o , es bu b u e n o . Todo To do lo q u e p erci er cibb o c o m o m alo, al o, es malo». mal o».
La cultura destruyó esta conciencia del hombre Po rque con ella ella surgió la propiedad. Y con esto esto com enzó la des dicha del hombre. «El primero que le puso cerca a su tierra y dijo: ¡Esto es mío!, fue el fundador del Estado y de la desigual dad», increpó Rousseau. Con la primera cerca, a los hombres se les olvidó que «los frutos son de todos, pero que la tierra es de nadie». Las consecuencias las sabemos: el que posee algo lo quie re para sí mismo, y quiere evitar que otro se lo quite. Pero aquél que no tiene nada, también quiere poseer algo. De este modo empezó, para Rousseau, el círculo vicioso de la delincuencia, el crimen y la guerra entre los hombres. La filosofía de Rousseau se puede resumir en el siguiente lema: «¡De vuelta a la natura leza!» El hombre debe tener presente su anterior estado natural feliz.
Jean-Jacques Rousseau (1712-1778).
¿Quién salvó la libertad? La «volonté générale» de Rousseau
«¿De vuelta vuel ta a la naturaleza?» natur aleza?» ¿Cómo ¿Cómo es eso? A JeanJacques Rousseau se le ocurrió pensar cómo puede el hombre lograr nuevamente la felicidad, a pesar de haber destruido su estado originario natural.
Los hombres, pensó Rousseau, a pesar del paraíso perdido, en el que todo era de todos, deben procurar obtener tanta liber tad co m o sea posible. posible. Y esto esto sólo lo p ue de n hacer jun tos. Por eso Rousseau propuso un tratado social. En francés se le dice «contrat social». El que se afilia a este contrato debe sujetarse a la volont volonté égenérale nérale, la voluntad general. Cuando todos respeten este tratado y sus sus ley leyes es,, y si cada cada q uien tiene la mism a liber tad que su pró p róji jim m o , e n ton to n c es se p u e d e h abla ab larr n u e v am en te de just ju stic icia ia e n el m und o. A un qu e la felici felicidad dad del estado estado origin ario natural (véas (véasee p. 89) se hay hayaa acab ac abad adoo para pa ra siem si em pre, pr e, el h o m b re n o d eb e d eses es espe pe rarse, ya que puede componer las cosas a través de este contrato social. Con este, el hombre cambia la libertad del «noble salvaje» po p o r la v erda er dadd era er a lib li b e rta rt a d d el h o m b re civiliz civ ilizad ado. o. La v erda er dade dera ra libertad significa la igualdad de todos los hombres. Once años después de la muerte de Rousseau —falleció en 1778— , los los ciudadan os de F rancia de m and aron aro n a través través de la Revolución Francesa de 1789 estos derechos a la libertad. En la con stitución alemana se observa la huella de Rousseau . El artículo 14 dice: «La propiedad implica responsabilidad. Su uso debe ser para el bien público». Aquí se puede notar la idea pri p rinn c ip al d el filós fi lósof ofoo fran fr ancé céss del de l siglo x v i i i : la p ro p ied ie d a d p ú blic bl icaa an tec te c ed e a la p ro p ied ie d a d indi in divi vidu dual al..
«Cuando el que escucha no entiende lo que quiere decir el que habla, y cuando el que habla no entiende lo que dice: esto es filosofía», dijo Voltaire.
¿Cuánta debe haber? Voltaire, el sarcástico, y su pru p rueb ebaa de la existencia de Dios
N a d ie, ie , hasta ha sta ah o ra, ra , h abía ab ía e m p lea le a d o ta n to sarca sar casm smoo sin resp re spet etar ar nada ni a nadie como Fran^ois Marie Arouet. Éste era el ver dadero no m bre de Volta Voltair iree (1694-1778). A unq ue lo que más más pre p re d icab ic ab a el fran fr ancé céss era er a u n a de las v irtu ir tu d e s p rin ri n cip ci p ales al es d e la Ilustración : la tolerancia. D e él tenem os la frase: frase: «Su «Su o pin ión m e par p arec ecee su m a m e n te d esag es agra rada dabl ble, e, p ero er o m e d ejar ej aréé m a tar ta r para pa ra q ue usted pu eda ed a expresarla». expresarla». Voltaire hizo bastan te uso de las las otras demandas de la Ilustración, como la libertad de pensamiento y de expresión, y tuvo en la mira a todos con su crítica des pia p iada dada da.. L e gu stab st ab a fre fr e c u e n ta r los altos alt os círc cí rcuu los lo s social soc iales, es, a los que tampoco dispensó de sus burlas. Descargó su ira sobre todo contra la iglesia. A ésta le reprochó que fingía tener la única visión válida válida en el mu ndo , aunq ue los nobles eclesi eclesiást ástico icoss hayan pro p ro v o c ad o m u c h a p o b re z a y su frim fr im ien ie n to . S ólo ól o a D ios io s n o to c ó con su sarcasmo. Era una persona con fe y además trató de de mostrar su existencia con la siguiente argumentación: si existe algo, algo, entonc es existe algo algo eter no , po rqu e nada vien e de la Nada. El hombre podía confiar en esta sapiencia. Además, como hay leyes en la naturaleza, alguien en alguna parte debió haberlas decreta do. Y este alguie n es Dios. Voltaire pensaba qu e D ios nos trajo al mundo para divertirnos, cosa que el francés hizo con pro p rofu fusi sióó n .
Tolerancia (del latín: tolerare = permitir, soportar), es la capacidad de aceptar las convicciones, opiniones y creencias de los demás.
«Si Dios no existiera, tendríamos que inventarlo». Voltair Voltairee
¿La razón nos lleva al precipicio? Cómo Kant nos ahorra aho rra el dolor dolor de cabeza
Kant liberó a la filosofía del problema de tener que demostrar que Dios existe -o quizás no-. Para Para él la pregunta pregu nta por po r Dios está es tá dada da da a priori Depende de cada quien qué hace con ella. Por eso, el hombre tiene la libertad de creer o no en Dios.
Sin hacer preguntas no llegamos lejos. A algunas personas les basta con saber cómo funcionan las cosas a su alrededor. Otras se cuestionan toda la vida sobre el principio, el fin, el sentido y la finalidad de las cosas.
Esto fácilmen fácilmen te pued e confundir. Alguno s aterrizan con Dios, otros mejor evitan estos pensamientos. No importa, dijo Immanuel Kant (1724-1804). Este gran ilustrado valoró la pregunta desde un a perspectiva metafísica metafísica — las las cos cosas as que se encu en cuen entran tran fuera fuera del m und o perceptible— perceptible— como nuestro nuestro desti destino. no. Pero Pero na die tiene que desesperar, nos consuela el filósofo nacido en KoCrític ca de la razó razónpura nos dijo nigsberg. En su Críti dijo el motivo: porqu e el hombre no puede aprehender «las cosas en sí». Lo que vemos está marcado por nuestra percepción, es decir, ya no es «la cosa en sí». Por ejemplo, miramos la naturaleza, pero no lo que ella represen ta «en sí sí». Sin em bargo, pod em os rec on oc er las las ley leyes es que la hacen funcionar. Kant dividió el conocimiento en dos categorías: primero priori (desde un principio); y vemos lo que se nos muestra a priori a posteri posteriori ori (posteriormente) ponemos en orden esta imagen a través de los sentidos y la razón. Kant reconcilió de este modo al racionalismo (véase Descartes, p. 76), para el cual lo verdadero solamente se percibía con la razón, y al empirismo (p. 79), que consideraba verdadero lo que el hombre puede comprobar a través de los sentidos. Este orden de Kant es válido también para la razón, que le es dada a priori a todo ser humano. Ahora sólo depende de lo que hace cada quien con ella. Si en la escuela nunca participas, no te sorprendas cuando el maestro piense que eres un burro.
En la Crít ríticadelarazón razónpura, Kant nos dice que el mundo tiene un orden preestablecido. ¿Y, con el hombre, qué pasa? ¿Tiene libertad de actuar, o está sujeto a una ley también?
Lo que no quieras par p araa ti, no lo qui q uiera erass para... ¿Qu ¿Quéé es e s el imperativo categórico de Kant?
El filósofo de Konigsberg exploró el aspecto moral en otro tra Crític ca de la raz razón práctic tica. Ahí se dio a la tarea de tado que llamó Críti averiguar si existe una ley ética innata al hombre, que siempre ha existido, y que no fue necesario inventar. Tenemos una conciencia que nos dicta lo que es bueno y malo. Este es un tema que siempre ha preocupado a los filósofos. Kant, en su ética, nos dice que no importa si el hombre se siente cómodo o no con lo que hace. Encontró que hay una ley ética que le es innata, y la llamó imperativo categórico: «Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de la naturaleza». Esto suena complicado, pero en rea lidad no significa otra cosa que: «Lo que no quieras para ti, no lo quieras para otro». Según Seg ún esto, una «bu «buena ena»» perso na n o es aquella que es cond es cendiente con otra, porque le quiere dar gusto, porque quiere a su prójim o o se se siente siente bien h aciendo eso. eso. Desde el pu nto de vis vis ta ético, actúa de manera correcta aquel que trata a otros como le gustaría gustaría que lo trataran. trataran. T ien e la libertad de decidir de otro modo, pero si trata mal a alguien no creo que le vaya bien.
El imperativo imperat ivo categórico es un mandato universal y necesario. Por eso la ética de Kant se llama también ética del deber. La búsqueda de Kant por po r las condicione condi cioness dadas del mundo se llam a filosofía filosofía trascendental. Se ocupa de aquello que no puede ser percib per cibido ido con los sentidos. Estas condiciones dadas para pa ra la natu n atural raleza eza son materia de las ciencias; las condiciones para la voluntad del hombre perte pe rtene nece cenn a la la moral; las relativas al gusto y a la belleza a la estética.
¿Otra vez Kan Kant? t? Adelante Adelante rumbo a la modernidad
Immanuel Kant, con su «imperativo categórico», no solamente puso en marcha una nueva ética, sino también le dio un nuevo rumbo a la filosofía.
Kant dividió en cuatro esferas las preguntas originarias de la hu manidad, que la filosofía ha mantenido hasta el día de hoy. Sus cuatro grandes preguntas son éstas: 1. ¿Qué puedo saber? 2. ¿Qué debo hacer? 3. ¿Qué puedo esperar? 4. ¿Qué es el hombre? De la primera pregunta se ocupa la metafísica, la ciencia que abarca más de lo que puede percibir el hombre y rebasa las fron teras de la razón humana. La pregunta «¿qué debo hacer?», la tiene que contestar la ética.
La ética busca preceptos morales que sean válidos para pa ra todos todo s Según estos preceptos debe vivir no solamente el hombre indi vidual, sino todas las comunidades humanas. Este es un bocado difícil de digerir tanto para los filósofos como para los políticos. El día que la humanidad encuentre una respuesta que sea válida y rec ono cida p or todos, habrá paz en la Tierra. La respuesta respuesta a la pr p r e g u n ta «¿qu «¿quéé p u e d o esperar?» espera r?» la b u sca sc a n las relig re lig ione io nes. s. Al A l cabo cab o la esperanza del hombre rebasa los confines de la vida. «¿Qué es el hombre?», finalmente, es la pregunta en la que confluyen los primeros tres campos de la filosofía. De esto se
ocu pa la filos filosofía ofía antropo lógica . La antrop olog ía es la la ciencia del hom bre. Hay dos tipos de antropología: la la primera, la la antrop olo gía, estudia al hombre como ser vivo desde los principios de su desarrollo. La antropología filosófica, en cambio, estudia lo que la naturaleza hace hace del hom bre, y lo que el hom bre com o ser ser que actúa hace y debe hacer de sí mismo. Estas preguntas kantianas se las sigue planteando toda perso na, porque cada quien indaga por sí mismo desde un principio las cosas y la humanidad se desarrolla de manera integral. Kant reconoció esto cuando dijo: «Es tan improbable que el espíritu del hombre deje de hacer sus indagaciones metafísicas, como el hec ho de que deje de respirar respirar para no inhalar aire aire contaminado». Dicho de otro modo: el hombre necesita la filosofía tanto como el aire que respira.
Immanuel Kant (retrato de 1780).
Hacia las alturas volátiles. El secreto del Yo
¿Dónde queda el Yo? Del impas im pasibl iblee Ka Kant nt al mundo de las ideas
Individuo quiere decir lo que no se puede dividir, algo que al ser fraccionado perdería su característica. Entendemos por individuo al hombre singular con su perso per sona nalid lidad ad única. úni ca.
¿Cómo te recuperas después de un día de estudiar arduamente matemáticas? Quizás escuchas música con tu discman, te acuestas, te imaginas que estás en otro lugar y sola ente piensas en ti.
Después de tanta concentración y lógica los viajes imaginarios son un alivio. Esto les pasó también a los filósofos después de Kant. Después de tanto racionalismo, los pensadores del siglo x v i i i se ocuparon ocuparon del del lado lado interior del del hombre, del indivi individuo duo que siente, piensa y es creativo. creativo. E n la literatura a esta esta nueva ép o ca se le llama Romanticismo. El ilustrado Jean-Jacques Rous seau (véanse p. 88 y ss) con su «de regreso a la naturaleza» fue al mismo tiempo el primer filósofo romántico. En la filosofía a esta época le llaman idealismo, porque en el centro del pensamiento se en cu en tra n el Yo y sus sus ideas. ideas. ¿Cuál ¿Cuá l es el valor de este Yo entre en tre tantas cosas de las que está hecho el mundo? ¿Qué soy yo en relación con lo que me rodea? ¿Soy uno con la naturaleza? ¿O soy el sujeto que actúa, influye y tiene poder sobre todas las cosas de mi entorno? Platón ya había debatido sobre el mundo de las ideas (véanse p. 42 y ss). ss). Pero Pe ro m ient ie ntra rass el g rie ri e g o busc bu scab abaa las ideas ide as p rim ri m aria ar iass fuera de este mundo, los idealistas se preguntaron si las ideas es tán en nosotros mismos, si representamos el mundo en nuestra imaginación, o si somos la imagen de una idea superior. No se trata nada más de lo que el hombre puede, debe o le es permi tido hacer (como con Kant), sino del hombre como individuo, com o un Yo. Pero, ¿qué es este este Yo Yo?? ¿C óm o se origina? ¿Y cóm o se diferencia del No-Yo?
Con los idealistas nos volvemos a subir a la montaña rusa de la filosofía. El conductor más atrevido atr evido fue Johann Gottlieb Fichte (17621814). Hizo del hombre el ser que se creó a sí mismo.
¿Existo o sólo soy un sueño? El temor de Fichte ante la libertad
Fichte llamó al conjunto de su pensamiento «sistema de liber tad», porque el hombre como el ser que percibe el mundo es elevado al rango de creador de las cosas. Pero para hacer eso, el ho m bre br e deb e darse cue nta que existe existe en sí. Fich te dijo: «e «el Yo se se afirm a a sí sí mismo». Y lo explicó expl icó de la sigu iente ient e m anera: ane ra: el Yo se se afirma a sí mismo cuando descubre otras cosas a su alrededor. En este este m om en to el ho m bre se da cuenta de la diferencia diferencia de su su pro pio p io Yo. El Yo, seg se g ú n F ich ic h te, te , se o p o n e al N o-Y o- Y o . E n otras ot ras palabr pal abras: as: tod o lo que q ue no eres eres tú, deb debee ser otra cosa que tu Yo. Pero, ¿qué son estas otras cosas? ¿Realmente son, o deben su existencia al hecho de que las percibes? Una idea parecida ya la tuvo el empirista George Berkeley cien años antes (véase p. 82). Fichte reflexionó sobre cómo el hombre lleva a cabo esta pe p e r c e p c ió n de sí m ism is m o . Su resp re spue uest staa fue fu e la sigu si guie ient nte: e: «El Yo contrapo ne en su propio Yo u n No-Yo». No-Yo». C o n esta esta lógica del Yo que se afirma a sí sí mism o y que crea todo lo demás a través de la percepción, Fichte, desde luego, se despidió de Dios. Ya no había necesid ad de él. él. Pr ob obab ablem lem ente el filósofo se llegó a marear con su «sistema de libertad», porque se preguntó con cierto temor: ¿Qué tal si el hombre sólo piensa que piensa, y su pensamiento no es otra cosa que un sueño? Entonces debe haber alguien que sueña este sueño «hombre» — c o n q u e siem si em p re sí hay ha y u n D ios. io s.
A los tres pasos del pensa pe nsami mien ento to («E («El Yo se afirma a sí mismo», «el Yo se opone al No-Yo», «el Yo contrapone en su propio Yo un No No-Yo -Yo») Fichte los llamó Teoría de la ciencia, porque todo conocimiento puede ser comprobado de este modo. Hegel transformó esto en su dialéctica (véase p. 10 101).
¿Es todo solamente el espíritu de Dios? Schelling, el prec pr ecuu rsor rs or de los ecologistas
¿Para qué se ha de romper la cabeza el hombre? A esto Schelling contesta: la alienación de la naturaleza natura leza obliga a filosofar.
Cuando haya sido cortado el último árbol, envenenado el último río, pescado el último pez, se darán cuenta que el dinero no se come. ¿Te recuerda esta frase el eslogan de Greenpeace?
Si hace doscientos años hubieran existido los protectores del medio ambiente, Friedrich Wilhelm Schelling (1775-1854) pu p u d o h a b e r sido sid o su p recu re cu rsor rs or.. F u e u n o de los crít cr ític icos os más má s ar ar duos de Fichte, que en su filosofía había elevado al ser humano a la figura de creador (véase capítulo anterior). La opinión «de vuelta a la naturaleza» de Rousseau (véase p. 89) le pareció de masiado modesta. Schelling consideró al hombre como parte de la naturaleza, cuyo p od er creativo se manifiesta de la mane ra más clara clara en su espíritu. Este Este espíritu, e spíritu, sin embargo , es es la la expre sión de un alma universal que es visible en todas partes en la naturaleza: en las plantas, en los animales, e incluso en las cosas inanimadas, como una piedra. Esta alma universal tiene la tendencia de rea lizarse lizarse en D ios, por qu e a final final de cuentas, es Dios. Y este Dios, según Schelling, se refleja en la razón humana. Esto hace que el hombre sea libre de la naturaleza. Aun así, el hombre no debe situarse en contraposición a esta naturaleza, porque depende de ella. Cuando el hombre rompe esta unión con la naturaleza, la soberbia con la que querrá ser todo y gobernar sobre todo, lo hará caer en el «no ser». Esta advertencia hoy la podemos enten der mu y b ien si pensamos en la destrucción del me dio ambiente. La form fo rm a absoluta de llegar a Dios era para Schelling el arte, arte, p o r que en la obra de arte se reconcilia el poder creador del hombre con la materia (el material de la obra).
«Se parece al papá», dice una tía. La otra contradice: «No, se parece a la mamá». Tus padres contestan sonriendo: «Tiene lo mejor de los dos». Y tú te molestas porque piensas: «Yo soy yo».
¿Cómo hacemos de uno más m ás uno, tres? tres? La dialéctica dialéct ica de Hegel. Primera parte
Claro que tienes la razón. Eres una persona única e individual. Pero también es cierto que tus padres quisieron tenerte por que se quieren y querían un hijo juntos. En ti no solamente se fundieron sus genes, sino también vertieron toda su esperanza. Seguro que les da gusto si heredaste su inteligencia, su amabili dad, tal vez los ojos claros de tu madre, o el cabello oscuro de tu padr pa dre. e. Y si n o fuer fu eraa así, ta t a m b ién ié n te e n c u e n tr a n m u y g u a p o y se sienten orgullosos de ti. De su combinación ha nacido algo nue vo y sorprendente. Cuando encuentres algún día a alguien que te ame, querrás tener también con esta persona un hijo que re ciba lo mejor de ustedes dos. Así se desarrollan las generaciones. N o so lam la m en te éstas, d iría ir ía G e o rg F r ie d r ic h H eg e l (17 (1 7 70 -18 -1 8 3 1 ). Él es, es, ju n to con Ka Kant, nt, uno de los más más grandes filósofos filósofos alemanes. Hegel explicó el mundo según el lema: «Hacemos un hijo y nos proc pr ocre ream am os». os ». S u m é to d o se llam lla m a dial di aléc écti tica ca y se e n tie ti e n d e de la siguiente manera: dos opuestos — tu m adre y tu padre— están están frente frente a frent frente. e. Lo co ntradictorio se une — hom bre y m ujer— y de eso eso nace un hijo hijo — tú— . D e c óm o el tener hijos se convierte convierte en filosofía, podrás leerlo en el siguiente capítulo.
La dialéctica de Hegel (del griego dialegesthai = dialogar y discutir) es un sistema de pensamiento filosófico que se lleva a cabo en tres pasos: paso s: a un unaa tesis te sis (afirmación) se le opone una antítesis (contradicción) y de ello se saca una síntesis (conclusión).
¿La disputa disp uta nos instruye? La dialécti dia léctica ca de Hegel. Segunda parte
Un fenómeno es una aparición. En la fenomenología del espíritu, Hegel trató de explicar cómo le aparece el mundo al hombre, y cómo se lo pued pu edee explicar.
Si hablamos de la dialéctica de Hegel, recordamos a Fichte. De él aprendió Hegel a formular el pensamiento en tres pasos. Hegel explicó el mundo a través de su «fenomenología del espíritu». espíritu».
Hegel dijo que la razón humana, el mundo e incluso Dios, pue den ser reconocidos, y a la vez se reconocen, a través de la dia léctica. Empecemos con el hombre. Recuerda la mirada en el espejo espejo (véa (véase se p. 22). C ua nd o un niño se mira por pr im era vez en un espejo, piensa que es otra persona. Poco a poco se da cuenta «¡este soy yo!», y empieza a reflexionar sobre sí mismo. De este modo adquiere conciencia de sí mismo. Hablando en términos dialécticos: el yo frente al espejo (tesis) se encuentra con otro fuera de sí mismo (antítesis). En este extraño se reconoce, y re úne a «ambos» en su propio yo (síntesis). El niño ahora sabe más sobre sí mismo. El hombre, como individuo, concluye Hegel, tiende a al canzar la la razón subjetiva. subjetiva. Lo mism o sucede a un nivel más alto: alto: en la familia, en la sociedad, en el Estado. Porque, dice Hegel, no solamente el individuo tiende a obtener este conocimiento y la ple nitu d. Toda la historia discurre de este m odo : el desa desa rrollo de la humanidad se basa en el choque de las contradic ciones de las que se puede concluir una síntesis razonable. En la familia, la sociedad y el Estado se refleja, en sentido hegeliano, la razón objetiva, que es superior a la subjetiva. Por eso el individuo le debe obediencia al Estado. Desde este punto de vista, hasta las guerras tienen un sentido. Para entender lo que quiere decir Hegel, imagínate una pelea con tu hermano.
Espero que no sea tan sangrienta como una guerra, aunque sus cabezas se acaloren. Cada uno de ustedes expone su opinión. Seguramente después se reconciliarán. Pero solamente habrá paz p az e n tre tr e uste us tedd es cu a n d o re c o n o z c a n y a c e p te n r e c íp r o c a m e n te sus argumentos. El nivel más alto de la razón se forja, para Hegel, en el arte, la religión y la filosofía.
La razón refleja el espíritu universal, es decir, a Dios El filósofo alemán explicó incluso a Dios con su dialéctica, y lo hizo de la siguiente manera: Dios se ha enajenado de sí mis mo, al enfrentarse como naturaleza y espíritu humano. Cuando el hombre observa con la razón la naturaleza, puede ver una imagen de Dios, pero al mismo tiempo se mira a sí mismo. Es así como Dios se puede reconocer en su plenitud. Le pasa lo mismo que al niño frente al espejo: Dios adquiere por sí mismo conciencia de sí.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) durante una conferencia (Litografía de F. Krüger).
¿Dónde queda la pasión? pasió n? Kierkegaard, el primer existencialista
Para Kierkegaard, su propia pro pia vid v idaa fue un desastre. Primero Primero tuvo tanto miedo de no poder hacer feliz a ninguna mujer, que rompió su compromiso. Luego, el sufrimiento por po r el amor am or de esta mujer lo llevó a la desesperación.
«Tener fe significa perd pe rder er la razón r azón para par a ganar a Dios». Soren Kierkegaard
¿Cómo se siente el hombre cuando, como en el caso de Hegel, está parado en el sótano de un edificio de pensamientos sobre sobre el cual el mundo se eleva hasta Dios? Bastante pequeño e insignificante.
«El hombre vive en su propia vida», refutó el filósofo Soren Kierkegaard (1813-1855), a la construcción dialéctica de Hegel con sus tres peldaños de la razón (subjetiva, objetiva, absoluta). A Kierkegaard le hizo falta la pasión. Su filosofía se construyó sobre el fundamento de una emoción: la angustia. Kierkegaard era melancólico. Quizás por eso se convirtió en el primer exis tencialista; medio siglo después se formó una corriente filosófica de este corte (véase p. 116). Kierkegaard antepuso la existencia a la esencia: primero debemos reconocer que algo existe, antes de rom pern os la cabeza cabeza sobre sobre lo que signi signifi fica. ca. ¿Q ué sentido tie ne toda esta búsqueda de la verdad absoluta, si el individuo no es capaz de encontrar la suya? «Lo que importa es cómo actúa el hombre en su interior, no la cantidad de conocimiento que adquiere», dijo Kierkegaard, y negó cualquier valor de la cien cia. Marcó una raya entre la fe y la razón, pero también entre la fe y la iglesia. Dios llama a las personas en lo individual, no de manera colectiva y mucho menos a través de una estructura como la de la iglesia, pensó él. El filósofo danés dividió la vida en tres tres etapas: etapas: en la prim era , la estética, estética, el ho m bre vive segú n sus sus emociones; en la segunda, la ética, decide cómo quiere vivir; y como en ninguna de las dos le encuentra un sentido a su vida, finalmente se encauza a la fe, a la etapa religiosa.
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¿Tienes un ídolo? ¿O eres el fan de una estrella? Entonces seguramente te gustaría ser como ella, o él. Quizás usas la misma ropa o tienes el mismo peinado. A las personas les gusta verse como sus ídolos.
¿Quién creó a Dios? La confianza en sí mismo de Feuerbach
En la mayoría de los casos, estos ídolos son inalcanzables para nosotros. Si tuviéramos que vivir todos los días con nuestros artistas predilectos, lo más probable sería que se les opacara muy pro p ro n to el b rill ri llo, o, p o r q u e fin fi n alm al m e n te ellos tam ta m b ié n sólo só lo son so n seres humanos. Los adoramos porque tenemos cierta imagen de ellos. Para Ludwig Feuerbach (1804-1872), Dios no era más que un ídolo. Dijo: lo que el hombre no es, pero le gustaría ser, se lo imagina en sus dioses. Su crítica se dirigió sobre todo a la Biblia cristiana en la que se menciona que Dios creó al hombre según su imagen y semejanza. A esto Feuerbach contestó: es comple tamente al revés. El hombre inventó a Dios según su imagen y semejanza. En realidad ni siquiera existe. En vez de proyectar una im agen nuestra en algún lugar en el ciel cielo, o, m ejo r deberíam os tener fe en nosotros mismos. La religión, para Feuerbach, era pu p u r o egoí eg oísm sm o y la fe e n D ios io s era el a n h elo el o a la felic fe licid idad ad y el in tento de engañar a la muerte. Porque el hombre pierde el temor a la muerte si cree en una vida después. Pero la humanidad no debe buscar a Dios en el más allá, sino en esta vida, es decir, en el hombre mismo. Solamente así el hombre será hombre. Carlos Marx (véase p. 108) y su colega Federico Engels retomaron más tarde la crítica hacia Dios de Feuerbach y llegaron a decir de la religión que «es el opio del pueblo». Con la esperanza de una vida feliz después de la muerte, los hombres soportan con más facilidad el sufrimiento en la vida.
Feuerbach se convirtió en el ídolo del feminismo (véase p. 130) porque intervino a favor de la igualdad de las mujeres.
¿Sólo existe lo que yo quiero? Schopenhauer, el pesim pes imista ista
Qué pasa si te levantas en la mañana y piensas: pien sas: «Éste será un mal día». Enseguida tropiezas en tu camino al baño, el maestro te sorprende copiando en un examen y durante la comida viertes los espaguetis sobre tu pantalón.
El que todo lo ve de color negro, vivirá su vida con poca felici dad. El filósofo Arthur Schopenhauer (1788-1860) era uno de estos pesimistas. Sobre la vida dijo: el hombre engañado por la esperanza, se dirige bailando hacia los brazos de la muerte. ¿Por qué habrá dicho eso? Porque para él el mundo no era real, exis tía únicam ente en la representación del hom bre. Y ésta ésta depende Una persona es tía pesimi pes imista sta cuando cua ndo de la voluntad. La voluntad, a su vez, está desprovista de razón, siempre espera espe ra lo po p o r q u e el h o m b re siem si em pre pr e trat tr ataa de satisf sat isface acerr sus deseo de seos, s, y esto est o peor peo r y ya no le dan crea un descontento en él. él. gusto ni siquiera las crea cosas buenas que le ¿Te recuerda algo esto? Algo parecido ya lo había dicho Buda pasan pa san en la vida. vid a. 2 300 años antes (véase p. 27). Sus ideas fueron traducidas del sáns sánscr crit itoo po r prim prim era vez vez en Europa en el siglo glo x i x . Schopen hauer se había ocupado mucho de la filosofía de la India, del N irv ir v a n a y d e la N ad a , y d ifu if u n d ió estas ideas ide as e n E u rop ro p a , q u e p o Schopenhauer dijo dijo cos años después fueron llamadas nihilismo por Federico Niealgo parecido a Buda tzsche (véase p. 110). Schopenhauer no encontró nada bueno ni sobre el sufrimiento: el hombre puede siquiera en el placer, porque el hombre, decía él, lo percibe de liberarse de él, manera transitoria, finalmente es corto, y enseguida es sustituido negando todo deseo po p o r u n a b u rr im ie n to deva de vasta stado dor. r. L o ú n ic o b u e n o q u e e n c o n tró tr ó y huir de la vida. en el hombre fue la compasión: la capacidad de compartir el sufrimiento de otros. Ésta es la ética de Schopenhauer.
Mientras los románticos y los idealistas buscaron el lugar del individuo en la naturaleza y en el mundo de las ideas, en los siglos xviii y x i x sucedieron suced ieron grandes gra ndes cambios cam bios en el mundo real. real.
¿Qué es la felicidad? Sobre el utilitarismo o las ganancias de la acción humana hum ana
La revolución industrial cambió la vida de las personas y las es tructuras sociales. Los campesinos y artesanos se convirtieron en obreros. Antes el hombre producía las cosas con sus propias ma nos, y de pronto atendía máquinas que pertenecían a los dueños de las fábricas. Los obreros ya no tenían nada que ver con el pro ducto final de su trabajo, salvo que percibían un sueldo, que ge neralmente no alcanzaba para alimentarse a sí mismos y mucho menos a sus familias. Este nuevo modo de vivir obligó a nuevos pla p lann tea te a m ien ie n to s en la filosof filo sofía: ía: ¿ C o n q u é fina fi nali lida dadd o b rab ra b a el ser humano? ¿Cómo era esta sociedad en la que el producto de una labor ya no tenía relación con la persona que efectuó la acción? Los primeros que trataron de contestar a estas preguntas fueron los utilitaristas. Sobre todo, fueron dos pensadores ingleses los que a portaro n c on sus sus ide ideas as:: Jeremy B enth am (1748-1832) y John Stuart Mill (1773-1836). El utilitarismo no pregunta «¿por qué hago esto?», sino, «¿cuáles son mis ganancias?». Esta corrien te filosófica puso hincapié en la utilidad de la acción humana. La utilidad de la acción humana se debe medir, decían Bentham y Mill, M ill, según el grado de felicidad qu e le o torga torg a a la la persona. Y esto aquí y ahora, y no en un mundo más allá. Ellos exigieron: el máxim o b ienestar ienestar para para el máxim o núm ero de person personas as..
Para John Stuart S tuart Mill, el máximo bienestar está relacionado con la máxima libertad. Por eso luchó por los derechos de las mujeres.
La palabra utilitarismo viene del latín utilitas = utilidad.
¿Soy lo que sé, o sé lo que soy? Del ser a la conciencia, o al revés
Cuando haces un trabajo manual para regalárselo a alguien quieres saber si a esta persona le agradó. ¿Tu hermana pondrá una cara feliz cuando reciba el llavero que le hiciste, o lo tira en una esquina y se olvida de él?
El llavero lo hiciste con mucho amor. Hay algo tuyo en él. El pa p a n o ra m a , sin e m b arg ar g o , c a m b iarí ia ría, a, si tuv tu v iera ie rass q u e h a c e r llave lla ve ros día a día en una fábrica, para ganar dinero. Tú no sabrías en manos de quién se quedarían, pero sí que el dueño de la fábrica gana bu en dinero co n tu trabajo. Te desl desligar igarías ías com ple tamente de ellos. Carlos Marx (1818-1883) dijo que se trataba de una enajenación. Esto mismo pasó con los obreros durante la industrialización , es es decir, pr od uc ían la me rcanc ía a travé travéss de máq uinas. E n otras otras palabras palabras,, si el el hom bre lo ún ico que p osee es su mano de obra, él mismo se convierte en mercancía pagada po p o r otro ot ro..
Entonces, ¿en dónde queda el hombre?
«La raíz del hombre es el hombre mismo.» (Carlos Marx)
Esto les les pasó a los obrero s en el siglo siglo x i x . M arx llamó a esta estass per p erso sona nass p ro leta le tari rioo s (del (d el latí la tínn proletarius = ciudadano de la clase más baja). baja). M arx estudió dete nid am ente a H ege l y a su dialéctica dialéctica (véanse (véanse p. p. 101 101 y ss ss). Él, sin emb argo, no creyó creyó com o H eg el e n un espíritu universal en el que desemboca la razón conflictiva en su etapa absoluta. No tenía ningún sentido, pensó Marx, tratar de explicar el ser con cualquier idea metafísica que se encuen tre fuera del mundo perceptible. Al contrario, no la conciencia (de un sentido superior) define el ser, sino al revés: el ser (la vida
ahora y aquí) es el que determina la conciencia. Marx puso de cabeza a la filosofía. Los filósofos, dijo él, sólo interpretaron de m od o diferente el m un do. Y eso eso hay que cambiarlo. cambiarlo. Para hacer eso, se sirvió de la dialéctica hegeliana, y la bajó del cielo a la tierra. Para Marx, el hombre no era un individuo, una persona solitaria, sino un ser social que pertenecía a diferentes clases: el proletariado, que no poseía más que su mano de obra, y los capitalistas, que eran dueños de las fábricas, la maquinaria y la tierra. Estas dos clases sociales se encontraban opuestas, como la tesis y antítesis de Hegel. La contradicción entre trabajo y capital se disolvería en el transcurso de la historia, cuando el pr p r o leta le tarr iad ia d o les q u ite it e los m e d ios io s de p r o d u c c ió n a los capi ca pita talis lis tas. Se establecería entonces una dictadura del proletariado, es decir, los obreros decidirían el futuro de la sociedad. Pero esta etapa sería transitoria, porque después (síntesis) se disolverían las clases sociales y todo sería de todos. Esta teoría se llama marxismo.
En el siglo xx el marxismo se convirtió en pauta política del comunismo (de communis = en común). En los países comunistas, como la ex Unión Soviética, el Estado expropió a los dueños. En el lugar del prole pr oletar tariad iadoo estuvo el partido comunista, comunista, que ejerció la dictadura y prescribió a las personas cómo debían de vivir. Como es sabido esto fracasó.
Taller de la firma alemana alem ana Krupp (alrededor de 1900).
Los valor valores, es, ¿tienen valor? La fe y la mora l son insignificantes, declaró Nietzsche
Nietzsche Nietzsc he fue un nihilista (del latín nihil = nada) porque negó todos los valores y dogmas de la fe.
El bien o el mal, la libertad o el deber, ¿quién ¿quién dice que realmente exise xisten estas líneas divisorias? ¿Dios? ¿Y si él sólo fuera un producto de la imaginación del hombre, creado por el miedo de no perder el suelo bajo los pies?
«¡Dios ha muerto!», dijo Federico Nietzsche (1844-1900), y de claró nulos todos los valores y costumbres. Si todo es voluntad, como lo había dicho Schopenhauer, entonces ¿por qué tenerle miedo? Al contrario, ¿no ¿no tenía el hom bre la absoluta absoluta libertad de ejercer su voluntad? La meta del hombre debía ser el «espíritu libre», según Nietzsche. Pero si se llegaba a ello, la persona fuerte obtenía el derecho de subyugar al débil. El mundo, para él, no era otra cosa que la volu ntad de poder. El hom bre debía llegar llegar a ser ser un super hom bre, un ser ser superior que no era Dios. N ing ún filó filóso sofo fo había ju z g ad o de m an e ra tan ta n radi ra dica call la m o ral ra l y la fe. «Tod «T odoo supu su pues esto to de verdad es forzosamente falso», afirmó Nietzsche, y eliminó la metafísica. ¿Para qué romperse tanto la cabeza sobre lo que hay detrás o arriba de las cosas? ¿Ha llevado esto al desarrollo de la humanidad? ¿Ha hecho más grande o mejor al mundo? Nada tiene sentido. El mu nd o siempre ha navegado navegado en la la misma N ada. Así que no hay motivo para tal búsqueda. El conocimiento, la moral y la fe, ni ayudan a obtener la verdad, como tampoco contribuyen a la justicia y la paz. Para Nietzsche, la religión se aniquiló a sí misma al decretar como mentira la duda en la fe. ¿Qué más quedaba? ¡Nada!
En el Polo Norte no hay palmeras, en el desierto un pez no tiene ninguna oportunidad de vivir. Pues claro, porque todo ser vivo, independientemente de si es planta o animal, sólo puede sobrevivir donde se adapta a la naturaleza y la naturaleza a él.
¿Quién ¿Quién es más fuerte en la lucha por la sobrevivencia? Darwin y su teoría teo ría de la evolución evolución
Las Las plant plantas as y los los animales animales de pe nd en de la la temp eratura, la la hu m e dad y la alimentación que encuentran en su hábitat. Cuando las condiciones cambian, se extinguen, a menos de que las especies ' se adapten a tiempo a las nuevas condiciones. Esto siempre ha sido así, no solamente desde que el hombre destruye el medio ambiente. La Tierra ha cambiado. Tuvieron que pasar millones de años para que tenga la forma que tiene hoy. Para algunas es peci pe cies es los cam ca m bios bi os suc su c ed iero ie ro n dem de m asia as iadd o rápi rá pido do.. Esto ya lo sabemos muy bien. Pero cuando Carlos Darwin (1809-1882) lo lo descubrió po r primera vez en en el siglo iglo x i x , fue una sensación. Igual que su descubrimiento de que el hombre pro p ro v ien ie n e del de l anim an imal al.. D a r w in d ed u jo de sus halla ha llazg zgos os b ioló io lógg ico ic o s un postulado filosófico: la teoría de la evolución. Esta teoría afirma que la vida es una lucha por la sobrevivencia, de la que sale vencedor aquel con más capacidad de adaptación (survival of thefitt fitte est). st). Con su teoría sobre el origen de las especies, Darwin descartó la Biblia co n su historia de la creación. Ya no pod ía ser cierto que Dios creó el mundo en seis días. A la vez, ¿qué otro significado tenía el hecho de que la naturaleza sólo deja sobre vivir al más fuerte? Se acabó el mito cristiano de la igualdad de los hombres.
Cincuenta Cincuenta años después, Hitler y sus partidarios tomaron como como referencia las palabras de Nietzsche «la voluntad de poder» y las de Darwin survival of the fittest. fittest. Hicieron mal uso de estas es tas teorías, al declarar como seres inferiores a judíos, gitanos, gitanos, homosexuales hom osexuales y a cualquier persona que pensara diferente a ellos, para justificar el genocidio que llevaron a cabo. La teoría de la evolución afirma que toda vida se desarrolla de una fase inferior hacia una un a superior. superior. Hablamos de darwinismo social cuando alguien mide el valor de una persona según el valor que tiene en la sociedad.
¿Quién tiene la palab pa labra: ra: el Ello Ello o yo? yo? Cómo rescata Freud el alma
Freud realizó estudios sobre la sexualidad, lo cual le trajo muchos problema prob lemas. s. En aquel aque l entonces el sexo era visto como algo sucio, y él afirmó afirmó que hasta ha sta los niños niños pequeños podía po díann sentir sen tir plac p lacer er sexual. Cuando queremos decir una cosa y nos sale otra, se trata de un lapsus lapsus lingu » . Esta locución significa error o tropiezo tropiezo involuntario al hablar. Coloquialmente le decimos «meter la pata». pata ». En alemán alem án recibió el nombre del psicoa psi coanali nalista sta vienés, vien és, y se dice: «Freud’sche Versprecher». [NT] La palabra trauma proviene prov iene del griego gr iego y se traduce como lesión. Le damos el significado de choque emocional.
¿Alguna vez has tenido un sueño muy bonito, chistoso o tal vez horrible? Entonces despertaste de buen humor, o completamente confundido, preguntándote: ¿qué fue eso?
¿Fuiste la estrella en una súper fiesta? Esto todavía te lo puedes explicar, es un sueño que tienes hasta cuando estás despierto. Pero, ¿qué tal la película de horror que soñaste, en la que trata bas de escapa esc apar, r, pe p e ro n o podí po días as d ar u n paso? pas o? El m é d ic o y filós fi lósof ofoo Sigmund Freud (1856-1939) opinaría lo siguiente sobre esto: tu Ello te comunicó algo. Freud fue el fundador del psicoanálisis. Mediante éste se trata de averiguar qué es lo que conmueve a una persona en su interior, pero que está tan reprimido que ya no lo percibe de manera consciente. Solamente en los sueños, a veces, se abre la puerta, y si no, la persona está propicia a enfer marse. marse. ¿Por qué sucede esto esto?? Po rque según Freud, el el hom bre no actúa nada más por lo que le dicta la razón, sino por el Ello y el Superyó. El Yo es la razón que se deja influ ir po r el ello sin que nosotros nos demos cuenta. El Ello Ello son los los impulsos o el inco inco ns ciente, según Freud. Si éstos son reprimidos por el Superyó, es decir, los valores y las reglas que se nos inculcan a través de nues tro entorno, podemos enfermar. Un adulto con una disfunción del Ello Ello e n su infancia infancia pued e ser que le hayan orden ado a diario: diario: «¡Debes comer todo!» Aunque después ya no se acuerde de eso, su Ello lo almacenó, y en su vida de adulto sólo comerá con asco. El psicoanálisis busca en los enfermos este tipo de traumas y los saca saca del s ubc ubconsc onsciente iente a la luz d el día. D e esta esta m anera ane ra el Yo los los pu p u e d e p roce ro cesa sarr y, en e n el m e jo r d e los casos, caso s, sanar. sa nar.
Maravilloso mundo nuevo
¿Sigu ¿Siguee siendo sien do el hombre lo que es? El avance avan ce tecnológic tecno lógic cambia nuestro modo de pensar pens ar
por internet es algo tan na¡ Navegar tural para ti como el amanecer de ¡ todos los días. Si quisieras invitar a tu abuela en este viaje, ella te contestaría: «¡Deja! Esto ya no es para mí».
Ya no nos preocupamos por el hecho de que los aparatos nos ahorran el trabajo tedioso de todos los días (¿cuándo fue la úl tima vez que lavaste ropa a mano?), que el mundo no tiene fronteras, porque podemos comunicarnos desde cualquier sitio, en cualquier momento y con cualquier persona en el mundo. ¿Pero qué pasa con nosotros cuando cosas nuevas cambian nues tra vida? Trata de acordarte de cómo era tu vida sin el celular, o de cómo te divertías antes de tener el Game Boy o Play Station. Seguramente no te iba mal, pero hoy piensas que sin estas cosas ya no sabrías qué hacer. Las nuevas posibilidades no solamente han cambiado la vida de las personas, sino al hombre mismo. Nunca antes sucedieron las cosas con la misma rapidez de hoy. No es de extrañar que las personas de la tercera edad a veces digan: «Esto ya no es para mí.» La pregunta que formuló Carlos Marx (véase p. 108 y ss), si el ser afirma la conciencia, o la conciencia el ser, es más actual que nunca y mucho más asombrosa que en la época en que el filósofo postuló la respuesta. Los descubrimientos durante el Renacimiento (véase p. 66 y ss) ampliaron más que nada el horizonte físico de la humanidad, la vida de los individuos no cambió tan rápido ni directamente. Mucho tiempo tuvo que pasar para que el conocimiento pudie ra llegar, a través de la imprenta, hasta las clases bajas. Los avances
tecnológicos le han dado un giro espectacular a la vida de todas las las personas desde final finales es del sigl sigloo x i x , todo el sigl sigloo x x y con unaa velocid ad extrao rdinaria un rdin aria el día día de hoy. Las Las ciencias ciencias naturales, como la física, la biología, la química, pero también la informáti ca, hacen posible cosas que tus padres no se hubieran imaginado ni en los sueños más atrevidos. Los resultados de la ciencia nos impactan a cada uno de nosotros. Piensa en la medicina y todo lo que es capaz de hacer hoy. Ante estos hechos los filósofos se plantean nuevas preguntas: ¿Puede y debe el pensamiento girar en torno a «las cosas en sí», alejado de la vida cotidiana, o en un espacio metafísico fuera de la experiencia humana? ¿O debe el filósofo ponerse a las órdenes de la ciencia? ¿Son la investigación y los avances tecno lógicos valores en sí que nadie debe o puede detener? ¿O debe la filosofía revisar la influencia que tienen sobre el hombre, la sociedad y la política? ¿Debe ponerle un alto a la ética y decirle: ¡Hasta ¡Hasta aquí aquí!? !? C on el ejemplo de la genética puedes darte cu enta qué tanto se acaloran las cabezas (véase p. 134 y s). En el siglo x x , la las dos guerras guerras mundiales dem ostrado cóm o a trav través és de la la tecnología se puede llegar al genocidio. Con la bomba atómica es posible destruir todo el mundo.
Y aun así, cada perso p ersona na vive para sí misma ¿Dónde queda el lugar del individuo en este mundo? ¿Dónde encuentra el sentido de su vida? ¿Dónde encuentra el hombre su hogar? ¿Y, adónde pertenece? De estas preguntas surgió una nueva corriente filosófica: el existencialismo (véase el siguiente capítulo).
¿Está el hombre condenado a la vida? Los existencialistas
El existencialismo era una actitud actitu d con la que simpatizaron muchos artistas, sobre todo en Francia. Se distinguían distinguían por po r su vestimenta vestimen ta negra. negra.
Hagas lo que hagas, algunos padres tienen la costumbre costumbre de insistir siempre sobre lo mismo. Posiblemente te gustaría contestarles: «Ustedes quisieron tenerme. A mí nadie me preguntó si quería estar en este mundo».
Entonces casi hubieras pronunciado una frase existencialista. El existencialismo es una escuela filosófica (véase p. 30), que no pre p regu gu n ta: ta : ¿Por ¿P or q ué estoy est oy e n el m u n d o ? ¿ Q u é tie ti e n e q u e v er el mundo conmigo? ¿Cuál es el papel que yo desempeño en él? ¿Qué meta tengo en mi vida? Los existencialistas limitaron al individuo a su «estar ahí». Ellos dijeron: toda cavilación sobre el hombre en sí, su relación con Dios y el mundo, es tediosa y no tiene sentido. Porque para la vida no existen las certezas y los valores, como tampoco el orden o las reglas. Lo único que el hombre puede constatar como verdadero es que existe. Esto no se pued e explicar explicar c on la razón, po r lo tanto, cualquier cavilación cavilación al respect respectoo es tiempo perdido, perdido, porque no p uede haber un m oti vo sensato y racional para la existencia del hombre. Esta existen cia, el hombre la percibe como una angustia de «estar arrojado al mundo». Porque por el simple hecho de estar aquí, está conde nado a actuar. Cuando vives, debes decidir sobre cómo quieres vivir. vivir. Y si no tomas nin gu guna na decisión, aun así así se se trata de una: la no-decisión. De esto no te escapas. Ésta es una filosofía que realmente causa angustia.
¿Vivir para morir? El ser y el tiempo de Martin Heidegger
«Hoy es el primer día del resto de tu vida», reza un dicho. Si nos ponemos a pensar lo que realmente significa, se nos quita la risa. Porque la muerte le pone fin a nuestra vida. Estar muerto es no ser. /
«Somos» hasta el momento de la muerte. El filósofo alemán tiempo. Heidegger tituló su Martin Heidegger (1889-1976) tituló su libro El ser y el tie obra principal El ser Él se hizo la siguiente pregunta: ¿qué es este «ser» al que espera y el tiempo, tiempo , porque la muerte? Está determinado por el tiempo que tenemos para la muerte que le da vivir. Como el hombre es el único que se da cuenta de esto, el finitud al tiempo, influye en el ser del ser es el ser del hombre. Pero un árbol y una piedra también hombre. Heidegger «son». Desde luego, pero sólo el hombre se da cuenta de ello. utilizó un lenguaje muy peculiar. De él Para Heidegger, el hombre es un héroe, que aguanta valiente su tenemos también vida, porque sabe que finaliza con la muerte. Esta concepción la frase: «La Nada anonada» («Das del héroe héroe hizo po r un tiempo de Heideg ger un simpatizante simpatizante del del Nichts nichtet»). nacional socialismo. Se unió a Adolfo Hitler, que quiso hacer de los alemanes amos de un imperio por mil años. Más tarde, Hei degger concibió el ser del hombre como un «ser en sí» (Sein an an sich). La existencia del hombre la entendió en el sentido literal del latín exsiste sistere, es decir, «estar fuera». Como el hombre puede reflexionar su existencia, está fuera del ser. Para darse cuenta de La tecnología eso no necesita a un Dios o algún espíritu que flota en esferas moderna es un superiores. Pu ed e reco r econo nocerse cerse a sí mism o al mirarse desde su ser ser.. camino equivocado, porqu po rquee distorsion disto rsionaa Este ser lo descubre, por un lado, con la lengua, porque piensa la visión del ser y con palabras; por el otro, porque reconoce los objetos a su al enajena al hombre de rededor, y finalmente, por su intervención al servirse de estos sí mismo. objetos.
¿Qué hace que el hombre sea hombre? Karl arl Jaspers Jasper s y su «ocuparse uno de sí mismo»
Cuando una persona está muy preocupada, decimos: está fuera de sí de tristeza. Pero a veces, una persona también está «fuera de sí» de felicidad. Se trata de situaciones extremas, en las que pensamos intensamente sobre nuestra vida.
La búsqueda del sentido hace que el hombre sea hombre. Esto lo expresa en su filosofía Karl Jaspers (1883-1969), que señaló la diferencia entre el «estar ahí» (Dasein) y la existencia. existencia. La existen cia cia del ho m bre empieza, para Jaspers Jaspers,, con la reflexión consciente sobre el «estar ahí». Por eso, para él el filosofar era «ocuparse uno de sí mismo». Jaspers llegó a la filosofía a través de la medicina, sobre todo de la psiquiatría. Quiso abarcar al «hombre como un todo». La psiquiatría trata de sanar el alma de las personas que se encuentran en situaciones límites. Para Heidegger estas situa ciones eran la muerte o la culpa, que son provocadas por nuestra acción o la no-acción. Pero también se trata del azar, catástrofes pcio nes que son causada causadass po r el prójim o, a las las que estamos El «ocuparse uno de o dece pciones sí mismo» también expuestos y ante las cuales nos sentimos indefensos. Según Jas se refiere refiere a una per p ers, s, e n estos esto s m o m e n to s es c u a n d o el h o m b re está más má s cerc ce rcaa de inquietud inqu ietud social. El El él hombre, para Jaspers, sí mismo. Al sum ergirse en su alma, tiene la posibilidad de ser él era la potencia mismo. No la razón, sino los sentimientos y los ánimos facilitan mayor, pero a la vez, el peligro más grande el camino hacia nuestro interior. Para evitar la desesperación en para pa ra la humani hum anidad dad.. la que lo sumergen estas situaciones límite, el hombre debe su De este modo per p erar ar el «ser en sí» y llega lle garr al «ser tras tr asce cend nden ente te». ». A esto Jaspe Ja spers rs le advierte ante la fe ciega en los avances llama «la fe filosófica» en algo que la razón ya no puede abarcar, tecnológicos que es decir: Dios. Sobre él nos dice: «Que Dios exista, es suficiente». pued pu edee sumergir sum ergir al hombre en el abismo abismo A este salto fuera de la desesperación, del miedo a la libertad, de su existencia. Jaspers lo llamó: «el salto hacia mi libertad».
«Querías tener un perro. ¡Ahora cuídalo!», te regaña tu madre. Claro que querías uno. Pero Pero nunca te imaima ginaste que implique tanto trabajo. Por lo pronto, ya se te quitaron las ganas de tenerlo.
¿Siempre tengo la culpa yo? La «condena a la libertad» de Sartre \)
A ho ra ya dudas si tu decisió n fue la la corr ecta o no. Pero si hubieras decidido no tenerlo, hubieras sentido desazón. El problema con el perro ya se resolverá. La cosa se pone fatal cuando se trata de decisiones realmente importantes. De esto se ocupó el maestro del existencialismo en Francia, Jean Pa ul Sartre (1 905 -198 0). Ese Ese asunto de tener que tomar decisiones todo el tiempo, él lo con sideró un verdadero peso en la vida. Lo formuló de la siguiente manera: «El hombre está condenado a ser libre». Con eso quiso decir que la vida nos exige tomar decisiones, pero por las conse cuencias no debemos culpar ni a las circunstancias, tampoco a la sociedad y menos a Dios o al mundo. Esto tiene una razón, dijo él. él. A diferen cia de todas las las demás cosas cosas en el mu nd o que sim ple p lem m e n te «son para pa ra sí», sí», el e l h o m b r e d eb e co n ce birs bi rsee a sí m ism is m o, es un «ser que debe hacer-se». De todas las posibilidades que le ofrece su vida, el hombre debe escoger la más adecuada. Porque tanto la esencia, como su naturaleza, no le son innatas. Buscar un ord en válido válido para toda la hum anidad, es una empresa inútil para para Sartre, porque la vida en sí no tiene sentido. El hombre goza de una libertad sin fronteras. Sin embargo, esta libertad tiene algo negativo. Algunos, decía él, buscan refugio en la ciencia o en la fe en Dios y por miedo tratan de esquivar la libertad.
De Sartre tenemos la frase: frase: «estar arrojado al mundo».
La libertad no siempre fue un lastre para pa ra Sartre. Hizo con frecuencia uso de ella, en su relación con la filósofa Simone de Beauvoir (véase p. 130). Ambos se permitieron todo tipo de libertades, inclusive sexuales.
¿Puras ¿Puras habladurías? habladuría s? La filosofía del lenguaje de Ludwig Wittgenstein
«Mejor cállate si no sabes nada de eso», te sermonean los adultos, y te tachan de sabelotodo. Del mismo modo reprendió Wittgenstein a sus colegas los filósofos.
De Ludwig Wittgenstein (1889-1951) tenemos la frase: «De lo que no se puede hablar, mejor callarse». Ésta es la última de sie te proposiciones de su obra Tractatus logicophi ophillosophic phicus. En este libro reflexionó sobre el sentido de la filosofía y llegó a la con clusión de que «lo que se puede decir, se dice con claridad». Por eso es absurdo romperse la cabeza sobre el sentido de la vida. Sin embargo, él nunca negó la existencia de la metafísica, es decir, que existe algo fuera de nuestro razonamiento, pero esto sola mente lo podemos constatar, al «limitarlo desde adentro a tra vés de lo pensable». Todo lo demás es irreconocible y tampoco se puede decir. Únicamente se reconoce aquello que podemos expresar con palabras. El hombre retrata la realidad a través de palab pa labras ras y frases, lo q u e se p u e d e obse ob serv rvar ar desd de sdee los jero je rogl glíf ífic icos os,, la escritura pic tórica tór ica de los viejos egipcios. Así com o orden amos am os las imágenes en frases a través de la lengua y los pensamientos, del mismo modo están ordenadas las cosas y el estado de ellas. El estado de las cosas (Sachverhalt) es una conexión entre las cosas. Mientras trabajó el sentido sentido del mu nd o está está fuera de él, y po r lo tan como maestro en una Sin embargo, el escuela en Austria, to inconcebible. En su segunda obra, Las Las inv investigacionesfil ilo osóficas, Wittgenstein pudo contradijo las afirmaciones del Tractatus. Esta vez declaró que los observar observa r cómo los niños aprenden un diferentes significados que pueden tener las palabras dificultan el idioma a través de pen p ensa sa m ient ie ntoo . Acla Ac lara rarr esta co n fu sió si ó n es tare ta reaa de la filoso fil osofía fía.. juegos.
¿Qué pasa cuando en una tarea de inglés no entiendes una palabra en una frase importante? Adivinas, buscas el sentido del contexto, o renuncias.
¿Qué pa ¿Qué pasa saría ría si ya no hubiera preguntas? La preocupación por la humanidad de Bertrand Russel
Si la frase fuera útil para el entendimiento de todo el texto, tu tarea probablemente fracasaría. Lo mismo pasa con el filosofar, dijo Bertrand Russel (1872-1970). Porque «cada frase que po demos entender, debe estar compuesta por partes que nos son conocidas». Esto se llama «atomismo lógico». Russel dijo que tanto en la filosofía como en las matemáticas, sólo es válido lo que puede dividirse en partes comprobables. Hasta que descu br b r ió u n p ro b lem le m a m a tem te m á tic ti c o , q u e n o ha p o d id o reso re solv lver er n in gún experto incluso el día de hoy. La paradoja de Russel suena así: Un barbero recibe la orden de rasurarles la barba a todos los hombres del poblado que no se rasuran a sí mismos, pero ún ica m en te a ésto éstos. s. Esto es fáci fácil, l, piensa el barbero, barb ero, y em pieza su trabajo. trabajo. Al final, final, le preg un ta el parro quia no : «¿Y «¿Y qu ién te rasuró rasuró a ti?» El barbero contesta: «Lo hice yo», y pierde de este modo su premio. Le dan otra oportunidad, y esta vez él no se rasura. De nuevo se equivoca, porque esta vez pertenece a los hombres que no se rasuran a sí mismos, es decir, tenía que haberse ra surado. Este dilema casi lleva a la locura al matemático Russel, per p eroo el filó fi lóso sofo fo llegó lle gó a la co n c lusi lu sióó n : a u n q u e la espe es pera rann za de encontrar respuestas a preguntas metafísicas es nula, debemos seguir cavilando. cavilando. Así sea sea para m an ten er despierto el interés interés po r el mundo.
Una paradoja es una afirmación que conlleva su propia contradicción. La parad par adoja oja más famosa famo sa es la del «Cretense mentiroso» del filósofo Epiménides, que vivió en el siglo vii antes de Cristo. Epiménides dijo: «Todos los cretenses son unos mentirosos». Pero él mismo era cretense. Entonces, ¿dijo una mentira o la verdad?
¡Aquí todavía falta algo!
¿Dónde quedan las mujeres? La sabiduría callada
Filosofía quiere decir «amigo de la verdad». La palabra «sophía», la sabiduría, es de género femenino. Y aun así, seguramente te has dado cuenta que las mujeres apenas si aparecen en la filosofía.
Sin embargo, sólo una mujer podía interpretar el Oráculo de Delfos (véas (véasee p. p. 134) 134) en la antigu a G recia. La vid en te se llamaba Pitia. Sócrates se dejó instruir en la retórica por Aspasia, en el siglo v antes de Cristo (véase p. 126). En una obra de Platón, una mujer llamada Diotima,le ayuda al sabio Sócrates a obtener el conocimiento filosófico. En otra parte Platón, sin embargo, habla de la «maldición de los dioses de ser una mujer». Para Aristóteles, una mujer era un hombre incompleto. Severinus Boethius, en cambio, encontró mil años después en una mujer, «Filosofía», el «consuelo de la filosofía» (véase p. 55). Epicuro dio clases a mujeres; obviamente, fue una excepción. Pitágoras dejó en manos de su esposa la dirección de su academia después de su muerte (véase p. 126). Sin embargo, sabemos muy poco sobre el pensamiento de las mujeres. Desde luego, esto tiene una explicación: no tenemos ningún texto de mujeres filósofas de la antigüedad. En la Edad Media, hasta donde sabemos, la filosofía femenina se llevaba a cabo detrás de las murallas de los claustros. Como su filosofía es en torno a la fe en Dios, las lla mam os mística místicass (véas (véasee p. p. 128). 128). D ura nte el sigl sigloo x i x , dos filóso filóso fos hicieron gala de su mala opinión sobre las mujeres. Aunque sepas poco de Nietzsche, es probable que conozcas su frase: «¿Vas con mujeres? No olvides el látigo», que es de su libro A sí las mujeres fue habló Zarathus Zarathustra. El odio de Sch op en hau er hacia la tan exagerado, que a las muchachas las llamó «efecto de explo-
sión» de la naturaleza, porque su hermosura se disipa en cuanto logran apresar en su trampa a un hombre. No es de extrañar, entonces, que la las mujeres mujeres tuviero n pocas oportunida des de ex pre p resa sarr su o p in ió n . Esta E sta situ si tu a c ió n cam ca m b ió e n el siglo sigl o x x , cua cu a n d o a las mujeres se les permitió el acceso al estudio. Dos mujeres, grandes filós filósofa ofass del siglo siglo x x , inspiraron co n su su pen sam iento a sus colegas masculinos. Martin Heidegger (véase p. 117) con fesó que sin su alumna y amante Hannah Arendt (véase p. 129) ser y el tiempo. Y aquel no hubiera podido escribir su obra El se que se ocupa de Jean Paul Sartre pronto se topará con su com pa p a ñ era er a S im o n e de B e a u v o ir (véase (véas e p. 130) 13 0).. C u a n d o los filó fi lóso sofo foss hablaban del hombre se referían al sexo masculino. ¿Las mujeres pie p ienn sa n d ifer if eren ente te?? Y si es así, ¿p ¿ p o r qué? qu é? B u e n o , si esto est o fuer fu eraa u n a pre p re g u n ta o u n a c on sta st a tac ta c ió n , ¿qué ¿q ué más má s da? A los h o m b re s les gusta calificar la argumentación de las mujeres como «lógica femenina». ¿Por qué tendrá esta connotación negativa, si los hombres ni siquiera la entienden?
El modo diferente de pensar de las mujeres, ¿no será una oportunidad? Al cabo, nadie sale lastimado si observamos un problema desde diferentes diferentes perspecti perspectivas. vas. Ev iden tem ente, las las mujeres ven el m un do de otro ángulo. Y eso, eso, po r el simple hecho de que p ued en hacer algo de lo que ningún hombre es capaz: parir hijos. Por eso, la mirada de las mujeres sobre el mundo se llama compren sión de la vida desde su origen. Los hombres se preocuparon, más que nada, de la muerte y de lo que sigue después. En vez de andar en esferas metafísicas, las mujeres reflexionaron sobre cómo preservar la vida en el mundo. Se plantearon la pregunta clav clavee de todas: todas: ¿cómo po dem os y debem os vivir, vivir, para que la vida tenga futuro? futuro?
¿Contribuyeron ¿Contribuyeron las mujeres a la astucia de los hombres? Las primeras prim eras mujeres filósofas
«Detrás de un gran hombre hay una gran mujer». Así reza un dicho cínico, del que se entiende que muchas veces las mujeres son las que detienen la escalera que lleva al éxito a los hombres. hombres.
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N o sabe sa bem m os si esto est o es vál v álid idoo para pa ra los gran gr ande dess filós fil ósof ofos os de la his hi s toria. La querella que tuvo Xantipe con Sócrates (véase p. 40) se debió al hecho de que ella no sabía con qué llenar la barriga de sus sus hijos, hijos, mien tras su m arid o andaba filosofand o po r las las call calles es de Atenas. Lo que sí es sabido, es que Sócrates aprendió el arte de la retórica de una mujer, de Aspasia de Mileto (460-401 a. C.), y que le gustaba gustaba visita visitarla rla tam bién con sus alumnos. alumnos. Ah í apren dían el análisis y la síntesis. Algunos investigadores piensan que fue Aspasia la que inventó la técnica de la argumentación filosófica. En todo cas caso, debió ser m uy inteligente, ya que los griegos inte resados en filosofía se reunían con frecuencia en su casa. La primera filósofa de la historia fue Theano, y vivió en el sigl sigloo v i antes antes de Cristo. D e ella ella tam poco tenem os nin gú n texto. texto. Pero existe la sospecha de que algunas ideas de su marido Pitágoras provienen de ella. En un asunto hasta lo llegó a contra decir. Pitágoras dijo: todo está hecho de números (véase p. 31). Theano refutó: de nada no viene nada. ¿Cómo puede algo que no existe existe físicamente físicamente — los los núm eros— pro duc ir algo algo físi físico co?? La idea de los pitagórico s (véa (véase se p. p. 31) sobre la inm ortalid ad, T he ano la objetó de la siguiente manera: no es posible que una mala pe p e rso rs o n a desp de spué uéss de su m u e r te sea reco re co m p en sa d a tod to d avía av ía c o n la muerte de su alma.
La tercera gran mujer filósofa de la antigüedad fue Hipatia de Alejandría (370-415 d. C.). Fue tan inteligente que su padre la instruyó en física, matemáticas y astronomía. Pronto supo más que su maestro y em pezó a dedicarse a la filosof filosofía. ía. Hip atia fue la coordinadora del M useion en Alejandría Alejandría,, la la colección más g ran de de libros de aquel tiempo. Dicen que Hipatia fue muy her mosa, pero no estaba casada y andaba por las calles de Alejandría, donde se ponía a filosofar con cualquier persona. Esto, en aquel entonces, fue considerado una enorme provocación. La toleran cia que ella predicaba, la llevó más tarde a la muerte, porque Hi pat p atia ia acep ac epta tabb a a cual cu alqq u iera ie ra c o m o alu al u m n o , in d e p e n d ie n te m e n te de si era judío, cristiano o de cualquier otra religión. Por eso se convirtió en víctima de conflictos religiosos entre diferentes grupos. Fue terriblem ente m utilada utilada y luego quemada. Su m uer te es considerada la primera quema de brujas en la historia.
Sócrates y Xantipe (Pintura de Giordano)
Llegar a la sabiduría a través de visiones: ¿Nos prende el foco Dios?
Abad o abadesa aba desa se le dice a un superior supe rior o una superiora de un monasterio.
Tenemos información de dos filósofas de la Edad Edad Media, Media, probableme probab lemennte, porque fueron tomadas en serio por sus visiones. A los videntes se les llama místicos.
La primera filósofa de la que se preservaron en su totalidad sus textos, fue Hildegard von Bingen (1098-1179). Hoy en día se le conoce sobre todo por sus investigaciones sobre la herbolaria. Hildegard fue una de las abadesas más poderosa de la Edad Me dia. Fue botanista y tuvo visiones de Dios desde su infancia. Sin embargo, no caía en trance como otros místicos, sino que recibió despierta y c on la men te b ien despejada despejada la la sabiduría sabiduría divina. divina. Co n sus investigaciones se ganó el respeto incluso del papa, la máxi ma autoridad de la iglesia católica, a pesar de que algunas de sus ideas contradecían las convicciones de los clérigos. Contradijo la tesis del apóstol Pablo. Éste había dicho: la mujer está hecha para pa ra el h o m b re. re . H ild il d e g a rd refu re futó tó:: eso ta m b ién ié n es válid vá lidoo para pa ra el hombre. Afirmó, asimismo, que Dios tiene un lado femenino. Causó furor con la tesis de que el cuerpo y el alma forman una sola sola unid ad, cuyas cuyas necesidades se deb en satisf satisfacer acer de igual mod o. Esta tesis fue muy atrevida para la Edad Media, una época que se caracterizó por ser enemiga del cuerpo. Ni siquiera el tema de la sexualidad estuvo vetado para la monja devota. Llamó el matrimonio «carne en la unión del amor». Mechtild von Magdeburg (1210-1282, o 1297), otra mística, par p arti tióó e n su filos fil osof ofía ía de la idea id ea de q ue D ios io s creó cr eó al h o m b re , per p eroo le permitió libre albedrío al alma. Por ello, los seres humanos deben hacerse responsables de sus actos.
Cuando eras niño (o niña) tu vida giraba en torno al juego. Ahora poco a poco buscas tu lugar en el mundo. Piensas hacia dónde te quieres dirigir en la vida, en lo que te gustaría ser, o si quieres una familia.
¿Qué hace que la vida sea s ea vida? Hannah Arendt y su amor por el mundo mundo
Este «lugar en el mundo» lo buscó para el ser humano Hannah A rendt (1906-1975). (1906-1975). Era de descendencia descendencia jud ía y tuvo que bus carse concretamente un lugar para sí misma. En 1933, cuando los nacionalsocialistas tomaron el poder y empezaron la cacería de los judíos, huyó a Francia y de ahí en 1941 a Estados Unidos. La alumna y después amante de Martin Heidegger (véase p. 117) tuvo una opinión de la vida diferente a la de este sombrío filó sofo existencialista existencialista,, para q uien uie n el «camino hacia la mue rte» era la la po p o sib si b ilid il idad ad ex tre tr e m a de la exist ex isten enci cia. a. Para H ann ah Aren dt la «nat «nativ ivida idad», d», el hecho de ha ber nacido, era la condición para la conducta humana. El ser humano está ligado al mundo, porque no se puede aislar de él, y actúa todo tiva (la vida activa) el tiem po sobre sus sus coterráneos. En su Vita activa Arendt describe el sentido de la vida del siguiente modo: el ser humano trabaja para poder vivir, pero con ello todavía no cum ple pl e c o n u n p ropó ro pó sito si to.. S o lam la m en te lo hace ha ce cu a n d o p ro d u c e, c u a n do aporta algo al mundo. El hombre solamente puede realizarse a través de la acción, porque de este modo entra en relación con los demás, puede crear algo nuevo, algo tan singular, como él mismo, que nació como ser único en el mundo. La vida, en tonces, no es un devenir hacia la m uerte, com o decía Heidegg er, sino un «ser nacido» para crear algo nuevo.
Hannah Arendt desarrolló una teoría sobre el totalitarismo, el dominio absoluto de un individuo individuo sobre los demás. Según Según esta teoría, la sociedad moderna alberga el peligro de que el ser humano llegue a perd pe rder er su capa ca paci cida dadd de juicio y como consecuencia consecuencia pueda ser manipulado con más facilidad.
¿Qué hace que la mujer sea mujer? La filosofía feminista de Simone Simone de Beauvoir
Simone de Beauvoir fue la pareja de Jean Paul Sartre. Nunca se casaron y vivieron vivieron separados. No quiso tener tene r hijos hijos y se expresó a favor del aborto, que en aquel entonces estaba prohibido.
Seamos sinceros, ¿quién hace toda la chamba en tu casa? Cuando tu madre llega del trabajo, probablemente se dedica al quehacer y se queja de que nunca tiene tiempo para ella.
Si eres una muchacha, seguramente has jurado que esto a ti nunca te pasará. Si eres un muchacho, desde luego que ni te has preocupado por ello. Para la francesa Simone de Beauvoir (1908-1986), éste fue el punto de partida de su filosofía. Dijo: la teoría del existencialismo (la autorrealización es para el ser hu mano la libertad de crearse a sí mismo, véase p. 119) no es válida para pa ra la m ujer uj er.. Al A l obse ob serv rvar ar la vida vi da,, ella h izo iz o u n a d ifer if eren enci ciaa e ntre nt re trascendencia e inm inm anencia. Los hombres, dijo dijo Beauvoir, viven en la trascendencia, la esfera de la inteligencia y lo espiritual. Las mujeres, en cambio, están atrapadas en la inmanencia (con eso se refería a lo corporal), porque su naturaleza biológica las mantiene presas en sus actividades como madres y amas de casa. Su capacidad biológica de tener hijos hace que los hombres las subyuguen. Pero eso no es un fallo de la naturaleza. De Simone de Beauvoir tenemos la famosa frase: «No se nace sino que se deviene mujer». Con esta frase fundó la filosofía del feminis mo. Simone de Beauvoir exigió la emancipación de las mujeres. C on eso eso ell ellaa enten día el aban don o de lo lo femenino. La m ujer solamente puede ser libre si ya no depende económicamente del hombre, y recibe el mismo trato que él en la política y en la sociedad. De Beauvoir se convirtió en la madre del movimiento feminista.
¿Caída libre hacia el abismo o vuelo hacia nuevas alturas?
¿Está todo pensado? Aun así, por qué debes pensar pensa r por ti mismo
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Después de todos estos capítulos que abarcan 2 700 años de filosofía, te preguntarás ahora, al final del libro, si todavía existe algo que no haya sido pensado antes. ¿Todavía puede haber filosofía?
Desde luego que sí. Hoy sabemos mucho más que Tales de Mileto (véase p. 29). ¿Te acuerdas de él? Con él empezó la filosofía.Tales decía que todo era agua. Desde entonces, muchos pen p en sa d o res re s h a n te n id o idea id eass geni ge nial ales es y se h a a c u m u lad la d o u n eno rm e acervo de co no cim iento. Y aun así así, nadie ha podid o responder con certeza a la pregunta de las preguntas: ¿Cuál es el sentid o de la vida? ¿Existe alguno? Y ¿tiene sentido sen tido hacerse esta pregunta? Algunos se ocupan de estas preguntas y luego las depositan en un cajón, muy adentro de sí mismos. Hay quien cavila sobre esto durante días, semanas, meses, años, a veces toda una vida. Otro, sin embargo, es conmovido con frecuencia por estas preguntas pero no desespera, porque llega un momento en el que hace las paces con ellas, sea a través de su fe fe en Dios, o porq ue construye cimientos sólidos sólidos por m edio de su propia filosofía. Y aun au n así, así, 2 700 años de filosofía filosofía han ha n creado algo algo m aravillo so: hoy, afortunadamente, la mayoría coincide en que la vida de cada cada individuo tiene el mism o valor inamovible. El que cuestio ne esto o actúa en contra, ya no sale impune. Por eso, la filosofía el día de hoy significa: construir una plataforma sobre la que la vida de cada ser humano tenga un valor intocable y seguro. La humanidad llegó a este compromiso a través de muchos sende ros, algunos hasta equivocados, y le falta todavía bastante para
llegar llegar a la meta. A ti te consta que en el mu nd o hay todavía todavía m u chas injusticias, revueltas, hambre y miseria. En tu mismo salón hay algunos que se se creen mucho . La filos filosofí ofíaa del sigl sigloo x x y x x i se ha puesto como tarea encontrar argumentos y caminos para aleccionar a los obcecados. Se trata también de averiguar hasta dónde puede llegar el ser humano al utilizar la naturaleza, sin dañarla.
Hoy la filosofía debe tener un uso práctico Te has dado cuenta que nadie puede pensar por ti. Porque cada quien debe buscar el lugar que le corresponde en este mundo. Aunque sea para no ahogarse en este río de información al que tenemos acceso hoy en día, o sucumbir ante la enorme gama de posi po sibi bili lida dade dess q ue ten te n em o s. An tes te s los h o m b res re s b u scab sc ab an u n p u n to fijo que les quitara el miedo de perderse en la inmensidad del cosmos. cosmos. Hoy, Hoy, además, además, debem os ten er cu idado para no p erdern os en el inconmensurable ciber-espacio. Quizás lo has sentido en carne propia: después de navegar durante horas enteras en el ciber-espacio, y apagada la computadora, a veces el mundo real no te parece nada real. Por eso, reflexionar o filosofar también quiere decir: encontrar el parapente en tu propia vida, para po derlo utilizar a tiempo en una caída libre hacia un abismo, o un vuelo intrépido hacia alturas infinitas.
Clon & Co: ¿Qué pasa cuando el hombre reproduce al hombre?
«Gnothi seautón». Esta inscripción se encontraba en el templo del dios Apolo en Delfos. En este lugar, la vidente Pitia interpretaba el oráculo. «Gnothi sautón» quiere decir: «Conócete a ti mismo».
Cualquier filosofar empieza con esta invitación. La respuesta de Sócrates (véase p. 39) fue: «Sólo sé que no sé nada». Por eso el oráculo de Delfos lo llamó el más sabio de todos los griegos. Tú también te encuentras en el camino hacia ti mismo. Quieres saber quién eres. Entre más averiguas sobre ti, más crece tu au toestima. Este «conócete a ti mismo» adquiere otras dimensiones hoy, porque el hombre es capaz de crear al hombre según sus deseos. En la genética se tiene el conocimiento para manipular los genes con el fin de crear vida artificial. A esto se le llama clonar y ya ha sido experimentado con ratones y ovejas. Al principio, de la célula de un animal se crió otro ser, que era idéntico al animal del que provenía la célula. Pero la meta de la ciencia es crear una vida nueva sin los defectos del original. Desde hace algún tiempo ya no es ninguna utopía el hecho de que el ser humano puede crear a otro ser según sus deseos. Actualmente hay plantas que han sido cultivadas de este modo. El maíz transgénico es una realidad. Las mutaciones genéticas lo han hecho resistente a las plagas. Por lo pronto está prohibido confeccionar sobre medida a un ser humano. Para fines médicos se han hecho experim entos en em briones. Y la historia historia ha dem ostrado que la ciencia no puede resistir por mucho tiempo las tentaciones de lo factible.
Pero qué significaría para un ser humano saber que: mis pa dres no quisieron tenerme al azar, sino que pensaron detenida mente en mi aspecto y mis cualidades. ¿Me construyeron con diferentes piezas según un plan, como un muñeco de Lego? ¿Soy una persona o un robot con características humanas? ¿Qué pasa pas a si n o p u e d o c u m p lir li r c o n sus expe ex pecta ctativ tivas as?? ¿Q ué p uede una criatura de esta esta naturale naturaleza za recono cer com o su «ser»? ¿Qué libertad le queda? ¿Es aplicable el gnothi nothi seautón? Una persona construida artificialmente también buscará el co nocimiento. Pero empezaría con su reflexión desde cero. Sus respuestas respuestas serían nuevas. nuevas. Se form ularía las las mismas pregun tas que Immanuel Kant (véase p. 94): ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo esperar? ¿Qué es el ser humano?
Dolly, la oveja Dolly, clonada.
Glosario
Bacon, Francis (1561-1626) fue hijo del guardián del Gran Sello y consejero más importante de la reina Isabel I de Inglaterra. Su máxima: saber es poder.
Beauvoir, Simone (1908-1986) fue
Anaximandro
(610-547 a. C.) era, al igual que Tales y Anaxímenes, de Mile to. Para él la materia primaria eran las contradicciones.
la pareja de Jean Paul Sartre y fundadora de la filosofía feminista. Su frase más co nocida: «No se nace sino que se deviene mujer».
Anaxímenes
Berkeley, George (1685-1753) teólo
(585-525 a. C.) fue alumno de Anaximandro Anaximandro y junto jun to con Tales fue uno de los tres filósofos de Mileto. La materia primaria para él fue el aire.
go irlandés que quiso fundar una escuela misionera en las islas Bermudas. Para él solamente existía lo que el ser humano podía sentir sentir..
Anselmo de Canterbury (1033
Boethius, Severinus (480-524 d.C.)
Arendt, Hannah (1906-1975) fue
Buda. Su verdadero nombre fue Sidd-
1109) fue un noble nacido en el poblado de Aosta en Italia. Como arzobispo de Canterbury buscó pruebas de la existen cia de Dios.
alumna y amante de Martin Heidegger, y luego se separó de él. Fue la filósofa alemana más importante. Definió la vida desde el nacimiento.
fue descendiente de una familia romana noble. Es considerado el primer escolásti co. Fue el primero que se preguntó: ¿es el hombre sólo un producto de su tiempo?
harta Gautama y fue hijo de un príncipe indio. indio . Vivió en el siglo v a. C. y fundó fun dó la religión del budismo. Encontró la pleni tud en la Nada.
Aristóteles (384-322 a. C.) fue hijo de Darwin, Carlos (1809-1882) durante un médico de Stagira. Entró a la Acade mia de Platón a los 17 años, y más tarde fue maestro de Alejandro Magno.
Agustín de Hipona (354-430 d. C.)
fue origin o riginario ario de Thagaste, Thagaste, en África del norte. Llevó una vida revoltosa hasta que en 386 abandonó a su pareja. Se dejó bautizar y se convirtió convir tió en uno de los eclesiásticos más famosos.
un viaje de cinco años por América del Sur, formuló la teoría de la evolución, que sostiene que solamente sobrevive aquel que mejor se adapta.
Demócrito de Abdera (460-370
a. C.) fue hijo de un comerciante de la costa norte del mar Egeo. Fue el primer atomista, porque dijo: todo está hecho de partículas partículas indivisib indivisibles les que se ensamblan ensamblan continuamente.
Descartes, René (1596-1650) nació
Hegel, Georg Wilhelm Friedrich
cerca de Tours, Francia. Es el padre de (1770-1831) fue hijo de un funcionario la filosofía moderna. De él proviene la de Stuttgart. Cuando fue director de la frase: Cogito, ergo sum, «Pienso, luego soy». preparatoria de Núremb Nú remberg, erg, implantó im plantó la En 1641, la reina Cristina de Suecia lo enseñanza de la filosofía para los jóvenes. Es uno de los filósofos alemanes más invitó a Estocolmo, donde murió años después de una neumonía. renombrados. Se hizo famoso con su dialéctica (tesis, antítesis y síntesis), a tra vés de la cual, según él, se puede explicar Epicuro (341-270) nació en la isla de Samos. En su escuela filosófica en Atenas todo racionalmente. les daba clases a mujeres y esclavos. Fue el filósofo del placer, porque dijo: única Heidegger, Martin (1889-1976) na ció en Messkirch, en Baden. Fue uno de mente la felicidad le da paz al alma. los filósofos existencialistas alemanes más Feuerbach, Ludwig (1804-1872) apreciados, pero a la vez odiado, por el nació en Landshut y fue hijo de un pro apoyo que les brindó a los nacional so fesor que impartía derecho penal. En su cialistas. Para él la vida adquiere sentido filosofía abogó por la fe del hombre en a través de la muerte, porque invariable mente termina con ella. sí mismo. Para él, Dios era un concepto creado por el hombre. -48 0 a. C.) proviene Heráclito (540-480 de una familia real de Efesos, la actual Fichte, Johann Gottlieb (1762 1814) nació en Rammenau, en Sajonia, Turquía. De él tenemos las frases: «todo hijo de un artesano pobre, y se hizo fa fluye» y «la guerra es la madre de todas moso de la noche a la mañana, porque su las cosas». primera prim era obra se la atribuyeron a Kant. Él Él hizo del hombre el creador de sí mismo. Hildegard von Bingen (1098-1179) fue una abadesa con mucho poder en la Freud, Sigmund (1856-1939) creció Edad Media. Postuló que Dios también tiene un lado femenino. en Viena y fue hijo de un comerciante. Inventó el psicoanálisis. Éste se dedica a estudiar la búsqueda del Ello, las viven Hobbes, Tomás (1588-1679) viajó cias y experiencias escondidas en el Yo, y como educador de hijos de nobles por trata de reconciliarlas con el Superyó, las toda Europa. Consideró que la maldad le expectativas del entorno. era innata al ser humano, por lo cual el Estado tenía que controlarlo a través del Gorgias de Leontino (485-380 a. C.) «Leviatán». fue enviado de Sicilia, su ciudad natal, a (1711 -1776) proviene Atenas, y empezó su carrera como orador Hume, David (1711 en fiestas. Dijo que la verdad no existe. de una familia noble de Escocia. Traba
jó como maestro maestro particular, particular, secretario particular y finalmente en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Para él, los senti mientos eran una guía para el proceder correcto.
Hipatia de Alejandría (370-415) fue
encargada del Museion Musei on en Alejandría, Alejandría, la la biblioteca más grande de aquellos aquellos tiem tiem pos. pos. Murió Mu rió quemada porque p orque predicó la tolerancia y vivió según sus preceptos.
Jaspers, Karl (1883-1964) fue hijo de
Leibniz, Gottfried Wilhelm (1646
1716) fue hijo de un profesor que im partía filosofía filosofía moral en Leipzig. Leipzig. Fue un un genio: a los seis años aprendió a leer y a escribir y a los ocho ya leía a los filósofos griegos. Creó la filosofía de las mónadas.
Locke, John (1632-1704) fue maestro,
filósofo y médico. Su padre fue abogado cerca de Bristol. Locke dijo que el ser humano no nace con el entendimiento, pero sí con la capacidad capacidad de adquirirlo. Formuló la clasificación de los poderes políticos. políticos.
un director bancario en Oldenburg. Es, junt ju ntoo con Heidegger, H eidegger, uno un o de los repre sentantes más importantes del existencia- Maquiavelo, Maquiavelo, Nicolás Nicolás (1469-1527) lismo alemán. Como médico psiquiatra provenía provenía de Florencia, Florencia, gobernada gobernad a enton ent on estudió al ser humano en situaciones ces por los Medici. Aunque sufrió bajo límites. Como filósofo se dio cuenta de el mando de esta familia noble, declaró que el hombre se encuentra a sí mismo que al gobernante ideal le era permitido en estas situaciones extremas. cualquier medio para mantenerse en el poder. (800-877 Juan Escoto Eriúgena apróx.) el monje irlandés se negó a an Marx, Carlos (1818-1883) fue hijo teponer la fe al conocimiento, y por eso de un abogado de Trier. Por él se lla fue condenado por la iglesia. ma «marxismo» la ideología política que declara la dictadura del proletaria (1724-1804) fue Kant, Immanuel do. Estudió leyes y llegó a la filosofía a hijo de un artesano de Konigsberg y es través de Feuerbach. Como no pudo ser uno de los más grandes filósofos y eru maestro, maestro, trabajó como redactor. Junto Jun to ditos alemanes. Formuló el imperativo con su amigo Engels, fundó en Londres categórico, que en otras palabras signifi el primer prim er movimiento mov imiento obrero: obrero: la la Primera ca: no le hagas a otro lo que no quieras Internacional. que te hagan a ti. Mechtild von Magdeburg (1210 Kierkegaard, Soren (1813-1855) 1282 o 1297) fue una mística, igual que es el filósofo danés más conocido y el Hildegard von Bingen, y vivió en el mo bisabuelo del existencia existencialism lismo. o. Opuso Opu so a la la nasterio de Magdeburg. Ella creía, entre racionalidad de Hegel el mundo de los otras cosas, en la libertad del alma. sentidos. La angustia estaba en el centro de su pensamiento.
Moro, Tomás (1478-1535) en realidad
se llamaba Sir Thomas More. Fue un político y filósofo inglés inglés que inventó inv entó el Estado ideal, «Utopía». Como defendió la libertad religiosa, cayó en desgracia y fue decapitado.
niños crecieran lo más libremente posi ble. ble. Él mismo, sin sin embargo, metió en un un orfanato a sus cinco hijos.
Russel, Bertrand (1872-1970) fue
matemático, filósof filósofoo y fundador del Tri bunal de Vietnam Vietn am que investigó investigó crímenes Nie Nietz tzsc sche he,, Fede Federic ricoo (1844-1900) fue de guerra de soldados norteamericanos. el primer nihilista moderno, porque dijo Dijo que aunque no haya esperanza para obtener conocimiento, el el hombre deb debee que no existían los valores. El ser huma filosofar; de lo contrario, se acaba el no, según él, debe tratar de convertirse en superhombre, en vez de buscar a Dios. interés por el mundo.
Parménides (515-480 a. C.) provenía
de una familia adinerada y vivía en Elea, hoy parte de Italia. Para él, pensar y ser eran lo mismo, y argumentó la existencia de la Nada.
(427-347) fue un noble de Ate Ate Platón (427
nas. Ha influenciado la filosofía hasta el día de hoy, hoy, junt ju ntoo con Sócrates Sócrates y Aristó teles. Su filosofía la desarrolló en diálogos ficticios de su maestro Sócrates.
Sartre, Jean Paul (1905-1980)
creció como niño huérfano y se convirtió en baluarte del existenciali existencialismo smo.. Dijo que el ser humano «está arrojado al mundo» y «condenado a ser libre». A pesar de que fue considerado un vividor, no llevó una vida tan mala.
Schelling, Friedrich Wilhelm (1775-1854 ) fue hijo de Joseph von (1775-1854)
Protágoras de Abdera (483-410
apróx.) viajó como maestro por Grecia. Fue el primer sofista.
un cura de Leonberg y enseñó filosofía en Jena, Jena, Würzburg, Munich, Mun ich, Erlangen y Berlín. Romántico e idealista, fue el primero prime ro en advertir sobre la destrucción destruc ción de la naturaleza.
Pitágoras (570-495 a. C.)
Schopenhauer, Arthur (1788-1860)
nació en Samos y se estableció en Italia. En Metaponto fundó la escuela de los Pita góricos. Dijo que todo está hecho de números.
Rousseau, Jean-Jacques (1712
1778) originario de Ginebra, iba a ser ar tesano. En vez de eso, se mudó a Francia. Su amante lo introdujo en la filosofía. Sus adeptos le atribuyeron la frase: «de regreso a la naturaleza». Exigió que los
fue hijo de un comerciante de Danzig. Compitió con Hegel como maestro de filosofía en Berlín por la simpatía de los estudiantes, quienes, finalmente, prefi rieron a Hegel. Hegel. Schopenhauer introdujo la filosofía hindú en el pensamiento europeo.
Sócrates (470-399 a. C.) fue hijo de
un escultor y de una partera en Atenas. Su verdadero oficio fue el de cantero. Es
el fundador de la filosofía occidental. Su frase más conocida: «Sólo sé que no sé nada».
Spinoza, Baruch (1632-1677) fue
hijo de un comerciante de Ámsterdam. Por su panteísmo («Dios es todo, todo es Dios») fue expulsado de la comunidad judía jud ía y se tuvo que ganar la vida pulien pu lien do lentes para instrumentos ópticos.
Tales de Mileto (625-547 a. c.) fue
comerciante en Mileto. Es considerado el primer filósofo del mundo. Para él, la materia primaria era el agua, de la que se desarrolló todo.
(siglo v i Theano (siglo
a. C.) es considerad cons ideradaa la primera filósofa del mundo. De ella no tenemos ningún texto escrito. Fue alumna de Pitágoras y se quedó al man do de su escuela filosófica después de su muerte.
Tomás de Aquino (1225-1274)
creció en las cercanías de Nápoles. A los 18 años se convirtió en monje, en contra de la voluntad de sus padres, y formuló cinco pruebas para demostar la existen cia de Dios. Después de su muerte fue declarado santo.
Voltaire (1694-1778) se llamó en
realidad Fran^ois Marie Arouet. Cofundador de la Ilustración, fue famoso por sus frases sarcásticas, que hasta a la cárcel lo llevaron. En su filosofía demandó tole rancia y libertad de pensamiento.
Wittgenstein, Ludwig (1889-1951)
fue el filósofo austriaco más importante del siglo siglo x x , e inventor invento r de la filosof filosofía ía del lenguaje. Para él, la realidad solamen te era aprehensible a través de la lengua.
Zenón de Citio (334-263 a. C.)
comerciante de Chipre, conoció, supues tamente después de un naufragio, a un librero, y a través de él la filosofía. De él conocemos la doctrina de la tranquilidad estoica.
Índice temático
poster iori 92 A posteriori
A priori 92 Abaelard 56 Abstracto 17 Academia 42 Agua 18, 19, 29, 32, 78, 117, 132 Agustín 54, 55 Alberto Magno 59 Alma 27, 32, 34, 43, 44, 48, 49, 77, 78, 80, 100,112,118, 126, 128 Amor platónico 44 Anaximandro 30 Anaxímenes 30 Anselmo de Canterbury 58 Antítesis 101 Antropología 95 Apeiron 30 Aquino, Tomás de 59 Arendt, Hannah 125, 129 Aristóteles 13, 45 Arouet, Marie Frangois 91 Atomismo 121 Atomista 34 Averroes 60 Avicena 60
Bacon, Francis 70
Beauvoir, Simone de 119, 125, 130 Berkeley, George 79, 82, 86, 99 Boethius Severinus 16 Buda 27, 60, 106
Canterbury, Anselmo de 58
Cero 22, 60, 61, 135 Cogito ergo sum 76 Conciencia 43, 55, 89, 93, 102, 103, 108, 109,114
Concreto 17 Conocimiento 15, 16, 22, 26, 28, 36, 38, 39, 50, 52, 53, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 62, 66, 67, 70, 71, 74, 77, 79, 80, 82, 88, 92, 99, 102, 104, 110,114,124,132,134,135 Corán 60, 61 Cosmos 20, 34, 133
Darwin, Charles 111
Darwinismo social 111 Demócrito de Abdera 34, 48, 78 Derecho natural 81, 86 Derechos humanos 81, 87 Descartes, Descartes, René Ren é 75, 76, 76, 77, 92 Dialéctica 99, 101, 108 Dios 19, 26, 52, 63, 82, 89, 91, 100, 103, 104, 105, 110, 128 División de poderes 81 Dogma 53
Edad Media 52, 55, 56, 59, 60, 62, 66, 70,
124,128 Ejecutivo 81 Ello 112 Empirismo 70, 79, 92 Epicuro 48, 49, 124 Eriúgena, Juan Escoto 57 Eros 44 Escéptico 37, 83 Escolástica 56, 58 Escuela de Mileto 30, 34 Escuela filosófica 30, 116 Esencia 31, 46, 104, 119 Estado 41, 44, 46, 68, 69, 71, 77, 81, 89, 102,109 Estética 93, 104 Estoicismo 49 Estoico 49 Ética 23, 40, 44, 50, 83, 93 Eubúlides 45 Existencia 26, 37, 52, 58, 59, 63, 74, 76, 91,99, 104, 116, 117,118, 120,129 Existencialismo 115, 116, 119, 130 Existencialista 104, 116, 129
Jaspers, Karl 14, 118
Fausto 22
Fe 26, 53, 54, 56, 57, 58, 59, 60, 62, 63, 67, Jesús 53, 60 77, 91, 104, 105, 110, 118, 119, 124, 132 Feminismo 105, 130 K ant, Immanuel 23, 26, 58, 86, 92, 98, 101 Fenomenología 102 Kierkegaard, Soren 104 Feuerbach, Ludwig 105 Fichte, Johann Joha nn Gottlieb 99, 100, 100, 102 Leibniz, Gottfried Wilhelm 78 Filosofía 8, 13, 23, 26, 48, 52, 55, 59, 66, Leviatán 71 76, 79, 89, 91, 94, 100, 104, 109, 115, 118, Locke, John Jo hn 79, 86 124,130, 132 132 Lógica 45, 50, 99 Filosofía del lenguaje 120 Logos 32 Filosofía feminista 130 Filosofía trascendental 93 Mahoma 60 Filósofos de la naturaleza 28, 36, 50 Maimónides 60 Freud, Sigmund 112 Maquiavelo, Nicolás 68, 71 Marco Aurelio 49 Galileo Galilei 67 Marx, Carlos 55, 105, 108, 114 Gnothi sautón 134 Marxismo 109 Gorgias de Leontino 38 Materia primaria 28-32 Griegos 14, 39, 50, 60, 66, 126, 134 Materialista 29 Mayéutica 39 Hegel, Georg Wilhelm 99, 101, 108 Mechthild von Magdeburg 128 Hedonista 48 Metafísica 63, 94, 110, 120 Heidegger, Martin 117, 125, 129 Mística 128 Heráclito 32 Mito 32, 111 Hildegard von Bingen 128 Mito de la caverna 42, 43, 70 Hipatia de Alejandría 127 Mónada 78 Hobbes, Hobb es, Tomás Tomás 71, 77 Monadología 78 Homo homini deus est 77 Monismo 77 Homo homini lupus 71 Montesquieu, Charles 81 Humanismo 66 Moral 93, 110 Hume, Hum e, David 79, 82, 82, 86 86 Moro, Tomás Tomás 69 Motor Inmóvil 46, 59 Muert Mu ertee 13, 13, 14, 17, 21, 22, 28, 31, 31, 32, 37, bn Maimon Maim on 60 I bn 41, 42, 48, 52, 55, 90, 105, 106, 117, 118, Ibn Rushd 60 124-127, 129 Ibn Sina 60 Idea 12, 23, 29, 30, 34, 42-45, 53-56, 69, 71, 78, 88, 90, 98, 99, 108, 126, 128 Nada 14, 17, 21, 26, 27, 33, 38, 60, 61, 75, Idea primaria 45 91, 106, 110, 117 Ideal 43 Navaja Navaja de Ock Ockham ham 63 Idealista 82 Nietzsche, Friedrich Fried rich 40, 106, 106, 110, 124 Ídolo 22, 70, 105 Nihilista 110 110 Ilustración 86-88, 91 Nirvana Nirvan a 27, 60, 106 106 Imperativo categórico 93, 94
Ín d ic e te m át ic o
142
Ockham Guillermo 63 Ontología 33, 45
Panta Rhei 32
Panteísmo 77 Paradoja 45, 121 Parménides 21, 33, 38 Pecado original 54 Pippi Longstocking 17 Pitágoras 31, 124, 126 Platón Pla tón 39, 42-45, 47, 49, 50, 54, 556, 6, 60, 62, 62, 63, 68, 70, 75, 82, 98, 124 Plotino 53 Poder legislativo 81 Polis 47 Politeia 44 Presocráticos 28 Principio socrático 39 Propiedad individual 90 Propiedad pública 90 Protágoras de Abdera 37 Psicoanálisis 112
R acionalismo 74, 75, 92, 98
Racionalista 33, 75 Razón 23, 31-33, 41, 44, 47, 49, 56-60, 62, 66, 75, 79, 83, 88, 92-94, 100-104, 106,108, 112, 116, 118, 119 Renacimiento 66, 74, 114 Retórica 36, 38, 124, 126 Revolución copernicana 67 Romántico 88, 98 Rousseau, Jean-Jacques 88-90, 98, 100 Russel, Bertrand Bertra nd 121
Sabiduría 14, 28, 36, 44, 47, 53, 124, 128
Sapere aude 86 Sartre, Jean Paul 119, 125, 130 Schelling, Friedrich 100 Schopenhauer, Arthur Art hur 106 106,, 110, 124 124 Ser 17, 27, 29, 33, 38, 45, 55, 58, 59, 74, 75, 108, 114, 117, 118 Sí mismo 14, 20, 32, 39, 57, 71, 88, 89, 95, 99 102,103,105, 117, 118, 119, 130
Siddharta Gautama 27 Silogística 45 Síntesis 101, 102, 109, 126 Sócrates 9, 16, 28, 39-43, 50, 124, 126, 127, 134 Sofista 36-38 Spinoza, Baruch 77 Stoa 49
Tabula rasa 80
Tales de Mileto 9, 16, 29, 30, 132 Teología 56, 62, 63 Teoría 19, 34, 45, 48, 67, 78, 79, 81, 109, 111,129, 130 Teoría de la evolución 111 Teoría del ser 33, 45 Tesis 101, 102, 109, 128 Theano 31, 126 Tolerancia 87, 91, 127 Trascendental 93 Tratado social 90 Trauma 112
Universal 37, 56, 93, 100, 103, 108
Universo Univer so 19, 19, 20, 30-32, 34, 49, 54, 67 Utilitarismo 83, 107 Utopía 69, 134
Valores universales 42
Virtud 31, 39, 44, 47, 49 Virtudes cardinales 44 Volonté générale 90 Voltaire 29, 91
Wittgenstein, Ludwig 120 Xantipe 40, 126, 127
Xenofón 36
Yo 98, 99, 112 Zenón de Citio 49
Christine Schulz-Reiss nació en 1956. Después del bachillerato estudió Lenguas y Literaturas Germánicas, Política y Ciencias de la Comunicación en Erlangen y M unich. Trabaj Trabajóó co mo voluntaria voluntaria en el Noticiero de Stuttgart, Stuttgart, y luego como reportera política y redactora en el periódico Ab en dz eitu ei tung ng de Munich, donde después obtuvo el puesto de suplente en la dirección de reportajes, entrete nimiento y noticias. En 1991 se independizó como periodista. Escribe para diferentes diferentes revi revist stas, as, generalm ente sobre y para jóvenes, y recibe una g ran mo ti vación po r parte de su hija. hija. En 2004 su libro Nachgefragt: Politi fue propuesto Po litik k fue para pa ra el G u stav st av -H ein ei n em an n-F n- F ried ri ed en spre sp re is (P rem re m io para pa ra la L iber ib erta tadd G ustav us tav Heinemann). En la editorial Loewe apareció, además, otro título de Christine Schulz-Reiss: Wasglaubt die Welt? (¿Quépiensa el mundo?), en el que se descri be b e n las cinc ci ncoo gran gr ande dess relig rel igio ione nes. s. La au tora to ra vive viv e co n su fam ilia ili a en las cercanía cerc aníass de Munich.
nació en 19 1951 51 en G em ünden am Main. Desde una edad muy Verena Ballhaus nació temprana la entusiasmó todo lo que tenía que ver con colores y formas. Por este este mo tivo cursó, cursó, después después de la educación básica básica,, la la Academia de Arte en M u nich, donde estudió, además de pintura y gráfica, didáctica del arte. Después de sus sus estudios estudios trabajó un tiemp o com o p intora de escenarios, escenarios, y desde hace varios años se dedica a ilustrar libros para niños. Sus trabajos han recibido varios pre mios, entre ellos el Jugendliteraturpreis (Premio para Literatura Juvenil). Harie Ha rie t Q ui nt nació en 1956 en Brasov, Rumania. Estudió Lenguas y Literaturas Germánicas en la Universidad de Bucarest, y obtuvo el grado de Maestra por la Universidad de Guadalajar Guadalajara. a. En 1985 fue becada po r el d a a d y estudió un semestre en la Universidad de Freiburg i. Br., Alemania. Hace 25 años se naturalizó mexicana. Actualm ente trabaja trabaja com o p rofesora investi investigadora gadora titular en el Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara y coordina el Taller Taller de Traducción de este este mism o departamen to. El amo r po r la filosofía y el hecho de tener hijos en la preparatoria fueron una gran motiva ción para traducir este libro del alemán al español.