El lenguaje humano
Sumario El enfoque biológico del lenguaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 Angel Alonso-Cortés
Especializaciones del cerebro humano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 Norman Geschwind
Cerebro y lenguaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 Antonio R. Damasio y Hanna Damasio
Lengua y visión del mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Genes, pueblos y lenguas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 Luigi Luca Cavalli-Sforza
¿Hay genes para el lenguaje? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Diversidad Diversidad lingüística del mundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 Colin Renfrew
Orígenes de las lenguas indoeuropeas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 Colin Renfrew
La protohistoria de las lenguas indoeuropeas . . . . . . . . . . . . . . 56 Thomas V. Gamkrelidze G amkrelidze y V. V. V. V. Ivanov I vanov
La conquista de Europa occidental por las lenguas indoeuropeas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 Antonio Tovar Tovar
Origen de las lenguas americanas autóctonas . . . . . . . . . . . . . 76 Joseph H. Greenberg Greenberg y Merritt Ruhlen
Noam Chomsky . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
La dispersión austronesia y el origen de las lenguas . . . . . . . . 84 Peter Bellwood
Cómo aprenden las palabras los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90 George A. Miller y Patricia M. Gildea
Percepción Percepción del habla en la primera infancia . . . . . . . . . . . . . . . 96 Peter D. Eimas
Lenguas criollas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104 Derek Bickerton Bickerton
El enfoque biológico del lenguaje Angel Alonso-Cortés
El lenguaje es una dimensión esencial del ser humano. Pero la comprensión de los mecanismos biológicos que lo posibilitan en el individuo y en la especie presenta especiales dificultades
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l lenguaje es un conjunto de capacidades, específico del género humano, mediante el que se crean signos o símbolos arbitrarios que cumplen una variedad de funciones, tales como representar conceptos, dar forma y sentido a la experiencia del hablante o actuar sobre otro hablante para informarle, preguntarle, ordenarle algo, etc. Esta capacidad semiótica, es decir, productora de signos, es compleja y también lo es el signo mismo. El signo lingüístico primario es una relación entre sonidos y conceptos. Mediante la combinación de sonidos elementales específicos (por ejemplo los sonidos p, b, s, i, u del español), se obtienen sartas que sirven para representar conceptos simples ( azul, amargo , rugoso ...) o complejos ( silla , espejo, león...). Los sonidos elementales presuponen a su vez una intrincada estructura de elementos físicos. Para articular el sonido p de la palabra espej o la glotis permanece inacti va, los labios cerrados, el aire sale de los pulmones hacia la boca y es retenido en la cavidad bucal para explotar abruptamente. Todos estos gestos empleados en su producción suponen la actividad de músculos y órganos dirigidos desde el cerebro. Los conceptos, por su parte, también están estructurados; el signo silla , por ejemplo, remite a artefacto, con patas, con respaldo, para sentarse . Además los signos no se combinan de forma arbitraria sino de acuerdo con unos patrones; esto es lo que determina que los signos de la frase tráeme la silla estén bien dispuestos, mientras que los de me silla la trae no lo estén. El hablante, en fin, emplea el signo no sólo para referirse a algo, sino ANGEL ALONSO-CORTÉS es profesor de lingüística de la Universidad Complutense de Madrid.
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también para actuar sobre su entorno, dad. Hasta tal punto el lenguaje constituido fundamentalmente por depende del cerebro, insistía en un otros hablantes. El signo presenta, exceso de determinismo, que incluso pues, propiedades sonoras, sintácti- la diversidad de lenguas es efecto de cas, semánticas y pragmáticas que la diversidad de cerebros. son exponente de la complejidad del Por los mismos años escribió Charles lenguaje. Darwin su obra The Descent of Man Los conjuntos de signos propios (1871), en la que considera el lenguaje empleados por una determinada como una disposición natural del comunidad de hablantes son las len- género humano, aunque no un insguas. Una lengua es una forma par- tinto. Para apuntalar su afirmación ticular de representar los conceptos y aporta varias pruebas, entre ellas las de dar forma y sentido a la experiencia de que los sordomudos disponen de de un grupo de hablantes. El lenguaje, signos o el hecho de que algunas vocase ha argumentado a veces, es real les sean expresión de ciertos sentiporque existe en el individuo como mientos, como el dolor y la sorpresa. una capacidad; las lenguas, por el con- Pero la que considera decisiva es la trario, tendrían una “realidad plató- del lenguaje infantil, cuando afirma: nica”, abstracta, similar a la que tiene “El hombre tiene tendencia instintiva la especie en biología. Pero tanto el a hablar, como puede observarse en lenguaje como las lenguas son reales. esa singular charla usada por los Las lenguas, como en general todas niños... Por lo que respecta a los niños las entidades abstractas, colectivas u de diez u once meses, así como a los holísticas, sólo son reales en la medida sordomudos, me parece increíble que en que puedan ser puestas en una sean capaces de conexionar, con la situación individual. Los actos de prontitud que lo hacen, ciertos sonidos habla que personas concretas efec- a ciertas ideas generales, a menos que túan con signos particulares en situa- no se diga que éstas existen formadas ciones determinadas son los que rea- en el espíritu.” lizan tal proceso en el caso de las stas observaciones de Humboldt, lenguas. Schleicher y Darwin vienen a Wilhem von Humboldt, a quien se suele conceder el título de fundador de establecer la afirmación de que el lenla lingüística general, sostuvo en el guaje es una propiedad biológica unisiglo pasado que el lenguaje era un versal de la especie humana, afirmaatributo de la naturaleza física y espi- ción que algunos lingüistas actuales ritual del género humano. “Todos los proclaman como piedra de toque para niños”, escribe, “a menos que una la teoría del lenguaje. Otra observación importante que organización anómala se oponga a ello, aprenden a hablar más o menos contribuiría a establecerla se refiere a la misma edad y con el mismo grado al hecho de que la gramática de una de perfección”. August Schleicher lengua surja en un proceso de adquiafirmó que el lenguaje, y no las len- sición individual llevado a cabo en un guas, es lo real, porque “el lenguaje es tiempo más o menos fijo, denominado la manifestación perceptible al oído de período crítico. Durante este período, un conjunto de condiciones que se que se inicia en una edad temprana, encuentran realizadas en la confor- alrededor del primer año de vida, y se mación del cerebro y de los órganos del fija básicamente hacia los cuatro años, habla”. Schleicher apuntaba la exis- el niño internaliza inconscientemente tencia de un principio material del los signos y sus propiedades. Esta lenguaje capaz de explicar su diversi- forma de aparecer el lenguaje tiene su
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análogo en el comportamiento instintivo de otras especies animales, como el canto de las aves, que se inicia y termina en un cierto momento del desarrollo (período crítico) y necesita estimulación exterior para alcanzar su grado óptimo. Lo más llamativo del proceso de adquisición del lenguaje es la forma inconsciente en que se desarrolla, sin que exista condicionamiento. Esto ha hecho pensar a algunos psicólogos (Eimas, Miller y Gildea) y lingüistas (Chomsky y su escuela) que deben existir constricciones biológicas internas que lleven necesariamente CHIMPANCE HOMBRE a que el individuo hablante fije la forma y el contenido de los 1. LOS TRACTOS VOCALES del hombre y del chimpancé tienen una forma distinta, aunsignos y de sus propiedades sin- que muestren un notable parecido. En el hombre el ángulo que forman la boca y el tracto respiratorio superior tiende a ser recto; la faringe es mayor y la parte posterior de la tácticas y semánticas. Tanto la universalidad del lengua forma la pared delantera del tracto vocálico por encima de las cuerdas vocales. lenguaje como su modo de adquisición parecen sustentar firmemente el carácter biológico del representación mental de palabras y es exclusiva para ese fin. De hecho mismo. La universalidad del lenguaje oraciones así como de hacer juicios algunos animales pueden imitar sonino es incompatible con la diversidad sobre el sentido y la forma de las pala- dos lingüísticos. En otro sentido, la de lenguas. Hay que pensar que las bras y frases. Geschwind ha precisado percepción del sonido lingüístico es capacidades lingüísticas permiten que el giro supramarginal del cerebro categórica, esto es, un estímulo físico una cierta variación y diversidad es una estructura que se encuentra continuo es percibido de forma disrelativamente amplia en la constitu- más desarrollada en el hombre que en creta. Pero esta característica percepción de los signos y sus combinaciones. otros primates, lo que pudiera relacio- tiva tampoco parece ser exclusiva del En términos de una analogía bioló- narse con la especificidad del lengua je hombre. gica, al genotipo (capacidades lingüís- humano. Hay otras estructuras cereticas) le pueden corresponder varios brales, como el cerebelo, que pudieran a cuestión filogenética o de los orífenotipos (lenguas). genes del lenguaje se debatió apaestar también involucradas en aspec Aceptado que el lenguaje sea una tos lingüísticos, pero su papel no es sionadamente durante el siglo XVIII propiedad biológica, su examen cien- todavía suficientemente bien cono- (por Rousseau, Diderot, Condillac, tífico suscita inmediatamente cuestio- cido. Hamann y Herder, entre otros) y parte nes importantes, de no fácil respuesta A pesar de estos esfuerzos de la neu- del XIX (así Fichte), antes de la apay de diversa naturaleza: anatómica rología por localizar las funciones lin- rición de la teoría darwinista. La (¿dónde se localiza?, ¿hay estructuras güísticas, un teoría de la localización inexistencia de cualquier forma de anatómicas y fisiológicas especializa- estricta de las propiedades del lenguaje consenso aceptable obligó a los estudas?); filogenética (¿cómo se ha origi- parece inviable, porque “el lenguaje diosos a olvidar el tema y en 1866 la nado en la especie?); ontogenética: como tal no es y sin duda no puede ser Societé de Linguistique de París pro(¿cómo surge en un individuo?); gené- localizado, pues está hecho de una hibió las comunicaciones sobre él. A tica (¿está genéticamente determi- peculiar relación simbólica, fisiológica- partir de los años setenta de este siglo nado?) o evolutiva (¿tiene el lenguaje mente arbitraria, entre todos los ele- se ha vuelto a reabrir (así, la New York una historia evolutiva?). mentos de la conciencia y los otros Academy of Sciences celebró en 1976 tractos cerebrales y nerviosos”, como un simposio extraordinario sobre Oríesde la segunda mitad del siglo XIX , ya indicó Edward Sapir en 1921 y más genes y evolución del lenguaje además a partir de los descubrimientos recientemente ha hecho Lenneberg. de las reuniones que periódicamente de Paul Broca, se sabe que las lesiones En cuanto a las estructuras no cere- celebra la Language Origins Society ) en el hemisferio izquierdo del cerebro brales que intervienen en el habla, y ahora es una cuestión que se discute producen trastornos relativos a los como la laringe, algunos investigado- con datos aportados por la paleontoloaspectos motores del habla (por ejem- res sostienen que la posición baja de gía, la arqueología, la biología moplo, alteran la producción de palabras). la laringe en el ser humano (en com- lecular, la anatomía comparada, la Hoy sabemos que también pueden paración con la más alta que tiene en psicología animal y la lingüística. afectar a la estructura de las frases; otros primates) y la lengua libre denSe han propuesto dos hipótesis al por ejemplo, en ciertas ocasiones estos tro de la boca constituyen adaptacio- respecto, una dentro del marco estricto enfermos pierden la concordancia de nes específicas para producir sonidos neodarwinista y otra alejada de él. La número entre sujeto y verbo. Pero hay lingüísticos. Más bien parece tratarse primera tiene su origen en el propio que notar que en cualquier caso estas de preadaptaciones empleadas secun- Darwin, a propósito de los instintos lesiones afectan a la actuación lin- dariamente para la producción del animales. Según esta hipótesis, que güística del hablante y no a su saber sonido, porque ninguna de las cavida- llamaré hipótesis seleccionista, el lenlingüístico o competencia lingüística, des y órganos que intervienen en la guaje es una capacidad sobre la que la capacidad que permite formar una producción de los sonidos lingüísticos ha actuado la selección natural y en
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consecuencia es un rasgo de adapta- von Humboldt, es el diálogo, no el que permiten, por ejemplo, la producción al ambiente, tiene propiedades monólogo. tividad lingüística. Seguramente sea funcionales y eficacia biológica. El La hipótesis emergentista supone la presencia de las categorías sintácsegundo punto de vista (el de Chomsky que el lenguaje (aunque en realidad ticas el paso novedoso que distingue y su escuela) sostiene que el lenguaje bajo este término quieren referirse a el lenguaje humano de otras formas es sólo un sistema compu tacional que un componente complejo del lenguaje de cognición; pero las categorías sinha surgido por una única mutación, como la sintaxis) se ha producido por tácticas deben verse como continuacomo una propiedad emergente en un una mutación genética reciente, con- ción de las semánticas y no suponen momento dado de complejidad bioló- comitante a una estructura cerebral un “salto de la naturaleza”. gica. Este sistema computacional es, notablemente diferenciada en un según esta hipótesis, inmune al cerebro hipertrófico, de más volumen ué valor biológico puede tener ambiente, no tiene propiedades fun- en relación con los otros órganos del entonces el lenguaje? El de las cionales y carece tanto de valor adap- cuerpo. Pero esta mutación no resulta tres operaciones básicas que permite, tativo como de eficacia biológica. En verosímil. Una capacidad compleja a saber, la representación de los consuma, el lenguaje es una capacidad como el lenguaje no es probable que ceptos, la clasificación o conceptualiarbitraria. Llamaré a esta hipótesis sea resultado de una sola mutación. zación de las cosas y la apelación. El emergentista. Además, es sumamente difícil que “el lenguaje es un sistema de representa Ambas cuentan con argumentos lenguaje” se haya producido en una ción semiótica de imágenes mentales que las sustentan. La evaluación que mutación beneficiosa, porque, en pri- de los objetos exteriores. Esta “cartode ellos se hace divide actualmente a mer lugar, las mutaciones surgen grafía” es una forma del comporlos psicólogos y lingüistas en dos cam- independientemente de si son benefi- tamiento exploratorio del animal que pos: el funcionalista/cognitivista, por ciosas o dañinas para el portador y, en hace posible anticiparse a acciones un lado, y el formalista por otro. Mi segundo término, las mutaciones futuras. También se manifiesta en la opinión personal es que la hipótesis recién aparecidas es probable que presencia de propiedades de diseño, es emergentista presenta más complica- sean más nocivas que beneficiosas. decir, de propiedades funcionales y ciones que la seleccionista, como traLas dificultades que por su parte pragmáticas en el signo lingüístico. taré de mostrar. Una primera propiedad de diseño es presenta la hipótesis seleccionista la doble articulación. Consiste ésta en parecen menos insuperables, aunque favor de la hipótesis emergentista no sea fácil precisar el tipo ambiente la existencia de unidades mínimas sin está el hecho de que el lenguaje que favorezca la aparición del len- significado, es decir, sonidos lingüístisea un sistema de representación de guaje ni su eficacia biológica ( fitness ), cos o fonemas, cuyo número es muy los objetos: con los signos presentamos tal como demanda la teoría. En gene- reducido en cada lengua (por ejemplo, vicariamente la realidad y, en conse- ral Darwin notó las dificultades que en español son 24), pero que se combicuencia, el lenguaje puede considerarse las disposiciones y los instintos anima- nan para producir un número indefinido como un órgano de conocimiento. Esta les (que definía como acciones que no de signos o unidades con significado. es la idea de toda la epistemología requieren experiencia) suponían a la Por ejemplo en español con los sonidos racionalista y aun empirista, y en teoría de la selección natural, espe- g, l, o, y a construimos palabras como estos años ha sido ardientemente cialmente la carencia de datos fósiles lago, gola, Olga, algo, galo, ... La efidefendida por Karl Popper. o la discontinuidad de los existentes. ciencia de un sistema doblemente artiPero el lenguaje no sólo es repre- Una capacidad (o un conjunto de ellas) culado es clara, pues con un conjunto sentación conceptual, ni en sus oríge- compleja como el lenguaje difícilmente finito de elementos constituimos un nes ni en su actual momento evolu- puede ser resultado de la selección conjunto potencialmente ilimitado de tivo. También es una forma particular natural a menos que se haya produ- palabras. Un valor añadido a esta duade clasificar la realidad y un medio cido por una acumulación lenta y gra- lidad de articulación reside en que puede apelar o de actuar sobre el oyente, dual de variaciones favorables. den almacenarse en la memoria pues todo acto de habla es un intento La investigación de antropólogos muchos más signos que si éstos no fuede influir en otro hablante. La hipó- y psicólogos en los dos o tres últimos sen articulados. En efecto, un signo se tesis emergentista favorece la idea de decenios (Premack, Gardner, Rum- hace distinto de otro con sólo cambiar que el lenguaje sea sólo un sistema baugh y otros) sobre las capacidades una unidad de sonido en una determiindividual de representación, poco de los póngidos (en concreto del chim- nada posición, como por ejemplo casa, eficaz para su empleo en la apelación pancé Pan paniscus o bonobo, que gasa, tasa, masa, rasa, ... Las señales y en la cooperación de grupo. El len- puede aprender, si bien con bastantes animales, que no son signos, no son guaje, en suma, sería una propiedad limitaciones, un lenguaje con algunas articuladas y, en consecuencia, su rara y en cierto modo arbitraria en la de las propiedades del lenguaje repertorio es muy limitado. constitución biológica del individuo. humano) apoyarían la idea de que También pueden considerarse “proPero un lenguaje humano privado es debieron de existir individuos con pre- piedad de diseño” las categorías grauna noción contradictoria, porque los lenguaje. El sustrato común al hom- maticales, como artículo, nombre, signos lingüísticos sólo son repre- bre y a estos primates que lo posibi- adjetivo, verbo, etc., que permiten la sentaciones efectivas dentro de un litaría es la utilización de categorías formación de patrones o tipos de frases grupo humano. La actividad de semánticas del tipo de agente y y oraciones. Las oraciones gramaticaentender y razonar sólo se desarro- paciente. La categorización es una les como Pedro lee y El sol brilla son llan en el intercambio social. El len- función común a las especies animales copias del tipo de oración formado por guaje o la razón, que para los filósofos y es en este terreno (y no en el de las las categorías gramaticales N V y Art griegos venía a ser lo mismo, no es señales animales) donde ha de verse N V. Las categorías gramaticales peruna actividad privada, sino una acti- la común ascendencia cognitiva entre miten formar patrones abstractos que vidad dentro de una tradición social. hombre y animal. El lenguaje humano sirven como modelos para la formaO dicho de otra manera, el verdadero convierte además esas categorías ción de un número potencialmente sentido del lenguaje, como insistía W. semánticas en categorías sintácticas indefinido de copias, por lo que supo-
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nen una economía decisiva para el nen los signos. Al percibir un signo runa runa, expresa el concepto “mucha almacenamiento de unidades en la como pat a, el hablante percibe el gente”; sacha es “bosque”, sacha sacha memoria. Pero no se limitan a esto. sonido p como distinto de otros sonidos “boscaje”, etc. El yoruba, lengua del Una de sus características más valio- posibles en ese contexto, bata, mata, Africa occidental, también expresa el sas es que pueden imbricarse repeti- chata, lata, etc. La distinción entre p plural como repetición (afa buruku, damente unas en otras, mediante el y m se debe a la ausencia de resonan- “una mala costumbre”; afa buruku procedimiento de la recursividad. Así, cia nasal en p frente a su presencia en buruku , “malas costumbres”). El al nombre instrumento , que pertenece m; la distinción entre p y b se debe a nahuatl (o azteca), lengua americana a la categoría gramatical “frase nomi- que las cuerdas vocales vibran mien- hablada en Méjico, dice tlania, “pedir”, nal”, o FN, se le pueden añadir un tras se cierran los labios en b, pero no pero para pedir con insistencia repite número potencialmente ilimitado de vibran en p. Estas distinciones impli- la primera sílaba: tlatlania . frases complementarias del tipo FP can un elección entre dos términos a disposición de los signos en la (“frase preposicional”), una “dentro de polares, es decir, términos que se opootra”. Por ejemplo, la frase nominal nen por una propiedad o rasgo difeoración puede ser también icóUn instrumento de metal de las minas rencial. Esta elección es, además, dis- nica, caso en el que constituyen lo que de América tiene tres categorías FP: tinta de otras oposiciones. El principio el filósofo Peirce denominó un de metal, de las minas, de América. de polaridad muestra un claro sesgo diagrama. Por ejemplo, es general que Las dos últimas frases preposiciona- de diseño, porque restringe a una elec- el sujeto de la oración declarativa les están insertadas dentro de la frase ción sólo binaria las posibilidades de transitiva preceda al objeto, como por (instrumento de metal) , que es una distinción entre signos. Como conse- ejemplo en la frase Pedro escribe un FN, por medio del nombre metal, (ins- cuencia, la percepción de los sonidos libro . El sujeto gramatical de estas trumento de (metal de las minas) ), y lingüísticos por el oyente resulta muy oraciones es a menudo tanto un agente la tercera FP dentro de la segunda por eficiente. que inicia una acción como una entimedio del nombre minas, (instrumento También la morfología y la sintaxis dad especialmente significativa para de (metal de (las minas (de América))) ). del lenguaje muestran propiedades de el hablante (lo que se denomina Este tipo de construcción gramatical diseño que hacen que las palabras y tópico), mientras que el objeto es el es posible gracias a la sustitución las oraciones estén a veces sometidas término de la acción. Así la palabra o recursiva o repetida que tienen las a facilitar al oyente el significado y la frase mediante la que el hablante estructuras gramaticales. Sin duda, comprensión de aquéllas. Un princi- quiere destacar o realzar al oyente, el esta es una propiedad formal de la pio de diseño que rige la forma de tópico de la oración, se disponen en gramática de eficacia enorme, pues palabras y oraciones es la iconicidad. primer lugar, como, por ejemplo, A permite producir un conjunto ilimiUn signo (o una serie de ellos) es Pedro le duele la cabeza (frente a Le tado de copias sin ningún costo para icónico cuando hay un parecido mate- duele la cabeza a Pedro), El tren no ha la memoria del organismo. rial entre el vehículo del signo (los llegado todavía (frente a Todavía no sonidos o la disposición de los signos) ha llegado el tren ). Otro rasgo icónico os signos lingüísticos, que son las y el objeto o situación que representa. de las frases es la disposición del unidades esenciales del lenguaje, Por ejemplo, algunas lenguas forman objeto respecto del verbo, que en la están formados por sonidos que se conceptos plurales repitiendo la pala- mayoría de las lenguas van siempre emiten en un flujo continuo temporal, bra. Así en quechua, lengua de adyacentes, bien detrás del verbo, pero se perciben categóricamente, América del Sur hablada en Perú, una como en la oración Pedro escribe una como una ristra de elementos perfec- sola palabra runa , “el hombre”, carta, bien delante de él, como en tamente diferenciados. Hay muchas expresa el singular, pero repetida, Pedro la escribe . Esto se debe a que el posibilidades lógicas de encadenar los sonidos; por ejemplo las cadenas pft, pttk , pls , pla , pal. Las dos primeras FN parecen ser excluidas universalmente, la tercera es posible y las dos últimas existen en el español y en otras lenArt. N' guas. La diferencia entre estas cadenas fónicas unitarias, o sílabas, radica en que no todos los sonidos que las N FP forman son igualmente perceptibles. Para que se forme un racimo de sonidos en cadena fónica al menos debe P FN haber un sonido más perceptible que los otros. Este principio de perceptibilidad relativa, debido a Edward N FP Sievers y elaborado por Otto Jespersen a principios de este siglo, es un rasgo P FN eficiente o funcional y casi necesario en un medio fónico dirigido a un recepArt. N tor, porque establece que los signos deben ser claramente percibidos por otro oyente. Un instrumento de metal de las minas En general, las unidades fónicas están sometidas al principio de pola- 2. ESTRUCTURA DE UNA FRASE NOMINAL. La categoría FN, mediante la categoridad, que refleja el comportamiento ría FP, es recursiva hacia la derecha. La recursividad es una propiedad formal que de las categorías fónicas que compo- permite la formación de un número ilimitado de estructuras.
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3. INVENTARIO FONETICO del idioma español. Los fonemas son las unidades sonoras ideales mediante las que los hablantes clasifican el multiforme flujo sonoro en que consiste el habla real. El sistema consonántico está constituido por los fonemas en cuya articulación intervienen obstáculos formados por la lengua o los labios. Son muy numerosos los hispanoparlantes que no diferencian entre los fonemas /z/ y /s/ ni entre /y/ y / l /.
VOCALES ANTERIORES
POSTERIORES
CERRADAS
i
p i so
u p us o
MEDIAS
e p es o
o p os o
ˇ
a p as o
ABIERTA
CONSONANTES LABIALES
VELARES
p p eso
t
t ala
c ˆ ch al
k c ala
SONORAS
b v ino
d d úo
y y eso
g g ota
FRICATIVAS
f
z c ima
s s olo
j a j o
NASALES
m m al
n u no
ñ u ña
–
–
l
ˆ
–
–
r a ri a
–
–
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r a rr as
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–
f ilo
verbo y el objeto forman una unidad semántica, que la disposición sintáctica preserva. Además, el objeto se sitúa preferentemente delante del verbo porque el objeto constituye el centro o foco del contenido que se dice del sujeto, mientras el verbo introduce un fenómeno o sirve de fondo para la relación entre sujeto y objeto. En suma, el orden natural y más general de los elementos de la oración declarativa transitiva es el que coloca primero el sujeto que inicia la acción, después el objeto o término de la acción y en tercer lugar el verbo: S O V. Este orden natural, regulado por principios de iconicidad y expresividad, es el orden más frecuente y lo encontramos en varias familias lingüísticas como la altaica, caucásica, dravidiana, chinotibetana, los filos papúa de Nueva Guinea, la familia atabascana, la familia uto-azteca y en el eusquera o vascuence, que es un posible aislado lingüístico. a cuestión ontogenética, relativa a cómo surge el lenguaje en el indi viduo, admite también dos amplios planteamientos: el formalista y el cognitivista/funcionalista. Para los formalistas (Chomsky y su escuela), el lenguaje (esencialmente, la sintaxis) es innato, pues se despliega paulatinamente en el niño hasta que se fi ja.
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PALATALES
OCLUSIVAS
LIQUIDAS
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DENTALES
l ío
El lenguaje se adquiere y no es aprendido. El ambiente estimula la adquisición, pero no la determina. Este programa de investigación innatista supone que no hay más que un lenguaje humano (y por tanto una sola gramática universal) y que las variaciones en la forma externa de los signos son irrelevantes. Las diferencias en la estructura de las diversas lenguas serían variaciones mínimas permitidas por la hipotética gramática universal. Para el innatismo no hay, ni puede haber, una teoría del aprendizaje de la lengua. Por su parte, el cognitivismo/funcionalismo se fija en las características que permiten que el lenguaje sea aprendible, sin emplear un aparato teórico tan complejo como el formalista. Las propiedades funcionales o “cognitivas naturales” del lenguaje son un apoyo decidido a la aprendibilidad del lenguaje. Por ejemplo y como hemos visto, la categoricidad de la percepción del habla facilita el reconocimiento y la fijación de los fonemas; la cadena de sonidos del habla se agrupa en sílabas, que son grupos de sonidos donde unos son más perceptibles que otros; los signos se diferencian por el principio de polaridad; el orden natural de las palabras en la oración se rige por principios icónicos, etcétera.
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El programa innatista no tiene en cuenta que, en el aprendizaje de una lengua, el estímulo verbal es normalmente controlado por el ambiente; fundamentalmente por los cuidadores de los niños, que emplean un lenguaje especial para dirigirse a ellos, el llamado “madrés”. En fin, un procedimiento cognitivo como la analogización, cuando actúa en condiciones determinables, explica que los niños produzcan expresiones nuevas “incorrectas” y no oídas a sus cuidadores, como El perro se ha morido , El gato comiba un ratón , etc. En estos casos la mayor frecuencia de un paradigma (conjunto de formas que sirven de modelo) se impone a otras formas menos frecuentes. La cuestión genética ha sido explícitamente planteada por la hipótesis emergentista que acompaña al formalismo lingüístico. Desde esta posición, la capacidad para el lenguaje es única y es la misma (invariante) para todos los individuos hablantes normales y hay uno o varios genes que la determinan. Esta hipótesis no es cierta en sentido estricto, pues de hecho la capacidad lingüística puede no ser la misma en todos los individuos; hay diferencias (es decir, variación) entre los individuos hablantes, diferencias biológicamente esperables. Por ejemplo, hay diferencias en la percepción TEMAS 5
de los sonidos dentro de hablantes de parte principal) para dar viveza a la ir: digo”, es decir, “digo que no quiero una misma lengua, hay distintas velo- acción del verbo. En algunos casos el ir”. Esta estructura sin subordinante cidades en la adquisición del lenguaje verbo puede situarse en primer lugar, también aparece en lenguas que disy distintas pronunciaciones de los dando origen al orden V S O, que es el ponen de él; por ejemplo, en español sonidos. que aparece en algunas pocas lenguas Creo no pueda ir mañana . El subordiPero esta variación dentro del geno- actuales, como las lenguas célticas, nante es una marca que aparece en un tipo no falsa la hipótesis de una capa- que descienden también de la familia estadio posterior. cidad lingüística genéticamente deter- indo-europea. Estas modificaciones observables minada. La invariancia que se propone en el tiempo, ¿son o no reversibles? para esta capacidad no es sino una lgunas formas gramaticales pue- ¿Evoluciona el lenguaje en los grupos idealización de la cuestión. En otros den considerarse también más humanos o son alteraciones superfitérminos, es como decir que una per- antiguas que otras. Parece que el anti- ciales de las unidades lingüísticas? sona tiene sólo dos piernas y dos bra- guo indo-europeo tuvo un modo par- ¿Tiene la evolución del lenguaje zos (y no alas, por ejemplo), pero las ticular de establecer la relación entre alguna dirección? piernas y los brazos no son idénticas el sujeto y el predicado basado en la En algunos casos parece posible para todo el mundo. Sin embargo, la clasificación de los nombres. Los nom- afirmar que los cambios que se produhipótesis emergentista exige además bres organizan la realidad en seres cen a lo largo del tiempo son irreveruna sola gramática universal. Esto animados o inanimados y se combina- sibles. Por ejemplo, sonidos consonánimplica la idea más restrictiva de que ban con verbos que denotaban acción ticos como k , p, y s pueden mutar en sólo haya un genotipo normal (inva- o estado respectivamente. Esto es lo el sonido h, que se articula como el riante) para el lenguaje, que dé origen que sucede cuando el nombre gato sonido inicial de la palabra inglesa a un solo tipo de gramática. Por el lado engarza con el verbo beber en la frase hill, “colina”, pero la mutación inversa de la genética, esta exigencia no es El gato bebe leche , pero no La leche es extremadamente rara. También se compatible prima facie con el hecho de bebe el gato. Este procedimiento carac- ha observado el cambio de un sistema que los genotipos humanos son múlti- teriza un tipo de lenguas que se deno- activo a un sistema acusativo con voz ples. minan activas-estativas, al que perte- pasiva, pero no el cambio en sentido necen varias lenguas aborígenes de contrario. Esto hace suponer que alguara concluir, ¿tiene el lenguaje América, como las algonquinas. El nos cambios lingüísticos no son sólo humano una historia evolutiva? antiguo indo-europeo parece que fue alteraciones superficiales de un sis¿Hay en la actualidad lenguas o fami- una lengua activa, pero en un momento tema, sino modificaciones profundas lias de lenguas que reflejen una fase posterior de su desarrollo abandonó que pueden ocasionar tipos de gramámás antigua que otras? La respuesta este sistema de concordancia sujeto- ticas con propiedades opuestas, como a esta cuestión depende de la recons- predicado en favor de otro que marca la presencia de voz pasiva frente a su trucción hecha mediante la compara- el sujeto del verbo transitivo y el del ausencia, indicación de tiempo en los ción de las distintas lenguas existen- intransitivo con el caso nominativo y verbos de la frase frente a indicación tes, que puede remontarse hasta el objeto con el caso acusativo. En este del modo en que se desarrolla una fechas comprendidas entre 4000 y sistema, denominado acusativo, el acción, etc. Algunos cambios manifies8000 años antes del presente. De este verbo rige o determina los nombres tan una dirección hacia la simplicimodo se encuentran en las lenguas que forman la frase, como en la frase dad, como en la mutación de la consoactuales pruebas que hacen pensar en latina Puer puella-m (Ac.) amat, “el nante t, que tiene articulación bucal, la existencia de reliquias de los más niño quiere a la niña”, donde la marca en h, que carece de ella; en otros, sin antiguos estratos del lenguaje. - m señala el caso acusativo. Esta embargo, se produce un aumento apaPor ejemplo, el orden de palabras marca del objeto acompaña casi simul- rente de complejidad, como sucede con más natural y frecuente, como hemos táneamente a la aparición de la voz la adquisición de unidades de subordicho anteriormente, es el que sitúa pasiva, construcción gramatical que dinación. primero el sujeto agente, S, (que es sirve para realzar el objeto. n suma, hay pruebas que apoyan normalmente el tópico de la oración), El cambio de una lengua activa a luego el objeto, O, (el término de lo otra acusativa se produjo en un período la hipótesis de que las gramáticas denotado por el verbo) y finalmente el de tiempo grande y parece indicar una de las lenguas evolucionan, modifi verbo, V. Este orden es además el que dirección en la evolución del lenguaje, cando a veces de forma radical la aparece en algunas lenguas mixtas (o desde una fase previa donde la clasi- estructura previa, frente al inmovi pidgins ), como el pidgin de Hawai, que ficación era una operación relevante lismo implicado por la hipótesis emerson formas lingüísticas simplificadas. y sensible hasta una fase alejada de gentista, aunque siempre en períodos Es plausible considerar esta ordena- la clasificación y con predominio de extensos de tiempo. ción como la más antigua de todas, una relación formal entre los elemenpero no ha sido infrecuente su modifi- tos de la frase. cación. En algunos casos se ha ido Otra aparente reliquia es la inexisadquiriendo a lo largo de varias cen- tencia en algunas lenguas de unidades tenas o millares de años el orden S V de subordinación (como por ejemplo la O, como sucedió en algunas lenguas forma que del español, en Digo que BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA descendientes de la familia indo-euro- voy ), que encontramos en algunas LINGÜÍSTICA G ENERAL. Angel Alonsopea y también en el pidgin de Hawai familias lingüísticas. Así, la lengua Cortés. Cátedra. Madrid, 1994. cuando se estabilizó en su forma crio- caribeña pemon, de la familia de lenTHE L ANGUAGE I NSTINCT. S. Pinker. Harlla. El verbo, que en el orden más anti- guas americanas hablada en Veneper Collins. 1995. guo estaba en tercer lugar, pasa a zuela, señala el subordinante con una THE BIOLOGY AND EVOLUTION OF LANGUAocupar el segundo lugar en las lenguas pausa (representada aquí con “:”) en GE. P. Lieberman. Harvard U. P. Camgermánicas. Este salto obedece a una Te-pai pra edai: taure-da , expresión bridge, Mass., 1984. intención de realzar el predicado (o su que literalmente significa “no quiero
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Especializaciones del cerebro humano Norman Geschwind
Ciertas facultades superiores, tales como la del lenguaje, dependen de regiones especializadas del cerebro humano. Los dos hemisferios cerebrales están especializados en diferentes tipos de actividad mental
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os sistemas nerviosos de todos rias para una prolongada retención de los animales tienen en común los recuerdos. En algunos casos, la cierto número de funciones especialización funcional de un sisbásicas, de las que las más notorias tema de neuronas parece estar defison el control del movimiento y el aná- nida con toda precisión: así, a ambos lisis de la sensación. Lo que distingue lados de la corteza cerebral humana al cerebro humano es la variedad de hay un área a la que concierne princiactividades más especializadas que es palmente el reconocimiento de roscapaz de aprender. El ejemplo que tros. Es probable que otras actividadestaca sobre todos es el del lenguaje: des mentales estén también asociadas nadie nace hablando ninguno, pero a determinados retículos de neuronas. virtualmente todo el mundo aprende Las capacidades musicales y artístia hablar y a entender la palabra cas, por ejemplo, parecen depender de hablada, y a gentes de todas las cultu- sistemas cerebrales especializados, ras se las puede enseñar a leer y a aunque la disposición de sus circuitos escribir. La música es también univer- aún no ha sido estudiada. sal en el hombre: personas sin instrucOtra característica distintiva del ción son capaces de reconocer y repro- cerebro humano es la manera de ducir docenas de melodías. Asimismo, repartirse las funciones entre los dos casi todo el mundo puede dibujar figu- hemisferios cerebrales. Que el cerebro ras sencillas, y no es rara la habilidad humano no es muy simétrico en su para sacar parecidos exactos. funcionar da pie, al menos para con Algunas, al menos, de estas funcio- jet urar lo, a una observació n de la nes superiores del cerebro humano experiencia diaria: la mayoría de la son gobernadas por retículos neurona- gente tiene preferencia por la mano les especializados. Se sabe desde hace derecha, que es controlada por el lado más de 100 años, por ejemplo, que por izquierdo del cerebro. Las capacidalo menos dos regiones definidas del des lingüísticas residen también precórtex cerebral son esenciales para la ponderantemente en el lado izquierdo. aptitud lingüística; parecen estar Por estas razones se decía antes que explícitamente organizadas para el el hemisferio cerebral izquierdo era el procesamiento de la información ver- dominante, y al lado derecho del cerebal. Ciertas estructuras de la superfi- bro se lo consideraba subordinado. En cie interna de la parte inferior del años recientes ha sido revisada tal lóbulo temporal, incluido el hipo- concepción y se ha hecho indiscutible campo, son indudablemente necesa- que cada hemisferio tiene sus propios talentos especializados. Entre aquellos para los que es dominante el córtex del lado derecho, he mos de incluir ciertas predisposiciones y aptitudes NORMAN GESCHWIND centró sus investigaciones en la relación entre la para la música y para el reconocianatomía del cerebro y la conducta, miento de complejos patrones visuaincluyendo la organización cerebral del les. Al hemisferio derecho concierne lenguaje, las afasias y los cambios emode modo particular la expresión y el cionales resultantes de las lesiones del reconocimiento de la emoción. Hace cerebro, así como los procesos evolutipocos años que a estas asimetrías fun vos del lenguaje y las asimetrías funcionales se las asocia decididamente cionales del córtex. con las anatómicas, y hoy se investiga
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ya su extensión a especies animales distintas del hombre.
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n el hombre, como en otros mamíferos, hay amplias áreas del córtex cerebral dedicadas a funciones sensoriales y motoras relativamente simples. Un arco que se extiende aproximadamente de oreja a oreja, cruzando el cerebro por la parte superior, es el córtex motor primario, que ejerce el control voluntario sobre los músculos. Paralela a este arco, y justo detrás de él, está el área somaticosensorial (somatestésica) primaria, donde se reciben señales procedentes de la piel, de los huesos, de las articulaciones y de los músculos. Casi cada región del cuerpo está representada por una región correspondiente en la corteza motora primaria y en la corteza somatestésica. En la parte posterior del cerebro, y concretamente en la superficie interna del lóbulo occipital, está la corteza visual primaria. Las áreas auditivas primarias se hallan en los lóbulos temporales; la olfacción tiene su centro en una región situada en la cara inferior del lóbulo frontal. Se dice que las áreas primarias motora y sensorial están especializadas por cuanto que cada una de ellas se dedica a una función específica, pero las funciones mismas son de general utilidad, y las áreas han de realizar además otras muchas y muy diversas actividades. Por otro lado, áreas ho mólogas se encuentran en todas las especies que tienen desarrollada la corteza cerebral. Lo que principalmente me interesa en este artículo son ciertas regiones de la corteza que rigen un sector más bien reducido del comportamiento. Algunas de estas áreas sumamente especializadas puede que sean comunes a muchas especies, pero otras parecen ser únicamente humanas.
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REPRODUCIDO CON LA MANO IZQUIERDA (HEMISFERIO DERECHO)
MODELO PROPUESTO
1. HABILIDADES DE LOS DOS HEMISFERIOS del córtex cerebral humano comprobadas en un sujeto cuyos hemisferios habían sido aislados quirúrgicamente el uno del otro. El procedimiento quirúrgico consistió en cortar los dos principales haces de fibras nerviosas que conectan los hemisferios: el cuerpo calloso y la comisura anterior. En la prueba se le iba presentando al sujeto cada uno de los modelos de la columna central, y se le pidió que lo reprodujera juntand o unos bloques coloreados. La reunión de los bloques fue realizada o sólo con la mano derecha (que se comunica principalmente con el hemisferio izquierdo) o sólo con la izquierda (que es controlada
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REPRODUCIDO CON LA MANO DERECHA (HEMISFERIO IZQUIERDO)
primordialmente por el hemisferio derecho). Los errores fueron igualmente frecuentes con una u otra mano, pero los tipos de error peculiares de cada una fueron completamente diferentes. Los resultados sugieren que cada lado del cerebro proporciona distinta serie de recursos para llevar a cabo tal tarea, descubrimiento que concuerda del todo con la demostración de que los hemisferios están especializados para realizar funciones diferentes. Pero lo que queda igualmente claro es que ninguno de los hemisferios es capaz de analizar él solo tales modelos; han de cooperar los dos hemisferios. La prueba fue dirigida por Edith Kaplan.
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Una serie de experimentos sobre el Estos experimentos ilustran tam- del funcionamiento cerebral, pero aprendizaje en los monos ilustra hasta bién uno de los principales medios de desde entonces se han desarrollado ya qué punto puede ser sutil la distinción adquirir información sobre las funcio- otras técnicas. Una de las más intereentre las funciones de dos retículos de nes del cerebro. Cuando por enfermedad santes fue puesta a muy alto nivel de neuronas. A un mono se le puede ense- o por accidente se daña un punto eficacia por el neurocirujano alemán ñar a elegir coherentemente uno de determinado del mismo, síguese a Otfrid Foerster y por Wilder Penfield. entre dos objetos o dibujos. La tarea veces una bien definida deficiencia en Estudiaron las respuestas que suscise hace algo más difícil si se retiran el comportamiento. En muchos casos, taba la estimulación eléctrica de varios los objetos después de habérselos pre- cabe concluir que algunos aspectos del puntos del cerebro en pacientes que sentado y sólo se permite que el mono comportamiento afectado dependen, estaban conscientes durante la interseñale su elección al cabo de un rato normalmente, de la parte del cerebro vención quirúrgica. De este modo se de haber estado ocultos los objetos que ha sido destruida. En el hombre logró cartografiar las regiones respontras una pantalla. Se ha visto que la la causa más común de deterioro del sables de varias funciones. Esta técejecución de esta prueba se torna cerebro es la trombosis cerebral o ata- nica, además de importante para el ostensiblemente difícil si al animal se que de apoplejía: la oclusión de alguna estudio del cerebro, es clínicamente le destruye una pequeña región del arteria en el cerebro, a resultas de la beneficiosa, pues ayuda al cirujano a lóbulo frontal, a ambos lados del cere- cual mueren los tejidos que debía ali- evitar aquellas áreas en las que el bro. La dificultad del experimento mentar la arteria bloqueada. Por los daño podría ser irreversible. puede aumentarse también hacién- años 1920 el estudio de pacientes que Los procedimientos quirúrgicos que dolo con objetos o dibujos más comple- habían sobrevivido a tales ataques se han puesto en práctica para el con jos , pero perm itie ndo que el mono permitió identificar varias regiones trol de la epilepsia han aportado tamescoja con ellos a la vista. El daño de funcionales del cerebro, incluidas las bién mucha información. Un método cualquier otra área de la corteza áreas del lenguaje. de tratar los ataques epilépticos perreduce la habilidad para realizar esta El estudio de los efectos que produce sistentes (adoptado sólo cuando han tarea, pero no comporta ningún efecto el deterioro del cerebro sigue siendo un fallado otras terapias) es extirpar la en el test de dilación. método importante en la investigación región del córtex de la que provienen
2. LAS REGIONES SOMATESTESICA Y MOTRIZ de la corteza cerebral. Están especializadas en el sentido de que a cada lugar de las mismas puede asociársele con alguna parte del cuerpo. En otras palabras, casi todo el cuerpo puede ser representado entre los pliegues del córtex, resultando así dos homúnculos contrahechos. Las contrahechuras se producen porque el área del córtex dedicada a una parte del cuerpo no es proporcional al tamaño
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real de esa parte sino a la precisión con que ha de ser controlada. En el hombre las regiones motrices y somatestésicas dedicadas al rostro y a las manos son mucho mayores que las demás. Este dibujo muestra sólo la mitad de cada región cortical: el área somatestésica izquierda (que recibe las sensaciones originadas en el lado derecho del cuerpo) y el córtex motor derecho (que controla los movimientos de la mitad izquierda del cuerpo).
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los ataques. Las deficiencias funcionales que a veces resultan de e ste procedimiento han sido estudiadas detalladamente por Brenda Milner, del Instituto Neurológico de Montreal.
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as especializaciones de los hemisferios se pueden estudiar en sujetos que han sufrido algún daño en las comisuras que conectan entre sí los dos lados del cerebro, la más importante de las cuales es el cuerpo calloso. En los primeros casos de éstos, estudiados a finales del siglo XIX por Jules Déjerine en Francia y por Hugo Liepmann en Alemania, el daño había sido causado por congestiones. Más recientemente, para aliviar la epilepsia, se ha recurrido a aislar los hemisferios seccionando quirúrgicamente las comisuras. Los estudios que sobre estos pacientes de “cerebro dividido” han llevado a cabo Roger W. Sperry y Michael S. Gazzaniga han servido para que se conozcan cada vez con mayor detalle las funciones que desempeña cada hemisferio por separado. Doreen Kimura dio los primeros pasos en el desarrollo de una técnica llamada “escucha dicótica”, que suministra datos sobre la especialización de los hemisferios en el cerebro humano intacto. Las regiones especializadas del cerebro que se han investigado con mayor profundidad son las que guardan relación con el lenguaje. Por los años 1860 el investigador francés Paul Broca hizo notar que la lesión de una determinada zona de la corteza originaba concordantemente una afasia o trastorno del habla. Esa zona está a un lado del lóbulo frontal, y hoy se la denomina área anterior del lenguaje o, sencillamente, área de Broca. Este hizo aún un segundo descubrimiento importante: señaló que mientras la lesión de esa área del lado izquierdo del cerebro originaba la afasia, una lesión similar en la zona correspondiente del lado derecho dejaba intacta la facultad de hablar. Este hallazgo se ha venido confirmando con múltiples pruebas: más del 95 por ciento de las afasias causadas por lesiones del cerebro resultan del deterioro del hemisferio izquierdo. El área de Broca es adyacente al área frontal del córtex motor, que controla los músculos de la cara, la lengua, la mandíbula y la garganta. Cuando se lesiona el área de Broca, se produce también casi siempre algún grave daño en la zona anterior del hemisferio izquierdo, por lo que podría pensarse que la disrupción del habla fuera causada por la parálisis parcial de los músculos requeridos para la
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3. MAPA DEL CORTEX HUMANO que muestra unas regiones cuyas especializaciones funcionales han sido identificadas. Gran parte del córtex realiza funciones relativamente elementales: generación del movimiento y análisis primario de las sensaciones. Estas zonas, que incluyen las regiones motriz y somatestésica y las áreas primarias visual, auditiva y olfativa, se dan en todas las especies que tienen un córtex bien desarrollado y son puestas a contribución en el curso de muchas actividades. Otras diversas regiones (color más intenso) están más estrictamente especializadas. El área de Broca y el área de Wernicke intervienen en la producción y la comprensión del lenguaje. El giro angular parece ser que sirve de intermediario entre las formas de la información visuales y las auditivas. Estas especializaciones funcionales han sido detectadas solamente en el lado izquierdo del cerebro; las correspondientes áreas del hemisferio derecho no poseen la misma competencia lingüística. El hemisferio derecho —no mostrado aquí— tiene sus propias habilidades especiales, entre ellas la de analizar ciertos aspectos de la música y de comple jos modelos visuales. Las regiones anatómicas asociadas a estas facultades no están, empero, tan bien definidas como las áreas del lenguaje. Aun en el hemisferio izquierdo, la asignación de funciones a determinados puntos del córtex es sólo aproximada; algunas áreas corticales tienen otras funciones además de las aquí indicadas, y hay funciones que tal vez se efectúen en más de un sitio.
articulación. Pero se demuestra fácilmente que la explicación ha de ser otra. Primero, porque la lesión del área correspondiente del lado derecho del cerebro no produce afasia, aunque resulte un similar debilitamiento de los músculos faciales. Además, es sabido que, en la afasia de Broca, los músculos que funcionan mal en el habla operan normalmente en otros cometidos. La prueba es sencillísima: el sujeto que padece afasia de Broca sólo puede hablar con mucha dificultad, pero en cambio puede cantar fácilmente y a menudo hasta con elegancia. El habla de quien padece afasia de Broca tiene también algunas características, tales como errores gramaticales, que no se pueden explicar atribuyéndolas a un debilitamiento muscular.
Otro tipo de afasia fue la identificada en 1874 por el investigador alemán Carl Wernicke. Depende ésta de la lesión de otra zona del córtex, también en el hemisferio izquierdo, pero ahora en el lóbulo temporal (no en el frontal). Esta región, llamada hoy área de Wernicke, se halla situada entre el córtex auditivo primario y una estructura denominada giro angular, que probablemente sirve de intermediaria entre los centros visual y auditivo del cerebro. Lo que ya ha sido averiguado es que el área de Wernicke y la de Broca están conectadas entre sí por un haz de fibras nerviosas, el fascículo arqueado. Una lesión en el área de Broca o en la de Wernicke se traduce en una disrupción del habla, pero según sea una u otra el área afectada será totalmente
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4. SISTEMA VASCULAR DEL CEREBRO: ha desempeñado un papel importante en la localización y representación de regiones funcionales en el córtex cerebral. Frecuentemente las funciones normales de un área pueden inferirse a partir de las perturbaciones y trastornos del comportamiento que resultan de una alteración o lesión de esa área. La causa más común de tal alteración es la oclusión de una de las arterias que irrigan el córtex, oclusión que lleva a la muerte del tejido que esa arteria alimentaba. Las áreas de Broca y Wernicke pudieron ser identificadas de este modo hace unos 100 años, al verse, en la autopsia de sujetos que habían padecido típicas afasias o defectos del habla, que esas áreas del hemisferio izquierdo presentaban alteraciones. La naturaleza del trastorno varía según el área afectada.
diferente la naturaleza del trastorno. En la afasia de Broca, el habla es trabajosa y lenta y la articulación débil e incorrecta. Frecuentemente, las respuestas a las preguntas tienen sentido; mas, por lo general, no pueden ser expresadas en forma de frases completas y gramaticalmente bien construidas. Al paciente le resultan difíciles sobre todo la conjugación de los verbos, el debido empleo de los pronombres y las conjunciones y las construcciones gramaticales comple jas. De resultas de todo ello, su habla tiene un estilo telegráfico. Por ejemplo, preguntado un paciente acerca de una cita con el dentista, respondió dubitativa e indistintamente: “Sí... lunes... papá y Dick... miércoles a las nueve... a las 10 en punto... doctores... y... dientes.” Faltas del mismo tipo se cometen también al escribir.
cuando cada palabra por separado sea correcta, el conjunto de la enunciación puede darles un sentido de lo más vago y extraño. Un paciente al que se le rogó que describiera un cuadro que representaba a dos mozalbetes hurtando bizcochos a espaldas de una mujer, escribió esto: “La madre está fuera aquí trabajando su trabajo para ir me jor, pero cuando ella está mirando los dos chicos mirando a la otra parte. Ella está trabajando otra vez.” Partiendo del análisis de estos defectos formuló Wernicke un modelo de la producción del lenguaje en el cerebro. Durante los últimos 100 años se ha hecho un gran acopio de nueva información, pero los principios generales elaborados por Wernicke todavía parecen válidos. En dicho modelo, la estructura subyacente de una enunciación se origina en el área de Wernicke. A continuación, pasa por el fascículo n la afasia de Wernicke el habla arqueado al área de Broca, donde suses fonética e incluso gramatical- cita un detallado y coordinado promente normal, pero semánticamente grama de vocalización. Este programa desconcertante. Las palabras son a es transmitido al área anterior adyamenudo seriadas con notable facilidad cente del córtex motor, que activa los y con las debidas inflexiones, de modo músculos apropiados de la boca, los que su emisión tiene la estructura labios, la lengua, la laringe y demás. reconocible de una frase. Sin embargo, El área de Wernicke no sólo interlas palabras elegidas son con frecuen- viene en el hablar, sino que desemcia inapropiadas y a veces se interfie- peña también un papel importante en ren sílabas o palabras sin sentido. Aun la comprensión de la palabra hablada
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y en el leer y el escribir. Cuando se oye una palabra, el sonido es recibido inicialmente en el córtex auditivo primario, pero la señal tiene que pasar a través de la adyacente área de Wernicke si ha de ser entendida como mensaje verbal. Cuando se lee una palabra, el patrón visual (proveniente del córtex visual primario) es transmitido al giro angular, el cual opera una transformación que elicita en el área de Wernicke la forma auditiva de la palabra. El escribir una palabra en respuesta a un informe oral requiere que la información recorra las mismas sendas en la dirección opuesta: del córtex auditivo al área de Wernicke y al giro angular. Con este modelo se explican muchos de los síntomas que caracterizan las afasias. Una lesión en el área de Broca perturba la producción del habla pero su efecto es menor en la comprensión. Por el contrario, si se daña el área de Wernicke, se deteriora el uso del lenguaje en todos sus aspectos. Los efectos de ciertas lesiones más raras están también de acuerdo con el modelo. Po r ejemplo, la destrucción del fascículo arqueado, al desconectar una de otra las áreas de Broca y de Wernicke, da por resultado un hablar fluido y bien articulado pero semánticamente aberrante; el área de Broca no pierde capacidad funcional, pero no recibe información del área de Wernicke. Sin embargo, como este último centro sigue también funcionando, la comprensión de las palabras habladas y escritas es casi normal. La escritura se altera en todas las afasias en que el habla es anormal, pero los circuitos neurales que entran en juego al escribir no se conocen aún con detalle.
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as lesiones del giro angular tienen por efecto la desconexión de los sistemas implicados en el lenguaje auditivo y en el lenguaje escrito. Pacientes con ciertas áreas del giro angular dañadas pueden hablar y entender el habla normalmente, pero tienen dificultades con el lenguaje escrito. La comprensión de una palabra escrita parece requerir que la forma auditiva de esa palabra sea evocada en el área de Wernicke. Al parecer, la lesión del giro angular interrumpe la comunicación entre el córtex visual y el área de Wernicke, con lo que la comprensión del lenguaje escrito empeora. Aunque la asignación de las funciones lingüísticas a varias zonas del córtex está hoy avalada por muchas pruebas, no conviene exagerar la exactitud de tales localizaciones. La opinión pesimista de que cualquier lesión del tejido
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5. LA HABILIDAD para el lenguaje requiere la cooperación de varias áreas del córtex. Cuando se oye una palabra (diagrama superior ), la sensación procedente de los oídos es recibida por el córtex auditivo primario, pero la palabra no puede ser entendida hasta que la señal ha sido procesada en la adyacente área de Wernicke. Si la palabra ha de ser pronunciada, parece que lo que ocurre es que cierta representación de la misma se transmite desde el área de Wernicke al área de Broca, a través de un haz de nervios llamado fascículo arqueado. En el área de Broca, la palabra evoca un detallado programa de articulación, suministrado por el área anterior del córtex motor. A su vez, el córtex motor pone en movimiento los músculos de los labios, de la lengua, de la laringe y cuantos hayan de intervenir. Cuando se lee una palabra escrita (diagrama inferior ), la sensación se registra por el córtex visual primario. Parece ser que luego se transmite al giro angular, que asocia la forma visual de la palabra con el correspondiente modelo auditivo en el área de Wernicke. La pronunciación de la palabra corre a cargo, por fin, de los mismos sistemas de neuronas que antes. (Ilustraciones de Carol Donner.)
de estas zonas acarrea un defecto lingüístico permanente es injustificada. De hecho, se ha observado en muchos casos un alto grado de recuperación. Los neurotejidos destruidos por una trombosis arterial no se regeneran nunca, pero parece ser que las funciones de las áreas afectadas las pueden asumir, en parte al menos, otras regiones. En algunos casos la recuperación denota probablemente la existencia de una reserva alternativa de saberes acumulada en el lado opuesto del cerebro, que permanece dormido hasta que es lesionado el lado dominante. En otros casos, la función es tomada a su cargo por neuronas situadas en las zonas adyacentes o alrededor de la que ha sufrido el daño. Patrick D. Wall ha demostrado que hay una franja de tales células, aletargadas pero potencialmente activas, junto al córtex atestésico, y parece probable que existan franjas similares bordeando todas las regiones del cerebro. Jay P. Mohr y sus colaboradores han mostrado que las perspectivas de recuperarse de la afasia de Broca son muy buenas con tal que la región destruida no sea demasiado grande. Una interpretación de estos hallazgos sugiere que las regiones que bordean el área de Broca participan de su especialización en forma latente. Aunque el mecanismo de la recuperación no se conoce aún con detalle, se ha comprobado que algunos grupos de pacientes tienen más probabilidades de recuperar su habilidad lingüística que otros. Los niños, particularmente los de menos de ocho años, logran con
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frecuencia una excelente recuperación. Las personas zurdas progresan también más que las diestras. Y entre las diestras es más probable que se recuperen las que tienen padres, parientes muy próximos o hijos zurdos, que aquellas en cuya historia
familiar no hay zurdería. La relación entre la habilidad de las manos y la recuperación de las áreas del lenguaje que estuvieron lesionadas sugiere que no son del todo independientes el dominio cerebral de la habilidad de las manos y el del lenguaje.
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6. EL RECONOCIMIENTO de rostros es una facultad regida, al parecer, por regiones situadas en las caras inferiores de los lóbulos temporal y occipital a ambos lados del córtex, que aquí contemplamos desde su zona basal. La lesión que destruye esta área altera la capacidad de reconocer a las personas por sus rasgos faciales, pero apenas si tiene otros efectos. A veces se produce alguna mengua de la visión, pero el paciente puede leer, puede nombrar los objetos que ve y hasta puede emparejar un retrato de todo el rostro de una persona con otro de esa misma persona puesta de perfil. La única capacidad que se ha perdido es la de reconocer a la gente por sus facciones, y esta pérdida puede ser tan grave como para no reconocer ni a los familiares más allegados. Esa incapacidad se llama prosopagnosia.
Un trastorno del cerebro que asombra por lo muy circunscrito de sus efectos es la prosopagnosia o incapacidad de reconocer los rostros. La capacidad que un individuo normal tiene para identificar a las personas por sus rostros es de por sí notable: un solo golpe de vista con el que distingamos sus facciones nos basta para reconocer a una persona, aunque sus ras-
gos quizás estén muy alterados por los años o se nos presenten con muchas deformaciones, como ocurre en la caricatura. En el sujeto que padece prosopagnosia está anulado este talento asociativo. Lo relevante de ese trastorno es su especificidad. Por lo general va acompañado de pocos síntomas neurológicos más, aparte de la pérdida de una
parte del campo visual, a veces en ambos lados y a veces sólo en la mitad izquierda del espacio. La mayoría de las tareas mentales, incluidas las que requieren el procesamiento de la información visual, se realizan sin mayor dificultad; por ejemplo, de ordinario el paciente puede leer y nombrar correctamente los objetos que ve. Lo que no puede es nombrar a la persona que tiene ante sí o a la que ve en una fotografía. A veces ni siquiera reconoce a su mujer ni a sus hijos. Y no es que haya perdido la capacidad de identificar a las personas que le son familiares, sino sólo la conexión entre el rostro y la identidad. Cuando le habla alguien a quien conoce bien, el paciente distingue perfectamente su voz y puede decir inmediatamente el nombre de esa persona. La percepción de los rasgos faciales también sigue siendo cabal, pues el paciente puede, en muchos casos, describir con detalle un rostro y puede de ordinario emparejar una fotografía hecha de frente con otra de perfil de la misma persona.
7. CIERTOS PROCESOS de la memoria parecen estar asociados a estructuras de la cara interna de los lóbulos temporales, tales como el hipocampo (color ). Se ha comprobado que las lesiones bilaterales de estas áreas causan un grave y duradero trastorno de la memoria, caracterizado por la incapacidad para retener nueva información. Los sujetos que padecen lesiones de este tipo no parecen sufrir menoscabo en sus facultades de percepción, pero son en gran parte incapaces de incorporar nueva información a su reserva mnémica a largo plazo. Las lesiones agudas de uno solo de los lóbulos temporales en esta región dan a veces por resultado similares pero no tan persistentes trastornos de la memoria, que reflejan el contraste entre las especializaciones de los dos hemisferios. Milner estudió este fenómeno.
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La deficiencia parece limitarse a la imposibilidad de asociar las caras con las identidades. Las lesiones que causan la prosopagnosia están tan estereotipadas como el trastorno en cuestión. El deterioro tiene lugar en la parte inferior de los dos lóbulos occipitales, y se extiende hacia delante hasta la superficie interna de los lóbulos temporales. Se supone que en esta región hay algún retículo de neuronas es pecializado en el reconocimiento rápido y fiable de los rostros humanos. Quizá parezca que es desproporcionada la parte de los recursos cerebrales que se dedica a un cometido más bien limitado. Pero piénsese que la capacidad de distinguir y reconocer a los individuos es muy valiosa para un animal tan social como el hombre y que probablemente ha habido una fuerte presión selectiva para aumentar su eficacia.
alrededor. De hecho, parecía capaz de Para resolver definitivamente este retener cantidades limitadas de nueva conflicto entre teorías habrá que coninformación, igual que todo el mundo. tar con un conocimiento más claro y Sin embargo, al cabo de poco tiempo, específico de los circuitos neuronales desaparecía esa nue va información de la memoria. que había adquirido. primera vista parece que haya Milner visitó al paciente y le sometió a pruebas periódicas desde que fue una simetría perfecta entre los operado. Averiguó que su fuerte amne- dos lados del cerebro, como la que sia anterógrada cambió muy poco existe en casi todos los demás órganos durante todo ese tiempo. También le del cuerpo. Podría esperarse, por encontró indicios de una extensa aun- tanto, que las dos mitades del cerebro que dispersa amnesia retrógrada (res- fueran también funcionalmente equipecto a los años anteriores a la opera- valentes, como lo son los dos riñones ción), pero que mejoró de forma o los dos pulmones. Pero, en realidad, apreciable. Si no se distraía podía rete- muchas de las funciones más especianer, digámoslo así, un número de tres lizadas se dan sólo en un hemisferio o cifras durante unos cuantos minutos en el otro. Hasta la aparente si metría por medio de la repetición verbal o con anatómica es ilusoria. la ayuda de algún recurso mnemotécEn las áreas motora y sensorial prinico. Pero tan pronto como dejaba de marias del córtex la asignación de prestar atención al ejercicio, aunque tareas a los dos hemisferios se ajusta sólo fuese por un instante, no podía a un sencillo patrón: cada lado del cererecordar ya el número o el recurso bro se ha de ocupar principalmente del s probable que en otras especies mnemotécnico al que había dedicado lado opuesto del cuerpo. La mayoría sociales existan capacidades semejante esfuerzo. Ni siquiera recor- de las fibras nerviosas que constituparecidas. Gary W. Van Hoesen inves- daba ya la tarea misma, aquello que yen las sendas que irradian de las tigó las bases neurológicas del recono- hacía en el instante anterior. Como áreas motora y sensorial pasan, en cimiento de rostros en el mono rhesus. vivía al momento, no era capaz de algún punto de su curso, al lado Demostró que los monos pueden dis- aprenderse sus señas, ni podía recor- opuesto del sistema nervioso. De ahí tinguir rápidamente a unos monos de dar dónde estaban sus objetos de uso que los músculos de la mano y del pie otros a base de fotografías faciales. diario. Tampoco reconocía a las perso- derechos sean controlados primariaPero las neuroestructuras cuyo fun- nas que le visitaron con regularidad mente por el córtex motor izquierdo, y cionamiento se requiere para efectuar durante muchos años. que los impulsos sensitivos del lado tales discriminaciones no han sido La ablación bilateral que ocasiona derecho vayan a parar principalmente identificadas. esta pérdida de la memoria no se prac- al córtex somatestésico izquierdo. Hasta hace poco no se sabía gran tica ya por razones obvias, pero se han Cada oído tiene conexiones con el córcosa de las bases fisiológicas de la producido en algunos casos lesiones tex auditivo situado a ambos lados del memoria, que es una de las funciones similares de la superficie interna de cerebro, pero las conexiones de cada más importantes del cerebro humano. los lóbulos temporales por efecto de uno de ellos con el córtex del lado conPero a través del estudio de algunas operaciones hechas a uno de los lados trario son las más fuertes. Las señales perturbaciones muy específicas se ha del cerebro en pacientes de los que no provenientes de los ojos se distribuyen llegado a identificar áreas o estructu- se sospechaba que tuvieran el lóbulo de un modo algo más complicado. Los ras del cerebro relacionadas con cier- opuesto dañado. Las pérdidas de nervios ópticos están dispuestos de tos procesos mnémicos. Por ejemplo, memoria resultantes son parecidas, suerte que las imágenes de la mitad el examen de diferentes formas de en vista de lo cual hoy se acepta derecha del espacio en ambos ojos son amnesia anterógrada —una incapaci- ampliamente que la superficie interna proyectadas al córtex visual izquierdo, dad de retener nueva información— de los lóbulos temporales tiene una y, en cambio, el campo visual izquierdo ha revelado el papel que desempeñan misión en la función mnémica. Más de los dos ojos va al hemisferio dereen la memoria los lóbulos temporales. aún, el hecho de que estos pacientes, cho. A resultas de este juego de conexioEn particular, la sorprendente inca- por lo general, conserven sus faculta- nes con los lados contrapuestos, las pacidad de un paciente al que Milner des de percepción justifica la distin- funciones motoras y sensitivas de los estudió durante más de 25 años ción que hacen muchos especialistas dos hemisferios se mantienen separademuestra cuán importantes son para entre un proceso de la memoria a corto das, pero son bastante simétricas. la memoria algunas estructuras de la plazo y otro proceso a largo plazo, por Cada mitad del cerebro se ocupa de la superficie interna de los lóbulos tem- el que se logra un almacenamiento mitad opuesta del cuerpo y la mitad porales, tales como el hipocampo. más estable de la información. El del campo visual. En 1953 el paciente hubo de ser segundo de estos procesos es el que Las funciones más especializadas intervenido quirúrgicamente y en la sufre deterioro en el paciente arriba están distribuidas de un modo totaloperación se le dañó una zona extensa descrito, pero la naturaleza del daño mente diferente y son muy asimétridel hipocampo y varias estructuras es materia de controversia. Creen cas. Indiqué antes que la capacidad asociadas a éste en los dos lóbulos algunos que el problema está en que lingüística depende primariamente temporales. Después de la operación, no hay consolidación, es decir, en que del hemisferio izquierdo. Hay razones el paciente conservó íntegros durante no pasa la información del depósito a para creer que el lado derecho del cerelargo tiempo los saberes y habilidades corto plazo al almacenamiento a largo bro es más importante para la percepque con anterioridad a ella había plazo. Otros sostienen que la informa- ción de melodías, siendo una de las adquirido, y fue capaz de enterarse ción es trasladada y almacenada, pero pruebas de ello la facilidad con que normalmente de lo que ocurría a su que luego no se la puede ya recobrar. pacientes afásicos, que tienen lesio-
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8. ASIMETRIA ANATOMICA del córtex cerebral. Dicha asimetría puede relacionarse con las distintas especializaciones funcionales de sus dos hemisferios. Es fácil ver una de esas asimetrías en el cerebro intacto: la cisura de Silvio, que define el borde superior del lóbulo temporal, se eleva con pendiente más pronunciada en el lado derecho del cerebro. Una asimetría mayor se encuentra en el plano temporal, que constituye la cara superior del lóbulo
nado el hemisferio izquierdo, pueden cantar. La percepción y el análisis de modelos visuales no verbales, tales como dibujos de perspectivas, son en gran parte función del hemisferio derecho, aunque también el izquierdo contribuye de forma apreciable a estas tareas. Asimetrías así se manifiestan también en defectos parciales de la memoria, que pueden ser resultado de lesiones en sólo uno de los lóbulos temporales. La lobectomía del lóbulo temporal izquierdo puede menoscabar la capacidad de retener material verbal y dejar íntegra la de recordar localizaciones espaciales, caras, melodías y modelos visuales abstractos. En la vida cotidiana raras veces se detecta esa lateralización de la función, pues las informaciones pasan rápidamente de un hemisferio al otro por varias comisuras, entre las que se incluye el cuerpo calloso. Aun cuando se corten las interconexiones, los efectos totales de la dominancia cerebral sólo pueden observarse en situaciones de laboratorio, donde es posible ase-
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temporal y sólo puede vérselo entreabriendo la cisura silviana. La parte posterior del plano temporal suele ser mucho mayor en el lado izquierdo. La región agrandada es parte del área de Wernicke, lo cual sugiere que la asimetría pudiera estar relacionada con el predominio lingüístico del hemisferio izquierdo. La distribución de las asimetrías, estudiadas por LeMay, varía con la tendencia al empleo de una de las manos.
gurarse de que la información sensorial llega sólo a un hemisferio cada vez y de que la respuesta motora proviene de sólo un hemisferio. Bajo estas condiciones se ha observado un curioso tipo de comportamiento: si al paciente se le pone un objeto en la mano izquierda o se le presenta sólo dentro de su campo visual izquierdo, es incapaz de nombrarlo. Y no es que falle el reconocimiento, pues el paciente es capaz de emparejar ese objeto con otros afines, sino que la percepción, recibida sólo en el hemisferio derecho, no puede ser asociada a un nombre que sólo al hemisferio izquierdo le es conocido. Sin embargo tampoco se ha de exagerar la especialización de los hemisferios aislados. La mitad derecha del cerebro tiene sin duda alguna capacidad lingüística rudimentaria. Más aún, son muchas, sin duda, las tareas en las que, de ordinario, los dos hemisferios actúan concertadamente. En un test administrado tras el aislamiento quirúrgico de los hemisferios se le pide
al paciente que reproduzca un modelo sencillo juntando unos bloques de colores. En algunos casos, los errores son frecuentes tanto si el paciente realiza el ejercicio con la mano izquierda como si lo realiza con la derecha, pero lo característico es que los errores sean de diferente tipo según la mano empleada. Queda claro, pues, que ninguno de los dos hemisferios es competente él solo para realizar tal tarea y que han de cooperar los dos. Uno de los hallazgos recientes que más han sorprendido es el de que las reacciones emocionales que se siguen de las lesiones de los lados derecho e izquierdo del cerebro son diferentes. Las lesiones en la mayoría de las áreas del lado izquierdo van acompañadas de los sentimientos de pérdida que serían de esperar a resultas de un daño muy grave. El paciente está afectado por su incapacidad y a menudo se siente deprimido. La lesión en una región extensa del hemisferio derecho deja a veces al paciente sin preocupación alguna respecto a su estado.
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9. DISPOSICION ANORMAL de las células descubierta en un área del lenguaje de un sujeto que padecía una alteración del desarrollo de su capacidad de leer. La fotomicrografía de arriba muestra una sección del córtex normal hecha en la porción posterior del plano temporal, región que forma parte del área de Wernicke. Distínguense varias capas y cómo las células poseen una organización columnar característica. La fotografía de abajo muestra una sección de la misma región en un paciente afectado de dislexia. Una peculiaridad es la presencia de corpúsculos neuronales en la capa más superficial ( junto al extremo superior de la fotografía), donde lo normal es que no los haya. Además, la disposición de las células aparece alterada en todo el tejido. Esta anormalidad fue descubierta por Albert M. Galaburda y Thomas Kemper.
Guido Gainotti ha hecho una relación detallada de estas diferencias en la respuesta emocional. La emoción y el “estado de ánimo” se asocian frecuentemente a las estructuras del sistema límbico, situadas en el núcleo cerebral, pero en los últimos años se ha reconocido que la corteza cerebral, sobre todo el córtex del hemisferio derecho, contribuye también de un modo importante. Las lesiones producidas en el hemisferio derecho no sólo dan origen a respuestas emocionales impropias del estado del paciente sino que dificultan también su reconocimiento de emoción en los demás. Un paciente cuyo lado izquierdo del cerebro está dañado tal vez no sea capaz de comprender una frase, pero en muchos casos aún puede reconocer el tono emocional con que se pronuncia. El paciente que tiene lesión en el hemisferio derecho suele entender el significado de lo que se dice, pero a menudo es incapaz de reconocer si se dice con enfado o con buen humor.
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unque el predominio de uno u otro lado del cerebro humano es cosa sabida desde hace más de un siglo, sólo recientemente se han reconocido asimetrías comparables en otras especies animales. Uno de los adelantados en esta empresa es Fernando Nottebohm, que ha estudiado las bases neurológicas del canto en las aves canoras. En la mayoría de las especies estudiadas, aunque no en todas ellas, el lado izquierdo del cerebro es más importante para el canto que el derecho. También se han descrito ejemplos de dominancia en diversos mamíferos, si bien con mucho menos detalle. Bajo ciertas condiciones, la lesión del lado derecho del cerebro en las ratas altera su conducta emocional, como ha demostrado Victor H. Denenberg. La dominancia del córtex cerebral
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izquierdo para la realización de algunas tareas ha sido descubierta en un tipo de monos por James H. Dewson III. Michael Petersen y otros investigadores han probado que el hemisferio
izquierdo domina en el reconocimiento de los gritos distintivos de la especie por los macacos del Japón, que emiten una rara variedad de tales señales. Hasta ahora, empero, no se ha des-
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crito ningún ejemplo definitivo de asimetría funcional en el cerebro de los grandes monos, que son los má s próximos parientes del hombre. Durante muchos años prevaleció entre los neurólogos la opinión de que a las asimetrías funcionales del cerebro no se las podía correlacionar con asimetrías anatómicas. Se daba por supuesto que, si hubiese diferencias importantes entre los hemisferios, tendrían que haber sido notadas desde hace mucho por los cirujanos y los patólogos. Hace años, mi colega Walter Levitsky y yo decidimos indagar de nuevo esta materia, ateniéndonos a unas observaciones hechas anteriormente por el neurólogo alemán Richard Arwed Pfeifer. Examinamos 100 cerebros humanos, prestando particular atención a una zona denominada el plano temporal, que se extiende por la cara superior del lóbulo temporal y va a esconderse en el interior de la cisura de Silvio a ambos lados del cerebro. En nuestro estudio nos fijamos solamente en los aspectos anatómicos más llamativos, sin emplear otros instrumentos que la cámara fotográfica y una regla; pues bien, aun así hallamos clarísimas asimetrías. En general, la longitud y la orientación de las cisuras silvianas son diferentes a cada lado de la cabeza. Y lo que es más significativo, el área posterior del plano temporal, que forma parte de la zona de Wernicke, es generalmente mayor en el lado izquierdo. Las diferencias no son tan pequeñas que no puedan distinguirse a simple vista.
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uhn A. Wada probó que la asimetría del plano temporal es ya detectable en el feto humano. Es, por tanto, evidente que el mayor tamaño del plano izquierdo no puede interpretarse como una respuesta al desarrollo de la competencia lingüística durante la niñez. Por el contrario, parece que el superior talento lingüístico del hemisferio izquierdo es un resultado del sesgo anatómico. Albert M. Galaburda descubrió que el mayor tamaño del plano izquierdo puede explicarse en términos de organización celular del tejido. Hay en el plano una región, a la que se ha llamado región Tpt, cuya arquitectura celular es distinta. Galaburda encontró que la extensión de la región Tpt es considerablemente mayor en el hemisferio izquierdo; en el primer cerebro que examinó era más de siete veces mayor en el lado izquierdo que en el derecho. Galaburda y Thomas Kemper examinaron también el cerebro de una víctima de accidente que había padecido una persistente dislexia. Y halla-
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ron que las áreas Tpt eran aproximadamente de igual tamaño en los dos hemisferios. Además, la estructura celular del área Tpt del lado izquierdo era anormal. Las neuronas, en el córtex normal, están dispuestas en una serie de capas, cada una de las cuales tiene distinto número de células. En el cerebro de aquel disléxico estaban rotos los estratos, siendo una anomalía muy notable la presencia de células neuronales en la capa más superficial del córtex, donde lo normal es que no las haya. Se hallaron también islotes de tejido cortical dentro de la sustancia blanca del cerebro, donde no tiene que haberlos normalmente. Aunque de un solo caso no pueden sacarse conclusiones firmes, parece muy digno de tenerse en cuenta el que se haya encontrado una anormalidad estructural en el área del lenguaje del cerebro de quien consta que sufrió una anomalía en su capacidad lingüística.
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na nueva línea de investigación sobre la asimetría cerebral se abrió después por Marjorie J. LeMay, que ideó varios métodos para detectar la asimetría anatómica en las personas vivas. Uno de estos métodos es la arteriografía cerebral: se inyecta en la corriente sanguínea una sustancia opaca a los rayos X y se observa cómo se distribuye al recorrer las arterias craneanas. La arteriografía se emplea a menudo en la diagnosis de tumores cerebrales y de otros trastornos, y los arteriogramas examinados por LeMay se habían hecho con fines diagnósticos. Una de las arterias craneanas (la arteria cerebral media) recorre todo el surco de la cisura de Silvio, y LeMay mostró que la posición de la arteria en el arteriograma revela la longitud y la orientación de la cisura. Halló que en la mayoría de los sujetos la arteria cerebral media tenía una inclinación más pronunciada y ascendía al final más en el lado derecho de la cabeza que la correspondiente arteria del lado izquierdo. LeMay ha detectado también asimetrías cerebrales mediante tomografía axial computerizada, procedimiento por el que a partir de un conjunto de radiografías se reconstruye una imagen de la sección transversal del cerebro. En estas imágenes se observa una peculiar desviación de la simetría bilateral. En las personas que se valen preferentemente de la mano derecha, el lóbulo frontal derecho suele ser más amplio que el izquierdo, pero los lóbulos parietal y occipital izquierdos son mayores que los del lado derecho. La misma superficie interna del cráneo se
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ahonda en la parte frontal derecha y en la posterior izquierda para adaptarse a las protuberancias.
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eMay ha llegado a dar cuenta de las asimetrías que se hallan en moldes craneanos hechos a partir de restos fósiles del hombre de Neanderthal y de otros homínidos. Una pequeña cresta en la superficie interna de la bóveda craneana corresponde a la cisura de Silvio; donde su relieve se ha conservado lo bastante como para hacer impresión en la pasta de moldear. LeMay encuentra el mismo tipo de asimetría que se observa en el hombre moderno, lo cual sugiere que el predominio hemisférico ya se había producido hace por lo menos 30.000 años. LeMay y yo hemos probado que las asimetrías de las cisuras silvianas existen en los grandes simios, pero no en los monos pequeños. (Grace H. Yeni-Komshian y Dennis A. Benson han hecho parecidas averiguaciones.) Si se pudiera descubrir un correlato funcional de este sesgo anatómico, llegaría a contarse con un modelo animal de la dominancia cerebral en los simios antropoides. Una de las manifestaciones más comunes de la dominancia cerebral es también una de las más enigmáticas: el fenómeno del empleo preferente de una de las manos. Son muchos los animales en los que se da de alguna forma este fenómeno. Por ejemplo, si a un mico se le pone una tarea realizable con una sola mano, suele emplear constantemente la misma. Pero donde haya muchos micos serán tantos los zurdos como los diestros. En cambio, entre los humanos no son zurdos más del 9 por ciento. Esta considerable inclinación a valerse preferentemente de la mano derecha quizá represente una especialización propia tan sólo del cerebro humano. Lugar común de controversias es el de la genética y la heredabilidad del empleo preferente de una de las manos. Robert V. Collins ha demostrado en los ratones que un continuo emparejamiento de animales con preferencias por la diestra no aumenta esta inclinación en sus descendientes. Muy distinto es lo que ocurre en el hombre. Marian Annett ha propuesto una teoría en la que un alelo de un par de genes favorece el desarrollo del manodestrismo, mientras que no hay ningún alelo complementario que favorezca el manosinistrismo. Los estudios emprendidos por LeMay y sus colaboradores han revelado que la distribución de las asimetrías cerebrales en las personas zurdas es diferente de la de las personas
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que tienden a emplear más bien la mano derecha. En estas últimas, y por tanto en la mayoría de la gente, la cisura de Silvio derecha está algo más alta que la izquierda en el 67 por ciento de los cerebros examinados. La cisura izquierda está más alta en el ocho por ciento, y las dos cisuras están aproximadamente a igual altura en el 25 por ciento. Una mayoría significativa de la población zurda (el 71 por ciento) tienen las dos cisuras de Silvio aproximadamente simétricas. Entre el resto es aún más probable que la cisura derecha sea la más alta ( 21 por ciento contra siete por ciento). Las asimetrías observadas tomográficamente tienen también diferente distribución en los zurdos que en los diestros. Además, en el sector de la población zurda las asimetrías tienden a ser menos pronunciadas. Estos hallazgos concuerdan mucho con la teoría propuesta por Annett.
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i a funciones tan estrictamente definidas como la del reconocimiento de rostros les corresponden retículos neuronales específicos, parece probable que otras muchas funciones tengan similares correspondencias. Por ejemplo, uno de los fines principales de la educación del niño e s enseñarle una serie de respuestas muy diferenciadas a estímulos emocionales como la cólera y el miedo. El niño ha de aprender también las respuestas apropiadas a los estímulos provenientes de su medio interior, tales como el hambre o las ganas de orinar o de defecar. La mayoría de los pequeños aprenden estos patrones de conducta lo mismo que aprenden el lenguaje, lo que sugiere que quizás entren aquí también en juego circuitos neuronales especializados. Hasta ahora es poco lo que se sabe de tales sistemas de neuronas. La verdad es que, además de la tarea de continuar trazando el mapa de las regiones especializadas del cerebro, debe afrontarse la no menos ardua de describir su funcionamiento interno.
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA SELECTED PAPERS
ON LANGUAGE AND THE
BRAIN .
Norman Geschwind. D. Reidel Publishing Co., 1974. THE INTEGRATED MIND. Michael S. Gazzaniga y Joseph E. Ledoux. Plenum Press, 1978. RIGHT-LEFT ASYMMETRIES IN THE B RAIN. Albert M. Galaburda, Marjorie LeMay, Thomas L. Kemper y Norman Geschwind en Science, vol. 199, n. o 4311, págs. 852-856; 1978.
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Cerebro y lenguaje Antonio R. Damasio y Hanna Damasio Un amplio conjunto de estructuras neuronales sirve para representar los conceptos; otro menor forma las palabras y las frases. Entre ambos yace un estrato crucial de mediación
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n qué piensan los neuró- unos niveles que sin tal medio resullogos cuando hablan del tarían inasequibles. lenguaje? En la capacidad A los comienzo s, sin embargo, embargo , no para pa ra emplear palabras (o signos, si había palabras. Parece ser que el lennuestro lenguaje es uno de los lengua- guaje no apareció, en el curso de la jes sígnicos de los mudos) y para com- evolución, hasta que los humanos binarlas en frases de suerte que los modernos y otros seres que les prececonceptos de nuestras mentes puedan dieron hubieron adquirido la capacidad transmitirse a otras personas. Pen- de categorizar acciones y de crear represamos también en el fenómeno inver so: sentaciones mentales de los objetos, los de qué modo captamos las palabras sucesos y las relaciones. Los cerebros dichas por los otros y las convertimos de los niños trabajan de manera pareen conceptos de nuestra mente. cida, representando y evocando evocando concepEl lenguaje surgió y persistió por lo tos y generando miríadas de acciones acciones útil que nos resulta como medio, el mucho antes de que logren pronunciar más eficaz, de comunicación, sobre su primera palabra apropiada y mucho todo en lo que atañe a los conceptos antes incluso de que puedan formar abstractos. ¡Trate si no el lector de frases y hagan verdadero uso del lenexplicar explicar el ascenso y la caída de las guaje. Con todo, la maduración de los repúblicas comunistas sin emplear procesos del lenguaje quizá no dependa para ello una sola palabra! Pero el siempre de la maduración de los procelenguaje también efectúa lo que sos conceptuales, puesto que algunos Patricia S. Churchland llama con niños con sistemas conceptuales defiacierto “compresión cognitiva”: ayuda cientes han adquirido sin embargo la a categorizar el mundo y a reducir la gramática. Los mecanismos neuronacomplejidad de las estructuras con- les que requieren ciertas operaciones ceptuales a una escala manejable. sintácticas pueden desarrollarse, La palabra “destornillador”, por parece, autónomamente. ejemplo, suple muchas representacioEl lenguaje existe como un artefacto nes de ese útil, incluidas las descrip- del mundo externo —siendo un conciones visuales de su funcionamiento junto de símbolos en combinaciones y finalidad, ejemplificaciones concre- admisibles— y como la incorporación tas de su uso, la sensación táctil que cerebral de esos símbolos y de los prinproduce el tocarlo o el movimiento de cipios que determinan sus combila mano para manejarlo. Y ¿qué decir naciones. El cerebro utiliza para de la inmensa variedad de represen- representar re presentar el lenguaje la misma taciones conceptuales denotadas por maquinaria de la que se sirve para una palabra como “democracia”? La representar representar cualquier otra entidad. A economía cognitiva del lenguaje —su medida que los neurólogos vayan facilidad para juntar muchos concep- conociendo mejor la base neuronal de tos reuniéndolos reuniéndolos bajo un mismo sím- las representaciones cerebrales de los bolo— es lo que hace que la gente vaya objetos externos, de los sucesos y de fraguando conceptos cada vez más sus relaciones, irán profundizando en complejos y los emplee emplee para pensar a la representación del lenguaje en el
ANTONIO R. DAMASIO y HANNA DAMASIO son DAMASIO son neurólogos que llevan muchos años investigando las bases neuronales del lenguaje.
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cerebro y en cómo funcionan los mecanismos que conectan a ambos.
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osotros creemos que el cerebro procesa el lenguaje por medio de tres grupos de estructuras que actúan influyéndose recíprocamente. Primero, un amplio conjunto de sistemas sistemas neuronales, que hay en los dos hemisferios, en el derecho y en el izquierdo, iz quierdo, representa las interacciones no lingüísticas entre el cuerpo y su entorno, entor no, en cuanto mediadas por di versos versos sistemas sensoriales y motores, es decir, decir, todo lo que la persona hace, percibe, piensa o siente mientras actúa en el mundo. El cerebro no sólo clasifica estas representaciones no lingüísticas (por aspectos tales como la forma, el color, la secuencia o el estado emocional), sino que también crea otro nivel de representación para los resultados de su clasificación. Así es como organizamos los objetos, los sucesos y las relaciones. Los sucesivos estratos estratos de categoríasy derepresentacionessimbólicas constituyen la base para la abstracción y la metáfora. En segundo término, un número menor de sistemas neuronales, localizados por lo general en el hemisferio cerebral izquierdo, representa los fonemas, las combinaciones fonémicas y las reglas sintácticas para combinar las palabras. Si se les ha estimulado desde el interior del cerebro, estos sistemas reúnen las formas verbales y generan las frases que se han de pronunciar o escribir. Si el estímulo procede del exterior (por el habla o por algún texto), efectúan el procesamiento inicial de las señales del lenguaje auditivo o visual.
1. MARTIN LUTHER KING se distinguió por su reivindicación de la armonía racial y su habilidad para encontrar palabras con que impulsar a la acción a sus oyentes. En opinión de los autores, la cuestión central de la neurofisiología del lenguaje estriba en la cartografía precisa de las estructuras cerebrales que manipulan conceptos y la de las que los convierten en palabras.
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REALIZACION DE LA FORMA LEXICA Y DE LA FRASE CORTEZA MOTORA
MEDIACION LEXICA RELATIVA RELATIVA AL COLOR
GANGLIOS BASALES IZQUIERDOS
CONCEPTOS R ELATIVOS ELATIVOS AL COLOR (CORTEZA VISUAL ASOCIATIVA)
2. LOS SISTEMAS CEREBRALES INVOLUCRADOS INVOLUCRADOS EN LOS COLORES ejemplifican la organización de las estructuras lingüísticas. Las pruebas recogidas de la investigación con individuos que han sufrido lesiones en el cerebro revelan que los conceptos relativos a los colores dependen del funcionamiento de un sistema, las palabras que designan colores dependen de otro sistema y las conexiones entre las palabras y los conceptos dependen de un tercero.
Un tercer conjunto de estructuras, en buena parte localizado también en el hemisferio izquierdo, sirve de intermediario entre los dos primeros. Puede tomar un concepto y estimular la producción de formas verbales, o puede recibir palabras y hacer que el cerebro evoque los conceptos correspondientes. Tales estructuras mediadoras se han postulado también desde una perspectiva puramente psicolingüística. Willem J. M. Levelt ha propuesto que las formas verbales y las frases se generan a partir de los conceptos mediante un componente al que él llama “lema”; Merrill F. Garret sostiene una tesis parecida. Un buen ejemplo de esta organización tripartita lo ofrecen los conceptos y palabras que sirven para referirse a los colores. Hasta quienes padecen ceguera congénita respecto al color saben que hay ciertas gamas de coloridos (chroma) que se agrupan en banda y difieren de otras gamas, independientemente de su brillo y saturación. Como han demostrado Brent Berlin y Eleanor H. Rosch, estos conceptos de color son bastante universales y se desarrollan tanto si una determinada cultura tiene de hecho nombres para denotarlos como
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si no lo tiene. Natu Naturalmente ralmente la retina y el núcleo geniculado lateral efectúan el procesamiento inicial de las señales de color; ahora bien, en procesar el color participan asimismo la corteza visual primaria y, por lo menos, otras dos regiones corticales (la V2 y la V4); entre todos estos factores producen lo que conocemos como la experiencia del color.
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on nuestro colega Matthew Rizzo hemos descubierto que la lesión de las porciones occipital y subcalcarina de las circunvoluciones linguales izquierda izquierda y derecha (región del cerebro que contiene, según se cree, los córtices V2 y V4) origina acromatopsia. Pacientes cuya visión era antes normal perdieron la percepción del color y, además, perdieron la capacidad de imaginarse colores. Los acromatópsicos suelen ver el mundo en gris, con matices diversos; cuando evocan en sus mentes una imagen característicamente coloreada, ven las formas, el movimiento y la textura, pero no el color. Para pensar en un prado no disponen del verde y en su evocación, por lo demás normal, de la sangre o de un plátano no entrarán ni el rojo ni el amarillo. Ninguna lesión de
cualquier otra parte del cerebro causa un defecto defecto similar. En cierto sentido, pues, la concepción de los colores depende de esta región. Los sujetos que padecen lesiones en la parte posterior izquierda de la corteza temporal y en la parte inferior de la corteza parietal no pierden el acceso a sus conceptos, pero tienen muy deteriorada su capacidad de pronunciar las palabras en su debida forma, sin que importe la categoría a que la palabra pertenezca. Por más que estén percibiendo correctamente un color dado e intenten emitir con acierto la correspondiente forma léxica, distorsionan su nombre al pronunciarlo; pueden decir, por ejemplo, “atlú” en vez de “azul”. Otros pacientes, con daño en el segmento temporal del giro lingual izquierdo, sufren un defecto peculiar llamado anomia cromática, que no afecta ni a las ideas de color ni a la pronunciación de las palabras con que designarlos. La experiencia del color de estos pacientes sigue siendo normal: comparan tonos distintos, clasifican bien sus diferentes grados de saturación y no les cuesta juntar la debida ficha de color al objeto que le corresponda en una fotografía en blanco y negro. Lo afectado aquí es su capacidad de nombrar los colores. Siendo tan limitada la serie de nombres de colores que solemos emplear quienes no nos dedicamos a la decoración de interiores, resulta sorprendente ver que haya pacientes que pronuncien la palabra “azul” o la palabra “rojo” cuando se les muestre algo verde o amarillo y, no obstante, pongan correctamente una ficha verde junto a la foto de un prado o una amarilla junto a la de un plátano. El defecto defecto es bidireccional: dado el nombre de un color, el paciente señalará erróneamente un color distinto. Esto es compatible con que todos los nombres de colores que, equivocándolos así, utilice el paciente estén bien formados en cuanto a la fonología, sin que sufra ningún otro deterioro lingüístico. El sistema de concepción del color se halla intacto y también lo está el de elaboración de la forma verbal. El problema reside, tal parece, en el sistema neuronal que media entre ambos. La misma organización tripartita que explica cómo nos las arreglamos para hablar del color aplícase también a otros conceptos. Ahora bien, ¿de qué modo se representan físicamente esos conceptos en el cerebro? No hay allí, en nuestra opinión, algo así como imágenes “pictóricas” perdurables, de objetos o de personas, que era la hipó-
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tesis tradicional. El cerebro sí retiene, por contra, un registro de la actividad neuronal que se da en las cortezas sensorial y motora durante su interacción con un determinado objeto. Los registros son pautas de conexiones sinápticas que pueden crear de nuevo las distintas agrupaciones de la acti vidad que define n un obj eto o un suceso; cada registro puede también estimular a los relacionados con él. Por ejemplo, al tomar una persona una taza de café, su corteza visual responderá normalmente a los colores de la taza y de su contenido, así como a su figura y posición. La corteza somatosensorial registrará la forma en que la mano alza y sostiene la taza, el movimiento de la mano y del brazo mientras acercan la taza a los labios, el calor del café y el cambio corporal que se experimenta al ingerir este líquido y que algunos denominan placer. Lo cierto es que el cerebro no representa meramente aspectos de la realidad exterior, sino que también registra cómo el cuerpo explora el mundo y va reaccionando a él.
relacionados entre sí —formas, colo- nente correlación las formas verbales res, trayectorias en el espacio y en el y las estructuras sintácticas. Puesto tiempo, y los correspondientes movi- que el cerebro clasifica a la vez permientos y reacciones del cuerpo— cepciones y acciones en dimensiones puedan reactivarse juntos. Estas cla- muy diferentes, no es difícil que emersificaciones las denota un registro jan de esta arquitectura representamás en otra zona de convergencia. Las ciones simbólicas, como la metáfora. propiedades esenciales de las entidades y de los procesos implicados l daño a las partes del cerebro que intervienen en la constitución de en cualquier interacción quedan así representados de manera muy tra- estas pautas neuronales ha de origibada. El conocimiento adquirido que nar defectos cognitivos que evidencien puede representarse incluye el hecho con claridad las categorías en razón de que una taza de café tenga dimen- de las cuales se almacenan y se reutisiones y perfiles delimitados; que esté lizan de nuevo los conceptos (la lesión fabricada de algún material y conste determinante de acromatopsia es un de partes; que si se separan éstas rom- ejemplo entre muchos). Elizabeth K. piéndola no es ya una taza, a diferen- Warrington, estudiosa de los defectos cia de lo que ocurre con el agua, que del reconocimiento ligados a la cateconserva su identidad por mucho que gorización, encontró pacientes que se la divida; que se movió siguiendo habían perdido la capacidad de recouna determinada trayectoria, par- nocer determinadas clases de objetos. tiendo de un punto del espacio y aca- Daniel Tranel y nosotros también bando en otro; que la llegada a su hemos mostrado que el acceso a los destino produjo un determinado conceptos depende, en cierto número resultado. Estos aspectos de la repre- de dominios, de sistemas neuronales sentación neuronal se parecen mucho determinados. Tenemos un paciente, llamémosle a los aspectos primitivos de la estructura conceptual propuesta por Ray Boswell, que no puede recuperar los os procesos neuronales que des- Jackendoff y a los esquemas de conceptos para referirse a determicriben la interacción entre el indi- semántica cognitiva avanzados por nada entidad (persona, lugar o suceso) viduo y el obj eto con stituyen una George P. Lakoff, in ve stiga dores que antes le resultaban familiares. Ha rápida secuencia de micropercepcio- ambos que trabajan sobre bases pura- perdido también los conceptos relatines y microacciones, casi simultáneas mente lingüísticas. vos a entidades no singulares de clapor lo que respecta a la consciencia. Por consiguiente, la actividad de tal ses particulares. Muchos animales, por Prodúcense en distintas regiones fun- red sirve lo mismo para el entendi- ejemplo, le resultan completamente cionales; cada región se subdivide, a miento que para la expresión. La acti- desconocidos, aun cuando conserve el su vez, en más porciones: el aspecto vidad de la red puede reconstruir un nivel conceptual que le permite saber visual de la percepción, pongamos por conocimiento de modo que la persona que son seres animados y vivientes. caso, se distribuye entre sistemas lo experimente conscientemente, o Ante la imagen de un mapache dice: menores y especializados en captar el puede activar un sistema que medie “Eso es un animal”, pero no tiene idea color, la forma o el movimiento. entre el concepto y el lenguaje, de su tamaño, hábitat o comporta¿Dónde se conservarán los registros haciendo que se generen con perti- miento característico. que aúnan todas estas actividades fragmentarias? Para los autores, se incorporan en conjuntos de neuronas que hallamos en las numerosas regioElementos que componen un lenguaje basado en sonidos nes de “convergencia” del cerebro. En esos sitios los axones de las neuronas Unidades de sonido cuya concatenación en un determinado FONEMAS que proyectan información previsora orden produce morfemas. ( feedforward ) desde una parte del Las menores unidades significativas cuya combinación crea MORFEMAS cerebro convergen y se juntan con las una palabra. (En los lenguajes sígnicos el equivalente de un recíprocamente divergentes proyecmorfema es un signo visual-motor.) ciones de retroinformación ( feedback) Las combinaciones admisibles de las palabras en las frases y SINTAXIS que vienen de otras zonas cerebrales. oraciones para que éstas tengan sentido. Cuando la reactivación producida en las zonas de convergencia estimula las El conjunto de todas las palabras de un lenguaje dado. Cada LEXICO proyecciones retroinformadoras, entrada de su lista incluye toda la información con ramificaciomuchos grupos de neuronas anatómines morfológicas o sintácticas, pero no incluye el conocimiento camente separados y extensamente conceptual. distribuidos se disparan a la vez y SEMANTICA Los significados que corresponden a todos los elementos léxireconstruyen patrones de la actividad cos y a todas las oraciones posibles. mental que ya se habían constituido La entonación, que puede modificar el significado literal de las PROSODIA en otras ocasiones. palabras y de las frases. Además de almacenar la informaEl encadenamiento de las frases para que constituyan una DISCURSO ción sobre las experiencias con objenarración. tos, el cerebro también la clasifica, de suerte que los sucesos y los conceptos
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Los mudos cuyas lesiones afecten al hemisferio derecho, lejos de las zonas responsables de la formación de palabras y frases, pueden perder, en cambio, la percatación consciente de objetos situados en el lado izquierdo de su campo visual o puede que dejen de percibir correctamente las relaciones espaciales entre los objetos, pero siguen pudiendo emitir signos y entenderlos. Por tanto, sin que importe el canal sensorial por el que pase la información lingüística, el hemisferio izquierdo es la base de los sistemas de construcción y de transmisión del lenguaje. Los investigadores han cartografiado los sistemas neuronales más directamente implicados en la formación de palabras y de frases a través de la localización de las lesiones cerebrales de pacientes afásicos. Los neurocirujanos George A. Ojemann, 3. ACTIVIDAD LINGUISTICA de un individuo normal mientras desempeñaba Ronald P. Lesser y Barry Gordon han una tarea de denominación, hecha visible mediante la tomografía de emisión de estimulado además directamente la positrones (TEP). La imagen TEP se proyectó sobre una reconstrucción de imácorteza cerebral de pacientes sometigenes tridimensional del cerebro del mismo individuo, realizada por resonancia dos a intervenciones quirúrgicas para magnética (IMR). Se evidencia la actividad incrementada en ciertas áreas del el tratamiento de la epilepsia y han hemisferio izquierdo, incluidos la corteza motora y los sectores lingüísticos realizado registros electrofisiológicos anterior y posterior ( flech as ). La imagen fue elaborada por el departamento de directos de la respuesta a esos neurología, el servicio de TEP y el de resolución de imágenes, todos ellos de la estímulos. Universidad de Iowa. La lesión del sector perisilviano posterior, por ejemplo, arruina la conEs curioso que, cuando se trata de formación de las palabras y de las junción de fonemas dentro de las palaotras clases de entidades no únicas, frases. Este sistema cerebral es el que bras y trastorna la selección de formas la cognición de Boswell no sufra nin- se ha investigado más a fondo de cuan- verbales enteras. Los pacientes que gún menoscabo, que se sepa. Puede tos intervienen en el lenguaje. Hace sufren ese daño no logran articular recuperar conceptos para aludir a ya más de siglo y medio que Paul ciertas palabras o las forman de rasgos o a entidades: sabe qué signi- Broca y Carl Wernicke determinaron manera inadecuada (“lolifante” en vez fica que un objeto sea bello o que sea la localización aproximada de estos de “elefante”). Puede que además susfeo. Se percata de estados o de accio- centros básicos del lenguaje y descu- tituyan la palabra que les falte con un nes tales como estar enamorado, sal- brieron el fenómeno de la dominancia pronombre o con otra palabra de tar o nadar. Y puede entender rela- cerebral: en la mayoría de los seres mayor nivel taxonómico general ciones abstractas entre entidades o humanos las estructuras de las que (diciendo “gente” en vez de “mujer”) o sucesos, del tenor de “arriba”, depende el funcionamiento lingüístico que empleen alguna palabra relacio“debajo”, “hacia dentro”, “a partir de”, descansan en el hemisferio izquierdo, nada semánticamente con el concepto “antes”, “después” o “durante”. no en el derecho. Esta disposición se que intentan expresar (“jefe” en vez Resumiendo, Boswell tiene pertur- da en alrededor del 99 por ciento de de “presidente”). Victoria A. Fromkin bada la conceptuación de muchas las personas diestras y en dos tercios ha elucidado diversos mecanismos linentidades que se denotan mediante del total de las zurdas. güísticos subyacentes a tales erronombres (comunes y propios); en res. l estudio de pacientes afásicos (los Pero el daño infligido a esa región cambio no tiene ningún problema con los conceptos que atañen a atributos, que han perdido total o parcial- no quiebra el ritmo del habla de los estados, actividades y relaciones, que mente la capacidad de hablar), proce- pacientes, es decir, su velocidad de reciben significado lingüístico dentes de distintos ambientes lingüís- elocución. La estructura sintáctica de mediante adjetivos, verbos, functores ticos, destaca la constancia de estas sus frases permanece firme, aun (preposiciones, conjunciones y demás estructuras. Edward Klima y Ursula cuando haya errores en el uso de elementos verbales conectivos) y Bellugi descubrieron que, en la afasia functores verbales como los pronommediante las estructuras sintácticas. del lenguaje sígnico, participa tam- bres y las conjunciones. A decir verdad, la sintax is de sus bién el deterioro de los sistemas cereEstas lesiones deterioran también brales de formación de palabras. Los el procesamiento de los sonidos del frases es impecable. Las lesiones como las de Boswell, en mudos que sufren lesiones cerebrales habla. Los pacientes encuentran difilas regiones anterior y medial de focales del hemisferio izquierdo pue- cultades para entender las palabras y ambos lóbulos temporales, dañan el den perder la capacidad de emitir sig- las frases que se pronuncian. No es sistema conceptual del cerebro. En nos o la de entender el lenguaje síg- que fracase la comprensión auditiva cambio las que afectan al hemisferio nico. Como el daño en cuestión no porque el sector perisilviano posterior izquierdo en las proximidades de la afecta a la corteza visual, pueden ver sea el centro de almacenamiento de cisura de Silvio impiden la adecuada los signos, pero no interpretarlos. los “significados” de palabras (opinión
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tradicional), sino porque el análisis El sector perisilviano anterior, A estos pacientes les cuesta entenacústico de las formas léxicas que oye situado en el lado frontal de la cisura der el significado que transmiten las el paciente queda abortado en una de Rolando, alberga estructuras que estructuras sintácticas. Edgar B. fase precoz. son, tal parece, responsables de los Zurif, Eleanor M. Saffran y Myrna F. Los sistemas de este sector mantie- ritmos del habla y de la gramática. Los Schwartz han puesto de manifiesto la nen registros auditivos y cinestésicos ganglios basales izquierdos son parte dificultad que tienen estos pacientes de los fonemas y de las secuencias integrante de este sector, como lo son para comprender las frases pasivas fonémicas que configuran las pala- también del perisilviano posterior. El reversibles, tales como “El chico era bras. Las recíprocas proyecciones de sector entero se muestra estre- besado por la chica”, en la que chico y neuronas entre las áreas que guardan chamente asociado con el cerebelo; chica tienen igual probabilidad de ser esos registros denuncian que la acti- ganglios basales y cerebelo reciben el recipiendario de la acción. Con vidad en una de ellas puede generar proyecciones procedentes de muy servan, sin embargo, la capacidad de una actividad correspondiente en la di versa s regio nes senso riale s de la asignar el significado correcto a las otra. corteza y reemiten, a su vez, proyec- frases pasivas no reversibles (verbiEstas regiones se conectan con las ciones a áreas relacionadas con el gracia, “La manzana fue comida por cortezas motora y premotora, ya direc- mo vimiento. Sin embargo, el papel el muchacho”) y a las frases activas tamente ya a través de una vía subcor- que desempeña el cerebelo en el len- (así, “El chico besó a la chica”). tical que comprende núcleos y ganglios guaje y en la cognición sigue aún por El hecho de que las lesiones en este basales izquierdos de la porción ante- elucidar. sector deterioren el procesamiento rior del tálamo izquierdo. Esta ruta gramatical tanto al hablar como al motora dual reviste especial interés: la os pacientes con lesiones en el sec- entender parece indicar que sus sisteproducción real de sonidos verbales tor perisilviano anterior hablan mas neuronales son los que proporciopuede estar controlada por un circuito en tonos bajos y monótonos, haciendo nan la mecánica que conjunta los elecortical, por otro subcortical o por largas pausas entre las palabras, y mentos componentes de la frase. Los ambos. El circuito subcortical corres- tienen una gramática defectuosa. ganglios basales sirven para reunir ponde al “aprendizaje de hábitos”, Tienden sobre todo a eliminar las con- los componentes de los movimientos mientras que la ruta cortical supone junciones y los pronombres, siendo su corporales complejos en un todo más un control de nivel superior, más cons- sintaxis a menudo muy acomodaticia. uniforme, por lo que parece razonable ciente, y “aprendizaje asociativo”. A quienes padecen tales lesiones les que puedan efectuar una función anáPor ejemplo, cuando un niño vienen más fácilmente a la boca los loga en las frases juntando las formas aprende la forma léxica “amarillo”, las sustantivos que los verbos, lo que indi- léxicas. También creemos (basándoactivaciones atravesarían los siste- caría que la producción de los prime- nos en observaciones experimentales mas de formación verbal y de control ros pudiera estar a cargo de regiones de estructuras parecidas, aunque motor por las dos rutas, cortical y sub- cerebrales distintas. menos extensas, que poseen los monos) cortical, y la actividad de esas áreas se correlacionaría con la actividad de REALIZACION DE LA FORMA las regiones cerebrales responsables VERBAL Y DE LA FRASE GANGLIOS de los conceptos del color y de la BASALES mediación entre concepto y lenguaje. Sospechamos que, con el tiempo, el sistema de mediación conceptual deLOBULO FRONTAL sarrolla una ruta directa hasta los LOBULO PARIETAL ganglios basales, de modo que no se requiera una activación intensa del sector perisilviano posterior para que se produzca la palabra “amarillo”. El aprendizaje subsiguiente de la forma léxica para el amarillo en otra lengua requeriría que la región perisilviana interviniese para establecer las correspondencias auditivas, cinestésicas y motoras de los fonemas. Es probable que los dos sistemas, el cortical “asociativo” y el subcortical “para los hábitos”, funcionen en paralelo durante el procesamiento del lenLOBULO guaje. El que predomine uno u otro MEDIACION OCCIPITAL sistema dependerá de la historia de la DE LOS VERBOS adquisición del lenguaje y de la natuCONCEPTOS RELATIVOS AL COLOR raleza de cada caso. Según la sugerencia de Steven Pinker a este respecto, MEDIACION la mayoría de la gente adquiriría el DE LOS NOMBRES tiempo pasado de los verbos irregulares (caber, cupo, cabido) por medio del 4. SISTEMAS CEREBRALES DEL LENGUAJE en el hemisferio i zquierdo. Abarcan aprendizaje “asociativo”, mientras estructuras relativas a la formación de p alabras y frases y estructuras mediadoras que el de los verbos regulares se haría, de diversos elementos léxicos y sintácticos. Las agrupaciones de estructuras neuen cambio, gracias al aprendizaje ronales que representan los conceptos mismos se distribuyen por muchas regiones sensoriales y motoras de ambos hemisferios, izquierdo y derecho. “habitual”.
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que estas estructuras neuronales se hallan en íntima conexión con las unidades de mediación sintáctica que hay en la corteza frontoparietal de ambos hemisferios. La delimitación de dichas unidades será tema de futura investigación.
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ntre los sistemas cerebrales procesadores de los conceptos y los que generan las palabras y las frases yacen los sistemas mediadores que nosotros proponemos. Las pruebas de la existencia de esta correduría neuronal están empezando a emerger del estudio de pacientes neurológicos. Los sistemas de mediación no sólo seleccionan las palabras adecuadas para expresar un determinado concepto, sino que dirigen también la generación de estructuras sentenciales que expresan relaciones entre conceptos. Cuando una persona habla, son ellos los que rigen a los responsables de la formación de las palabras y la sintaxis; cuando una persona entiende lo que se habla, son los sistemas de formación de palabras quienes guían a los sistemas mediadores. Hasta ahora apenas hemos empezado a cartografiar los sistemas que intervienen en los nombres propios y en los nombres comunes que denotan entidades de una clase particular (por ejemplo, entidades no manipulables y visualmente ambiguas como son la mayoría de los animales). Considérese a dos pacientes, a los que llamaremos A. N. y L. R., con lesiones en la corteza anterior y mediotemporal. Ambos evocan los conceptos con normalidad: cuando se les muestran imágenes de entidades de casi cualquier categoría conceptual —rostros humanos, partes del cuerpo, animales, especímenes botánicos, vehículos, edificios, juguetes, utensilios—, A. N. y L. R. reconocen inequívocamente lo que miran. Pueden definir las funciones, los entornos y los valores de cada entidad. También las reconocen si oyen sonidos que sean propios de tales entidades, al igual que, con los ojos vendados, si se les pone el objeto entre las manos. Pero, a pesar de tan indubitable reconocimiento, tienen dificultad para recordar los nombres de muchos de los objetos. Mostrada la imagen de un mapache, A. N. dirá: “¡Sí, sé lo que es... es un animal asqueroso: viene y te pone perdido el patio revolviendo las basuras! Los ojos y los anillos de la cola le delatan. Lo conozco bien, pero no puedo decir cómo se llama.” Por término medio llegan a dar con menos de la mitad de los nombres que deberían decir. Los sistemas conceptuales
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de estos pacientes funcionan bien, tan artificiales y tan manejables como pero no así su acceso a las formas las herramientas del jardinero. léxicas que denotan los objetos por n resumen, A. N. y L. R. tienen ellos conocidos. La dificultad para recuperar las forproblemas a la hora de evocar los mas léxicas depende de la categoría nombres corrientes de ciertas entidaconceptual del objeto que estén tra- des, sin que importe la categoría contando de nombrar. A. N. y L. R. come- ceptual a que pertenezcan. Hay ten menos errores con los nombres que muchas razones por las que las lesiodenotan herramientas y utensilios nes podrían afectar a algunos objetos que con los que designan animales, más que a otros. El cerebro tiene que frutas y hortalizas. (Warrington y poner en juego distintos sistemas neuRosaleen A. McCarthy, así como el ronales para representar entidades equipo de Alfonso Caramazza, han que difieren en su estructura, en su descrito fenómenos similares.) Sin modo de proceder, o a las que uno se embargo la capacidad de los pacientes refiere de diferentes maneras. para encontrar los nombres no cambia Los nombres propios les resultan netamente en la frontera entre las difíciles a A. N. y a L. R. Salvo en entidades naturales y las artificiales. algunos casos excepcionales, no son A. N. y L. R. pueden decir a la perfec- capaces de llamar por su nombre a ción las palabras referentes a estímu- amigos, parientes, ni a personajes o los tan naturales como son las partes lugares célebres. Mostrándosele una del cuerpo, mientras que les es impo- foto de Marilyn Monroe, A. N. dijo: sible hacer lo propio con las referentes “No sé su nombre, pero sí quién es. a los instrumentos musicales, que son Vi películas de ella; tuvo un roma nce
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Componentes de un concepto
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os conceptos se almacenan en el cerebro en forma de registros "durmientes". Cuando estos registros se reactivan, pueden re-crear las diversas sensaciones y acciones asociadas con una entidad determinada o con una clase de entidades. Una taza de café, por ejemplo, puede evocar representaciones visuales y táctiles de su forma, color, textura y calor, junto con las del aroma y sabor del café o las del trayecto que recorren la mano y el brazo para alzar la taza desde la mesa hasta los labios. Todas estas representaciones se re-crean en distintas regiones del cerebro, si bien su reconstrucción ocurre simultáneamente.
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con el presidente; se suicidó; o quizá la mató alguien, la policía tal vez.” El mal de estos pacientes no es el llamado prosopagnosia o imposibilidad de reconocer los rostros, pues lo hacen sin dudar; lo único que no pue den es evocar la forma léxica que corresponde a la persona a la que reconocen. Es curioso que estos pacientes no tengan dificultad alguna para proferir palabras. En colaboración con Tranel realizamos experimentos en los que ejecutaban tareas que requerían la generación de una palabra en respuesta a más de 200 estímulos representativos de diversos estados y acciones, lo que hacían con soltura similar a la de los sujetos del grupo de referencia. Son también expertos en la producción de preposiciones, conjunciones y pronombres; sus frases están bien formadas y se ajustan a la gramática. Hablando o escribiendo producen un relato en el que el nombre
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sustantivo que les falta suele estar sustituido con palabras como “cosa”, “chisme” o “cacharro”, o con artículos pronominales como “ello”, “ella” o “ellos”. Pero los verbos que animan los argumentos de esas frases son elegidos y proferidos adecuadamente, con sus tiempos y personas señalados como se debe. Su pronunciación y su prosodia (la entonación de las distintas palabras y de la frase entera) son también irreprochables. Las pruebas de que existen sistemas de mediación léxica en determinadas regiones del cerebro son sólidas. Las estructuras neuronales que median entre los conceptos y las formas léxicas parecen hallarse escalonadas de atrás adelante, a lo largo del eje occipitotemporal del cerebro. La mediación para muchos conceptos generales parece ocurrir en la zona posterior de las regiones temporales del lado izquierdo; la mediación para conceptos muy específicos acontece
en la parte frontal, cerca del polo temporal izquierdo. Hay pacientes que, como acabamos de ver, han perdido los nombres propios pero conservan todos o la mayoría de los nombres comunes. Sus lesiones no afectan más que al polo temporal izquierdo y la superficie temporal medial del cerebro, sin alcanzar las partes lateral e inferior de los lóbulos temporales. Son estas dos últimas, por el contrario, las que siempre están dañadas en los pacientes que tienen mermada su capacidad de recuperar los nombres comunes.
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os pacientes como A. N. y L. R., cuya lesión abarca la corteza anterior y mediotemporal, pierden muchos nombres comunes, pero siguen nombrando los colores rápida y correctamente. Estas correlaciones entre las lesiones y las deficiencias lingüísticas indican que el segmento temporal del giro lingual izquierdo interviene en la mediación entre las ideas de color y los nombres de los colores, mientras que la mediación entre los conceptos relativos a las personas y sus correspondientes nombres requiere estructuras neuronales del extremo opuesto de la red, en la parte anterior izquierda del lóbulo temporal. Otro de nuestros pacientes, G. J., sufre una extensa lesión que abarca la totalidad de esas partes de la región occipitotemporal izquierda, de adelante atrás. Ha perdido el acceso a un amplio universo de formas léxicas nominales y tampoco puede nombrar colores o personas individuales. Y, sin embargo, sus conceptos están indemnes. Los resultados obtenidos con estos pacientes corroboran el descubrimiento, hecho por Ojemann, de que el procesamiento del lenguaje se deteriora tras la estimulación eléctrica de la corteza en áreas distintas de las clásicas del lenguaje. Parece, pues, que hemos empezado a comprender bastante bien dónde se produce la mediación de los nombres, pero ¿dónde sucede la de los verbos? Está claro que si pacientes como A. N. y L. R. pueden evocar con normalidad verbos y functores, las regiones requeridas por estas partes del habla no pueden hallarse en la región temporal izquierda. Algunos datos provisionales apuntan hacia ubicaciones frontales y parietales. Estudios sobre la afasia realizados por nuestro equipo y por Caramazza, Gabriele Miceli y Rita Berndt ponen de manifiesto que los pacientes con lesión frontal izquierda tienen mucha mayor dificultad para evocar verbos que nombres.
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Los estudios de tomografía de emi- rentes localizaciones de los nombres sión de positrones (TEP) realizados propios y de los comunes. por Steven E. Petersen, Michael I. A lo largo del último cuarto de siglo Posner y Marcus E. Raichle han apor- el conocimiento de las estructuras tado pruebas indirectas. Pedían ellos cerebrales responsables del lenguaje a los sujetos investigados que genera- ha avanzado con paso acelerado. sen un verbo correspondiente a la ima- Técnicas refinadas, así la formación gen de un objeto —por ejemplo, la foto de imágenes por resonancia magnéde una manzana podría llevar a tica, han posibilitado que se localicen “comer”—. Los pacientes activaban con exactitud las lesiones cerebrales entonces una región lateral y dorsal de los pacientes que sufren afasia y inferior de la corteza frontal que viene que se correlacionen deficiencias lina coincidir aproximadamente con las güísticas específicas con el deterioro áreas delimitadas en nuestros traba- de regiones determinadas del cerebro. jos. Las lesiones en estas zonas no sólo Y las imágenes de TEP ofre cen la ponen en peligro el acceso a verbos y oportunidad de estudiar la actividad a functores, sino que perturban tam- cerebral de sujetos normales mientras bién la estructura gramatical de las desarrollan tareas lingüísticas. frases emitidas. Si se considera la enorme complejiPor sorprendente que este fenó- dad de los fenómenos lingüísticos, no meno resulte inicialmente, la verdad faltará quién se pregunte si llegarees que verbos y functores constituyen mos a entender algún día los mecanisel núcleo de la estructura sintáctica, mos neuronales que permiten su ejepor lo que es comprensible que los cución. sistemas de mediación relativos a la Quedan muchas cuestiones por sintaxis coincidieran en parte con resolver sobre cómo almacena el cereellos. Ulteriores investigaciones de bro los conceptos. No se han explorado pacientes afásicos y de sujetos norma- más que parcialmente los sistemas de les, cuya actividad cerebral puede mediación correspondientes a las parcartografiarse con un barrido TEP, tes del habla distintas de nombres, aclararán seguramente la disposición ve rb os y fu nc to re s. La s prop ia s de estos sistemas y facilitarán el tra- estructuras formadoras de palabras y zado de mapas como los que nosotros frases, que vienen siendo objeto de hemos hecho para mostrar las dife- estudio desde mediados del siglo XIX ,
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no se conocen más que de manera sumaria. Nosotros creemos que, a pesar de ello y en vista de los progresos recientemente logrados, se acabará por desentrañar estas estructuras y se hallará su expresión cartográfica. La cuestión no es si se podrá hacer, sino cuándo se conseguirá.
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA THE SIGNS OF LANGUAGE. Edward S. Klima y Ursula Bellugi. Harvard University Press, 1979. KNOWLEDGE OF LANGUAGE: ITS NATURE, O RIGIN, AND U SE . Noam Chomsky. Greenwood Press, 1986. LESION A NALYSIS IN NEUROPSYCHOLOGY . Hanna Damasio y Antonio R. Damasio. Oxford University Press, 1989. NEURAL REGIONALIZATION OF KNOWLEDGE ACCESS: PRELIMINARY EVIDENCE. A. R. Damasio, H. Damasio, D. Tranel y J. P. Brandt en Cold Spring Harbour Symposia on Quantitative Biology , volumen LV: The Brain. Cold Spring Harbor Laboratory Press, 1990. APHASIA. A. R. Damasio en New England Journal of Medicine, vol. 326, n.o 8, págs. 531-539; 20 de febrero de 1992. AN INTRODUCTION TO LANGUAGE. Victoria Fromkin y Robert Rodman. Harcourt Brace Jovanovich College Publications, 1992.
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Lengua y visión del mundo Philip E. Ross
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a relatividad lingüística —la idea según la cual la lengua que se habla configura la visión del mundo— se propuso en los años cuarenta de nuestro siglo, gozó de extendido predicamento en la década siguiente y perdió su crédito, cuestionada por sólidas objeciones, en las postrimerías de los sesenta. La relatividad lingüística se conoce también por “hipótesis de Whorf”, en honor de Benjamin Lee Whorf, agente de seguros y lingüista aficionado que la popularizó. “Despiezamos la naturaleza, la organizamos repartiéndola en conceptos y le atribuimos significaciones tal y como lo hacemos, porque, sobre todo, somos partícipes de un convenio para organizarla de este modo”, escribió. “Una misma evidencia física no hará que todos cuantos la observen se formen idéntica imagen del universo, a no ser que sus trasfondos lingüísticos sean similares o se equivalgan de alguna manera.” La idea de Whorf fue adoptada con entusiasmo por los cultivadores de la antropología cultural interesados en ver a los individuos como productos de la cultura y a ésta como independiente de la biología. En cambio, la mayoría de los lingüistas consideró la hipótesis como una especulación y prefirió las teorías que daban más importancia a los materiales y aspectos comunes a todas las lenguas. Los universalistas parecieron ganar la batalla en 1969, cuando Brent Berlin y Paul Kay, de la Universidad de California en Berkeley, refutaron la tesis de que la percepción de los colores varíe según las culturas. Encontraban estos estudiosos que todas las lenguas juntaron los términos para designar colores ateniéndose a un patrón estricto. Tras alguna precisión, lo que ahora dicen es que las lenguas que tienen dos términos agrupan bajo uno de ellos el rojo, el amarillo y el blanco, y bajo el otro el verde, el azul y el negro. Las que tienen tres juntan en un grupo el rojo y el amarillo, como opuestos al blanco. Las lenguas van añadiendo otros términos mediante sucesivas divisiones de las restantes categorías. A estas refutaciones se añadió el ridículo cuando quedó desprestigiada la anécdota whorfiana que más se había ido repitiendo. Sostenía Whorf que los esquimales emplean muchas palabras distintas en vez de la única con que cuentan los ingleses para designar la nieve: ‘snow’. Y concluía que un esquimal y un inglés perciben diferentemente una misma masa de nieve, puesto que encajan el concepto en diferentes cuadrículas léxicas. Pero he aquí que Laura E. Martin, antropóloga de la Universidad estatal de Cleveland, examinando críticamente los argumentos de Whorf, halló que éste había exagerado el número de los vocablos esquimales para designar la nieve y, a la vez, había infraestimado el número de los que hay en inglés para lo mismo: slush [=aguanieve], powder [neviza], blizzard [nevisca] y otros varios. Hubo, sin duda, errores, admite John J. Gumperz, especialista en antropología lingüística de Berkeley. Pero, a su parecer, Whorf acertó en parte, y los investigadores están revisando actualmente las ideas relativistas a la luz de reconocidos universales del lenguaje. Gumperz dice que
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los lingüistas están particularmente interesados por la ‘indexicalidad’, convenciones culturales sobre cómo varían los significados de las palabras al cambiar las circunstancias de su uso. Por ejemplo, el pronombre nos significa una cosa en la frase “Nos ha tocado la lotería” y otra cosa cuando se emplea en plural mayestático. Otra área de investigación es la de los usos del lenguaje que no tienen por centro al individuo, intercambios de información que nadie posee él solo en un momento dado. Un pensar así, digamos que extracorpóreo o desindividualizado, es halladero en los rítmicos recursos mnemónicos de las culturas orales y también en la escritura, que le capacita a uno para elaborar y controlar su propio discurso. Los hábitos que se forman con el leer y el escribir suelen dejar a menudo su impronta en las maneras de expresarse... por ejemplo, haciendo que una persona hable como un libro. ¿Es esto todo? Stephen C. Levinson resume los resultados obtenidos sobre la conceptualización del espacio, que no todo el mundo hace de la misma manera. Algunas lenguas de Australia no tienen términos para las relaciones espaciales, como “en frente de” o “junto a”, sino que utilizan un marco de referencia absoluto, referido siempre a los puntos cardinales. Esto implica que los hablantes tienen que recordar la orientación de las cosas para poder describir una situación.
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as distinciones espaciales de la propia lengua las dominan sus hablantes desde muy temprana edad, dice Melissa Bowerman. Esta investigadora aduce estadísticas de niños coreanos que ya desde los 18 meses de edad entienden los exóticos distingos que se hacen en su lengua. Por ejemplo, distinguen entre “poner apretando” y “poner sin apretar”, como en la frase: “El pone (apretando) el corcho en la botella, que está (puesta sin apretar) sobre la mesa”. La psicología del desarrollo da por averiguado, desde los clásicos experimentos del psicólogo suizo Jean Piaget, que los niños desarrollan primero conceptos del espacio y después aplican a esos conceptos el lenguaje. Pero si, como cree Bowerman, el orden a veces se invierte, entonces puede que el desarrollo intelectual mismo esté condicionado por la cultura. “Comparto la opinión —dice Kay— de que los resultados obtenidos por Bowerman son muy impresionantes”. Pero Kay aconseja también que no se exageren los contrastes entre las lenguas. Pues, como dice, las lenguas que hacen distinciones únicas suelen hacer también las más comunes y familiares. Así, por ejemplo, a las lenguas de Occidente se las ha caracterizado por su representar el tiempo en términos lineales, en contraste con los términos cíclicos de muchas lenguas no occidentales. “Pero las lenguas de Occidente tienen los días de la semana, los meses del año y las estaciones, que son esquemas cíclicos”, asegura, y en las lenguas no occidentales tampoco deja de haber esquemas de linealidad. Los whorfianos han tendido algunas veces a no fijarse en la diversidad que existe dentro de cada lengua.
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Genes, pueblos y lenguas Luigi Luca Cavalli-Sforza
Los árboles genealógicos que relacionan pueblos y lenguas se superponen. Ambos remiten a corrientes migratorias. Las pruebas biológicas sitúan en Africa nuestro origen
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ace más de 40 años el labora- prendentes paralelismos con una torio de Sir Ronald A. Fisher reciente clasificación de las lenguas. en la Universidad de Cam- Genes, pueblos y lenguas se han bridge, donde yo había acudido para diversificado, pues, a la par, a lo largo especializarme en genética bacte- de una serie de movimientos migrariana, estaba saturado de matemáti- torios que, según todos los indicios, cos teóricos. Se entiende, pues, que, comenzaron en Africa y se propagaen esa atmósfera, comenzara yo a ron, a través de Asia, por Europa, el darle vueltas a un proyecto tan Nuevo Mundo y el Pacífico. ambicioso que rozaba la locura: reconsLa noción de árbol genealógico es truir el origen de las poblaciones decisiva para situar tales episodios en humanas y los caminos que éstas una secuencia cronológica. A igualdad tomaron en su dispersión por el ancho de otros factores, cuanto mayor sea el mundo. El trabajo, pensé, podría abor- tiempo transcurrido desde la separadarse midiendo el parentesco entre las ción de dos poblaciones tanto mayor poblaciones actuales y, conocido éste, será la diferencia genética entre las crear el árbol genealógico de la huma- mismas. Este tipo de análisis puede nidad. aplicarse después a casos más compleLa utopía está a punto de conver- jos, que impliquen a tres o más poblatirse en realidad. El análisis exhaus- ciones. (La diferencia genética equitivo de datos genéticos recogidos en vale en ese conte xto a la distancia los últimos 50 años y de otros nuevos genética.) obtenidos con técnicas de desarrollo Solemos hablar de grupos étnicos o reciente nos ha permitido cartogra- razas para designar las poblaciones fiar la distribución mundial de cien- humanas, aunque el uso pervertido tos de genes. A partir de ese mapa del segundo término aconseja su omihemos deducido los linajes de las sión. No es fácil definir las poblapoblaciones de todo el mundo. Nuestro ciones de una manera rigurosa y útil árbol concuerda con otro, más a la vez, porque los seres huma nos se pequeño, basado en datos genéticos agrupan de forma desconcertante, de índole muy diferente. Además, con solapamientos en ocasiones y, nuestra reconstrucción guarda sor- siempre, cambiando. Las lenguas,
Etnias y lenguas CAUCASOIDES MEDITERRANEO
EUROPEO DEL NORTE
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n las sociedades metropolitanas la situación reviste mayor complejidad. Por eso hemos reducido los problemas prácticos centrando nuestros estudios en las poblaciones aborígenes, esto es, en las que ya ocupaban sus territorios actuales antes de que se produjeran las grandes oleadas migratorias que siguieron a los viajes de exploración en el Renacimiento. Las distancias entre esos grupos aborígenes no pueden calcularse por la mera presencia o ausencia de un simple carácter hereditario, o del gen que lo expresa, ya que todos los grupos portan prácticamente todos los genes humanos existentes. Lo que sí varía
AFRICANOS INDIO
FAMILIA DE LENGUAS INDOEUROPEAS
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sin embargo, nos prestan una pequeña ayuda. Durante largo trecho de su historia, la especie humana se ha organizado en tribus o grupos de personas ligadas por lazos estrechos. La afiliación tribal continúa siendo de gran importancia en las sociedades tradicionales. Y no es raro comprobar, además, una correspondencia exacta entre lengua y tribu. Las lenguas constituyen, por tanto, un punto de referencia para las tribus; las afiliaciones tribales, cuando se conocen, ayudan a esbozar un guión clasificador de las poblaciones.
ASIATICOS CONTINENTAL
BOSQUIMANO
MASAI
PIGMEO
KHOISAN
NILOSAHARIANO
NIGERIANOCONGOLEÑO
CHINO
TIBETANO
CHINO-TIBETANO
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es la frecuencia con que los genes aparecen. Tenemos un buen ejemplo de ello en el factor Rh, un antígeno sanguíneo humano que puede encontrarse en dos formas, positivo y negativo, y sobre el que se ha acumulado abundante información. El carácter, que se hereda de una manera sencilla, se ha estudiado en miles de poblaciones por razones de salud pública. Los médicos deben identificar a las mujeres Rh negativas embarazadas que porten fetos Rh positivos, para administrarles un tratamiento inmunológico inmediatamente después del parto. El tratamiento impide que el cuerpo de la mujer fabrique anticuerpos que atenten contra el fruto de un segundo embarazo. Los genes Rh negativos, frecuentes en Europa, escasean en Africa y Asia occidental y son prácticamente inexistentes en Asia oriental, así como entre las poblaciones aborígenes de América y Australia. Se puede estimar el grado de parentesco, por ejemplo, entre ingleses (16 por ciento de individuos Rh negativos) y vascos (25 por ciento) restando ambos porcentajes (nueve puntos). Entre ingleses y asiáticos orientales dicha diferencia es de 16 puntos, distancia mayor que implica, seguro, una separación muy anterior. No hay, pues, nada esotérico encerrado en la noción de distancia genética. En realidad, para que las distancias suministren la mayor cantidad de información posible sobre las historias evolutivas solemos recurrir a fórmulas ligeramente más complicadas que la pura resta. Si dentro de una misma población se aíslan de forma absoluta unos grupos de otros, acabarán por diferenciarse, aun cuando no se produjeran mutaciones ni contáramos con la selección natural. El azar favorece el cambio de sus respectivas frecuencias génicas en un proceso de deriva. A igualdad de condiciones, la dis-
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ARTICOS COREANO
COREANO
INUIT
ESQUIMOALEUTIANO
EL LENGUAJE HUMANO
LUIGI LUCA CAVALLI-SFORZA ha estudiado los fenómenos de consanguinidad, deriva genética y forma de predecirla mediante observaciones demográficas, las relaciones recíprocas entre evolución biológica y cultural, el significado cultural de nombres y apellidos, y la reconstrucción de la evolución humana. Ha dirigido traba jos de campo entre los pigmeos africanos y ha aplicado técnicas moleculares al análisis de genes y la persistencia en el tiempo de material genético procedente de poblaciones aborígenes.
tancia genética aumenta simple y regularmente con el tiempo. Cuanto mayor sea el tiempo que dos poblaciones llevan separadas, tanto mayor será su distancia genética. Podríamos así imaginar la distancia a modo de reloj que marcara los hitos de la historia evolutiva. Pero las leyes de la estadística nos demuestran que no hemos de esperar que un simple gen como el del Rh proporcione una cronología exacta. Es fundamental utilizar promedios de muchos genes en el cálculo de las distancias genéticas; lo ideal sería contrastar conclusiones con diferentes conjuntos de genes. Para nuestra ventura se conocen ya miles de genes, aunque sólo unos pocos se han analizado en muchas poblaciones.
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on muchos los principios en que apoyarse para reconstruir árboles de distancias genéticas. Sírvanos de ejemplo el árbol que publiqué hace años, junto con Anthony W. F. Edwards, y que relacionaba 15 poblaciones. La genealogía basábase en distancias genéticas calculadas a partir de las informaciones genéticas de que en aquel entonces disponíamos y de acuerdo con la fórmula del “camino genético más corto”, propuesta por Edwards. Se trataba de construir el árbol que tuviera la mínima longitud de ramificación. Cuando el árbol se proyecta sobre un mapamundi, con las ramas descansando sobre los asentamientos actuales de las poblaciones, el resultado viene a coincidir con las reconstrucciones antropológicas de las migraciones de la antigüedad.
AMERICANOS AZTECA
YANOMANO
AMERINDIO
Pero carecemos de pruebas sólidas que reafirmen que el camino genético más corto sea la mejor forma de ajustar el árbol a los datos. Otros métodos dendrológicos podrían acertar más a la hora de relacionar la longitud de las ramas con el paso del tiempo y encontrar una fecha para la “raíz” del árbol. En los casos en que es posible, la raíz permite establecer una relación entre las poblaciones y un grupo distinto: por ejemplo, los chimpancés, que se dividieron de la línea que ha conducido al hombre hace unos 5 o 7 millones de años. Si admitimos una ta sa constante de cambio evolutivo para todas las ramas, podemos equiparar sus longitudes con el tiempo transcurrido desde que se produce la divergencia. Pero esos árboles enraizados pueden estar también su jetos a sesgos, si unas ramas han sufrido cambios evolutivos más rápidos que otras. Las técnicas matemáticas de la genética de poblaciones reducen al mínimo los sesgos con predicciones correctas de las tasas evolutivas. El modelo evolutivo que utilizamos es el más simple. Predice que las ramas evolucionarán con idéntica celeridad, a condición de que la principal causa de cambio resida en la deriva y sea el mismo el tamaño de las poblaciones, como media. La primera condición la confirman observaciones de distinta fuente; la probabilidad de la segunda condición se refuerza con una juiciosa selección de las poblaciones. No es raro que las tasas de evolución sean constantes si las poblaciones alcanzan ciertas dimensiones y han colonizado territorios que abarcan continentes
OCEANICOS POLINESIO
MAORI
AUSTRONESIO
MELANESIO
INDO-OCEANICO
AUSTRALIANO
AUSTRALIANO
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genéticos de índole diferente de los nuestros. Nos llegaron sus descubrimientos más interesantes cuando nuestros análisis estaban a punto de cerrarse; pero, a pesar de la disparidad de origen, confirmaban nuestros hallazgos en todos los puntos esenciales. El estudio en cuestión se centra en los genes presentes en el ADN de las mitocondrias, orgánulos celulares que metabolizan energía. Nosotros, en Stanford, habíamos iniciado esa línea de trabajo, pero la metodología que desarrollaron Allan C. Wilson y sus colegas de la Uni versidad de California en Berkeley consiguió una resolución mayor. Los genes mitocondriales difieren de los genes del núcleo en varios aspectos fundamentales. Los genes nucleares se heredan, más o menos equitativamente, del padre y de la madre; los mitocondriales se transmiten a la descendencia a través, casi exclusivamente, de la madre. Este modo de herencia simple convierte a 1. MAPA GENETICO del factor Rh negativo. Se observa su alta frecuencia entre los los genes mitocondriales en utillaje vascos. Los datos sugieren que éstos han conservado los vestigios de una primitiva valioso para el cálculo de las distanpoblación europea que posteriormente se mezcló con otras de Asia. cias genéticas. Superan también a los genes nucleares en su tasa de mutadurante un intervalo de tiempo que se momento sólo cubren una centésima ción; esa cadencia más alta podría prolonga hasta el asentamiento origi- parte de las poblaciones. No obstante, inducir a alterar en parte la determinal. hasta donde se han comparado, los nación estadística de las distancias datos moleculares concuerdan muy génicas, que no se calcularían de on mis colegas Paolo Menozzi y bien con los clásicos. acuerdo con las frecuencias génicas Alberto Piazza, de las universiNuestros primeros resultados apo- sino basándose en las mutaciones de dades de Parma y Turín, respectiva- yan una conclusión que se extrae de los propios genes. mente, diseñé un sistema analítico los estudios de restos humanos físicos El reloj mitocondrial se fundamenta común para abordar la historia y geo- y culturales: el origen africano de en el número de mutaciones acumulagrafía de los genes humanos. Dedi- nuestra especie. Hemos comprobado das, no en los cambios de las frecuencamos 12 años al estudio del cuerpo que las distancias genéticas entre cias génicas. Nuestra hipótesis pivode datos genéticos que se había acu- africanos y no africanos es muy supe- taba sobre la idea de una evolución, a mulado en los últimos 50 años: más de rior a la distancia que podamos inferir ritmo constante, de las frecuencias 100 caracteres hereditarios distintos de cualquier otra comparación inter- génicas; Wilson y su grupo pedían lo procedentes de aproximadamente continental. Y eso es lo que cabría mismo para los genes mitocondriales, 3000 muestras, tomadas de 1800 esperar si la separación africana fuera pero centrándose en la tasa constante poblaciones. La mayoría de las mues- la primera y más antigua en el árbol de mutación de éstos. Por la propia tras incluían cientos o miles de indivi- genealógico humano. naturaleza de los datos, resulta más duos. Este conjunto de datos, nuestro La distancia genética entre africa- fácil ponerle raíz a un árbol mitoconconjunto clásico, deriva indirecta- nos y no africanos viene a doblar la drial que a otro nuclear. Basta cotejar mente de las proteínas expresadas por distancia que media entre australia- el árbol que hemos crea do con cuallos genes. nos y asiáticos; esta última separación quier grupo externo —Wilson acudió Hemos trabajado, además, con un dobla de lejos, a su vez, la distancia a los chimpancés— cuya fecha o intersegundo conjunto enteramente nuevo: que existe entre europeos y asiáticos. valo de fechas de separación sea conodatos moleculares estudiados directa- Los tiempos de separación sugeridos cida. mente a partir de las secuencias de por la paleoantropología guardan una ADN presentes en el núcleo celular. relación muy similar: 100.000 años on esas distancias, el grupo de La mayoría de los datos moleculares para la división entre africanos y asiáWilson construyó un árbol geneaque utilizamos se recogieron en un ticos, unos 50.000 años para la sepa- lógico que revelaba más diferenciaprograma de investigación que duró ración entre asiáticos y australianos, ción en Africa que en cualquier otra siete años, en el que intervinieron mi y de 35.000 a 40.000 para la diversifi- parte. El descubrimiento indicaba que laboratorio de la Universidad de cación entre asiáticos y europeos. En era en Africa donde el ADN humano Stanford y el equipo de Kenneth K. y estos casos, al menos, nuestras distan- mitocondrial había evolucionado Judith R. Kidd, del departamento de cias se comportan como un reloj durante un período de tiempo más genética de la Universidad de Yale. exacto. largo, y que podía seguirse su pista Aunque estos datos son en muchos Un reloj bastante distinto, aunque hasta una sola mujer africana. aspectos de superior calidad que los elegante, han creado quienes se han Además, los investigadores pudieron basados en los productos génicos, de ocupado de investigar un tipo de datos fechar los puntos de ramificación del
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2. GENES Y PIEDRAS nos relatan una histori a muy parecida. El primer árbol genético (rojo) se ha proyectado sobre un mapa, con sus extremos situados sobre asentamientos actuales ( punto s rojos ). Trabajos más recientes apuntan dos rutas
árbol comparando el ADN de humanos con el de chimpancés, cuyos lina jes se sabe se separaron hace unos cinco millones de años. Calibrado el árbol, el grupo de Wilson se aprestó a deducir las fechas de las últimas ramificaciones. Y lo que es más importante, calculó que esa mujer africana vivió hace unos 150.000 o 200.000 años. Se confirmaban así nuestras conclusiones por otra vía, completamente independiente. El equipo de Wilson ha acercado luego algo más el tiempo estimado, aunque su mujer africana todavía es anterior a la fecha que nosotros asignamos para la separación entre las poblaciones asiáticas y africanas. De hecho, tiene que ser más antigua, ya que las dos fechas se refieren a acontecimientos distintos, el nacimiento de
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migratorias de Africa a Asia (amarillo). No tenemos pruebas de los pormenores de las rutas. Las estimaciones arqueológicas sobre los primeros asentamientos aparecen reflejadas en la ruta.
una mujer determinada y la bifurca- el género Homo apareció en Africa ción de una población a la que ella hace unos 2,5 millones de años y que pertenecía. Los medios de comunica- las pruebas fósiles del anatómicación confundieron la cuestión, dándole mente moderno H. sapiens se datan amplia difusión a esa mujer, con el en sólo hace unos 100.000 años, en nombre de “Eva”. Sin embargo, no Africa o aledaños, no todos aceptan la tenemos pruebas de que haya habido teoría “africana”. Hay quien aboga por nunca un instante en que sólo hubiese una mayor antigüedad y por muchas una mujer viva sobre la Tierra. Muchas poblaciones del Viejo Mundo a la otras mujeres pudieron vivir al mismo vez. tiempo; sencillamente, se extinguieNo nos hemos limitado a situar en ron sus linajes mitocondriales. Africa los primeros humanos moder Algu na s de es ta s co nclusi on es nos. También hemos recogido pruebas siguen levantando controversia. Aun- de oleadas migratorias. Esas claves y que los paleoantropólogos aceptan que pautas de migración arrojan bastante 3. LA ACUMULACION DE CAMBIOS a lo largo del tiempo produce diferencias genéticas, como queda reflejado en este árbol genealógico de etnias (izquierda). La deriva, mecanismo de cambio, puede ser reproducida en el ordenador (derecha). Cuando una población se separa en dos mitades, sus frecuencias génicas son similares, pero con el tiempo y el azar pueden evolucionar en direcciones opuestas.
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luz sobre el origen de las poblaciones actuales. Un trabajo, por lo demás, que, cuando se le compare con los hallazgos de filólogos y arqueólogos, arqueólogos, aumentará su valor y potencial informativo. En general, los procesos migratorios reflejan cambios que obedecen a presiones y a nuevas posibilidades u oportunidades. Los humanos y sus homínidos antecesores registraron episodios de alta densidad poblacional y consiguiente expansión geográfica. Tales éxitos demográficos nacieron, en muchos casos, de cierto desarrollo cultural, que, en lo concerniente a la prehistoria, sólo podemos colegir de los restos arqueológicos. Esos testimonios —huesos e instrumentos líticos en su mayoría— corroboran la tesis africana del asentamiento original de los homínidos. Desde ese núcleo irradiaron hacia Asia vía el istmo de Suez y, posteriormente, pasaron de Asia a Europa. En esas regiones hubo encla ves homínidos hace quizás un millón de años. El siguiente paso es más difícil de establecer, pues depende del momen momento to en que imaginemos el desgajamiento desgajamiento de los humanos modernos del tronco homínido. En cualquier caso, está claro que ya había ocurrido cuando los humanos se dispersaron desde Asia hacia América, acontecimiento que ocurrió cuando el estrecho de Bering estaba seco y la suavidad del clima posibilitaba el avance por tierra. La colonización de Australia y las islas del Pacífico hubo de producirse también en fecha reciente, una vez dominada la navegación en mar abierto.
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or lo que sabemos, Australia la colonizaron emigrantes del sureste asiático hace unos 40.000, si no 10.000 o 20.000 años antes. Los arqueó ar queólogos logos andan divididos sobre la llegada a un continente americano. Con todo, los primeros signos convincentes de la presencia humana en Alaska Alask a se remo remontan ntan a unos 15.0 15.000 00 años. Parece que hay dataciones anteriores en algunos sitios de América del Sur. Las estimaciones oscilan, pues, entre 15.000 y 35.000 años. Nuestros datos de genética nuclear abonan un asentamiento cuyos inicios se fecharían hará unos 30.000 años. Europa, barrida en varias oleadas migratorias, conserva todavía vestigios de los primeros enclaves. En 1954 Arthur E. E. Mourant, del laboratorio de genética de poblaciones del Consejo de Investigaciones Médicas de Londres Lon dres y adelantado de la geografía genética, ideaba una estratagema ingeniosa para resolver el rompecabezas. Según
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su hipótesis, los vascos (población del norte de España y del suroeste sur oeste de Francia) son los habitan tes más antia ntiguos de Europa y han conser vado algo de su constitución genética genética primitiva, a pesar de su cruzamiento cru zamiento con sucesi vos inmigrantes. La teoría se apoya en datos sobre el Rh negativo: los vascos tienen una frecuencia mayor de ese gen que cualquier otra población. Los trabajos con otros genes ge nes confirman la hipótesis, hipótesis, lo mismo que el estudio de las hondas diferencias lingüísticas entre el vascuence y la lengua de sus vecinos. vecinos.
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l análisis reciente de la variación génica que se observa de una punta a otra de Europa invitó a crear un modelo del posible curso seguido por la colonización europea. De acuerdo con el guión propuesto, los agricultores del Neolítico llevaron sus genes, cultura y lenguas indoeuropeas de Oriente Medio a Europa en un proceso de expansión lenta. Como los antepasados de los vascos vivieron en el otro extremo de la corriente migratoria, es probable que el grado de mezcla genética con los agricultores fuese mínimo. No podemos olvidar que sólo hallaremos patrones de asentamientos que reflejen emigraciones exitosas. También habría otras que fracasaron. En Am ér ic a, po r to ma r un ej em pl plo o reciente, re ciente, se sabe que los vikingos lle varon varo n a cabo colon izacio nes cortas cortas,, pero se desconoce su posible contribución al acervo génico del lugar. Vayamos con nuestro terce r descubrimiento importante: la sorprendente correlación entre distribución de genes y distribución de lenguas. Llegamos, en efecto, a la conclusión de que, en ciertos casos, una lengua o familia de lenguas servía para identificar una población genética. Tenemos Te nemos un ejemplo notable en las casi 400 lenguas de la familia bantú de Africa central y del sur, lenguas estrechamente es trechamente emparentadas entre sí, que, además, se corresponden con las fronteras tribales y las afiliacioafilia ciones genéticas entre tribus. Los fundamentos lingüísticos que sustentan sustentan este caso ya habían sido avanzados avanzados en los años cincuenta por Joseph H. Greenberg. Green berg. Greenberg sostenía, y lo acepta hoy la mayoría, que las lenguas bantúes descendían de una lengua común o de un grupo de dialectos emparentados emparentados que hablaban los antiguos agricultores del este de Nigeria y Camerún. Con la expansión de los campesinos hacia el centro y sur de Africa, hace al menos 3000 años, sus lenguas se
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diversificaron, pero no hasta el estructura y el vocabulario básico punto de velar su origen común. conserven las características de La explicación es aplicable a los la familia. genes de esas poblaciones; y así, Esta diferencia significa que, el bantú —en su origen una catecuando una minoría conquista a goría lingüística— se emplea una mayoría y le impone su lenahora para designar un conjunto gua, la sustitución del idioma es de poblaciones que comparten casi absoluta, en tanto que la susuna base lingüística y genética. titución génica es proporcional a En 1988 publicamos un árbol la razón demográfica. Los húngafilogenético de 42 poblaciones ros, por ejemplo, hablan una lencon sus parentescos lingüísticos gua originaria de los Urales (que respectivos. El árbol demuestra dividen Europa y Asia) impuesta que el agrupamiento genético de por los conquistadores magiares las poblaciones se superpone sin de la Edad Media, pero presentan rechinar al agrupamiento por un patrón genético europeo. No lenguas. Con muy pocas excepes trabajo fácil detectar restos de ciones, las familias lingüísticas genes magiares en la población parecen tener un origen bastante moderna. reciente en nuestro árbol genéLa sustitución génica a gran tico. Añádase a ello la labor de escala es quizá la más rara. Pero dos grupos de lingüistas, que han hay un ejemplo, por lo menos: los 4. MUESTRA GENETICA extraída de un pigmeo creado categorías lingüísticas lapones, o saame, de Escandi Escandinanaafricano de la tribu de Aka, que aparece con el superiores (“superfamilias”) con via septentrional. septentrional. Su lengua lengua perautor del artículo. unos resultados paralelos a los tenece a la familia urálica, pero obtenidos en el rastreo genético, de encuentra un mayor grado de dispari- su patrón genético sugiere sugiere una mezcla índole obviamente distinta. Por no dad genética conforme se dilata la entre mongoloides de Siberia y escanmencionar la excitación que nos pro- lejanía entre dos subgrupos. Lo mismo dinavos, responsables estos últimos de ducía haber confirmado una conjetura ocurre con las lenguas. Sin barreras la mayoría de sus genes. La mezcla de Charles Darwin, quien en el capí- especiales, las variaciones lingüísti- genética es evidente también en el tulo 14 de su libro Sobre el origen de cas y genéticas tienden a ser conti- cabello y la piel de los lapones, que oscuro . Una las especies median me diante te selección natu- nuas; la discontinuidad aparece rá (en varían de muy claro a oscuro. ral señalaba que, si se conociese el la gené tica y en la lengua) si se levanta situación no muy distinta se presenta obstáculo contra el flujo libre de en los etíopes, una mezcla genética de árbol de la evolución genética, se algún obstáculo podría predecir el de la evolución lin- personas o poblaciones. africanos y caucásicos de Arabia, con Nuestra regla de la correspondencia correspondenci a güística. un predominio de los primeros. ¿Por qué van de la mano la evolu- entre genes y lenguas presenta dos produce ción genética y la lingüística? No se tipos de excepciones: cuando se produce ncluso un modesto goteo de genes puede producir grandes efectos si ve a detr de trás ás ning ni ngún ún dete de term rmin inis ismo mo sustitución de lengua y cuando se da genético; la respuesta está en la his- sustitución de genes. El primer caso se muestra pertinaz. Ejemplo arquetoria: los genes no controlan el len- ocurre cuando la gente abandona su típico lo tenemos en los afroamericaguaje, sino que son las circunstancias lengua ancestral por otra, la de los nos, un 30 por ciento de cuyos genes del nacimiento las que determinan la inmigrantes, conquistadores o elite actuales, como media, derivan de lengua con la que uno se las va a tener. cultural. No es fenómeno habitual y su antepasados europeos. Esta es la mezLas diferencias lingüísticas podrían probabilidad es menor si la lengua cla esperada si del total de las unio nes levantar o reforzar barreras genéticas nueva procede de una familia dife- de negros, desde que se instituyó la entre las poblaciones, pero no es pro- rente. El vascuence es un caso extremo esclavitud en América, el 5 por ciento bable que sean el motor de la correla- de reliquia lingüística que ha logrado de todas ellas se hubieran realizado ción. La evolución humana está pla- sobrevivir a miles de años de continuos con europeos, y sus hijos hubiesen sido gada de fragmentaciones de las cambios en las regiones vecinas. clasificados como negros. Otros 1000 años con un flujo genético similar acapoblaciones en grupos, algunos de los a sustitución de genes, normal- barían prácticamente con el genoma cuales se asientan en otras partes. mente parcial, acontece con la africano de origen. Cada fragmento desarrolla patrones Es sorprendente quizá que se conlingüísticos y genéticos que llevan la mezcla de dos poblaciones. La mezcla huella de un punto de ramificación puede ser gradual y afectar entonces serve ese alto grado de correlación común. Por tanto, alguna correlación a las frecuencias relativas de todos los entre lenguas y genes, a pesar de la genes en la misma proporción. Este distorsión provocada por las sustitues inevitable. Se puede objetar que las separacio- gradualismo es nota discriminante ciones génicas y lingüísticas. En parte nes totales, como las que se establecen entre genes y lenguas, que pueden o eso puede ser reflejo de nuestra concuando un grupo disidente emigra a no ser sustituidas. La lengua conserva centración en las poblaciones aborígeun nuevo continente, deben ser raras. su integridad ancestral aun cuando nes. En cualquier caso, otros análisis Pero no se necesitan océanos ni cordi- incorpore muchas palabras de otra confirman la existencia de esta correlleras para dividir las poblaciones: familia o subfamilia lingüística. Los lación microgeográfica, a veces de basta con la distancia, como demues- lingüistas coinciden, por ejemplo, en forma espectacular. Quizás el ejemplo tran los estudios genéticos en muchas que el inglés sigue siendo un miembro más notable lo represente la fuerte especies. Como los intercambios demo- de la subfamilia germánica a pesar de coincidencia entre nuestros análisis gráficos suelen ser más habituales en las aportaciones del francés, el griego de patrones genéticos en los nativos las distancias cortas, uno espera y y el latín. Lo que importa es que la americanos y la reciente clasificación
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de Greenberg de lenguas del Nuevo Mundo entre familias principales. Aunque los estudios se realizaron con metodologías diferentes, y manejaron datos de contenido muy dispar, los dos prestan sólido apoyo a la existencia de un grupo de migraciones discretas hacia ambos hemisferios americanos. La explicación última de esta correlación entre genes y cultura debe buscarse en los dos mecanismos de transmisión: horizontal y vertical. Los genes, que se transmiten siempre de padres a hijos, describen una ruta vertical a través de las generaciones. La cultura también puede transmitirse verticalmente de generación en generación, pero a diferencia de los genes admite una transmisión horizontal, entre individuos no emparentados. La moda de temporada, por ejemplo, se presenta en París y se transmite al mundo entero (aunque ahora parece que Italia toma la delan-
tera). En el mundo moderno la transmisión horizontal cobra cada vez mayor relieve. Pero las sociedades tradicionales se distinguen precisamente por el apego a su cultura —y normalmente su lengua— de generación en generación. Su forma predominantemente vertical de transmisión cultural las hace más conservadoras.
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as sustituciones de genes y lenguas son excepciones engorrosas a nuestra regla. Cada excepción opera de acuerdo con sus propias normas, y así se explica en buena medida la evolución de las poblaciones y lenguas y, por tanto, el desarrollo de la cultura humana. Nuestro trabajo debe completarse con la investigación de tales sustituciones. Los antropólogos deben acostumbrarse a manejar esas herramientas y no dejar escapar una información que se pierde por días. Pruebas de un valor incalculable se nos escapan de las manos cuando poblaciones
aborígenes diluyen su identidad. El creciente interés por el Proyecto Genoma Humano podría estimular la búsqueda acumulativa de pruebas de diversidad genética humana antes de que se esfume.
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA RECONSTRUCTION OF H UMAN E VOLUTION: BRINGING TOGETHER GENETIC, ARCHAEOLOGICAL AND LINGUISTIC DATA. L. L.
Cavalli-Sforza, A. Piazza, P. Menozzi y J. L. Mountain en Proceedings of the National Academy of Sciences, vol. 85, n.o 16, págs 6002-6006; agosto de 1988. D RIFT , A DMIXTURE AND S ELECTION IN HUMAN EVOLUTION: A STUDY WITH DNA POLYMORPHISMS. A. M. Bowcock, J. R.
Kidd, J. L. Mountain, J. M. Hebert, L. Carotenuto, K. K. Kidd y L. L. CavalliSforza en Proceedings of the National Academy of Sciences, vol. 88, n. o 3, págs. 839-843; 1 de febrero de 1991.
¿Hay genes para el lenguaje? Angel Alonso-Cortés
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s probable que una alteración en el desarrollo o la formación de un órgano sea genética cuando se puede heredar; en tal caso se supone la existencia de uno o varios genes anómalos. Hasta ahora se han descrito pocas patologías en el desarrollo del lenguaje que puedan atribuirse a una clara determinación genética. Una de ellas podría ser la disfasia evolutiva, que impide que niños aparentemente normales adquieran a su debido tiempo las reglas y estructuras gramaticales. M. Gopnik ha estudiado a integrantes de una familia aquejada por este tipo de problema durante tres generaciones. Los sujetos afectados no marcan el morfema del plural del inglés (“They put present under the Christmas tree”, “Ellos ponen regalo bajo el árbol de Navidad” ; “I was make 140 box ”, “Yo tenía que hacer 140 caja”); no flexionan el tiempo verbal (refiriéndose a una acción pasada dicen “I wait in the Berri-de-Montigny [una estación]”), no marcan la tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo inglés con - s (“The ambulance arrive”) ni diferencian entre nombres contables (bicicleta, perro,...) e incontables (música, oro,... ), lo que tiene repercusiones en inglés, pues juzgan como gramaticales las oraciones “I play musics” y “We are gonna ride some bycicle”. El déficit gramatical afecta, pues, a los rasgos morfosintácticos e indica que las reglas gramaticales que regulan estos aspectos no están funcionando adecuadamente. El gráfico representa el pedigrí de la heredabilidad de la disfasia en dicha familia, estando coloreados en rojo los símbolos representativos de los individuos disfásicos.
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Se ha conjeturado que este déficit tenga su origen en una anomalía de un solo gen autosómico dominante. Hay que notar, sin embargo, que la relación entre genes y capacidades cognitivas es indirecta. Los genes no actúan VARON HEMBRA
directamente en la conducta o en las capacidades cognitivas, sino que codifican proteínas que regulan la estructura y función de los órganos. Una anomalía genética puede dar origen a una deficiencia metabólica; por ejemplo, si una perturbación en el metabolismo del calcio originase un exceso de él (hipercalcemia), el resultado podría ser un cerebro de menor volumen y con menos sustancia gris, entre otras alteraciones. Esta historia familiar de disfasia, que parece constituir un ejemplo de herencia mendeliana de una capacidad cognitiva, no demuestra por sí sola la naturaleza genética de la deficiencia, pero constituye una base para ulteriores estudios dirigidos a confirmarlo.
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Diversidad lingüística del mundo Colin Renfrew
Colonizadores, agricultores, mercaderes y conquistadores llevaron las lenguas precursoras de las actuales a los territorios donde hoy se hablan. Los estudios multidisciplinares nos revelan el papel respectivo de cada grupo
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arra el historiador griego liam Jones, juez del Tribunal Su premo regularmente una de otra y surgen las Herodoto que Psamético, fa- de Calcuta, quien advirtió relaciones innovaciones en el vocabulario. raón egipcio del siglo VII a. C., de parentesco entre el sánscrito, el La hipótesis de un ritmo de cambio dispuso el aislamiento de dos recién griego, el latín, el gótico y el persa. bastante uniforme resulta decisiva, nacidos hasta que se pudieran oír jun- Palabras y rasgos gramaticales le sugi- pues la transformación diferencial tas sus primeras palabras. La primera rieron la idea de que las lenguas habían oscurece el modelo de ramificación. expresión que articularon fue bekos, “brotado de una fuente común”, la hoy Citemos, a modo de ejemplo, el danés. palabra que, según descubrieron los llamada familia indoeuropea. Imaginemos que se hubiera separado escribas del faraón, significaba pan en Las generaciones posteriores han del inglés y el alemán antes de que frigio, lengua que se hablaba en Ana- refinado y elaborado los métodos ana- estas dos lenguas divergieran. La filotolia. Concluyeron así que el frigio era líticos que empleó Jones. La lingüís- genia real colocaría en una rama el la lengua original de la Tierra. Tan tica histórica, nacida de la investi- inglés y el alemán y, en otra, el danés. caprichoso experimento marcó, tal gación indoeuropeística, compara Si el alemán y el danés se hubieran parece, la pauta de las investigaciones sistemáticamente las lenguas que alterado poco, mientras que el inglés posteriores. En el siglo XIX las hipóte- pertenecen a una familia. El cotejo hubiera cambiado mucho, un lingüista sis sobre el origen de la lengua habían permite reconstruir una hipotética sin otros puntos de referencia podría quedado vacías de significado, hasta lengua precursora, o protolengua. ubicar erróneamente el alemán y el el extremo de que la Société LinguisLa inferencia de filogenias a partir danés juntos, separados del inglés. tique de París prohibió abordar el de datos observados en el presente es tema en sus sesiones. tro supuesto de entrada tiene que un problema que volvemos a enconHoy día, los avances de la arqueolo- trarlo en biología evolutiva. Los biólo ver con la descendencia compargía, de la genética y de la propia lin- gos se han venido esforzando por tida; de acuerdo con el mismo sería güística están abriendo una vía plau- reconstruir los parentescos entre ésta, y no factores independientes que sible de explicación de la diversidad especies a través de la anatomía y fisio- fuerzan la convergencia, la que explide lenguas. Muchos aspectos del pro- logía. En los últimos decenios, la bús- caría las semejanzas. En el contexto blema constituyen todavía objeto de queda se ha generalizado hasta el lingüístico, se produce convergencia debate y cualquier intento de síntesis dominio molecular, donde se descifra cuando lenguas contemporáneas se sólo puede ser provisional, pero empie- la línea de descendencia de secuencias influyen mutuamente a través del zan ya a discernirse los rasgos gene- específicas de nucleótidos de ADN. En préstamo de palabras, frases y formas rales del proceso de evolución de las cada caso, el estudio sistemático engen- gramaticales. El uso en Europa de la lenguas. dra una clasificación taxonómica, expresión norteamericana “O.K.” es La historia proporciona un cimiento basada en la observación. Se trata de un ejemplo de convergencia. Como el seguro para crear una hipótesis razo- una clasificación fenética, fundada en préstamo rara vez afecta a los elemennable. Durante más de 200 años los la morfología general. tos básicos de una lengua, los expertos lingüistas han reconocido que algunas A menudo la semejanza relativa de suelen detectarlo, si bien el problema lenguas tienen tales semejanzas en las unidades taxonómicas puede repre- radica en el establecimiento de nor vocabulario, gramática, formación de sentarse en un diagrama dendriforme. mas de comprobación. palabras y uso de los sonidos, que Desde Charles Darwin muchos cultiDentro de la disciplina de la lingüísdeben provenir de un antecesor común. vadores de disciplinas históricas, la tica, el entusiasmo por una visión uniLlaman familias lingüísticas a esas lingüística histórica y la paleontología versal de la evolución del lengu aje vinc ulacione s ance stra les. La más entre ellas, han tendido a confundir ese dista mucho de ser unánime. Durante famosa de las primeras clasificaciones árbol con el proceso evolutivo que con- años han coexistido dos escuelas antafue emprendida en 1786 por sir Wil- dujo hasta la situación presente. En gónicas: los “fragmentadores” y los otras palabras, han equiparado el árbol “aglutinadores”. Los primeros tienden fenético con el filogenético. a destacar las diferencias que anulan Semejante identificación se apoya COLIN RENFREW rige la cátedra en la fuerza de varios supuestos cenDisney de la Universidad de Cambrid1. DISEMINACION de las lenguas a tratrales. El más importante es que el vés de cuatro procesos ( ge y preside el Instituto McDonald de de arriba abajo): cambio evolutivo procede con una migraciones iniciales, expansiones deInvestigación Arqueológica. Ha dirigicadencia regular y constante. Con el mográficas de agricultores, incursiones do excavaciones en Grecia y las islas paso del tiempo, las formas que han tardías en el Subártico y conquista de Británicas. llegado a separarse van divergiendo extensos territorios.
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el posible parentesco de las lenguas; propenden a fragmentar la clasificación en unidades pequeñas e independientes. En su esfuerzo para descartar parentescos espurios, los fragmentadores exigen que ningún grupo de lenguas se clasifique como una familia hasta no haberse demostrado que existe una serie de semejanzas y afinidades entre ellas. Insisten también en que se usen esas correspondencias para reconstruir la protolengua originaria de la supuesta familia. Los aglutinadores, por su parte, aceptan criterios que les permitan agrupar muchas lenguas en unas pocas familias y, aunque algunos reconstruyen protolenguas, otros consideran superflua esa fase. Varias familias de lenguas han ganado amplia aceptación; son la indoeuropea, la afro-asiática (antes camito-semítica), que comprende las lenguas semíticas y la mayoría de las lenguas del norte de Africa, y la familia urálica, que incluye el finés y el húngaro. Menos clara está la legitimación de otras agrupaciones.
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n 1963 Joseph H. Greenberg dio un paso significativo hacia una visión unificada al clasificar las lenguas de Africa en cuatro macrofamilias dominantes: la afro-asiática, la khoisán, la níger-cordofana y la nilo-sahariana. No emprendió la reconstrucción histórica por medio del método comparativo, que muchos lingüistas hubieran preferido, sino que operó mediante un sistema de análisis multilateral. Este método permite examinar simultáneamente un conjunto de palabras en muchas lenguas, en vez de limitarse a compararlas en sólo un par. Pese a las reservas de los fragmentadores, muchos investigadores han seguido la clasificación de Greenberg para Africa. El mismo autor aplicaría luego idéntico procedimiento a las lenguas del continente americano, identificando tres familias importantes, o macrofamilias. Dos de ellas, la esquimo-aleutiana y la na-dené, han encontrado amplio apoyo; en cambio, la tercera categoría, la “amerindia”, que incluye la mayoría de las lenguas indígenas americanas en una sola macrofamilia, ha sido muy criticada. En mi condición de arqueólogo, prefiero abstenerme de juzgar la validez de estas macrofamilias, así como la de otras defendidas por Merritt Ruhlen, un convicto aglutinador. Me limito a señalar las que son controvertidas, dejando abierta la cuestión de su naturaleza mientras intento resolver un rompecabezas más concreto: ¿cómo se produjo esa distribución? En los
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últimos años se ha empezado a conformar una respuesta gracias a dos avances arqueológicos, uno relativo a la evolución de nuestra especie, el otro a la de nuestra cultura. Sabemos mucho más ahora sobre los primeros homínidos que hace veinte años. Nadie duda que fue en Africa, hace unos cuatro o cinco millones de años, donde apareció Australopithecus . También en Africa, hace alrededor de 1,6 millones de años, evolucionó el antepasado de todos nosotros, Homo erectus, quien se dispersó por Asia y Europa y del que se han encontrado fósiles y objetos en ambos continentes. Nuestra propia especie, Homo sapiens , se separó con toda seguridad de H. erectus y alcanzó su forma actual — H. sapiens sapiens— hace más de 100.000 años. La mayoría de los arqueólogos admiten que este proceso aconteció exclusi vamente en Africa. Una teoría alternativa sostiene que el proceso de transición de H. erectus a H. sapiens no estuvo restringido a Africa, sino que tuvo lugar en un área más amplia, que abarcó Asia y, quizás, Europa. Pero las pruebas genéticas respaldan la hipótesis del “origen africano”. Siguiendo esta opinión, por tanto, podemos concebir la aparición de H. sa piens sapiens en Africa hace unos 100.000 años con la dispersión gradual de nuestra especie por el Viejo Mundo. Hace unos 40.000 años, pueblos modernos habían colonizado el Mediterráneo oriental, sur de Asia, Europa, Asia central y oriental, Nueva Guinea y Australia. Hace quizá tan sólo 37.000 años —y no más de 16.000— exploradores asiáticos habían atravesado el estrecho de Bering e iniciado la colonización del Nuevo Mundo. Debemos suponer que todos esos pobladores hablaban una o varias lenguas, aunque no cómo eran. El segundo avance arqueológico importante de los últimos años es el énfasis puesto en los mecanismos del cambio cultural. En particular, los arqueólogos ya no están dispuestos a explicar cualquier alteración surgida en las primeras etapas de la cultura humana como consecuencia de alguna migración mal definida. Han abandonado la ecuación simplista establecida entre una lengua, una cultura y un “pueblo”. Si se va a utilizar una migración para explicar un cambio del arte decorativo, la aparición de un nuevo sistema religioso o el surgimiento de una lengua nueva, debe haber alguna prueba de parentesco y comprenderse los procesos económicos y sociales que la indujeron. Existen cuatro procesos principales por los que una lengua puede llegar a
Así se diseminaron las lenguas
MIGRACION INICIAL
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1 parecer, los primeros humanos empezaron a diseminarse desde Africa hacia el resto del mundo hace unos 100.000 años. Las huellas lingüísticas supervivientes de esta migración son el vasco, el caucásico, el koisán, el australiano, el "indo-pacífico" y el "amerindio".
DISPERSION AGRICOLA
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a invención de la agricultura en varios lugares provocó la expansión de las poblaciones. En consonancia con ello, las lenguas originales de los agricultores se diseminaron y diversificaron hasta formar grandes familias como el indoeuropeo, el sino-tibetano, el austronesio y el afro-asiático.
DISPERSION TARDIA RELACIONADA CON EL CLIMA
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l calentamiento global de hace varios miles de años abrió las regiones situadas al norte del paralelo 54 a exploradores cuyas lenguas se desarrollaron en las familias conocidas como uraloyucáguira, chucuto-camchatca, esquimoaleutiana y nadené.
DOMINIO DE ELITE
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l desarrollo de sociedades complejas permitió que minorías invasoras conquistaran otras poblaciones y les impusieran sus lenguas. Así se expandió la familia altaica, igual que determinados miembros de familias existentes con anterioridad, como la indoeuropea y la sino-tibetana.
TEMAS 5
hablarse en un territorio: la colonización inicial de una región no ocupada; la divergencia (tratada antes); la con vergencia (también tratada antes), y la sustitución lingüística, en la que la lengua invasora reemplaza a la original.
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i nunca se hubiera producido la sustitución, la divergencia habría representado la causa principal de cambio y el mapa lingüístico del mundo sería un mosaico de unidades lingüísticas. Cada lengua diferiría notablemente de sus vecinas, figurando como una familia independiente o, con mayor precisión, como una lengua aislada. Este mosaico es evidente en las lenguas aborígenes del norte de Australia, donde un número grande de familias lingüísticas ocupa un área pequeña. (Bastante más al sur de Australia hay una sola familia aglutinadora, la Pama-Nyungan, para cuya amplísima distribución no hay explicaciones.) Este tipo de modelo en mosaico se encuentra entre los campesinos de Nueva Guinea. Y cuando se estudian los mapas de lenguas aborígenes de California y algunas partes de Suramérica, se tiene a veces una impresión parecida. Lo mismo ocurre en el Cáucaso. Pero gran parte del mapa mundial es bastante distinta. Extensas áreas del
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globo están ocupadas por familias lin- dispersiones de población, ocurridos El factor individual más importante güísticas singulares, del tipo de las que después del último período glacial, en el desarrollo de las familias lingüíssólo habrían surgido por un proceso de hace unos 10.000 años. Las dispersio- ticas de áreas amplias parece haber sustitución. Sugiero tres razones sim- nes entrañaron la introducción de la sido la sustitución, gracias a la ples para explicar este modelo. agricultura, por un lado, y la penetra- expansión de la agricultura. De En primer lugar, unas pocas fami- ción en áreas deshabitadas a raíz de acuerdo con esta teoría, una familia lias han alcanzado su extensión actual los cambios climáticos, por otro. lingüística comenzaría su andadura en virtud del dominio de elite. Vale siendo una sola lengua, hablada por decir: una minoría invasora se hace as recientes dispersiones relacio- campesinos incipientes (o “forrajeros”) con el control de los resortes del poder nadas con los cambios climáticos que habitan un ecosistema donde hay y se ele va a la categoría de aristocra- poblaron territorios vacíos al norte del plantas (y quizás animales) domesticia, dando tal prestigio a su lengua paralelo 54, cerrados a toda habita- cables. Esos campesinos desarrollan que induce al pueblo aborigen a adop- ción durante la última fase fría del una cultura agrícola que los mantiene tarla por encima de la suya propia. Pleistoceno. Es muy probable que las en un hábitat sedentario, lo que favoEstos relevos de mando por una mino- regiones donde encontramos ahora rece un índice mayor de natalidad, una ría implican que el grupo invasor se hablantes de lenguas esquimo-aleu- tasa baja de mortalidad infantil y una presenta con una organización más o tianas fueran ocupadas hace escasos producción de alimentos más intensa. menos centralizada, por lo que dicha milenios. Las lenguas uralo-yucágui- La densidad de población crece, garanhipótesis sólo puede aplicarse a las ras y chucoto-camchatcas se habrían tizando así el predominio local de los épocas prehistóricas tardías o a los asentado en sus territorios actuales agricultores y su lengua. tiempos históricos, cuando ya se antes de esa fecha. En algunos casos, los cultivos y rebahabían constituido sociedades muy El caso de las lenguas na-dené ños domesticados, así como las técni jerarquizadas. parece más complicado. Como sugiere cas para su administración, serían Por ejemplo, en el sur de China el Greenberg, es probable que llegaran transplantables a nuevos nichos ecochino no se adoptó hasta tiempos his- a Norteamérica antes que los esqui- lógicos. En tales circunstancias, la tóricos, a través de la expansión militar mo-aleutianoparlantes, pero mucho lengua o lenguas del área nuclear se del imperio chino. La propagación euro- después de la colonización inicial del transmitirían junto con las plantas y pea del latín se ajusta también a ese continente. Su modo de vida repre- animales domésticos. Las lenguas cuadro; otro tanto cabe decir de la difu- sentaba una adaptación temprana a la irían extendiéndose al compás de la sión de las lenguas indoeuropeas por vida en la tundra. Más tarde, cuando lenta expansión de la población en una Irán, el norte de India y Paquistán, los factores ecológicos o climáticos ola de avance, conocida como difusión atribuible al auge del pastoreo nómada hicieron que esta área les resultara démica. Una posibilidad alternativa en el segundo milenio a. C. Las lenguas menos hospitalaria, bajarían al sur. consistiría en que la lengua de los agrialtaicas empezaron a dominar Asia Algunos proto-na-denéparlantes arri- cultores, junto con la nueva economía central durante el Medievo, cuando baron hasta Arizona o Nuevo México. agrícola, fuera adoptada por grupos guerreros a caballo asolaron la región. El dominio de elite, reforzado por la vecinos de cazadores-recolectores, en La mayoría de las familias lingüís- domesticación del caballo, explica la un proceso de aculturación. Los efectos ticas que abarcan áreas extensas pue- presencia de culturas relacionadas genéticos difieren bastante de un proden considerarse, sin embargo, pro- con este grupo lingüístico por gran cedimiento a otro. ducto de dos tipos diferentes de parte del continente. Suele aceptarse que la expansión de las lenguas bantúes de Africa (de la familia níger-cordofana) se apoyó en NUEVO la difusión démica. Peter Bellwood ha GUINEANO utilizado el mismo argumento no sólo para las lenguas polinésicas, sino AUSTRALIANO también para las austronesias en general. MELANESIO He defendido esta posibilidad y la he razonado con cierto detenimiento CHINO para las lenguas indoeuropeas de Europa. Algunos sostienen que en el noroeste europeo el proceso no se debió JAPONES tanto a los movimientos de población cuanto a la aculturación, aunque, de EUROPEO haber sido cierto, los efectos lingüísticos habrían resultado en última insPIGMEO tancia idénticos. Parejas razones pue(ZAIRE) den esgrimirse para las lenguas afro-asiáticas, quizá también para las PIGMEO élamo-dravídicas, y para la propaga(REPUBLICA ción inicial de las altaicas en Asia. CENTROAFRICANA) Desde luego, estas lenguas, especial0 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05 0,06 0,07 0,08 0,09 0,10 0,11 mente las túrcicas, fueron llevadas DISTANCIA GENETICA después mucho más lejos por el dominio elitista de pastores nómadas a 2. ARBOLES GENEALOGICOS derivados de las frecuencias génicas, construidos caballo. para varias poblaciones del mundo. Esas estructuras ramificadas constituyen un C. F. W. Higham propone que para cuerpo independiente de pruebas con el que comparar los modelos de la prehistoria propuestos por la lingüística, la arqueología y la antropología. las lenguas austroasiáticas del sureste
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Método de comparación multilateral Una simple comparación del vocabulario básico revela grandes agrupamientos lingüísticos, como las ramas germánica, itálica y eslava del indoeuropeo, el uralo-yucáguir y el vasco. GRUPO LINGÜISTICO
LENGUA
UNO
DOS
TRES
CABEZA
OJO
NARIZ
BOCA
SUECO HOLANDES INGLES ALEMAN
en
tvo
tre
hyvud
øga
næsa
mun
ēn
tvē
drī
hōft
ōx
− nøs
wən
tuw
thrij
hεd
aj
nowz
mawth
ajns
tsvaj
draj
kopf
augə
nāze
munt
FRANCES ITALIANO ESPAÑOL RUMANO
˜ ˜ œ/æ
dø
tRwa
tεt
œj
ne
buš
uno
due
tre
tεsta
okjo
naso
boka
uno
dos
tres
kabesa
oxo
naso
boka
un
doj
trej
kap
okj
nas
gurə
ESLAVO
POLACO RUSO BULGARO
jeden adin edin
dva dva dva
tši tri tri
glova galava glava
oko oko oko
nos nos nos
usta rot usta
URALO- YUCAGUIR
FINES ESTONIO
yksi yks
kaksi kaks
kolme kolm
− pæ pea
silmæ silm
nenæ nina
sū
VASCO
VASCO
bat
bi
hiryr
byry
begi
sydyr
aho
GERMANICO
ITALICO
−
mont
−
sū
FUENTE: Merritt Ruhlen
asiático (munda y mon-khmer) val- güísticas que no se expandieron como drían argumentos semejantes. Este consecuencia del desplazamiento de grupo está asociado con un foco del los pueblos impulsado por un cambio sureste asiático de domesticación del climático, una revolución agrícola o arroz. La expansión de las lenguas una ola de conquista? Estas lenguas sino-tibetanas parece haberse hallado residuales, esparcidas a retazos por vinculada inicialmente a la domestica- todo el mapa, llegaron a sus zonas de ción del mijo y otros cereales en el valle distribución actuales hace mucho, del río Amarillo y sólo más tarde a la durante la dispersión inicial de los del arroz. humanos modernos. Entre esas famiLa argumentación en favor de una lias se numeran las lenguas khoisán expansión agrícola de esta clase debe y nilo-saharianas de Africa, las lenpormenorizarse en cada caso. Tales guas caucásicas del norte y el sur; el pesquisas caen dentro de la competen- vasc o, las leng uas aust ralianas , el cia de la arqueología. En general, mosaico de lenguas, quizá no empapodemos casi siempre determinar el rentadas mutuamente, de Nueva área originaria de una planta o un Guinea (“indo-pacífico”) y las lenguas animal y establecer la fecha apro- pre-na-dené del continente ameriximada de domesticación, así como cano. Esta última categoría abarca documentar los registros materiales varias subfamilias cuya distribución del proceso de dispersión. Las conse- ha quedado determinada en su mayor cuenciaslingüísticasson,por supuesto, parte por procesos subsiguientes, una cuestión de inferencia: las len- entre ellos la expansión agrícola. guas prehistóricas no han dejado hueLa genética molecular puede somellas en el registro arqueológico. ter a prueba algunos elementos, al Las fechas de estas dispersiones menos, de esta explicación general de agrícolas, cada vez mejor establecidas la distribución de las lenguas de la por la datación de radiocarbono, ante- Tierra. Para abordar esa cuestión se ceden bastante a las que los lingüistas comparan las frecuencias génicas de suelen asignar a la fase inicial de las varias poblaciones y se convierten los familias lingüísticas correspon- resultados en un árbol, cuyas ramas dientes. Ahora bien, nunca se ha esta- representan la distancia genética. Se blecido de manera tajante la base puede ver entonces hasta qué punto lógica de la datación lingüística: no las relaciones genéticas confirman las existe sistema fiable alguno para rea- predicciones surgidas de la explicación lizar una datación independiente de anterior. De momento, la teoría de una las protolenguas. dispersión desde Africa de nuestra ¿Y qué ocurre con las familias lin- propia especie recibe un sólido res-
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paldo del árbol genealógico construido a partir de un muestreo del ADN nuclear de varias poblaciones vivas.
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as dispersiones iniciales de población por un territorio deshabitado suponen una transferencia génica to tal. Las dispersiones agrícolas arrastrarán un flujo génico significativo sólo cuando se producen por difusión démica; las que se propaguen por un proceso de aculturación dejarán huellas genéticas más leves. Por su lado, la sustitución lingüística por dominio elitista acarrea flujo genético en una escala muy limitada: en tales casos, suelen ser únicamente los varones los que se desplazan, de modo que los efectos en el ADN mitocondrial (heredado sólo por línea femenina) serán mínimos. El caso mejor estudiado es la llegada de la agricultura a Europa, cuyo mapa refleja una distribución geográfica de frecuencias génicas a lo largo de un claro gradiente de sureste a noroeste. El trabajo estadístico del grupo de Robert R. Sokal ha proporcionado una prueba valiosa de la hipótesis que asocia una parte significativa de este gradiente con la expansión de la agricultura desde Anatolia. Aunque esta correlación sustenta la tesis de que una población expansionista de campesinos llevó la agricultura a nuevos territorios, no prueba que los agricultores hablaran alguno de los dialectos indoeuropeos originales.
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Guido Barbujani ha realizado única y última hablada por un análisis similar para las nuestros remotos antepasados otras familias lingüísticas cuya africanos en su territorio de oridistribución puede explicarse gen. Es difícil comprobar una por dispersión agrícola desde el afirmación de tal calibre y la Mediterráneo oriental (es el mayoría de los lingüistas la caso de la afro-asiática, la élarechazarán. En todo caso, los mo-dravídica y la altaica antiargumentos lingüísticos en gua) y ha encontrado una corresfavor de la monogénesis no conpondencia similar. Estudios tradicen las pruebas procedenmás convincentes se han realites de la arqueo logía, la antrozado en el Pacífico, donde la pología y la genética molecular expansión de las lenguas polineen apoyo de un origen africano sias muestra una corresponpara nuestra especie. dencia impresionante con las Entramos en aguas profunpruebas genéticas. En este caso, das. Parecen llevar, no obstante, sin embargo, la correlación no un rastro del proceso histórico debe sorprendernos: los polinereal. Lo confirman los trabajos sios fueron ocupando islas desde Johanna Nichols, quien anahabitadas. Su movimiento se liza las lenguas según rasgos considera tanto una expansión 3. LAS PRUEBAS DIRECTAS de la existencia de estructurales que podrían no agrícola como una dispersión lenguas antiguas no aparecen hasta hace unos 5000 encerrar significación genealóaños, con los primeros registros escritos, como esta inicial. gica. Su interesante análisis de inscripción pictográfica de Uruk. Una nueva prueba en apoyo tipología estructural en una de la irradiación africana promuestra amplia de las lenguas cede del trabajo del equipo de Laurent gopolsky. Propusieron que el indoeu- del mundo le ha llevado a proponer Excoffier; hallaron una estrecha ropeo, el afro-asiático, el dravídico, el tres estadios para sus orígenes, que correspondencia entre las variedades altaico y el urálico se clasificaran podrían armonizar con la secuencia de gammaglobulina en muestras de juntos en una sola macrofamilia, la que he sugerido. sangre y la familia lingüística de los nostrática (del latín nostras, “nuestros Observa Nichols la existencia de hablantes en cuestión. Lo que adquiere compatriotas”); ésta, a su vez, deriva dos clases de áreas lingüísticas. Las especial significación en las lenguas de una lengua proto-nostrática “zonas de diseminación”, que son afro-asiáticas y corrobora la descrip- supuestamente hablada en el Oriente áreas amplias ocupadas por una o dos ción aquí esbozada. Medio hace unos 15.000 años. (Green- familias lingüísticas, de las que consEl defensor más tenaz de la corre- berg ha definido una macrofamilia tituyen dos ejemplos Europa (con las lación entre datos lingüísticos y gené- parecida, “la euroasiática”, que difiere lenguas indoeuropeas) y el norte de ticos ha sido Luigi Luca Cavalli- de la nostrática por la exclusión del Africa (con las lenguas afro-asiáticas). Sforza. En un ambicioso trabajo ha dravídico y el afro-asiático y la inclu- Y las “zonas residuales”, más pequecomparado el árbol genealógico obte- sión del esquimo-aleutiano y el chu- ñas, aunque cada una alberga un nido a partir de datos mundiales de coto-camchatca.) Estas macrofamilias número de familias lingüísticas estagenética molecular con un árbol muestran también una buena correla- blecidas hace tiempo: el Cáucaso y genealógico establecido sólo a partir ción con las pruebas genéticas, como Nueva Guinea pertenecerían a esta de datos lingüísticos. De su estudio se las presentadas por Cavalli-Sforza, y categoría. Nichols explica las zonas de desprende un grado de solapamiento con algunas de las pruebas aportadas diseminación a través de los acontecipor la arqueología a las dispersiones mientos que siguieron al final de la relativamente bueno. agrícolas. última glaciación; las zonas residuao me he referido a parentescos Los aglutinadores lingüísticos no les son, en general, reliquias de dislingüísticos que se remonten a han calado todavía en la mayoría de persiones iniciales anteriores. más de 10.000 años. Este lapso tem- sus colegas. Sin embargo, el método poral es incluso superior al que la de análisis multilateral de Greenberg stamos asistiendo a la convergenmayoría de los lingüistas elegiría para hace uso de tal batería de pruebas cia de pruebas arqueológicas, trabajar, pero lo he justificado no léxicas que impresiona ciertamente al genéticas y lingüísticas (algunas). tanto por medio de nuevas clasifica- no especialista. La escuela nostrática Comienza a divisarse las líneas maesciones, cuanto proponiendo fechas sí se propone usar el método compa- tras de una nueva gran síntesis, de la desacostumbradamente tempranas rativo de la reconstrucción histórica, que cabe esperar que no sólo aclare la para las familias lingüísticas bien cuya omisión le ha valido a Greenberg diversidad de las lenguas, sino tamestablecidas. Conviene ahora avanzar críticas severas. Los argumentos bién la de los genes y las culturas. algo más por la senda de los aglutina- genéticos y arqueológicos, en efecto, dores para observar la hipotética exis- armonizan bien con algunas conclutencia de macrofamilias más inclu- siones de los aglutinadores. BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA yentes, como la amerindia y la Algunos científicos, Ruhlen sobre indo-pacífica. Sus orígenes, supo- todo, han sugerido incluso la exisARCHAEOLOGY , GENETICS AND LINGUISTIC DIVERSITY . Colin Renfrew en Man, vol. niendo en cada caso una sola protolen- tencia de afinidades mucho más esen27, n.o 3, págs. 445-478; septiembre de gua, se remontarían más de 20.000 ciales entre las macrofamilias; por 1992. años atrás. ejemplo, entre el amerindio y el euroaLINGUISTIC DIVERSITY IN SPACE AND TIME. Quizá la macrofamilia mejor siático. Sostiene así que algunas forJohanna Nichols. University of Chicago conocida fue la elaborada por Vladislav mas de palabras modernas derivan Press, 1992. M. Illich-Svitych y Aharon B. Dol- manifiestamente de la protolengua
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Orígenes de las lenguas indoeuropeas Colin Renfrew
Casi todas las lenguas indoeuropeas pertenecen a la misma familia. El autor sostiene que se difundieron, no por medio de conquistas, como se había pensado, sino con la pacífica propagación de la agricultura
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na de las cuestiones más d ducirse los cambios culturales. Según batidas en todo el ámbito de esta nueva opinión, las lenguas indola arqueología y de la prehis- europeas no necesitaron, para difuntoria es la de cómo explicar las noto- dirse, ninguna conquista. Por el conrias relaciones que vinculan entre sí trario, lo más probable es que fuese a casi todas las lenguas europeas, mu- la suya una difusión pacífica, concochas de las que se hablan en la India mitante con la expansión de la agriy en el Pakistán y algunas de los terri- cultura desde sus focos originarios en torios intermedios. Hace ya más de Anatolia y en el Próximo Oriente. Esdos siglos que se sabe que todos los ta solución que proponemos, tan disidiomas indoeuropeos están emparen- tinta de la comúnmente aceptada, tietados. Pero, ¿qué proceso prehistóri- ne profundas implicaciones para la co subyace a este parentesco? ¿Cómo prehistoria europea y para los estullegaron a hablarse en un área tan ex- dios de las lenguas indoeuropeas. tensa lenguas afines? ¿Qué implicaEl problema de los orígenes del inciones tiene su distribución para la doeuropeo no se empieza a plantear prehistoria y la historia europeas? desde bases arqueológicas, sino des(Téngase también presente que, a re- de un punto de vista lingüístico. Cuansultas de la expansión colonial que se do los lingüistas examinan las lenprodujo desde el s. XVI hasta el XIX , guas europeas, no tardan en percalas lenguas indoeuropeas son habla- tarse de que están relacionadas entre das por más gentes que las de cual- sí. Hay evidentes conexiones en el voquier otro grupo de lenguas.) cabulario, en la gramática y en la foLa opinión tradicional acerca de la nología (o reglas de pronunciación). difusión de las lenguas indoeuropeas Para ilustrar las afinidades léxicas sostiene que, hacia los comienzos de basta comparar los vocablos con que la edad del Bronce, las hordas de ji- se designan los números, del 1 al 10, netes nómadas que habitaban al nor- en varias lenguas indoeuropeas (véase te del mar Negro, en lo que hoy es la la figura 3 ). Tal comparación pone en Rusia occidental, hablarían un idio- claro que existen notables semejanma primitivo, antepasado de todos los zas entre muchas lenguas de Europa restantes. A medida que aquellos y también con el sánscrito, el idioma guerreros fueran expandiéndose por de los primeros textos literarios de la más y más tierras en sus cabalgadas, India, mientras que lenguas como la irían sometiendo a las poblaciones in- china o la japonesa no pertenecen a dígenas e imponiéndoles su propio len- la misma familia. guaje proto-indoeuropeo, el cual, con el transcurso de los siglos, se transomparaciones más detalladas performaría en cada región en las lenmiten a los lingüistas subdividir guas indoeuropeas que actualmente ulteriormente, por familias, las lenconocemos. guas europeas. La primera familia que Sin embargo, en los últimos años, se diferenció, la de los idiomas romanmuchos estudiosos, particularmente ces —formada por todos aquellos que entre los arqueólogos, se han venido se sabe que descienden del latín—, mostrando insatisfechos con la expli- abarca el francés, el italiano, el espacación tradicional. Por mi parte, he ñol, el portugués y el rumano. La faanalizado los argumentos que la res- milia de idiomas eslavos incluye e l rupaldan y no me parecen convincentes. so, el polaco, el checo, el eslovaco, el En este artículo expongo una inter- serbocroata y el búlgaro. En la famipretación distinta, basada en nuevas lia germánica se numeran el alemán, concepciones acerca del modo de pro- el noruego, el danés y el sueco. Estas
familias, que agrupan las lenguas más afines, pueden a su vez englobarse en la familia idiomática indoeuropea, más amplia. Sólo unos pocos idiomas europeos (por ejemplo, el húngaro, e l finés y el vasco) quedan excluidos de esta familia.
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_ _ 1. ÇATAL HU YU K es el sitio de un primitivo poblado agrícola que se halla en la moderna Turquía, en el centro de la
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¿Cómo se llegó a configurar y a es- lógico, cuyo propugnador fue, allá por do —esto es, produciendo semejanzas tablecer este complejo esquema? To- los primeros años 1860, el filólogo ale- entre lenguas que inicialmente difemando ante todo como modelo las len- mán August Schleicher, enfoque que rían por completo entre sí. En 1939 el guas romances. Aun a quien ignora- la mayoría de los lingüistas históri- lingüista soviético N. S. Trubetskoy se el latín, las profundas similaridades cos consideran aún válido para expli- llegó a sugerir que los parecidos enque se dan entre las lenguas roman- car el desarrollo de las familias de len- tre las lenguas indoeuropeas podrían ces no podrían menos de sugerirle na- guas. El proceso básico representado haberse ido formando de este modo. turalmente que todas esas lenguas por el modelo dendriforme es de di- Actualmente, empero, la mayoría de descendían de un antepasado común. vergencia: al irse separando unas de los lingüistas rechaza la sugerencia Suponiendo que las características otras, las lenguas se van diferencian- de Trubetskoy y piensa preferenteque esas lenguas compartían las ha- do cada vez más, y los dialectos tam- mente en términos de árboles geneabían heredado de su mismo progeni- bién se van diversificando hasta con- lógicos de las lenguas. tor (mientras que las divergencias sur- vertirse en idiomas distintos. Aunque el punto de partida del progirían luego, en el proceso de su blema de los orígenes indoeuropeos separación), habría sido posible rehora bien, la tendencia a divergir pueda ser lingüístico, su solución deconstruir muchos de los rasgos caracno es, ni mucho menos, la única pende sin duda de la arqueología, que terísticos del protolenguaje origina- posible en la evolución del lenguaje. ofrece el medio de comprobar las hirio. De manera similar, se vio que se Sólo un decenio después de que Schlei- pótesis lingüísticas. Los arqueólogos podían estudiar las ramas de la fami- cher propusiese su hipótesis del ár- empezaron a ocuparse de esta cueslia indoeuropea y reconstruir un hi- bol, otro lingüista alemán, Johannes tión a comienzos de nuestro siglo. Por potético árbol genealógico que se re- Schmidt, introdujo el modelo de la entonces se conocía cada vez mejor la montaba hasta un ascendiente común: “ola”, a tenor del cual los cambios lin- arqueología de romanos, griego s y celel idioma proto-indoeuropeo. güísticos se expandirían como olea- tas hasta frisar en los inicios del peEste es el enfoque del árbol genea- das, para acabar después convergien- ríodo histórico, más o menos alrede-
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altiplanicie de Anatolia. La agricultura se originó aquí y en otros lugares cercanos allá por el año 7000 a. J. C.; no mucho después empezó a difundirse hacia el norte, por Europa. El
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autor sostiene que la forma prototípica del lenguaje indoeuropeo se difundió junto con la agricultura. (Fotografía de James Mellaart.)
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dor del primer milenio a. J. C. Por otra parte, los hallazgos arqueológicos parecían muy prometedores para profundizar en el conocimiento de la prehistoria, permitiendo remontarse ya hasta el Paleolítico (la edad de Piedra más antigua) en la mayoría de las regiones de Europa. Se empezó a considerar la posibilidad de que, a partir de esos nuevos datos, lograran rastrearse los orígenes de las culturas de los pueblos que hablan las lenguas europeas. En aquella temprana época de la arqueología se daba por supuesto que los cambios culturales de mayor importancia se producían a resultas de las migraciones de pueblos o de tribus enteras. Y se creía que las rutas migratorias podían seguirse examinando las características de las armas, los utensilios y los restos cerá-
micos que los emigrantes habían ido pre ha sido puramente académica. La dejando por el camino. También se su- mayoría de los especialistas alemaponía que un determinado conjunto nes de nuestro siglo se han inclinado de artefactos —lo que los arqueólogos a situar la cuna del indoeuropeo en el llaman una “cultura”— podía servir norte de Europa. Los nazis aprovepara documentar la antigua presen- charon algunos de sus trabajos en su cia de determinada tribu de un pue- esfuerzo por demostrar que el lenguablo con su lenguaje propio. De esta je indoeuropeo originario había sido manera, los movimientos de las tri- hablado en Alemania por la dominabus, a medida que eran rastreados y dora raza “aria”. registrados por los arqueólogos, ven Al mismo tiempo, los nazis asociadrían a explicar la dispersión de las ron las lenguas semíticas, que forman lenguas indoeuropeas más arcaicas. un grupo diferente, a una raza que La cuestión se reducía, entonces, a ellos consideraban inferior. De tan encontrar el “terruño” originario de abusivo falseamiento de la lingüístilos indoeuropeos e ir siguiendo sus ca y de la antropología provenían en dispersiones desde él, guiándose por parte los sórdidos fundamentos ideolos restos arqueológicos de sus cultu- lógicos del Tercer Reich. No es de exras. trañar que, en los últimos años, los Pero a la hora de buscar aquel te- investigadores anduvieran con pies rruño patrio surgieron las controver- de plomo cuando se aventuraban por sias, y la discusión al respecto no siem- este campo de los orígenes de las len-
2. DISTRIBUCION DE LAS LENGUAS INDOEUROPEAS desde Islandia hasta la India. Casi todos los idiomas europeos forman parte de esta familia. Entre las excepcio-
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nes se hallan el finés y el húngaro, pertenecientes al grupo ugrofinés, y el vasco, que persiste todavía en un espléndido aislamiento.
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guas, si es que se introducían siquiera por él. Sin embargo, la idea de un hogar patrio del indoeuropeo no fue la que más influyó en los círculos especializados. En 1926, V. Gordon Childe, del Real Instituto Antropológico de Londres, publicó The Aryans [ Los arios ], libro en el que abogaba por una patria ancestral que habría existido en las estepas que se extienden al norte del mar Negro, en la actual Rusia, allá por los finales del período Neolítico y los comienzos de la e dad del Bronce, época bien fijada ya en algunas partes de Europa hacia el año 3000 a. J. C.
INGLES
GERMANICO ANTIGUO
LATIN
GRIEGO
SANSCRITO
JAPONES
ONE
AINS
UNUS
HEIS
EKAS
HIITOTSU
TWO
TWAI
DUO
DUO
DVA
FUTATSU
THREE
THRIJA
TRES
TREIS
TRYAS
MITTSU
FOUR
FIDWOR
QUATTUOR
TETTARES
CATVARAS
YOTTSU
FIVE
FIMF
QUINQUE
PENTE
PANCA
ITSUTSU
SIX
SAIHS
SEX
HEKS
SAT
MUTTSU
SEVEN
SIBUM
SEPTEM
HEPTA
SAPTA
NANATSU
EIGHT AHTAU OCTO OKTO ASTA YATTSU l texto de Childe contenía argumentos arqueológicos y lingüísNINE NIUN NOVEM ENNEA NAVA KOKONOTSU ticos; estos últimos eran particularmente ingeniosos. Se inspiraban en TEN TAIHUM DECEM DEKA DASA TO el éxito con que los lingüistas habían logrado establecer un “núcleo” de vocabulario esencial que les era común 3. VOCABLOS PARA DESIGNAR los números del 1 al 10. Evidencian las relaciones a muchas lenguas indoeuropeas. In- que hay entre las lenguas indoeuropeas y el carácter muy diferente del idioma jaferíase que ese núcleo había perdura- ponés, que no forma parte de esta familia. Tales afinidades y semejanzas estimulado como una reliquia viva del lengua- ron el interés por los orígenes de las lenguas indoeuropeas. je protoeuropeo que se habló en la primitiva patria. Palabras “nucleares” En los últimos años este argumen- para las dataciones son igualmente de plantas y animales se empleaban to lo ha desarrollado con especial de- sospechosas. Robert Coleman, de la para obtener una representación del ambiente en el que vivieron los arcai- talle Marija Gimbutas, de la Uni- Universidad de Cambridge, ha cuescos hablantes de aquel idioma. Otras versidad de California en Los Ange- tionado la idea de que las palabras palabras proporcionaban un medio pa- les. Utilizando los datos y las para nombrar la rueda y el caballo ra datar la formación de tal protolen- descripciones a que recurriera Chil- formasen realmente parte de un “proguaje. No había ninguna palabra nu- de y reforzándolos con datos más re- toléxico” anterior a una dispersión geclear para designar el hierro o el bron- cientes, Gimbutas ha reconstruido neral. Quizá la principal objeción sea simce, pero sí para el caballo y para la una serie de “invasiones kurganas” rueda. Por tanto, parecía que la dis- que habrían afluido hacia occidente plemente la falta de convicción que persión de los indoeuropeos debió de desde los territorios al norte del mar deja tras de sí todo el argumento. ¿Po r iniciarse antes del comienzo de la edad Negro. Esta teoría ha encontrado am- qué razón hubieron de emigrar unas del Bronce, pero con posterioridad a plia aceptación entre los lingüistas hordas de jinetes guerreros hacia ocla domesticación del caballo y a la in- históricos. También han llegado a cidente a finales del Neolítico, subyuaceptarla muchos arqueólogos, y otros gando a los habitantes de Europa e vención de los carros. Childe pasaba luego a conectar es- argumentos arqueológicos suelen aho- imponiéndoles el lenguaje proto-indotas ideas lingüísticas con los datos ar- ra retocarse para que se ajusten a la europeo? ¿Qué desmesurado aumento queológicos. Centraba especialmente hipótesis de la invasión kurgana. Pe- de población en las estepas podría hala atención en las vasijas cordadas ro, a mi entender, semejante historia ber provocado semejante invasión? Esa hipótesis, aunque de construcción (un tipo de cerámica que se decoró me - no es convincente. Mi razonamiento es bastante com- elegante, no me resulta creíble. diante la impresión, con cuerdas, de la arcilla aún blanda), abundantes en plejo. En primer lugar, la arqueología l problema esencial es, a mi paresitios datados como de comienzos de no es aquí concluyente: muchos arcer, que no se ha atendido lo basla edad del Bronce. En la Europa del queólogos consideran hoy los enterranorte y del este abunda este tipo de mientos con cerámica cordada como tante a la cuestión de cómo pueda en cerámica —junto con hachas de com- fenómenos esencialmente locales, en realidad reflejarse un cambio de lenbate de piedra— en unos túmulos te- los que se sepultaban, junto a los guas en los restos arqueológicos. Murrosos, denominados “kurgans” en ru- miembros de las emergentes aristo- chos de los argumentos tradicionales, so, que servían de tumbas para los no- cracias locales, bienes valiosos. Y tam- como los arriba mentados, tienden a tables. Childe proponía que estos poco es un argumento sólido el de las equiparar un determinado conjunto artefactos eran los restos materiales palabras nucleares. Algunas de las de útiles con la existencia de un grudejados por grupos de pastores nóma- llamadas así y con las que se desig- po supuestamente bien definido; por das que, armados y a caballo, emigra- nan plantas y animales podrían muy ejemplo, una tribu. Sin embargo, los ron desde su esteparia tierra natal, bien haber cambiado de significación arqueólogos están cayendo ahora en situada al norte del mar Negro, al con el transcurso del tiempo; en cual- la cuenta de que son ellos los que reprincipio de la edad del Bronce. Fue- quier caso, no son necesariamente es- conocen y definen las “culturas” arron ellos, en suma, los indoeuro- pecíficas de una determinada área queológicas y de que la equivalencia geográfica. Y las palabras que dan pie entre éstas y unas supuestas tribus peos.
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GERMANICO
V O L A S - E T O L B A
LITUANO ESLAVO
CELTA
PROTOINDOEUROPEO
O I C N A M R E - G L O A O T V I O L A S C E E R T A G L AR IO - E C GR EC O - I TA LO C EL T A
T A L E - C L O A T I
I ND O - I R AN IO
ITALICO
ALBANO GRIEGO
IRANIO INDICO
4. MODELO DENDRIFORME que representa los orígenes de las lenguas indoeuropeas como ramas divergentes a partir de una raíz común: el lenguaje proto-indoeuropeo. Este esquema fue ideado en los inicios de la década de los sesenta del siglo pasado por August Schleicher, promotor de tal enfoque.
es problemática. Más aún, la ulterior grupo de modelos se basa en los proigualación entre un pueblo así defini- cesos de convergencia lingüística. El do y un determinado lenguaje o gru- modelo de la “ola”, formulado por Schpo lingüístico dista muchísimo de ser midt en la década de los setenta del algo que se pueda proponer como evi- siglo pasado, es un ejemplo; pero, codente. mo ya señalé, los modelos de converEn mi opinión, debería evitarse el gencia no han encontrado aceptación, equiparar un determinado estilo de ce- generalmente, entre los lingüistas. rámica, tal como el de las vasijas cor Ahora bien, además de estos procedadas, con la existencia de un pueblo sos lentos y casi estáticos interviene o de un lenguaje particular. El análi- otro factor: la sustitución lingüística. sis debería centrarse en procesos de Este factor proporciona la base para cambios culturales. Habría que plan- otro cuarto tipo de modelos. En mutearse qué procesos demográficos, eco- chas zonas del mundo, las lenguas que nómicos y sociales podrían correlacio- hablaban las poblaciones indígenas narse con los cambios lingüísticos. Una se han ido sustituyendo, en todo o en vez resuelta esta cuestión, será enton- parte, por las que hablan los nuevos ces legítimo preguntarse cómo se re- pobladores llegados de otras zonas. flejan estos cambios en los restos ar- De no ser por este importante factor queológicos. Pero antes de pasar al exa- de complicación, la historia lingüístimen de los restos es preciso construir ca mundial podría describirse fielmenalgunos modelos explícitos de inter- te conforme a la inicial distribución pretación del proceso de cambio del del Homo sapiens sapiens, seguida de lenguaje de acuerdo con una concep- graduales procesos a largo plazo de ción básicamente procesual. divergencia y de convergencia. Hay cuatro clases principales de mi entender, la sustitución linmodelos, que el espacio de que aquí dispongo sólo me permite tratar muy güística desempeña un papel clabrevemente. El primer modelo es el ve en la explicación de los orígenes de del proceso de colonización inicial, por las lenguas indoeuropeas. Los hallazel que un territorio deshabitado se gos arqueológicos indican que Europa puebla; su idioma será, naturalmen- ha estado siempre poblada, desde la te, el de los colonizadores. El segun- misma edad de la Piedra arcaica. Por do modelo es el de los procesos de di- tanto, no es probable que la hipótesis vergencia, tales como la divergencia de la colonización inicial tenga mulingüística que se deriva de la sepa- cho de certera. En cuanto a la de la ración o del aislamiento de que hablé simple divergencia, parece improbaal referirme a los primeros modelos ble que pueda explicar la intrincada de lenguas indoeuropeas. El tercer trama de relaciones que se observa
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entre las lenguas europeas. La hipótesis de que la unidad era el resultado de un proceso de convergencia, esbozada por Trubetskoy, ha sido ampliamente rechazada. Parece, pues, que se impone necesariamente, casi por exclusión, un modelo basado en el reemplazo lingüístico. El modelo “in vasión kurgana” entra también dentro de esta categoría; mas, como ya dijimos, no acaba de ser convincente. ¿Qué alternativas quedan? Una lengua podría reemplazar a otra, en una determinada región, de varios modos distintos. El primero incluye ante todo procesos demográficos y económicos. La población que habita en una región suele tener generalmente una economía de subsistencia bien establecida. Tanto si está basada en la caza y la recolección eventual, como si cuenta ya con asentamientos agrícolas, tal economía habrá empezado a aproximarse a un adecuado “nivel de sostenimiento”. Si un grupo de recién llegados trata de establecerse en dicha región por medios pacíficos, deberá poseer unas técnicas que le capaciten para explotar un nicho ecológico diferente o para competir con éxito en el ya ocupado. Sólo en estos casos logrará la población ad venediza expandirse lo bastante como para que su lengua empiece a predominar. También son posibles otras formas de sustitución. Cuando el grupo inmigrante está bien organizado y en posesión de superiores técnicas militares, puede imponerse al sistema social existente y dominar por la fuerza de las armas. En tales casos, la nue va elite dominante puede impone r su propio idioma. Pero ese dominio por una elite requiere que se cumplan varias condiciones previas. Una es la posesión de una tecnología militar superior. Otra, que los dos órdenes sociales —el de los indígenas y el de los ocupantes— tengan un alto grado de organización. El grupo llegado habrá de estar organizado para ejercer el dominio; la sociedad indígena habrá de estar muy organizada si, ya sometida, ha de perdurar. Las invasiones kurganas serían un buen ejemplo del modelo de dominio por una elite si se pudiese probar que cumplieron esos requisitos. Mas esto no es probable. La presunta superioridad militar de los guerreros kurganos (el hecho de que fuesen jinetes) pertenece al ámbito de la suposición, pues no está nada claro que por aquella época existiese la caballería como arma. Por otra parte, todavía está por demostrar que los presuntos invasores o los habitantes de Europa hubie-
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sen adquirido un alto grado de orga- cias, es frecuente que se desarrolle un época hubiese en Europa algún sistenización antes del comienzo de la edad lenguaje comercial, una “lengua fran- ma comercial lo bastante intenso codel Bronce y hubieran experimenta- ca”. El habla macarrónica (versión mo para favorecer el desarrollo de una do semejante proceso. Lo probable es, simplificada de un lenguaje origina- lengua franca. Esto nos deja con sólo más bien, que sólo con la edad del da por quienes lo hablaban fuera del los modelos demográfico y de subsisBronce se produjera aquella pronun- territorio del mismo) constituye un tencia. En una visión panorámica de ciada estratificación social; en el pre- buen ejemplo. Cuando la lengua fran- la prehistoria europea se destaca un cedente período, el del Neolítico, es ca empieza a emplearse como lengua evento de tan universal alcance y de probable que las sociedades fuesen materna por algunos nativos, se con- efectos tan radicales que se nos impobastante igualitarias. vierte en idioma criollo; y a la criolli- ne como el candidato ideal, episodio Mencionaré, al menos de pasada, zación, que no es sino un tipo de sus- que encaja perfectamente en la cateotras dos formas de reemplazamien- titución, se la considera en la actua- goría de la subsistencia: el desarrollo to. Cuando una sociedad muy centra- lidad un aspecto importante del de la agricultura . lizada se viene abajo, los pueblos ve- desarrollo lingüístico. En el séptimo milenio a.J. C. emcinos a los que hasta entonces había pezó a difundirse por Europa una nuemantenido a raya en sus fronteras, i aplicamos estas formas del re- va economía, agrícola, basada en el sujetos a control, se aprovechan de la emplazamiento lingüístico cultivo del trigo y de la cebada y en el ventaja que les reporta el vacío de po- —cambio demográfico, dominio de una pastoreo de ovejas y cabras. Estas esder central e invaden el territorio, co- elite, hundimiento del sistema y len- pecies, que no medraban en Europa, mo lo hicieron los “bárbaros” a la caí- gua franca— a la historia y a la pre- fueron importadas. Si se estudia su da del Imperio romano. En los casos historia europeas, nos habremos acer- ascendencia por Europa hasta llegar de hundimiento de un sistema así, la cado mucho a nuestra meta. El domi- a la región más cercana donde sus prolengua de los “bárbaros” invasores nio elitista y la ruina del sistema totipos se desarrollaban en estado silpuede llegar a suplantar a la del cen- requieren ambos un grado de organi- vestre, llegamos a la Anatolia central, tro imperial. zación social que probablemente fal- que hoy forma parte de Turquía. PaEn cambio, cuando en una sociedad taba antes de la edad del Bronce. Tam- rece ser que la domesticación de esigualitaria se trafica a largas distan- poco es probable que antes de esta tas especies tuvo lugar casi simultá-
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5. HIPOTETICA “INVASION KURGANA”, que convierte a los indoeuropeos originarios en jinetes guerreros que habrían salido de su territorio natal, situado al norte del mar Negro (color rojo), a comienzos del cuarto milenio a.J. C. El mapa está basado en un dibujo de Marija Gimbutas, de la Universi-
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dad de California en Los Angeles. La primera oleada de invasiones, según este modelo, llevó a los guerreros a Grecia allá por los años 3500 a. J. C. Desde allí se desparramaron hacia el norte y hacia el sur; las flechas rojas muestran sus movimientos después del año 2500 a. J. C. aproximadamente.
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6. DIFUSION DE LA AGRICULTURA por Europa desde su zona originaria en el Oriente Próximo; se produjo durante algo más de 2000 años. En el mapa se indican los sitios en que se han hallado restos de los granos que solían cultivar aquellos primeros
labriegos. En Grecia se empezaron a recolectar cereales entre los años 6000 y 5000 a. J. C. Unos 1000 años después los cultivos cerealistas se fueron extendiendo por lo que son hoy Alemania y Polonia.
7. ESTA SECUENCIA de las transformaciones lingüísticas ha sido propuesta por el autor como paralela a la difusión de la agricultura; cada transformación se indica con un número. La transformación inicial ( 1) fue la del paso de la más temprana cultura agrícola de Anatolia, tierra natal del lenguaje proto-in-
doeuropeo, a la de la Grecia central, donde aquel lenguaje ancestral posteriormente se convirtió en el griego. Cada transformación posterior a ésta inicial conllevó, a su vez, la subsiguiente formación de una nueva lengua o de un nuevo grupo de lenguas. (Recreación realizada por Johnny Johnson.)
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neamente en varias regiones vecinas del Próximo Oriente, pero la Anatolia es aquí la más relevante porque, desde allí, las especies recién domesticadas pasaron a Europa. ¿Qué supuso, hablando en términos demográficos, esta difusión de la agricultura? Albert J. Ammerman y Luca L. Cavalli-Sforza, de la Universidad de Stanford, han ofrecido una elegante respuesta: un modelo que denominan “ola en avance”. Su modelo presupone que la economía agrícola fue transmitida por los movimientos locales de los campesinos y de sus progenies. Una vez extendida la agricultura por determinada zona, aumentaría allí rápidamente la densidad de población. Ammerman y Cavalli-Sforza indican que la agricultura podría haber instado un incremento de 50 veces la densidad de población considerada característica de las anteriores economías de caza y recolección eventual: un habitante por cada 10 kilómetros cuadrados. Conforme al modelo de “ola en avance”, el aumento de la densidad de población es decisivo.
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N ) 5 O I O D C R A 4 A R L O P B D A S O U 3 E P T C E N O D A R T D I T 2 A B E D A I M H S ( O N L 1 E I D K
3000
2500 2000 1500 AÑOS
3000 2500 2000
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500
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1500 2000 AÑOS
2500
3000
250
1500
500
1000 500
KILOMETROS DESDE EL ORIGEN
ORIGEN
1000
1500
2000
2500
tura podría ha berse producido algo más lentamente y sin reemplazo lingüístico, ya que los cultivadores serían los nativos con su nueva economía, en vez de unos advenedizos que hablasen su propia lengua, nueva para los indígenas. La realidad sería, probablemente, una mezcla de estos dos procesos. La agricultura podría muy bien haber sido introducida en Grecia por gentes de fuera, y a continuación en los Balcanes, en Europa central y en la Italia meridional. En otras regiones, empero, la agricultura puede que haya sido adoptada por la población indígena, supuesto éste que explicaría la anómala persistencia de varias lenguas no indoeuropeas. Una de ellas es el idioma vascuence, que ha sobre vivido hasta hoy. Otra es la lengua etrusca, del centro de Italia, que sobrevivió hasta los tiempos de los romanos. Varias otras lenguas de incierta oriundez, entre ellas el ibero, arcaico idioma de España, y el picto, idioma precéltico de Escocia, son susceptibles de e xplicaciones similares.
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3000
KILOMETROS DESDE EL ORIGEN
8. EL MODELO “OLA EN AVANCE”, formulado por Albert J. Ammerman y Luca L. Cavalli-Sforza, de la Universidad de Stanford, representa los efectos del cultivo agrícola sobre la densidad de población. La agricultura puede sustentar a densidades mucho mayores que las economías de caza y recolección. En el proceso de introducción de la agricultura en nuevas regiones, hasta los menores movimientos de los jóvenes para apartarse de los campos de sus padres y roturar otros convirtiéndolos en sus nuevas fincas propias permiten que la agricultura se extienda por más y más territorios como una “ola que avanza”. Estas curvas representan la densidad de la población en relación con el origen de la agricultura.
mmerman y Cavalli-Sforza suponen intervalos de 25 años entre las generaciones. Admiten también que, al alcanzar la mayoría de edad cada individuo se aleja 18 kilómetros (en una dirección fortuita) del hogar de sus padres para establecer su propia casa de labranza. Basando sus cálculos en estos supuestos, Ammerman y Cavalli-Sforza señalan que la agricultura podría haberse extendido por Europa como una oleada que avanzase a la velocidad media de un kilómetro al año. A este ritmo se requerían unos 1500 años para que la economía agrícola llegara desde Anatolia hasta el norte de Europa, lo cual se corresponde perfectamente con los datos arqueológicos disponibles. Por descontado que ningún modelo basta por sí solo para describir adecuadamente un proceso social tan complejo como el de la llegada de la ean cuales fueren los detalles de agricultura a Europa. La diversidad la entrada de la agricultura en de suelos y de climas, entre otras condiciones, implica que la realidad di- regiones particulares, el conjunto del ferirá del modelo en aspectos impor- proceso proporciona una coherente altantes. Además, el de la ola en avan- ternativa a la descripción convencioce no es, ni mucho menos, el único nal de cómo se introdujo en Europa modelo que se pueda aplicar, como lo la lengua indoeuropea. El nuevo cuahan señalado el arqueólogo Marek dro se diferencia notoriamente del anZvelebil, de la Universidad de Shef- terior. Sus inmigrantes procedían de field, y su padre Kamil Zvelebil, lin- Anatolia y no de las estepas euroasiágüista de origen checo que vive ac- ticas, y habrían llegado (hacia el 6500 tualmente en Holanda. Si la pobla- a.J.C. aproximadamente) varios mición local de cazadores-recolectores lenios antes de lo que se ha solido suhubiese adoptado la agricultura de gerir. Mi hipótesis implica también sus vecinos, la difusión de la agricul- que los primeros hablantes indoeuro-
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peos no eran guerreros invasores que tuvieran una sociedad centralmente organizada, sino campesinos cuyas sociedades eran básicamente igualitarias y que en el curso de una generación quizá no se apartasen nunca más que unos pocos kilómetros del lugar en que habían nacido. Esta hipótesis conlleva algunos corolarios significativos para la prehistoria de la región esteparia de Rusia y para la prehistoria europea en general. Ciertamente, mi modelo invertiría la dirección que a la influencia entre las estepas y la Europa de occidente le trazaran Childe y Gimbutas. Según la nueva hipótesis, sería lo lógico que la agricultura y la primitiva lengua indoeuropea llegaran a las estepas rusas desde occidente, y no el proceso inverso. Y hay indicios en Ucrania de arcaicos asentamientos o poblados de agricultores con trigo y cebada importados, casi con certeza, de occidente: de los Balcanes, adonde el cultivo de cereales había llegado ya de Anatolia vía Grecia. Por consiguiente, los primeros que hablaron el proto-indoeuropeo en la región de las estepas es probable que se comunicaran en una lengua de origen anatolio y que había pasado ya a través de Grecia y de los Balcanes antes de arribar a los territorios situados al norte del mar Negro. En un sentido más general, si la venida del indoeuropeo a Europa la retrasamos hasta el 6500 a.J.C., la prehistoria europea mostraría una continuidad bastante superior de lo que se había creído. No se dio una brusca discontinuidad a principios de la edad de Bronce, representada por “la llegada de los indoeuropeos”, como se explica en muchos manuales de pre-
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9. EN LA ZONA EN QUE SE ORIGINO LA AGRICU LTURA había tres “lóbulos” o núcleos, desde cada uno de los cuales se difundió una familia de lenguas: el de Anatolia, donde está Çatal _ gran _ Hu yu k, puede que fuese la cuna de las lenguas indoeuropeas; otro segundo lóbulo, en el que se incluye Jericó, fue quizá la tierra patria de las lenguas de Egipto y del norte de Africa; y el tercero,
historia. Tampoco se asistió a una brusca discontinuidad en la edad del Hierro, que tantos consideran representada por la llegada de los celtas al norte de Europa. La lengua celta habría evolucionado en la Europa occidental, derivándose de raíces indoeuropeas. En vez de un grupo extraño eliminado por los indoeuropeos, las gentes que construyeron Stonehenge y los demás grandes monumentos megalíticos de Europa serían indoeuropeos que hablaban una forma de la lengua indoeuropea de la que descienden las lenguas celtas. Con esta perspectiva, la primitiva historia de Europa aparece en su con junto como una serie de transformaciones y adaptaciones evolutivas a partir de un lenguaje indoeuropeo, común y base, al que se sumaron las aportaciones de unos pocos lenguajes supervivientes no indoeuropeos. La sucesión de los acontecimientos no se hilvanaría con migraciones venidas de fuera, sino mediante una serie de complejas interacciones dentro de una Europa que era ya fundamentalmente agrícola en economía e indoeuropea en lengua.
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asta aquí he centrado la atención en Europa, pero la hipótesis de que la difusión del lenguaje va vinculada a la diseminación de la agricultura tiene implicaciones que rebasan con mucho los límites de este conti-
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donde se encuentra Ali Kosh, tal vez fuese la región nativa de un grupo de lenguas de la India y del Pakistán que luego fueron reemplazadas por otras del grupo indoeuropeo. Elsloo, Jeitún y Mergar son primitivos asentamientos de agricultores situados en estas tres grandes sendas de difusión. Las direcciones, aunque hipotéticas, se basan en la lingüística y la genética.
nente. Los datos arqueológicos mues- del aspecto lingüístico de tal proceso? tran que no fue Anatolia la única re- En gran parte del norte africano el gión del globo donde tuvo lugar la más grupo lingüístico dominante es el antigua domesticación. La zona en que afroasiático, que incluye el egipcio anse originó la agricultura comprendía tiguo y el bereber, así como el grupo por lo menos otras dos regiones más de las lenguas semíticas, que a veces o menos cerradas e independientes: se piensa que tuvieron su origen en la de Levante, faja de unos 50 a 100 Arabia. Cabe dentro de lo posible, sin kilómetros de anchura que orlaba las embargo, que todas estas lenguas se costas mediterráneas de lo que hoy es derivasen de una raíz proto-afroasiáJordania, Líbano Siria e Israel, y la tica formada en el sector levantino de región de Zagros, en los actuales Irak la cuna de la agricultura. e Irán ( figura 9 ). olviendo al tercer sector, a aquel Dado que el modelo demodifusivo de “ola en avance” se basa principalmencuya base es la región de Zagros, te en la capacidad de la agricultura pa- podría predecirse que la economía ra incrementar la densidad de pobla- agrícola se iría propagando hacia el ción, sería de esperar que dondequie- este por el sur del Irán para llegar ra que se originase la agricultura hasta el Pakistán. En conexión con irradiara en derredor una oleada com- esto, conviene advertir que el lingüisparable a la de la difusión por Europa. ta David McAlpin, de la Uni versidad En lo que concierne al Levante, el de Londres, ha demostrado no hace terreno exige que una tal ola se movie- mucho que el elamita, idioma que se ra por el sur hacia el interior de la pe- sabe fue hablado en el antiguo reino nínsula de Arabia y por el oeste a lo de Elam (hoy parte del Kuzistán, en largo del norte de Africa. En el caso de el suroeste del Irán ) está emparentado la región de Zagros, la ola avanzaría con las lenguas dravídicas de la Inprobablemente hacia el sudeste y el dia. Tal vez la ola en avance hacia el sudeste llevase al antepasado común este, internándose por Asia. Ahora bien, hay múltiples pruebas de los idiomas elamita y dravídicos a de que la agricultura llegó a Africa, través de la India y del Pakistán. Posal norte del Sahara, no mucho des- teriormente, el lenguaje protodravípués de haberse introducido en dico habría sido desplazado por las Europa. Me gustaría poder asegurar lenguas indoeuropeas que aún hoy se que llegó allí mediante un proceso de- siguen hablando en la India. modifusivo idéntico al que tuvo lugar Esta versión un tanto amplificada en Europa. Pero, ¿qué decir entonces del modelo de “ola en avance” viene a
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TEMAS 5
situar muy próximos unos a otros, en a las poblaciones humanas emergió el Próximo Oriente de hace unos con el Homo sapiens sapiens , la for10.000 años, los lenguajes ancestra- ma anatómicamente moderna de les de los grupos indoeuropeo, afro- nuestra especie. Nuevos descubriasiático y dravídico. Aunque todavía mientos logrados en Israel y en el sur hipotético, este cuadro está recibien- de Africa parecen indicar que la transido un considerable apoyo de recien- ción evolutiva al Homo sapien s sates trabajos lingüísticos y genéticos. piens se produjo hace unos 100.000 años. No mucho después de aquellas ace ya más de 20 años, los lin- fechas, la especie humana moderna güistas soviéticos Vladislav M. se esparció, probablemente desde AfriIllich-Svitych y Aron Dolgopolsky sos- ca, y fue poblando amplias extensiones tenían que cierto número de familias del globo. Esta evolución biológica y lingüísticas euroasiáticas, incluidas, esta dispersión constituyen el marco entre otras, la indoeuropea, la afro- dentro del cual se han de explicar la asiática y la dravídica, estaban empa- capacidad humana del habla y la direntadas y formaban una “superfami- versidad de las lenguas. lia”: la nostrática. El reconocimiento de la existencia de superfamilias, que ería erróneo, sin embargo, supopuede representar un gran salto adener que con esto se haya dicho lante en la lingüística, es aún materia aquí la última palabra. Aunque he de controversia. De hecho, la obra de terminado con consideraciones globaestos dos especialistas soviéticos sólo les, empecé poniendo la mira en un ahora está empezando a ser conocida blanco relativamente limitado: critien Occidente. Es de notar, con todo, car la explicación comúnmente acepque también sugirieron que Anatolia tada del origen de las lenguas indopodría ser la tierra de origen del pro- europeas. Mi propuesta provisional to-indoeuropeo. Dado que yo descono- de un primitivo origen anatolio se cocía sus puntos de vista cuando fragüé rrobora en recientes investigaciones mi hipótesis, es sorprendente esta con- lingüísticas y genéticas. El cuadro de vergencia. finitivo habrá de ser, sin duda, más La convergencia de opiniones es re- complejo que el que aquí he esbozaforzada por algunos descubrimientos do, contendrá varios episodios histógenéticos realizados recientemente ricos y reflejará diferentes modelos por el equipo de investigación de Ca- teoréticos. Me atrevo a predecir, con valli-Sforza y por el de Allan C. Wil- todo, que, cuando se consiga una comson, de la Universidad de California prensión más completa, la difusión de en Berkeley. Ambos equipos em- la agricultura por Europa a partir de plearon métodos estadísticos para Anatolia constituirá una parte imporanalizar los grupos sanguíneos de las tante del relato. poblaciones actuales e inferir sus afinidades genéticas. Sacaron la conclusión de que hay una estrecha relación genética que vincula a los pueblos que BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA hablan los idiomas afroasiáticos con INDO-E UROPEAN AND INDO-E UROPEANS . los que hablan los indoeuropeos y con Dirigido por George Cardona, Henry M. los que hablan los dravídicos, entre Hoenigswald y Alfred Senn. University of Pennsylvania Press. 1970. otros. Sus hallazgos están, pues, en THE N EOLITHIC T RANSITION AND THE G Earmonía con la hipótesis de la superNETICS OF POPULATIONS IN EUROPE. Alfamilia nostrática y quizá también con bert J. Ammerman y L. L. Cavalli-Sforza. la hipótesis de que la aparición de la Princeton University Press. 1984. agricultura guarda estrecha relación A RCHAEOLOGY AND L ANGUAGE: T HE con la formación y la distribución de P UZZLE OF I NDO -E UROPEAN ORIGINS . las lenguas actuales. A. Colin Renfrew. Cambridge University Press, 1988. Dando un último paso atrás y adopNOSTRATIC. Mark Kaiser y V. Shevoroshtando el enfoque más global posible, kin en Annual Review o f Anthropology, la propuesta de que cabe hacer hipóvol. 17, págs. 309-329; 1988. tesis lógicas acerca de los protolenRECONSTRUCTING LANGUAGES AND CULguajes y los agrupamientos lingüístiTURES : ABSTRACTS AND MATERIALS FROM cos existentes nada menos que allá THE FIRST INTERNATIONAL INTERDISCIPLI por el año 10.000 a.J. C., quizás abra NARY S YMPOSIUM ON LANGUAGE AND PREHISTORY, ANN ARBOR, NOVEMBER finalmente la vía hacia una mejor 8-12, 1988. Dirigido por Vitaly Shevocomprensión del comple jo fenómeno roshkin. Studienverlag Dr. Norbert Brocde la diversidad de las lenguas humakmeier, 1989. nas. La mayoría de los especialistas IN SEARCH OF THE INDO-EUROPEANS: LAN(aunque desde luego no todos) creen GUAGE, ARCHAEOLOGY AND M YTH. J. P. hoy que la capacidad de entenderse Mallory. Thames and Hudson, 1989. mediante el lenguaje que caracteriza
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EL LENGUAJE HUMANO
COLABORADORES DE ESTE NUMERO Traducción: José Manuel García de la Mora: Especializaciones del cerebro humano, Cerebro y lenguaje, Lengua y visión del mundo, Orígenes de las lenguas indoeuropeas, La protohistoria de las lenguas indoeuropeas, Origen de las lenguas americanas autóctonas, Cómo aprenden las palabras los niños y Lenguas criollas; Santiago Torres: Genes, pueblos y lenguas; Francisco Marcos Martín: Diversidad lingüística del mundo; Juan José Acero: La dispersión austronesia y el origen de las lenguas; Angel Garcimartín: Noam Chomsky; Natividad Sánchez: Percepción del habla en la primera infancia. Página
Fuente
9
Ilil Arbel
10-16
Carol Donner
17
Albert M. Galaburda
21
FPG International
22
Carol Donner
24
Dep. of Neurology, PET Facility and Image Analysis Facility, Universidad de Iowa
25
Carol Donner
26
Marc Skinner
27
Patricia J. Wynne
30-31
Photo Researchers, Inc.
32-35
Laurie Grace
36
L. Tommaso Cavalli-Sforza
39
Patricia J. Wynne
40-41
Dimitry Schidlovsky
42-43
Johnny Johnson
44
Réunion des Musées Nationaux, París
46-47
James Mellaart
48
Andrew Christie
49-50
Johnny Johnson
51
Andrew Christie
52
Johnny Johnson
53
Laurie Grace
54
Johnny Johnson
57-58
Thomas C. Moore
59
Edward Bell
60
Nancy Field
62
Thomas C. Moore
65-73
Antonio Tovar
81
Michael Goodman ( izquierda), Biblioteca de la Historia Social de Arizona ( centro), N.W.Tera/Photo Researchers, Inc. (derecha)
85
Michael A. Tongg
91
Quesada/Burke
92
James Kilkelly
93
Quesada/Burke
95
Edward Bell
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James Kilkelly (arriba ), Ilil Arbel (abajo)
98
Canadian Journal of Psychology
99
Ilil Arbel
100
Cognition
101
Patricia K. Kuhl, Univ. de Washington
102
Ilil Arbel
105
Colección de Ray Jerome Baker y Robert E. Van Dyke
106
Ilil Arbel
107-111
Edward Bell
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La protohistoria de las lenguas indoeuropeas Thomas V. Gamkrelidze y V. V. Ivanov
La pista del antepasado común de estas lenguas no conduce a Europa sino que nos lleva más bien a Asia. La supuesta distinción entre las ramas oriental y occidental de esta familia se ha vuelto hoy borrosa
L
a lingüística, el estudio científico del lenguaje, permite adentrarse mucho más en el pasado de la humanidad que los documentos escritos más antiguos. Comparando lenguas afines o emparentadas, esta ciencia trata de reconstruir sus inmediatos progenitores, hasta llegar finalmente a su más remoto antepasado o protolenguaje. El protolengua je ilumina a su vez lo que fueron las vidas de quienes lo hablaron y los sitúa en el tiempo y en el espacio. La lingüística nació del estudio de la superfamilia de las lenguas indoeuropeas, que es con mucho la más numerosa, por la cantidad de lenguas que la constituyen y de individuos que las hablan. Aproximadamente la mitad de la población mundial tiene por idioma materno una lengua indoeuropea; seis de los 10 idiomas en que se publica Scie ntific American —alemán, español, francés, inglés, italiano y ruso— pertenecen a esta superfamilia. En los últimos 200 años los lingüistas han venido reconstruyendo, con seguridad y penetración crecientes, el vocabulario y la sintaxis del postulado protolenguaje indoeuropeo. Han procurado desenmarañar las intrincadas sendas por las que aquel lenguaje se fue transformando en lenguas derivadas que se difundieron a través de toda Eurasia, buscando en el origen de tales sendas el hogar patrio del
THOMAS V. GAMKRELIDZE es director del Instituto Tsereteli de Estudios Orientales, en Tbilisi, y profesor de lingüística en la universidad de la misma ciudad. V. V. Ivanov es profesor de lingüística y jefe del departamento de lenguas eslavas en el Instituto de Estudios Eslavos y Balcánicos de Moscú.
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protolenguaje mismo. Los primeros en el transcurso de los siglos que los investigadores situaban esa patria en significados. Europa y señalaron unas rutas migraLos primeros estudios que se hicietorias a lo largo de las cuales las len- ron de lenguas indoeuropeas versaron guas hijas habrían evolucionado hasta principalmente sobre las que les eran agruparse en dos ramas, una oriental más familiares a los iniciadores y otra occidental, claramente defini- europeos de la lingüística: las de las das. Nuestro trabajo indica que el pro- familias itálica, celta, germánica, báltolenguaje se originó hace más de tica y eslava. Ya en el siglo XVI los 6000 años en la parte oriental de via jer os eur ope os se hab ían dado Anatolia y que algunas de las lenguas cuenta de las afinidades entre éstas y hijas debieron de irse diferenciando las lenguas “arias” que se hablaban en en el curso de migraciones que las la remota India. Que todas ellas llevaron primero hacia el este y des- podrían compartir un antepasado pués hacia el oeste. común lo propuso por vez primera en La reconstrucción de lenguas arcai- 1786 Sir William Jones, jurista inglés cas puede compararse al método y estudioso de las culturas orientales. empleado en biología molecular para A él se debió, pues, la que llegaría a abordar la evolución de la vida. El conocerse como la hipótesis indoeurobioquímico identifica elementos mo- pea, que fue la bandera de los fundaleculares que desempeñan funciones dores de la lingüística histórica en el similares aun en las especies más siglo XIX . diversas para deducir qué características tendría la célula primigenia de ara reconstruir el lenguaje indola que se supone descienden todas europeo ancestral los primeros esas especies. Así procede también el lingüistas confiaron a pies juntillas en lingüista, buscando correspondencias la famosa ley, enunciada por Grimm, gramaticales, sintácticas, léxicas y de de la Lautverschiebung (o del “cambio pronunciación entre los idiomas cono- del sonido”), que postulaba que los cidos, con miras a reconstruir sus pre- grupos consonánticos se van sustitudecesores inmediatos y, en última ins- yendo unos a otros a lo largo del tiempo tancia, la lengua originaria. Las len- de manera regular y predecible. Esta guas vivas admiten la comparación ley la estableció en 1822 Jacob Grimm, directa de unas con otras; la inferencia más conocido por la antología de cuena partir de datos lingüísticos internos tos y leyendas populares que compuso suele permitir la reconstrucción de la en colaboración con su hermano fonética de las lenguas muertas que Wilhelm. La ley de Grimm explicaba, han sobrevivido en forma escrita. Pero entre otras cosas, por qué en las lenlas lenguas muertas que nunca fueron guas germánicas han persistido cierescritas sólo pueden reconstruirse tas consonantes duras a pesar de su mediante comparaciones entre sus universal tendencia a ceder frente a descendientes y remontándose hacia las suaves. El grupo de las consonanel pasado con la atención puesta en las tes “sonoras” más suaves “b”, “d”, “g” leyes que rigen los cambios fonológi- (seguidas de una momentánea vibracos. La fonología —el estudio del ción de las cuerdas vocales), localizasonido de las palabras— reviste sumo das en el protolenguaje, al parecer interés para los lingüistas históricos, había dado paso al correspondiente porque los sonidos son más estables grupo duro “p”, “t”, “k”. Según la ley
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TEMAS 5
de Grimm, este cambio ocurrió mediante “insonorización” de aquellas consonantes (“p”, por ejemplo, no va acompañada de vibración de las cuerdas). Así, el sánscrito dhar pasa por ser una forma arcaica del inglés draw, que es a su vez más arcaico que el
alemán tragen (todos los cuales significan “estirar”). Estas reglas se usaron para reconstruir un vocabulario indoeuropeo que mostrara cómo vivían quienes lo hablaban. Las palabras de ese vocabulario describían unos paisajes y un
1. ARBOL GENEALOGICO de los idiomas indoeuropeos. En la base, un protolenguaje hasta cuyos vestigios puede remontarse la lingüística; debió de florecer hace más de 6000 años. El protolenguaje se fue fragmentando en dialectos, que evolucionaron hasta formar distintas lenguas; éstas a su vez originaron nuevas generaciones de lenguas hijas. El tocario, una lengua
EL LENGUAJE HUMANO
clima que los lingüistas situaron originalmente en Europa, en la región comprendida entre los Alpes y los mares Báltico y del Norte. Datos más recientes sitúan ahora el origen probable de la lengua indoeuropea en la parte occidental de Asia. Tres
muerta de Asia, guarda remoto parentesco con el celta, una antigua lengua europea. Similaridades entre las familias baltoeslava e indo-irania indican que se influyeron mutuamente antes de que sus hablantes partieran unos hacia el norte y otros hacia el sur. Las lenguas muertas aparecen en letra bastardilla; las que no han dejado restos literarios, entre corchetes.
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D N I
U R A L
D N I E P E R
E S
V O L G A
N D O
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D A N
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O D T E T I U F U G A I F R M S I O R A T I I E A S N D S E
MAR MEDITERRANEO
TOCARIA
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SUPUESTO PAIS DE ORIGEN
HATTUSAS
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M T E MAR S . DE L C AU CASPIO C A S O
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D O S V I T I LO S P R I M
BABILONIA
I R A N
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M A R R O J O
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P
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S I C O
2. MIGRACIONES Y DIFUSION DE LA AGRICULTURA sacaron al protolenguaje indoeuropeo de su país de origen, que los autores del artículo sitúan en la Transcaucasia, y lo fueron fragmentando en diversos dialectos. Algunos de ellos se extendieron hacia el oeste por Anatolia y Grecia, otros hacia el este
generaciones de arqueólogos y de lingüistas han realizado excavaciones y descifrado manuscritos de casi una docena de lenguas antiguas en diversos lugares, que van desde la actual Turquía hasta países orientales tan ale jados como Tokaria, en el moderno Turquestán. Sus observaciones, junto con nuevas ideas en teoría lingüística pura, han hecho necesario revisar los cánones de la evolución de las lenguas.
E
l paisaje descrito por el protolenguaje tal como ahora se concibe debió de hallarse en algún lugar de la zona delimitada por la media luna que se extiende desde la ribera meridional del mar Negro, baja a la península de los Balcanes y cruza hacia el este la antigua Anatolia (los actuales territorios no europeos de Turquía) hasta llegar, por el norte, a la región de los montes del Cáucaso ( véase la figura 2). Allí la revolución agrícola proporcionó el excedente de alimentos que impulsó a los indoeuropeos a fundar pueblos y ciudades-estado desde los cuales, hace unos 6000 años, iniciaron sus migraciones por el continente euroasiático y entraron en la historia. Algunos de aquello s emig rantes invadieron Anatolia desde el este, allá por el año 2000 a.J. C., y fundaron el reino hitita, que hacia el 1400 a. J. C.
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O D N I
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MOHENJO-DARO I N D I A
hasta el Irán, la India y el Asia central. La mayoría de las lenguas occidentales proceden de una rama oriental que rodeó el mar Caspio. El contacto con idiomas semíticos en Mesopotamia y con los kartvelianos en el Cáucaso llevó a la adopción de muchas palabras ajenas.
tenía bajo su poder la Anatolia entera. Su idioma oficial fue una de las primeras lenguas indoeuropeas que se pusieron por escrito. Bedˇrich Hrozn´y , lingüista que trabajó en las Uni versidades de Viena y de Praga, descifró a comienzos de nuestro siglo las inscripciones hititas (en escritura cuneiforme, antiguo sistema de escritura realizado con símbolos grabados en forma de cuña) de unas tablillas que se habían hallado en la biblioteca de la capital, en Hattusas, 200 kilómetros al este de la moderna Ankara. Allí se encontraron también otras tablillas con escrituras cuneiformes en dos lenguas afines, la luwiana y la palaica. Se siguió la pista de la evolución de la lengua luwiana en inscripciones jeroglíficas posteriores, que databan de hacia el 1200 a. J. C., cuando el imperio hitita había ya sucumbido. A esta familia de lenguas anatolias que iba emergiendo no tardaron los lingüistas en añadirle el idioma lidio (pariente próximo del hitita) y el licio (afín al luwiano), co nocidos a partir de inscripciones que se remontan hasta las postrimerías del primer milenio a. J. C. La aparición del hitita y de otras lenguas anatolias allá por el tránsito del tercero al segundo milenio a.J. C. impone un límite absoluto a la fragmentación del protolenguaje indoeuropeo. Dado que el protolenguaje ana-
tolio ya estaba para entonces dividido en lenguas hijas, los investigadores calculan que se habría segregado del paterno indoeuropeo no más tarde del cuarto milenio a. J. C. y posiblemente mucho antes. Esta inferencia resulta corroborada por lo que se sabe de la porción de la comunidad indoeuropea que quedó después de la ruptura con la familia anatolia. De aquella comunidad pro vinieron las lenguas que persistirían en la época histórica de los documentos escritos. La primera rama que se separó fue la de la comunidad lingüística greco-armenio-indo-irania. Y debió de empezar a separarse en el cuarto milenio a. J. C., pues hacia mediados del tercer milenio estaba ya dividiéndose en dos grupos, a saber, el indo-iranio y el greco-armenio. Alg unas ta blilla s del archiv o de Hattutsas atestiguan que a mediados del segundo milenio a.J. C. el grupo indo-iranio había dado origen a un idioma que se hablaba en el reino Mitanni, en la frontera sudeste de Anat olia , que era ya dife rente del antiguo indo (llamado comúnmente sánscrito) y del antiguo iranio. Textos cretomicénicos coetáneos del reino Mitanni, descifrados a comienzos de los años cincuenta por los especialistas ingleses Michael G. F. Ventris y John Chadwick, resultaron estar
TEMAS 5
escritos en un dialecto griego desconocido con anterioridad. Todos estos lenguajes procedían, cada uno por diferente vía, del armenio. La tocaria fue otra familia de lenguas que se diversificaron muy pronto del protolenguaje indoeuropeo. El tocario es uno de los idiomas indoeuropeos más recientemente descubiertos, habiendo sido reconocido a comienzos de nuestro siglo en textos procedentes del Turquestán chino. Tales textos fueron relativamente fáciles de descifrar por estar escritos en una variante de la escritura brahmi y porque casi todos ellos eran traducciones de conocidos escritos budistas.
parentesco que pueda haber entre el litarse y a desaparecer en la mayoría protolenguaje indoeuropeo y otras de las lenguas del mundo. Eso nos grandes familias lingüísticas que, por llevó a conjeturar que, entre las oclufin, han empezado a poner en claro su sivas labiales, sería la “p ” y no la “b” origen común. la que con mayor probabilidad se Según la teoría clásica, las conso- habría suprimido en el protolenguaje nantes “oclusivas” —las que resultan indoeuropeo. de la brusca interrupción de la corriente de aire espirado que hace uestro así llamado “sistema glótico indoeuropeo”, construido vibrar a la glotis, o a las cuerdas vocales— se dividen en tres categorías mediante la comparación fonológica ( véase la figura 3). La consonante de las lenguas vivas con las lenguas oclusiva labial “b” aparece en la pri- indoeuropeas históricamente documera columna, en el grupo de las con- mentadas, tiene visos de ser más cersonantes sonoras; los paréntesis que tero que el clásico. La casi total la encierran indican su supuesta ausencia del fonema labial (“p ”) supresión. Figura junto a otras dos encuentra una explicación fonológica consonantes oclusivas sonoras: “d” natural, habida cuenta de la evolución l estudioso inglés W. N. Henning (ocluida por el contacto de la punta de de las otras dos oclusivas glotalizadas propuso no hace mucho que los la lengua con el paladar) y “g” (ocluida y del sistema completo de las o clusivas tocarios no eran otros que los gutia- por el contacto de la parte posterior de que hemos mostrado. nos, que mencionan (en akkadio, la lengua con el paladar). Al revisar el sistema consonántico idioma semita) algunas inscripciones En el esquema hemos incluido del protolenguaje indoeuropeo tamcuneiformes de Babilonia que datan (véanse los recuadros inferiores de la bién hemos puesto en tela de juicio las de finales del tercer milenio a. J. C., figura 3) las correspondientes conso- vías de transformación que desemcuando el rey Sargón estaba levan- nantes que se producen con oclusión bocan en las lenguas indoeuropeas tando el primer gran Imperio mesopo- glotalizada: un cierre momentáneo de históricas. Nuestra reconstrucción de támico. Si tal opinión fuese acertada, la garganta a la altura de las cuerdas las consonantes del protolenguaje evilos tocarios serían los primeros indo- vocales impide espirar el aire. Aquí la dencia su mayor afinidad con las leneuropeos que aparecen en los docu- oclusiva labial sorda (“p ”) aparece guas germánica, armenia e hitita que mentos históricos del Próximo Oriente. suprimida, seguida de la “t ” y la “k ”. con las del sánscrito. Esto invierte Afin idades léxicas entre la lengua Lo que la (“p ”) es a la (“b”), sorda y cabalmente la concepción clásica, tocaria y la ítalo-celta prueban que los sonora respectivamente, eso son la “t ” según la cual el sistema sonoro de los hablantes de las dos familias lingüís- a la “d” y la “k ” a la “g”. Las oclusiones primeros habría sufrido una alteración ticas compartían la patria del indoeu- en que entra en juego la glotis ocurren continua, mientras que el sánscrito ropeo antes de que los tocarios empren- en muchas familias lingüísticas dis- habría conservado fielmente el origidiesen su emigración hacia el este. tintas, sobre todo en las de proceden- nal. Hoy día podemos tirar del hilo y cia nordcaucasiana y surcaucasiana La transformación de las consonanremontar las diversas sendas que (kartveliana). La oclusión glótica, que tes al pasar de la lengua madre a las siguieron las migraciones humanas y endurece la consonante, tiende a debi- lenguas hijas se puede ilustrar con el la transformación lingüística hasta dar con el protolenguaje indoeuropeo en su propia patria. Este ha sido el SONORAS SONORAS ASPIRADAS SORDAS fruto de la revisión de los cánones fonológicos a que antes nos referimos. Una indiscutida peculiaridad del sis(b) bh p tema sonoro del protolenguaje es, por d dh t ejemplo, la casi total ausencia, o g gh k supresión, de una de las tres consonantes “p”, “b” o “v”, que son labiales (el sonido se produce con los labios). GLOTALIZADAS SONORAS / ASPIRADAS SORDAS / ASPIRADAS Siempre se había pensado que la consonante suprimida era la “b”. Pero (p') b/bh p/ph posteriores estudios fonológicos indicaron que, si en una lengua falta t' d/dh t/th alguna de las tres consonantes labiak' g/gh k/kh les, es menos probable que sea precisamente la que suena como “b” en inglés y en otras lenguas europeas 3. TRES SERIES DE OCLUSIVAS (consonantes que se producen cuando se cierra vivas. el paso del aire) caracterizaban al proto-indoeuropeo. El modelo clásico (arriba) Partiendo de esta base decidimos supone que una serie era la de las sonoras (seguidas de una vibración de las cuerdas revisar todo el sistema de consonantes vocales, como la “g” de “guerra”), otra era la de las sonoras y aspiradas (con un postulado para el protolenguaje y, ya sonido como el de la “h” que pronuncian algunos extremeños) y la tercera la de las en 1972, propusimos otro nuevo, pro- sordas (como la “k” en el inglés “disk”). En el modelo de los autores (abajo) la primera serie la formaban las consonantes glotalizadas (que se hacen sordas por cepuesta que sigue aún en el crisol del rrarse el paso del aire cerca de las cuerdas vocales, como en la pronunciación debate, de donde surge el consenso en Cockney de la “t” de la palabra “bottle”); la segunda tenía modalidades sonoras y cualquier ciencia. La controversia se sonoras-aspiradas, y la tercera sordas y sordas-aspiradas. Las oclusivas gl otalizadas centra sobre todo en los rasgos de llevan apóstrofe; las oclusivas que no se dieron van entre paréntesis. ′
N
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EL LENGUAJE HUMANO
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PROTOLENGUAJE
HITITA
tekan
SANSCRITO
(tierra)
ejemplo de la palabra inglesa cow (vaca), cuyo equivalente en alemán es Kuh; en sánscrito la palabra que significa “ox” (buey) es gáuh y en griego boûs. Hace ya tiempo que se identificó la raíz común de todos estos vocablos en un término común indoeuropeo que designara “vaca” o “buey”. Pero ese vocablo tiene formas diferentes en el sistema clásico y en el glótico. En este último aparece la consonante sorda *k’ wou- (con el asterisco antepuesto se indica que el vocablo pertenecía al protolenguaje), que lo hace fonéticamente más afín a los correspondientes vocablos del inglés y del alemán que a los del griego y del sánscrito.
IDIOMAS HIJOS
GRIEGO
ksam-
khthōn
LATIN
humus
RUSO
zemlia
* d eg om(criatura terrestre) h
h
TOCARIO LATIN
saumo
E
homo GOTICO
(hombre) GERMANICO
guma
INGLES ANTIGUO
guma
ANTIGUO ALTO ALEMAN
HITITA
* yotor(agua)
gomo
watar
GRIEGO
hydōr INGLES
water
ALEMAN
wasser
INGLES
cow
ALEMAN
Kuh
INGLES
corn
ALEMAN
Korn
GERMANICO
SANSCRITO GRIEGO
* k´wou(vaca) (buey)
LATIN
gáuh
boûs
bōs
GERMANICO
LATIN
* kr-no(grano)
granum
GERMANICO
RUSO
zephno
SANSCRITO
* rotho(rueda, carro)
LATIN
rátha- (carro)
rota- (rueda)
ALEMAN rad
(rueda)
4. RASTREO DE LA GENEALOGIA DE LAS PALABRAS hasta donde llegan los documentos literarios; para las épocas anteriores a la escritura se reconstruyen de acuerdo con las leyes que rigen la evolución de los sonidos. (Llevan asterisco las palabras reconstruidas.) En muchas lenguas indoeuropeas los vocablos para designar “hombre” o “tierra” derivan de *dheghom-, raíz del protolenguaje.
60
n el sistema clásico el vocablo en cuestión es * gwou, prácticamente el mismo que en el sánscrito. De acuerdo con la ley de Grimm, la transformación de * gwou hasta llegar al correspondiente vocablo alemán requeriría que la primera consonante se hiciese sorda, pasando de “g” a “k”. De modo que el sistema glótico parece ser mucho más congruente: elimina la necesidad del ensordecimiento y correlaciona las oclusivas sordas existentes en las lenguas germánicas (alemana, holandesa, escandinava e inglesa) con las oclusivas glotalizadas sordas del protolenguaje indoeuropeo ancestral. Las lenguas germánicas son más arcaicas que el sánscrito y que el griego en este aspecto. El sistema glótico se muestra más conser vador que el sistema clásico. Ha acercado más el protolenguaje a algunas de sus lenguas hijas sin recurrir a tan difíciles transformaciones fonológicas como la de la “g” en “k”. Podemos aprender más cosas sobre los indoeuropeos primitivos a partir de otros aspectos de su reconstruido vocabulario. Algunos de sus vocablos, por ejemplo, describen una técnica agrícola cuya existencia se remonta al año 5000 a. J. C. Por aquel entonces la revolución agrícola se había difundido ya hacia el norte desde sus orígenes en el Creciente Fértil, donde los restos arqueológicos demuestran que se practicó el cultivo de la tierra por lo menos desde ocho mil años antes de Cristo. Desde aquella zona la agricultura se fue extendiendo también hacia el sur, donde sustentó las civilizaciones mesopotámicas, y por el oeste, hasta Egipto. Los vocablos indoeuropeos con que se designan la “cebada”, el “trigo”, el “lino”; las “manzanas”, las “cerezas” y sus árboles; las “moras” y sus arbustos; las “uvas” y sus cepas, así como los variados instrumentos o aperos con que cultivar y cosechar tales frutos, describen un modo de
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vida desconocido en la Europa septen- que suponen la fundición de metales. trional hasta el tercero o el segundo Los petroglifos, símbolos grabados en milenio a.J. C., según lo acreditan los piedras, que han sido hallados en la datos arqueológicos. zona que comprende desde la El paisaje que describe el recons- Transcaucasia hasta la Mesopotamia truido protolenguaje indoeuropeo es superior, y entre los lagos Van y Urmia, montañoso, como ponen de manifiesto contienen las primeras representaciolos muchos términos que hay para nes existentes de carros tirados por designar altas cumbres, los lagos caballos (véase la figura 5). situados entre montes y los ríos de curso torrencial que descienden de a postulada patria originaria del manantiales de montaña. Semejante indoeuropeo es, si no la única, ciercuadro no podía darse ni en las llanu- tamente una de las regiones en que se ras centroeuropeas ni en las estepas llevó a cabo la domesticación del cabaque se extienden al norte del mar llo y se le pusieron arneses y arreos Negro, zonas que han sido propuestas para utilizarlo como animal de tiro en también como país natal del indoeu- el cuarto milenio a. J. C. Desde allí los ropeo. Ese vocabulario se adapta muy vehículos con ruedas se difundirían, bien, en cambio, al paisaje de la con las migraciones de los indoeuro Anatolia oriental y de la Transcauca- peos en los milenios tercero y segundo sia, en cuyos horizontes se alza la a. J. C., por el este hasta el Asia central, espléndida cordillera del Cáucaso. El por el oeste hasta los Balcanes y, cirlenguaje reviste el panorama con la cunvalando el mar Negro, arribarían variada flora de esta región, contando luego al centro de Europa. con vocablos para hablar del “roble”, El carruaje constituye un elemento del “abedul”, del “haya”, del “carpe”, significativo de la mezcla de culturas, del “fresno”, del “sauce”, del “álamo pues tanto en los pueblos indoeuropeos blanco”, del “tejo” del “pino” o del como en los mesopotámicos aparece el “abeto”, del “brezo” y del “musgo”. Hay carro formando parte de los ritos fúneasimismo términos para referirse a bres y de otras ceremonias religiosas. animales que son ajenos al norte de Los contactos con diversas culturas del Europa: “leopardo”, “leopardo de las occidente asiático se ponen de maninieves”, “león”, “mono” y “elefante”. fiesto también en la coincidencia de La presencia de un vocablo para varios temas mitológicos; por ejemplo, designar el “haya” ha sido citada —dicho el del robo de las manzanas de las sea de paso— en favor de las llanuras Hespérides por Hércules y otras leyeneuropeas y en contra del Volga inferior das similares que se repiten en los puecomo patria putativa del indoeuropeo. blos nórdicos y celtas. Por otro lado, las Y es cierto que las hayas no se dan al lenguas semíticas y las indoeuropeas este de una línea trazada desde Gdansk, coinciden en identificar al hombre con en la ribera del mar Báltico, hasta la la tierra. En hebreo adam significa parte más septentrional de las orillas “hombre” y adamah significa “tierra”; del mar Negro. Sin embargo florecen ambos vocablos derivan de una raíz del dos especies de haya ( Fagus orientalis protolenguaje semítico (cf. Génesis 2,7: y F. sylvatica) en la actual Turquía. “...Dios formó al hombre del polvo de la Contrario al denominado argumento tierra”). “Humano” y “humus” llegaron del haya es el argumento del roble: a nuestra lengua, a través del latín pruebas paleobotánicas ponen de mani- (homo, humus), desde *dh eg hom -, el fiesto que los robles (que entran en la vocablo para designar tanto “tierra” lista del léxico del lenguaje recons- como “hombre” (etimológicamente truido) no eran naturales de la Europa “hombre” es “criatura terrestre”) en el nórdica posglacial, sino que empezaron protolenguaje indoeuropeo. El enraizaa diseminarse por ella desde el sur, miento de las lenguas indoeuropeas en como muy pronto hacia el paso del la zona oriental de Anatolia lo sugiere cuarto al tercer milenio a. J. C. también la abundancia de palabras Otra clave importante para la iden- tomadas de varios lenguajes que allí tificación del país en que se originó el florecieron: semítico, kartveliano, indoeuropeo la proporciona la termino- sumerio e incluso egipcio. A su vez el logía dedicada al transporte sobre rue- indoeuropeo aportó palabras a cada das. Hay palabras para “rueda” (*rotho- uno de ellos. Nickolai I. Vavilov, emi), “eje” (*hakhs- ), “yugo” (*iuk’om) y nente botánico genetista soviético, para los arreos y dispositivos asocia- señaló un notable ejemplo de tales dos. “Caballo” es * ekhos y “potro” * pholo. intercambios: el ruso vinograd (“uva”), Las piezas de bronce del carro y los el itálico vino y el germánico wein utensilios broncíneos, con que se corta- (“vino”) permiten remontarnos hasta el ban y desbastaban los troncos de los indoeuropeo *woi-no (o *wei-no), el proárboles de las montañas para fabricar tosemítico *wajnu, el egipcio *wns, el los carros, se designan con palabras kartveliano *wino y el hitita *wijana.
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5. PETROGLIFOS encontrados en Uzbekistán (que datan del segundo o del tercer milenio a. J. C.); esos restos constituyen una corroboración arqueológica del dato, aportado por los lingüistas, de que los indoeuropeos tenían carros. Vehículos con ruedas, como los representados, facilitaron las labores del campo y las migraciones resultantes de la creciente necesidad de roturar nuevas tierras.
Hemos de reconocer que en el amplio impelería la emigración de sucesivas territorio en que hemos situado la oleadas de indoeuropeos en busca de patria del indoeuropeo no hay restos zonas fértiles por roturar. arqueológicos de ninguna cultura a la La translocación lingüística del que positivamente se les pueda vincu- hogar indoeuropeo desde el norte de lar. Los arqueólogos, empero, han Europa hasta el Asia Menor requiere identificado unos cuantos emplaza- drásticas revisiones de las teorías mientos que implican la existencia de acerca de las vías migratorias por las una cultura material y espiritual que las lenguas indoeuropeas debieparecida a la deducible del léxico indo- ron de expandirse a través de Eurasia. europeo. En efecto, la cultura hala- Así los hipotéticos arios, de quienes se fiana, de la Mesopotamia septentrio- dijo que llevaron el llamado idioma nal, decoraba sus vasijas con unos ario, o indoiranio, desde Europa hasta símbolos religiosos —cornamentas de la India —y de los que echó mano la toros y, a veces, cabezas de carneros, mitología nazi, convirtiéndolos en el que son símbolos masculinos, e imá- prototipo de superhombre nórdico— genes rituales de pieles de leopardo— resultarían ser en realidad los mismos todos los cuales son compartidos por indoiranios que, siguiendo una ruta la cultura de Çatal Hüyük, algo pos- migratoria más verosímil, habrían terior, del séptimo milenio a. J. C., en salido de Asia Menor y, bordeando las la Anatolia occidental. Ambas tienen estribaciones del Himalaya, atravesaafinidades con la más tardía cultura rían el actual Afganistán estableciéntranscaucásica de la región delimi- dose luego en la India. Europa resulta tada por los ríos Kura y Araks, que ser, dentro de este esquema, el lugar incluye el sur de Transcaucasia, el de destino, y no el origen, de la migraeste de Anatolia y la zona septentrio- ción indoeuropea. nal de Irán. Los pueblos que hablaban el hitita, En los 2000 años transcurridos el luwiano y otros idiomas anatolios antes de que los indoeuropeos que se realizaron migraciones relativamente quedaron en su país de origen entra- cortas, sin salir de su país de origen, y ran en los anales de la historia, el éxito sus idiomas murieron allí con ellos. de la revolución agrícola produjo una Las migraciones de mayor alcance de explosión demográfica en la comuni- los que hablaban dialectos grecoarmedad indoeuropea. Cabe suponer que la nio-indo-iranios comenzaron con la presión del crecimiento demográfico fragmentación, en el tercer milenio
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a.J.C., de la principal comunidad idiomática indoeuropea. Dos grupos de hablantes del indoiranio se encaminaron hacia el este durante el segundo milenio a.J. C. Uno de ellos, el formado por los hablantes de las lenguas kafiri, ha pervivido hasta hoy en el Nuris tán, territorio formado por las laderas meridionales del Hindu Kush, al nordeste de Afganistán. En Cinco Continentes, libro póstumo que relata sus muchas expediciones botánicas entre los años 1916 y 1933, Vavilov especulaba que los kafirs podrían constituir una reliquia del indoiranio original. El segundo grupo de indoiranios, que siguieron una ruta más meridional, internándose por el valle del Indo, hablaba un dialecto del que son descendientes las lenguas históricas de la India. Su más primitivo antepasado literario está contenido en los himnos del Rig Veda, escritos en una antigua variante del sánscrito. Los pueblos indígenas del valle del Indo, conocidos por los hallazgos arqueológicos que han tenido lugar en su capital Mohen joDaro, fueron, al parecer, desplazados por los indoiranios. Tras la separación de los indoiranios y su partida hacia el este, la comunidad greco-ar menia permaneció durante algún tiempo en el país de origen. Allí, a juzgar por las numerosas palabras tomadas en préstamo, se mantuvo en contacto con los que hablaban los lenguajes kartveliano, tocario y las antiguas lenguas indoeuropeas que después evolucionarían hasta convertirse en las lenguas europeas históricas. Uno de esos préstamos del kartveliano vendría a ser el homérico ko-as, “vellón”. Una tablilla cuneiforme bilingüe, encontrada en los archivos de Hattusas, registra el relato mitológico de un cazador en la lengua hurriana, ya para entonces muerta, con su versión en hitita. Este notable descubrimiento nos ha deparado el vocablo hurriano ashi, del que al parecer se derivó el askós de Homero, para “pellejo” y “odre”. Antes de emigrar hacia el Egeo los griegos adoptaron la palabra hitita kursa, que, en virtud de un cambio fonológico familiar, se transformó en búrsa, otro sinónimo de “vellón”. Estas palabras parecen confirmar la creencia de los griegos de que sus antepasados habían venido del Asia occidental, tal como se refiere en la leyenda de Jasón y los Argonautas, que fueron a buscar el Vellocino de Oro a la Cólquide, país ribereño del mar Negro. La prueba de que los griegos vinieron desde allí a su patria histórica vierte una nueva luz sobre las “colonias” griegas de la costa norte del mar Negro. Ahora cabe considerar que tales colonias eran asenta-
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mientos muy primitivos que los griegos habrían ido estableciendo al iniciar las migraciones que les llevaron a su definitiva patria en el Egeo.
implantación de la fisonomía hitita, tipificada en los rasgos hititas, sobre ciertas poblaciones europeas. A los nórdicos de rubios cabellos y ojos azules se les ha de considerar aún como as lenguas europeas históricas el producto del cruzamiento de los —aquellas que dejaron restos invasores indoeuropeos con quienes literarios— ofrecen numerosos indi- habitaban Europa antes que ellos. La cios de que los dialectos de los que cultura de las poblaciones indígenas ellas descendieron habían transitado de Europa ha quedado inmortalizada junto con los tocarios por el interior con las construcciones megalíticas del Asia central. Estas lenguas tienen que, como la de Stonehenge, se alzan muchas palabras en común. Un ejem- en la periferia del continente. plo lo constituye la palabra que Los idiomas de los anteriores habidesigna el salmón, lo que en tiempos tantes de Europa, con excepción del se tuvo por argumento de peso en pro vascuence —lenguaje de estirpe no de una patria ubicada en la Europa indoeuropea con posibles parientes nórdica. El salmón abundaba en los lejanos en el Cáucaso—, fueron releríos europeos que desembocan en el gados al olvido por los dialectos indoBáltico, y el vocablo lox (en alemán europeos. Con todo, aquellos lengua Lac hs ) de las lenguas germánicas jes contribuyeron a las familias de las puede que resuene algo en el lak- del lenguas europeas históricas con diverhindú, que designa una laca o esmalte sas aportaciones por las que se explique hace pensar, por su color rosáceo, can algunas de sus diferencias. En su en la carne del salmón. Una especie estudio de las culturas megalíticas y del salmón, Salmo trutta , se puede de su desaparición, así como de la encontrar en los ríos del Cáucaso y la difusión de la agricultura desde el raíz lak-s- denota al “pez” en las for- Oriente Próximo, el arqueólogo britámas primitivas y posteriores del toca- nico Colin Renfrew ha llegado a cierrio, así como en las lenguas europeas tas conclusiones sobre la arribada de antiguas. los indoeuropeos que concuerdan con La migración de los que hablaban las nuestras. algunos de los dialectos indoeuropeos Nuestras deducciones, que descanprimitivos hacia el Asia central es san casi exclusivamente en datos lincosa bien establecida por las palabras güísticos, deberán confirmarse con tomadas de la familia lingüística investigaciones arqueológicas todavía fineso-ugra, que dio origen a los por hacer. Sin duda alguna el recuento modernos idiomas finlandés y hún- de las sustituciones de pares de bases garo. El tocario sufrió una completa del ADN de las células humanas contransformación de su sistema de con- tribuirá al mejor conocimiento del sonantes bajo la influencia del finés- árbol genealógico de quienes hablan ugro. Palabras de las antiguas len- las lenguas indoeuropeas y a que se guas europeas que han sido claramente pueda trazar el mapa de sus migraciotomadas del altaico y de otros lengua- nes. La antropometría y la historia jes del Asia central corroboran que sus contribuirán también a ultimar el hablantes residieron allí. cuadro. Aunque dispuestos siempre a Dando la vuelta en redondo hacia reelaborar y corregir nuestro trabajo, occidente, los antiguos europeos se podemos afirmar con mucha certiestablecieron por algún tiempo al dumbre que el hogar patrio de los norte del mar Negro, formando una indoeuropeos, la cuna de una gran comunidad federada relativamente parte de la civilización mundial, poco compacta. De modo que no es del estuvo en el antiguo Oriente Próximo: todo erróneo pensar que dicha zona “ Ex oriente lux!” fue como una segunda patria para estos pueblos. Desde finales del tercer milenio, y hasta transcurrido todo el primero a. J. C., los pueblos que hablaBIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA ban las antiguas lenguas europeas se INDO -E UROPEAN AND THE INDO -E URO fueron diseminando gradualmente PEANS: A R ECONSTRUCTION AND H ISTOpor Europa. Su venida se demuestra RICAL TYPOLOGICAL ANALYSIS OF A PROarqueológicamente por la llegada de TOLANGUAGE AND P ROTO -C ULTURE . Partes I y II. Thomas V. Gamkrelidze y la cultura seminómada de los “túmuVjacheslav V. Ivanov. Universidad estalos funerarios”, que sepultaba a sus tal de Tbilisi, 1984. muertos en hoyos cubiertos después A RCHAEOLOGY AND L ANGUAGE : T HE con montículos. P UZZLE OF I NDO -E UROPEAN O RIGINS. La antropometría, que es la mediColin Renfrew. Camhridge University ción científica del cuerpo humano, ha Press, 1988. empezado a trazar el mapa de la
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La conquista de Europa occidental por las lenguas indoeuropeas Antonio Tovar
Las grandes lenguas, o familias de lenguas, de Occidente, así el celta o el germánico, se extienden relativamente tarde hasta las orillas del Atlántico. El vasco es el único superviviente del mundo lingüístico anterior
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ara mis investigaciones de lingüística comparada tuvo una significación decisiva el traba jo del celtista J. Pokorny. En un artículo del año 1940, publicado en Irlanda y dedicado a interpretar el nombre de la isla, se empezaba diciendo que Hispania, la Península Ibérica, era una clave para rastrear los pueblos primitivos de la más remota Europa occidental. Y esto por dos razones: la primera, que en sus exploraciones los pueblos de alta cultura de la antigüedad recorrieron antes las costas de Hispania que las de los países atlánticos, y por eso las noticias que podemos leer en las fuentes griegas y romanas son más antiguas y copiosas; la importancia geográfica del estrecho de Gibraltar y las riquezas minerales de la Península atrajeron a pueblos navegantes prehistóricos, y la historia nos habla de la presencia muy temprana de fenicios y griegos. La segunda razón es que, como la Península es el extremo sudoccidental, las migraciones procedentes del centro y norte de Europa debieron de llegar menos numerosas y con menos superposiciones, es decir, cabe esperar que más fáciles de analizar en sus restos arqueológicos y lingüísticos. A estas consideraciones que dedu jimos de la indicación de Pokorny hemos de añadir otra: a ambos lados de
ANTONIO TOVAR (1911-1985) nació en Valladolid. Estudió en las Universidades de Valladolid y Madrid. Fue Becario de la Junta para Ampliación de Estudios. Catedrático de latín en la Universidad de Salamanca, de la que fue Rector, fue profesor de lingüística en las de Buenos Aires y Nacional de Tucumán (Argentina), Universidad de lllinois en Urbana, y en la Universidad de Tübingen (Alemania).
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los Pirineos, en la zona comprendida sus textos, que comienzan en el siglo entre las ciudades de Bilbao, Bayona XVII a. de C. y Pamplona, más de medio millón de Si además pensamos en la gran dihablantes han conservado la antigua fusión actual de algunas de estas lenlengua del país, el euskera o vascuen- guas, como el inglés, el español, el ruce, que no es indoeuropea, sino prein- so, el portugués o el francés, podremos doeuropea: único resto que queda co- decir, sin pecar de europeocentrismo, mo testigo de lo que fue lingüística- que es el grupo lingüístico más impormente la Europa occidental anterior, tante del planeta. no sólo a los romanos, que llegaron La semejanza de todas estas lenhace dos mil años, sino a los celtas y guas se explica por un origen común. otros supuestos pueblos afines, que Desde 1816 el parecido empezó a escomenzaron la indoeuropeización del tudiarse metódicamente, cuando F. Bopp demostró la semejanza de la conOccidente mil años antes. El estudio, pues, de las antigüeda- jugación del sánscrito con la del griedes lingüísticas de la Península, en el go, latín, persa y germánico, y aproxique se ha progresado bastante en el madamente al mismo tiempo R. Rask último medio siglo, permite intentar señalaba el parentesco de algunas de una interpretación de lo que se sabe estas lenguas con las bálticas y eslade la formación de las lenguas indo- vas. europeas y sobre todo de su expansión A lo largo de siglo y medio los culhacia occidente. tivadores de la lingüística histórica comparada han reunido una cantidad impresionante de hechos que, debidaLas lenguas mente sistematizados, permiten recoindoeuropeas nocer el origen común de todas esas Es sabido que casi todas las len- lenguas y los estadios de su diferenguas de Europa y algunas de Asia ciación ulterior. occidental y meridional pertenecen La “reconstrucción”, el método dea una misma familia, conocida gene- sarrollado por los lingüistas de direcralmente con el nombre de indoeuro- ción histórica, permite llegar en cierpea. Son hermanas o, si seguimos la ta medida a la lengua común, es demetáfora, primas o parientes entre cir, a tiempos anteriores al uso de la sí, todas las lenguas latinas, las ger- escritura. Así como comparando el esmánicas, las eslavas, el griego y otras pañol, portugués e italiano pad re , menores, como las celtas que sobre- francés père , catalán pare , etc., se re viven en Irlanda, Gales y Bretaña, el construye el acusativo latino patre(m) albanés y el lituano, el armenio, y como forma originaria, comparando por extensos territorios de Asia y con el latín pater con el griego patér , sánsmillones de hablantes tenemos el per- crito pitá , irlandés athir, se puede –rque se essa o iranio, con otros dialectos, y las construir una forma *p ete numerosas lenguas de la India que cribe con un asterisco para indicar se agrupan como arias. Pertenecie- que no la poseemos así en ningún texron también a esta familia muchas to y se supone es la que se usó en los lenguas que se extinguieron, dejan- remotos tiempos en que los indoeurodo o no restos escritos, alguna de peos no se habían separado aún. Esas ellas, como el hetita en Asia menor, formas con asterisco, puramente reimportantísima por la antigüedad de construidas sobre las de distintas len-
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guas conocidas más tarde, se supone se oyeron de labios de gentes que vi vieron hace más de 5000 años. Se comprende que los comparatistas, ocupados en el trabajo de estudiar las diferentes lenguas y de segu ir su evolución, se limitaran en general por de pronto a dejar en un abstracto limbo el problema de la cronología y de la ubicación geográfica de los antiguos indoeuropeos. El problema de la diferenciación de las lenguas se explicó primero sin consideraciones de tiempo ni espacio con los conocidos modelos de la división en “ramas”, como un árbol genealógico (A. Schleicher), o, más de acuerdo con la división dialectal de lenguas vi vas, de la diferenciación con “ondas” (J. Schmidt), comparándolas a las que producirían diversas piedras (como centros de diferenciación e iniciativa política, cultural, etcétera) al caer en diversos puntos de un estanque.
La imagen abstracta de la diferenciación o separación dentro de la fa milia indoeuropea se fue planteando de modo más concreto al aplicar lo que se fue sabiendo con los estudios dialectológicos en lenguas vivas (románicas, germánicas, etc.), y entonces se hizo más tentadora la comparación de los movimientos de pueblos que podían suponerse con las culturas que identificaba la arqueología prehistórica. Se comprende que muchos lingüistas y muchos prehistoriadores se resistan a acercar ambos campos de estudio, pues mientras los materiales arqueológicos no van acompañados de inscripciones o no corresponden a épocas documentadas por la historia, resulta arriesgada la identificación de pueblos y hablantes de lenguas determinadas. La experiencia enseña que la difusión de una lengua no va siempre acompañada de un cambio visible en la cerámica o los usos funerarios. Los peligros
1. LOS PRIMEROS PUEBLOS INDOEUROPEOS que aparecen en la historia (hetitas, griegos aqueos, los indoiranios en su migración) se extienden hacia el sur y el sudeste. El mapa refleja consecuencias de su penetración en la antigu a Europa.
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de la identificación son tanto mayores cuanto más nos remontamos en el tiempo y más nos alejamos de los testimonios históricos o lingüísticos. Y sin embargo, aun con riesgo de cometer errores, son muchos los estudiosos (más entre los prehistoriadores que entre los lingüistas) que se atreven a intentar la síntesis. Nosotros nos basamos en algunas recientes e intentamos completarlas en lo referente a la indoeuropeización de Europa occidental.
La “patria” de los indoeuropeos Los comparatistas, basándose puramente en hechos lingüísticos, fijaron, ya desde mediados del pasado siglo, para el foco desde el que se expandieron los indoeuropeos, una serie de peculiaridades climáticas y culturales que permitían situar la patria (Urheimat) del supuesto pueblo en un
Bosch veía indoeuropeos no sólo en la zona ponticocaucásica, sino más al oeste. Los pueblos de las hachas de combate aparecen como agentes de la indoeuropeización en la Europa nórdica y central.
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clima templado, más bien frío, en el tos indoeuropeos primeros, en cuyas que, por ejemplo, faltaban leones, ti- tumbas tenemos vehículos tirados por gres y vid; podía suponerse una gana- caballos. dería muy desarrollada, pero la agriUna estudiosa de origen lituano, cultura era más rudimentaria. Tal Marija Gimbutas, que ha presentado época común queda datada porque el en los Estados Unidos síntesis en que único nombre de metal común a va- utiliza los trabajos arqueológicos rearias lenguas en un área muy difundi- lizados en la Unión Soviética, Poloda es “bronce” o “cobre” (latín aes ). nia, Yugoslavia, Rumania, etc., ha deComo se consiguió antes en el Oc- fendido resueltamente la tesis de que cidente de Europa un cuadro compren- esa cultura de los kurgany corressible, gracias al progreso de las exca- ponde a la buscada patria de los in vaciones, los prehistoriadores alema- doeuropeos. Desde allí, hacia medianes y escandinavos se inclinaron a dos del tercer milenio, se pone en marmenudo a poner en el norte la patria cha una serie de movimientos que de los indoeuropeos, lo cual, combina- hacia el sur, el oriente y el occidente do con ideas racistas, llevó a la iden- impusieron el predominio de aquellas tificación del “ario” (la palabra arya gentes y de aquellas lenguas, que se en sánscrito significa señor) con el ru- fueron diferenciando. bio nórdico. Y lo que había comenzado Creemos que las exageraciones racomo hipótesis científica apoyada qui- cistas no deben hacer olvidar que esos zás en inconsciente o consciente na- “indoeuropeos” hablaban una lengua. cionalismo, terminó en la catástrofe La tesis de que en medio de un caos de Hitler. Ante la exageración racis- formativo y mezcla de diferentes tita de identificar pueblo con lengua, pos lingüísticos resultara al fin una muchos comparatistas se apresura- especie de combinación de corrientes ron a negar que los “indoeuropeos” de varias que podían proceder por ejemla etapa primitiva común fueran un plo de las lenguas finougrias que se verdadero pueblo con una verdadera pueden suponer al nordeste y de las lengua. caucásicas al sudeste, para forma r el Después de la segunda guerra mun- indoeuropeo, fue formulada por addial el progreso de las excavaciones y mirables lingüistas: C. C. Uhlenbeck estudios arqueológicos en los países (1935) y el príncipe Trubetzkoy de Europa oriental ha permitido ni- (1939), pero parece poco realista ne velar los conocimientos con los de los gar la existencia de una verdadera países occidentales, y el difícil proble- lengua que se refleja, al meno s como ma de acercarse arqueológicamente a impuesta a otros pueblos por aristola “patria primitiva” de las gentes que cracias dominantes, en las lenguas hablaron el “indoeuropeo común” pue- que hemos enumerado y que se exde plantearse con datos nuevos. Los tendieron desde la India de los antisupuestos culturales a que los lingüis- guos libros védicos de la sabiduría tas habían llegado: sociedades gue- hasta la Irlanda de las leyendas épirreras, patriarcales, con una división cas y el derecho medieval. en clases, organizadas en pequeños Ciertamente no nos es conocido el grupos con jefes poderosos, dueñas de indoeuropeo del 3000 a. de C., pues caballos y de grandes rebaños, que sólo tenemos textos de lenguas indohabitaban en aldeas y tenían también europeas escritos en el segundo milecastillos fortificados, con una religión nio (hetita y griego de las inscripciodesarrollada que tenía en lugar pre- nes micénicas), o incluso, aunque soeminente a un dios del cielo y del true- bre la base de largas tradiciones no que se conserva en el Júpiter que orales, en el primero (sánscrito de los conocemos, con un culto del fuego y Vedas, Homero), pero las especulaciocon sacrificios de caballos, parece que nes de ciertos indoeuropeístas actuase dan en un lugar determinado. Gen- les como W. Meid (1975) distinguen tes que cultivaron el suelo siguiendo un “indoeuropeo tardío”, de la época de lejos técnicas que se habían de- inmediatamente anterior a la separasarrollado en el Asia anterior y que ción de las lenguas que emigraron las para la ganadería, y especialmente primeras (hetita, indoiranio, griego), para el caballo, recibieron impulsos alrededor quizá de 2000 a. de C. (o ande las amplias llanuras de Eurasia, tes), frente a otras etapas de “indoeualcanzaron esa combinación de agri- ropeo medio” y “temprano”, que se percultura y ganadería que E. Wahle ha filan como hipótesis cada vez más aleseñalado como peculiaridad de los in- jadas de nues tras posibilidade s de doeuropeos. Los túmulos ( kurgany) conocimiento. que se encuentran ya en la segunda Un indoeuropeo común puede, pues, mitad del cuarto milenio a. de C. en hasta cierto punto, reconstruirse soUcrania y más al este, hasta la de- bre la base de las lenguas que han llesembocadura del Volga, serían de es- gado a nosotros ya separadas y en épo-
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cas muy tardías, a veces tan tardías como el lituano y las demás lenguas del grupo báltico, bastante conservador y con rasgos muy indoeuropeos en la gramática y el léxico, aunque los textos más antiguos son del siglo XVI, redactados con fines religiosos por predicadores luteranos. La reconstrucción del indoeuropeo permite reconocer una fonética con correspondencias regulares que dan solidez a la etimología; el acento parece que era musical, lo que dio estabilidad durante largo tiempo en muchas ramas a las vocales. También descubre la reconstrucción una conjugación que en muchos puntos se ha conser vado en el sánscrito más antiguo (el védico) y en el griego clásico, si bien ciertos rasgos, que en esas lenguas faltan del todo, o casi, como la voz media o pasiva con r, que tenemos en latín y otras lenguas marginales, han de ser tenidos en cuenta; también podemos reconstruir una declinación muy compleja y típica, con los conocidos paradigmas para los diferentes temas, y con un número corto de casos, aún más reducidos en el plural y aún más e n el número dual. En la sintaxis el indoeuropeo, a juzgar por las lenguas más antiguas y conservadoras, colocaba el determinante (genitivo, adjetivo, demostrativo) delante del determinado, y por eso iba el verbo en la o ración ase verativa al final, detrás de su objeto. En cuanto al vocabulario ya hemos visto que refleja la unidad primitiva en ciertos aspectos culturales de gran significación. Son además comunes los numerales, designaciones de parentesco, nombres de partes del cuerpo, ciertas instituciones religiosas y sociales muy primitivas, ciertas fórmulas poéticas; naturalmente es en las lenguas que se conocen en época más antigua, o en las culturas más tradicionales, donde se conservan más visibles restos de este patrimonio común.
La expansión de los indoeuropeos Pero la atención fundamental que los comparatistas conceden a estos elementos comunes no debe hacer ol vidar que la enorme expansión geográfica del indoeuropeo a lo largo de cinco milenios ha supuesto mezclas e influencias de otras lenguas, que en la mayoría de los casos no nos son conocidas. La idea de lenguas mixtas suscita siempre actitudes apasionadas, y hay posiciones extremas, desde la de los que por razones de método científico niegan que pueda existir una lengua mixta, hasta los que pien-
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san que toda lengua es mixta, pues no ha podido vivir aislada. Hay que tener en cuenta que el proceso mismo de la expansión indoeuropea debió de ser muy complejo, y así es probable que la difusión de la agricultura, igualmente desde Asia, a través de los Balcanes y la cuenca del Danubio, reflejada en culturas di ver sas , com o las den omi nadas de Vin cˇa, de Sesklo, de Vucˇed ol, de Cucuteni-Tri ploje, y otras que subsistieron hasta el tercer milenio, matizara de un modo muy complicado la difusión de los indoeuropeos hacia el centro de Europa. P. Bosch Gimpera, en su importante libro El problema indo europe o, combinaba ideas con las que él se había familiarizado junto a Kossina, el defensor en Berlín hasta hace medio siglo de la tesis nórdica, con el estudio de los resultados de excavaciones posteriores, y atribuye a culturas del Danubio y de Europa central en la formación de los indoeuropeos importancia comparable a las de las gentes de Ucrania a que nos hemos referido, y que él llama ponticocaucásicos. Desde luego la difusión de los indoeuropeos supuso algo nuevo: la sustitución de un complicado mosaico de 2. EL OCCIDENTE PREINDOEUROPEO que a lo largo de, podemos suponer, casi lenguas por una gran familia. Esto un milenio (aproximadamente desde an tes de 2000 a antes de 1000 a. de C.) resistió dependió de las posibilidades econó- a las invasiones indoeuropeas, representa un mundo lingüístico casi del todo desmicas que hemos señalado: la combi- conocido. La tipología lingüística del vasco es muy diferente de la que parece aflorar en el céltico insular (irlandés o galés). Ello indica la variedad de ese mundo nación de una agricultura de cierto desarrollo con una ganadería muy sumergido. En el mapa (que trazamos a base de S. Piggot) se señala la extensión de los megalitos ( zonas coloreadas de rosa) y la del vaso campaniforme ligada a la avanzada. difusión de la metalurgia, probablemente a parti r de Hispania (zonas punteadas de Creemos que puede ayudar a com- gris). El vasco se hablaba por casi todo el norte. prender lo que ocurrió en el Antiguo Continente entre el tercero y primer milenio a. de C. lo que encontramos te. La superioridad económica signifi- cas: son los despreciados “enemigos”, en América del Sur. Allí tenemos tres ca superioridad guerrera y cultural, y los “salvajes”. familias lingüísticas ampliamente di- en su rápida difusión estas culturas En el mundo que nos interesa, la fundidas: los arauacos, desde las An- de nómadas o seminómadas difunden Europa occidental, el problema de la tillas hasta el trópico de Capricornio, ciertos progresos de las culturas más difusión de los indoeuropeos a costa de los tupi-guaraní, desde Paraguay has- altas: las del Próximo Oriente en el otros pueblos y lenguas tiene muchas ta la costa atlántica y las laderas Antiguo Mundo, las de los Andes y incógnitas, pues todas las lenguas orientales de los Andes en Bolivia y Mesoamérica en el Nuevo. Tenemos preindoeuropeas, excepto el vasco, que Perú, y los caribes en las costas del como tres escalones bastante parale- sabemos se hablaba todo a lo largo de norte, desde la vertiente colombiana los: las culturas más avanzadas, ya los Pirineos hasta el Mediterráneo, y del Pacífico hasta casi las bocas del con instituciones estatales y una reli- tal vez también se habló en Cantabria Amazonas. Fue su superioridad como gión sumamente desarrollada, los y Asturias, han desaparecido. Es imagricultores la que les permitió impo- grandes pueblos bárbaros, conquista- posible saber nada de todas las otras nerse en el complicadísimo mosaico dores y guerreros, y por debajo los pue- lenguas de la Europa occidental pride las otras lenguas que a centenares blos de cultura inferior, aún sin agri- mitiva. Sólo en el sur, en parte porque se extienden por el continente. Natu- cultura o casi, necesitados por lo mis- las invasiones ya sabemos que llegaralmente que las grandes lenguas no mo de espacios amplísimos para ron del nordeste, y en parte porque la llegaron a formar zonas continuas si- subsistir, y perdidos en ellos, con pe- cultura, con la escritura, llegó antes no que, según sus hablantes se ex- queñas lenguas muy diversas y aisla- allí desde el Próximo Oriente, se letendieron, principalmente en canoas das. Tanto los pueblos de cultura su- vanta un poco el velo. a lo largo de los ríos y de las costas, perior como los conquistadores en el Aparte del vasco, único supervivieniban dejando a las otras lenguas en estadio intermedio son enemigos de los te, tenemos testimonios del ibérico, los territorios menos favorecidos. pueblos más atrasados, y los comba- lengua de todo el este y parte del sur La difusión de estas tres grandes fa- ten y dominan. Lo mismo los tupí del de España como también de la costa milias permite, en un ambiente muy Brasil llamaban tapuyas a la gente de de Francia hasta Montpellier. El ibédistinto, comprender la difusión de los las tribus aisladas, que los peruanos rico, y como él el tartesio de la zona indoeuropeos en el Antiguo Continen- del imperio incaico los llamaban au- meridional de la Península, no eran
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3. DERIVADOS DE LA RAIZ INDOEUROPEA * aw(e)- “mojar, fluir”. Como puede apreciarse, se sitúa en puntos más bien centrales de la antigua Europa. Cada número se refiere a un río, del que se da la forma antigua o la moderna según la conocemos. Los asteriscos indican formas reconstruidas.
tampoco indoeuropeos. En Italia los etruscos no eran indoeuropeos, y es posible que en las montañas de Liguria o de la antigua Retia (Tirol y zonas limítrofes) tengamos en la toponimia o en algunas dificilísimas inscripciones la huella de lenguas preindoeuropeas. En la época clásica había todavía en el interior de Creta o de Sicilia restos de poblaciones primitivas que conservaban lenguas preindoeuropeas. Pero todas estas lenguas extintas y no descifradas, y cuyos restos e n inscripciones en general breves, obscuras y monótonas (o tal le parecen a nuestra ignorancia), o en topónimos o palabras supervivientes en diferen-
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tes lenguas vivas, no dan sino una idea muy limitada, no hacen sino llamar la atención hacia una realidad misteriosa y poco accesible. Sin embargo, que las lenguas indoeuropeas, en su difusión hacia el oeste, quedaran matizadas por ellas, al quedar conquistados o simplemente asimilados quienes las hablaban, es una hipótesis muy sólida. Las lenguas célticas sobrevivientes, que llegaron a Gran Bretaña e Irlanda en una época muy tardía, son muy divergentes, en el orden de palabras y en otros rasgos de su gramática, de cualquier otra lengua indoeuropea. Y a la tesis de la “pureza racial”, que las doctrinas racistas atribuían a los germanos, opo-
nían algunos lingüistas, no sin malignidad, la explicación de que el cambio completo, llamado rotación, de las consonantes en germánico (que se da bastante semejante en el armenio, rodeado de exóticas lenguas caucásicas), por el que a la p de pater corresponde con regularidad la f de father , a la d de decem la t de ten , y la dh que tenemos en otras lenguas, la simple d del inglés red ‘rojo’, pudiera muy bien haber resultado de la indoeuropeización de los nórdicos por invasores llegados de otra parte. No se puede desconocer que la indoeuropeización, portada por grupos de conquistadores, o a veces de gentes que no hallaron resistencia y se instalaron en medio de pueblos abiertos a la mutua influencia, aunque al principio se impuso como organización social, como religión y como desarrollo económico y cultural, hubo de recibir también el sello de los sometidos o asimilados, y posiblemente en medida cada vez mayor, sobre todo en las zonas más lejanas, como las Islas Británicas o la India. Parece que podemos deducir de los resultados de la arqueología dos etapas en la indoeuropeización del Occidente. La primera está representada por la penetración, ya mucho antes del año 2000, hacia las costas del Mar del Norte de un pueblo que los prehistoriadores llaman de las hachas de combate. Parece que la constitución étnica de esos territorios de Jutlandia, Holanda, el norte de Alemania y el sur de Escandinavia, adquiere entonces, por la mezcla de los invasores guerreros con los agricultores herederos de tradiciones occidentales, los perfiles definitivos que la caracterizan aún. Ahí vamos a encontrar ya en tiempos más cercanos a la historia documentada a los germanos. Pero el gran impulso que llevó tan temprano a las gentes de las hachas de combate a las orillas del Mar del Norte tardó largo tiempo en repetirse. Los mapas arqueológicos muestran que los indoeuropeos no continuaron en seguida progresando, sino que todavía hacia 1500 a. de C. sus avanzadas se encontraban en el norte de la actual Francia, entre el Rin y el Sena. Las nuevas oleadas que llegaron hasta el Atlántico y ocuparon Irlanda y Portugal esperaron aún varios siglos.
El desbordamiento sobre el Occidente extremo El Occidente preindoeuropeo que a lo largo de, podemos suponer, casi un milenio (aproximadamente desde antes de 2000 a antes de 1000) se
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mantuvo frente a las invasiones in- probable que en el bronce celtibérico doeuropeas, representa, como hemos de Botorrita, hallado cerca de Zaradicho, un mundo lingüístico descono- goza, signifique lo mismo la palabra cido y que sería muy audaz caracte- silabur, y parece razonable que salir, rizar. Era sin duda muy variado, co- que se lee en ibérico en monedas de mo parece enseñarnos la tipología plata, denote el mismo metal. Las tres lingüística, y debemos imaginar que formas de la Península, la vasca de no fue meramente pasivo frente a la significación segura, las otras dos, expansión indoeuropea. En los nom- probable, se apoyan mutuamente pabres de ríos, a que nos vamos a refe- ra formar el necesario puente entre rir en seguida, también entraron a las formas con a en la primera sílaba formar parte elementos lingüísticos (que llegan hasta el ibérico) y las que procedentes de ese primitivo Occi- aparecen con i como en vasco (y celtidente, en el que se señalaron sucesi- bérico) en las lenguas germánicas y vamente las cul turas megalít ica s baltoeslavas, para las que hasta aho(quizá durante dos milenios a partir ra no se ha dado ninguna explicación de 3000 a. de C.) y las que se carac- etimológica: gótico silubr, inglés anterizan por el vaso campaniforme tiguo siolfor, seolfor , alto alemán sil(a) [Bell Beakers, Glockenbecher-Kul- bar , lituano sidabras, eslavo antiguo tur] (dos o tres siglos antes de 2000 s( `)rebro í , etc. La divergencia que y otros tantos después). muestran las formas vasca e ibera resPara caracterizar de algún modo pecto de todas las demás se explica ese antiguo Occidente nos limitare- en la fonética de estas lenguas, que mos a un par de rasgos lingüísticos, carecen de p y tienen otras peculiarimeros indicios de una realidad muy dades en las labiales. poco accesible: la palabra ‘nombre’ en La cronología del inicio del uso de indoeuropeo y urálico, y el nombre de la plata (que se escalona entre los cola plata que tenemos en vasco y en las mienzos del tercer milenio en Asia lenguas germánicas y eslavas. menor y el final de la época de bronEs una cosa bien sabida (por ejem- ce en Europa central) parece se ajusplo el conocido especialista sueco B. ta a la difusión de la palabra, pues Collinder insistió en ello) que la pa- justamente el puente entre Oriente y labra indoeuropea para ‘nombre’ (la- Europa central lo formaría la aparitín nomen, inglés name, griego óno- ción de plata en Almería en los coma , sánscrito nama, irlandés ainm, mienzos de los metales, y en un ametc.) tiene exacta correspondencia en biente de influencias orientales. Es las lenguas finougrias (finlandés ni- bien conocida la importancia de las mi , húngaro név , neve, yurako nim , minas, también de plata, en la His vogul näm , etc.), lo que parece signi- pania antigua, y la cultura del vaso ficar que la frontera nordoriental de campaniforme, que muchos autores las lenguas indoeuropeas no estaba consideran tuvo en la Península su cerrada. A ello podemos contraponer centro, fue portada por prospectores, que la Europa occidental parece tenía mineros y metalúrgicos que dieron lusus puertas abiertas al mundo de las gar a culturas secundarias en muchas lenguas camito-semíticas: la palabra zonas, hasta Europa central, Di vasca para ‘nombre’, izen, encuentra namarca y las Islas Británicas. La miparecidos evidentes en Africa y Asia nería, iniciada en las altas culturas (bereber isem, árabe ism , nubio esmi , orientales, siguió varios caminos tal esim , esum , etíope sem , etc.; en egip- vez, pero en el caso de la plata podecio antiguo para ‘nombrar’ se halla el mos rastrear el que pasó por la Penín verbo smj ). sula Ibérica. Si en esta palabra parece tratarse de una comunidad que supone origen La diferenciación de idéntico o relaciones muy antiguas, las lenguas indoeuropeas la otra en que nos vamos a detener un momento es una típica palabra cultuSi intentamos, pues, sustituir esral viajera. Para designar la ‘plata’ en quemas abstractos por la realidad, asirio se halla sarpu o sarpi, partici- procurando entender el marco geográpio de un verbo que significa ‘acen- fico y cronológico, nos encontramos drada, purificada al fuego’. Junto a con que la idea generalmente admitiuna forma más divulgada, fidda , ha- da de una diferenciación del indoeullamos en árabe la misma palabra que ropeo simultáneamente en los granen asirio: sarif ‘plata’. Igualmente te- des dialectos no es tan evidente como nemos en bereber azref ; azerfa, y ya parece. Una cosa es la migración, en la époal sur del Sahara, en el Africa negra, ca del que hemos visto se puede llahausa azurfa. En vascuence hallamos para ‘plata’ mar indoeuropeo tardío, de los hetitas, zil(h)ar , zillar , zirar , zidar . Es muy los indoiranios y los griegos, y otra la
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división de las lenguas indoeuropeas occidentales, cuyos hablantes eran durante largos siglos nómadas o casi, y no se alejaron tanto de la zona de formación ni entraron en contacto con altas culturas, ni perdieron del todo la vecindad con pueblos afines. W. Meid habló de “bloques residuales postindoeuropeos”, es decir, grupos aún poco diferenciados que sin duda se conser vaban en el segundo milenio. Ya Hans Krahe había señalado hace tiempo que en la época en que el griego, el indio y el hetita eran lenguas perfectamente conocidas, las que luego van a aparecer como lenguas occidentales no estaban del todo separadas ni acaso formadas, y a lo sumo apuntaban como gérmenes en una masa relativamente uniforme que él propuso designar con el nombre de “europeo antiguo” ( Alteuropäisch). Como la escritura no se usaba más que en el Próximo Oriente, no poseemos naturalmente ningún texto de aquellos tiempos del interior de Europa, pero él se fundó en un sector de la toponimia, los nombres de río, a veces particularmente conservador, para intentar penetrar en aquel mundo lingüístico incógnito. Krahe hizo más rigurosa la recolección y análisis de la hidronimia sobre la que ya habían construido teorías los “iliristas”, y antes los “liguristas” (que atribuían a estos poco conocidos pueblos prehistóricos nombres en toda Europa, de Noruega a Sicilia y de los Países Bálticos a Irlanda) y encontró en ella el reflejo de esa época que se puede bien llamar “post-indoeuropea” en la que hay que suponer terminan por cristalizar las lenguas o ccidentales. La naturaleza especial de estos materiales onomásticos no da sin duda más que una visión limitada, y seguramente forzada en cuanto a su unidad. Por ejemplo, la frecuencia en estos nombres de la vocal a, que en indoeuropeo ocupaba una posición especial, fuera de la alternancia, plantea un problema difícil. Pero el hecho es que Ala, Ara, Arga , Ava, Pala, Sala, Tara... son nombres que se repiten, bien en estas formas primarias, bien en derivaciones que se pueden agrupar en series con cada raíz: Alara , Alanta, Alentia..., Arva, Aranta, Arantia... Ofrecemos en dos mapas ejemplos de la difusión de tres de estas raíces distribuidas de manera diversa. Krahe sostuvo que estos hidrónimos de la antigua Europa eran todos indoeuropeos puros; nosotros creemos, por el contrario, que se trata de series incorporadas a un sistema indoeuropeo de derivación, pero las raíces son unas veces de etimología indoeuro-
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visión simultánea y simétrica del indoeuropeo en los grandes dialectos o lenguas no ocurrió. Detrás de los primeros pueblos que abandonaron la “patria común”, quedaron grandes grupos de nómadas en expansión, en vastos territorios donde pueblos y tribus se mo vían, se mezclaban y separaban, absorbían a pueblos sometidos o vecinos, se convertían en centros de poder o de cultura o religiosos, o, por el contrario, eran absorbidos y desaparecían. Tal fue durante quince o veinte siglos la situación en Europa central y, comenzando más tarde, en la occidental. El celta o el germánico, grupos lingüísticos a que nos limitamos aquí, pues el problema del latín en Italia es distinto y exigiría otro estudio extenso, no se formaron contemporáneamente. Surgen no sólo en lugares distintos, sino en tiempos separados, con historias primitivas muy diferentes y como cristalización de procesos que sólo alcanzamos a comprender esquematizándolos.
El celta
4. DERIVADOS DE LAS RAICES PREINDOEUROPEAS * kar(r)a y *mal-, que significan “piedra” y “roca”. Como en el mapa de la página precedente, los números indican la situación de los ríos que van numerados en la lista. La distribución de estas formas es más marginal que la del mapa anterior.
pea, y otras en cambio han sido incorporadas desde otros mundos lingüísticos, especialmente desde el desconocido de Occidente. El primero de los mapas que damos en estas páginas presenta derivados de la raíz indoeuropea *aw(e)- ‘mojar, fluir’; en el otro hemos recogido derivados de *kar(r)a y *mal-, que significan ‘piedra’ y ‘roca’ y no son de etimología indoeuropea: baste para el primero recordar el vasco (h)arri ‘piedra’ o el irlandés carrac ‘roca, arrecife’ o muchos nombres de lugar de los
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que recordaremos Carrara, famosa por su mármol. Una simple ojeada permite comprobar en los mapas que la distribución de la primera raíz ocupa zonas más centrales, mientras que las otras son claramente marginales. Los hidrónimos de la vieja Europa son, pues, testigos de una época en que las fronteras lingüísticas eran muy abiertas y los habitantes de la Europa bárbara, alejados de las altas culturas, eran más bien nómadas. Se puede bien partir de que una di-
Según una idea algo simplificada, el celta se manifiesta con sus rasgos característicos en dos grupos de lenguas: uno, formado por las marginales de Irlanda (goidélico) y de Hispania (celtibérico), ha conservado el sonido qu del indoeuropeo que vemos por ejemplo en la conjunción enclítica que , en latín y en celtibérico con la significación de ‘y’; el otro grupo de lenguas celtas se manifiesta con una diferenciación que tuvo su centro de formación con la llamada cultura de La Tène en las regiones del este de Francia y sur de Alemania, y presenta la evolución de qu a p; por ejemplo la palabra petorritum , un carro de cuatro ruedas de los galos, es un compuesto del numeral ‘cuatro’ (latín quattuor), que hallamos también en galés pedwar ‘cuatro’. Los pueblos celtas que toman la facies cultural de La Tène aparecen inmediatamente como galos históricos, que se extendieron también por Gran Bretaña, donde predominó un dialecto semejante al suyo, y por Italia, y llegaron más tarde, ya en el siglo III a. de C., a Asia Menor. Pero tenemos que corregir la idea, que predomina, de identificar a todos los celtas con los galos. Los celtas son anteriore s a la formación de la cultura de La Tène, y ésta no significó en ninguna parte una ruptura con la tradición anterior. Lo que ocurre es que, al irse remontando en el tiempo, la iden-
TEMAS 5
tificación de pueblos y culturas arqueológicas se vuelve más problemática. Podemos estar seguros de que en la primera Edad del Hierro, la que se llama cultura de Hallstatt, tuvieron papel esencial los celtas, pero ya es más difícil equiparar época de Hallstatt con formación de los celtas. Las invasiones que llevaron a los celtas a Irlanda y a Hispania ocurren en épocas difíciles de determinar, al menos con los datos que combinan los arqueólogos. Sin embargo, en un gran trabajo monográfico de W. Schüle hallamos una identificación resuelta, que a nosotros nos parece muy plausible, entre los celtíberos y la que él llama cultura del Tajo, cuyos rasgos encuentra fijados en el siglo VI. Anterior y con otros componentes es la cultura que el mismo prehistoriador llama del Duero, y que nosotros propondríamos, desde el punto de vista de la lingüística, que se pusiera en relación con el lusitano. La celtización de las Islas Bri tánicas es un problema más difícil, por quedar, sobre todo Irlanda, demasiado alejadas del mundo conocido por las culturas antiguas. El prehistoriador Chr. Hawkes ha calificado de “celticidad cumulativa” las repetidas migraciones de grupos pequeños o grandes que, podemos suponer, unas veces como guerreros, otras de modo menos violento, fueron transformando el panorama arqueológico de las Islas, a partir por lo menos de los finales del bronce y de una manera indudable con la presencia de la cultura del Hallstatt en el siglo VII. Irlanda conservó, como ya hemos señalado, una forma más arcaica, el goidélico, mientras que en la Gran Bretaña, con migraciones históricamente comprobables de gentes de la cultura de La Tène desde Francia, se desarrolla un celta que en la época de César era sin duda inteligible para los galos de Francia. Se ve, pues, que la celtización del Occidente, hasta los más remotos rincones de Gran Bretaña e Irlanda, hasta la Celtiberia de las cabeceras del Duero, el Tajo, el Júcar y el Turia, hasta Galicia y el país de los Célticos en el Alentejo, es un fenómeno muy complejo, cuyas primeras oleadas se señalan ya en la época de los campos de urnas, en el siglo VIII. Queremos sacar algunas consecuencias de un hecho lingüístico quizá no bastante tenido en cuenta: las lenguas indoeuropeas distinguen en general tres clases de consonantes oclusivas: sorda, sonora y aspirada, que se pueden representar esquemáticamente p
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b bh , t d dh, k g gh y kw gw ghw. Ahora bien, en la zona central de su difusión las lenguas indoeuropeas redu jeron a dos clases estas consonantes, dejando la aspiración. Las lenguas iranias, que en la antigüedad ocuparon durante siglos (principalmente los escitas hablaron un dialecto iranio) los territorios del norte del Mar Negro, quizá fueron el centro de esta reducción. El sánscrito conserva las aspiradas. Pero el esla vo y el báltico, como el albanés, han perdido las aspiradas igual que el iranio. Igualmente las han perdido otras lenguas más o menos hipotéticas de Europa central, como el ilirio y el ligur, y también las formas de la hidronimia antigua carecen de aspiradas. A esta misma clase de lenguas sin aspiradas pertenecen las lenguas célticas, mientras que las lenguas marginales: el germánico al norte, y al sur el latín con otras lenguas itálicas, y el venético, así como el griego y el armenio, presentan en formas distintas las tres clases de consonantes oclusivas. Ese rasgo del céltico, como del “antiguo europeo” y de otras lenguas que se desarrollaron en el centro (incluyendo en ellas al frigio, pariente del tracio y llegado ya en el primer milenio a Asia Menor), podría pensarse que proviene de las incursiones de pueblos jinetes que desde el fondo de Asia y desde las llanuras de Europa oriental aparecen como componente, según acreditan ciertos detalles de los arreos de caballo que los arqueólogos encuentran desde China hasta Portugal, de los movimientos de pueblos indoeuropeos. En la cristalización de los celtas un componente de este tipo pudo ser decisivo.
El germánico La dificultad que la lejanía de los centros de la cultura antigua representa, en mayor grado que para la Península Ibérica para las Islas Británicas, ocurre también para el problema de la formación de los germanos. Ya hemos visto que los componentes que entraron en la formación de los germanos se puede considerar que datan del tercer milenio con la llegada de los pueblos de las hachas de combate, llamados también de enterramientos individuales ( Ei n zelgrabkul turen ), al ambiente agrícola occidental primitivo. Pero los arqueólogos no se deciden a identificar plenamente a los germanos con sus rasgos propios sino mucho más tarde: poco antes de los mediados del primer milenio a. C. (R. Hachmann). Aparecen entonces culturas materia-
les en las costas del Mar del Norte y del Báltico, las cuales se extienden hasta el sur de Noruega y Suecia y hasta los confines meridionales de la llanura de Alemania, en las cuales tenemos ya a los germanos históricos. Lo que podemos saber de la difusión del germánico es sumamente importante para la difusión de los dialectos indoeuropeos de formación más antigua. En el caso del germánico la historia nos permite distinguir una cristalización antigua y una difusión posterior, la cual podemos ver que fue complicada por causas históricas y culturales que en cierta medida podemos conocer. Ya hemos visto que en la Europa central, y más tarde en la occidental, dialectos indoeuropeos fueron portados por diversos pueblos y tribus que en su expansión se influían y mezclaban, se absorbían mutuamente y se configuraban a consecuencia de la formación de centros de predominio político, económico, religioso, etc. Lo que no tenemos derecho es a extrapolar un milenio o dos hacia atrás pueblos y culturas que nos son conocidos mucho más tarde. Los pueblos y lenguas que aparecen más tarde se habían formado en aquel mundo inestable que nos es difícilmente conocible, y cada lengua y cada pueblo tomaron en un cierto momento, que a menudo nos es imposible determinar, sus rasgos diferenciales. ¿Se puede hablar de celta antes de la pérdida de la p indoeuropea? ¿De germano, antes de la rotación consonántica? Creemos que no. La historia de Europa en la Edad Media nos muestra que la formación de pueblos y lenguas puede ocurrir, determinada por vicisitudes de la historia, de modo bastante repentino. Pensemos que en los vastos territorios donde en el siglo IV se hablaba latín o se hablaba germano, e n el siglo X hallamos que se hablaba francés, o castellano, o provenzal, o alto alemán, o sajón antiguo... Y la cristalización de tales lenguas resulta de la absorción de ciertos dialectos y variedades por otros más prestigiosos y centrales. En el caso del germánico, que según estudios de filólogos clásicos entra en contacto con los romanos en la expedición de los cimbros y teutones poco antes del año 100 a. C., se puede ver que la “germanización” avanza hacia el Bajo Rin en los Países Ba jos y hacia el valle del mismo río que forman Alsacia y Baden, no sólo mediante movimientos de tribus, sino también atrayendo a pueblos que pa-
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abedul
salmón
lobo
caballo
buey, vacuno
oveja
lana
cerdo
SANSCRITO
bhūrjáh.
(lāks. 'laca', dudoso)
v´rkah.
á´svah.
gáuh.
ávih.
ūrn.ā
sū-kara-
AVESTICO
(oseta) bärz
varә anā
hū
HITITA
vә hrka-
GRIEGO
LATIN
farnus 'fresno'
gāuš
lýkos
(h)ippos
boûs
o(w)is
lênos
h�ys
lupus
equus
bōs
ouis
lāna
sūs
(u.) bum (acusativo)
(u.) oui
OSCO Y UMBRO
IRLANDES
ech
bó
ói
GALES
ebol 'potro'
buch
ewig
gwlan
awi-str 'aprisco'
wulla
ouwi
wolla
GOTICO
wulfs
ALTO ALEMAN ANTIGUO
birihha
lahs
wolf
(ingl. ant.) eoh
ISLANDES ANTIGUO
bj˛ork
lax
ulfr
iōr
ESLAVO ECLESIASTICO
(ruso) berëza
LITUANO
béržas
TOCARIO
vlĭkŭ
(B) laks 'pez'
*govędo
(B) yakwe
hwch (galo)+su-
sū
sȳr
lašišà
5. CUADRO CON EJEMPLOS DE PALABRAS que aparecen en la mayoría o en muy distintas ramas del indoeuropeo. Con ellas se pudo construir la t eoría de una “patria común”. Los prehistoriadores alemanes y escandinavos se inclinaron a
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chuo
socc sáil 'cerdo de mar, un pez'
ovĭca
vlŭna
snivŭ
vìlna
(letón) suve˜ns 'cochinillo'
(A) ko (B) kau
(B) swañana misa 'carne de cerdo'
menudo a poner en el norte de Europa la patria de los indoeuropeos. Pero ante la exageración racista de identificar pueblo con lengua, muchos comparatistas se apresuraron a negar que los “indoeuropeos” de la etapa primitiva común
TEMAS 5
puerco
agro
grano
yugo
cobre, bronce
(Dios del) cielo, día
i-ú-ga-an
ájrah
yugám
. ayanh'metal, hierro'
(saka) pāsa
agrós
porcus
ager
(u.) sim (acusativo) (u.) porca
(u.) ager
zygón
grānum
orc 'cochinillo'
far(a)h
áyas'metal, hierro'
iugum
pueblo
rāj-
tuzzi'señor, campamento'
aes
daeva- 'demonio'
Iūpiter, Ious; diēs 'día'; deus 'Dios'
eleútheros 'libre (no esclavo)' rēx
(o.) Diúveí (dativo)
dïe 'día' dia 'Dios'
grawn
iau
akrs
kaúrn
juk
aiz
ackar
korn
juch, joch
ēr
(ingl. ant.) Tīg 'Marte' Tuesday 'martes'
eir
tīvar 'dioses'
korn
zrŭno
parše˜lis 'cochinillo'
liber 'libre'; liberī 'los hijos (no esclavos)' (o.) touto, (u.) toutam 'ciudad'
rí (celtiber.) -reigis
dydd 'día' duw 'Dios'
igo
hombre libre
dyauh. 'cielo', devah 'dios'
Zeús, Diós, dî(w)os 'divino'
grán
prasę
rey
(o.) Lúvfreís (genitivo) 'el dios Liber, Baco'
túath
túd 'país'
reiks (del celta)
þiuda
diot(a)
divŭ 'milagro'
liute
ljudĭje 'gente', ljudinŭ 'hombre libre' (letón) tàuta
[(A) yokäm 'puerta', posiblemente préstamo indio] fueran un verdadero pueblo con una verdadera lengua. En este cuadro se recogen palabras referentes a la ganadería y a la agricultura, al primer metal útil, a la religión y a las instituciones. La “revolución democrática” que Meillet supu-
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so que se había producido entre los indoeuropeos centrales parece reflejarse en las palabras “pueblo” y “hombre libre”, mientras que la palabra “rey” sobrevivió en sánscrito, latín y celta (derecha).
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rece eran distintos. César, que vio a predominan formas celto-latinas, por co más clara en la Península Ibérica. los germanos como un peligro y justi- ejemplo tenemos Matronis Vatvims Tenemos bien identificada una lenficó así su conquista de Galia, habla en germánico frente a la forma más gua céltica de tipo no galo en Celde tribus de la actual Bélgica que él normal del dativo Vatviabus. tiberia, con monumento tan extenso llama Germani Cisrhenani , es decir, como el bronce de Botorrita y con una germanos de la orilla izquierda del serie de textos epigráficos tanto en La absorción Rin. Pero resulta que estos “germaescritura ibérica como latina. Pero de lenguas menores nos” llevan nombres que no tienen precisamente en la región entre el ningún rasgo germánico. Nuestra inLo que la historia nos permite ver Duero y el Tajo, alrededor de la Seterpretación de este y semejantes he- en la difusión y cristalización de cel- rra da Estrela, tenemos tres inscripchos es que tribus de la gran masa de tas y germanos es, pues, no el final ciones en otro idioma indoeuropeo que pueblos indoeuropeos o indoeuropei- de un desarrollo esquemático en el podemos sin duda llamar lusitano. zados (si es que al cabo de varios si- cual los indoeuropeos se dividieron Esa lengua, de la que sólo unas poglos tiene sentido tal distinción) eran desde el principio en los dialectos co- cas palabras se identifican con toda atraídas por pueblos en proceso de nocidos, sino el resultado de un de- seguridad, se diferencia del celta en crecimiento, y tomaban con la cultu- sarrollo azaroso y complicado en el uno o dos rasgos fundamentales: la ra la lengua de ellos. El historiador que la cristalización de grandes len- p, que se halla en muchas formas “presuizo G. Walser, que ha estudiado el guas y desaparición de otras resulta celtas” del Occidente de Europa, y el testimonio de César, encuentra que, de las múltiples vicisitudes y azares tratamiento de las aspiradas, que si al lado de los celtas, los germanos apa- de la historia. tenemos razón en la interpretación recen en los informes del político roEl germánico aparece, como se de- de una palabra de la inscripción del mano “todavía en un estado como preé- duce de los trabajos de un gran filó- Cabeço das Fráguas, no sería como tnico”, sin fijar del todo en cuanto a logo clásico, E. Norden, poco a poco en celta, sino como en las lenguas sus caracteres nacionales, su cultura a la luz de la historia. Los nombres marginales. y costumbres. de los jefes de cimbros y teutones, y La conservación del lusitano, len A mi juicio en este caso de las fron- los de estos mismos pueblos, todavía gua que se puede llamar “precelta” teras extremas del mundo germáni- no fueron transcritos como sonarían o “paracelta”, enseña que las que co en expansión parece que las vemos en germánico. En César, medio siglo aparecen como grandes lenguas o faextenderse, y no con invasiones ni mi- más tarde, sí que tenemos atestigua- milias de lenguas de Occidente, así graciones, sino con la adopción del dos nombres germánicos: los Suebi , el celta o el germánico, son el resul“germanismo” por otras gentes. En Cherusci , Ma rcomani , Vangiones , tado de una cristalización que desde efecto, podemos seguir el avance ger- formas que ya muestran los rasgos el principio llevó consigo complejos mánico en la pronunciación del río característicos. Pero, como nos dejan procesos de absorció n y fusión. En la que ahora se llama Wal, un afluente ver César y Tácito , la expan sión de Hispania antigua hubo sin duda del Escalda casi en la desembocadura. estas características germanas pare- otros dialectos indoeuropeos que poEn César aparece en la forma Vaca- ce gradual, y diríamos que podemos siblemente tendieran hacia el polo lis , pero siglo y medio más tarde, en percibir que fueron aceptadas volun- del celtibérico, o hacia el polo del luTácito, se llama ya, con la rotación tariamente en muchos casos. Se di- sitano, pero que no son otra cosa que consonántica, Vahalis. Ya tenían cui- ría que no necesitaron pasar el Rin grupos lingüísticos menores, volundado los romanos de que los germa- muchos germanos para que al fin se taria o forzosamente siempre en canos no entraran como dominadores decidiera la germanización del terri- mino de incorporación a una lengua en tierras del Imperio, pero sin duda torio de Flandes. mayor. Las grandes lenguas absorque pueblos más o menos afines miMuchos estudiosos de la toponimia bieron otras. raban con simpatía la expansión ger- de estas regiones de las orillas del Mar mánica. De otros fronterizos que del Norte han desarrollado la hipótemuestran nombres galos o de esa zo- sis de que en ellas hay formas cana intermedia a que vamos a referir- racterísticas, que no son célticas ni nos, los tréviros y nervios, nos dice germánicas, que a veces parecen conBIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA Tácito que “con orgullo se jactaban tener elementos preindoeuropeos, y INDO -E UROPEAN AND INDO -EUROPEANS. de origen germánico”; seguramente que forman lo que ellos llaman “bloPAPERS PRESENTED TO THE THIRD INDOse inventaban un origen germánico que del Noroeste” (nos limitaremos a EUROPEAN CONFERENCE AT THE UNIVERque sus nombres y su lengua no com- citar los trabajos del germanista H. SITY OF P ENNSYLVANIA, dirigido por G. probaban, para dejarse atraer por una Kuhn). Según tal explicación, estos Cardona, H. M. Hoenigswald y A. Senn, lengua en expansión. pueblos de los Países Bajos y zonas liPhiladelphia 1970. Estudiando inscripciones romanas mítrofes hasta el río Weser, en la exSPRACHEN UND INSCHRIFTEN. A. Tovar. de Renania se puede ver el proceso de pansión de los dos grandes grupos de Amsterdam, 1973. FLEXION UND WORTBILDUNG , dirigido por esta germanización que avanza y se celtas y germanos, fueron al fin atraíH. Rix, Akten der 5. Fachtagung der In va atrayendo gentes: una dedicatoria dos por éstos, si bien tal proceso se dogermanischen Gesellschaft, Wiesbaa las Mat ron ae Ges ahe nae corres- debió encontrar frenado por la polítiden, 1975. ponde con la fonética germana de la ca de temor al peligro germánico que KRAHES ALTEUROPÄISCHE HYDRONYMIK h al nombre de un dios galo Gesacus César previó y sus sucesores en el soUND DIE WESTINDOGERMANISCHEN SPRA(y aparecen también las mismas divi- lio imperial mantuvieron. CHEN A. Tovar en Sitzungsberiche der nidades en la forma no germánica MaEsta difusión de una lengua mayor Hei del berge r Akad emi e der Wisse nschaften, Philos.-hist. Klasse, 1977. tronae Gesationum ). La dedicatoria atrayendo, o imponiéndose, a tribus INDOGERMANISCH UND K ELTISCH, K OLLO Matronis Iulineihiabus procede de la o grupos lingüísticos menores, tal coQUIUM DER I NDOGERMANISCHEN G E ciudad de Iuliacum, hoy Jülich. La mo sobre la base poco segura de los SELLSCHAFT IN BONN, dirigido por K. H. misma declinación germánica surge topónimos la vemos en esa región del Schmidt, Wiesbaden, 1977. tímidamente en inscripciones donde noroeste de Germania, aparece un po-
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TEMAS 5
Origen de las lenguas americanas autóctonas Joseph H. Greenberg y Merritt Ruhlen
Durante largo tiempo los especialistas se han preguntado cómo se asentaron en el Nuevo Mundo los primeros americanos. La investigación reciente indica que sus numerosas lenguas pertenecen a sólo tres familias lingüísticas
H
ace poco más de dos siglos, a nónicos identificaron centenares de Sir William Jones, jurista lenguas americanas y las agruparon inglés destinado en la India, en familias lingüísticas, ninguno de le impresionaron las curiosas seme- ellos se aventuró a establecer la taxo janzas que advirtió entre el sánscrito, nomía más completa que pretendía el griego clásico y el latín. Propuso la Jefferson. Antes bien, la explicación hipótesis de que estas lenguas, y pro- tradicional multiplicó las familias bablemente también la céltica y la hasta que el número de éstas llegó a gótica, habrían “brotado de alguna ser de unas 60 en América del Norte fuente común, que quizá ya no exista”. y alrededor de las 100 en la del Sur, A esa fuente se le daría, en el siguiente muchas más que las del Viejo Mundo, siglo, el nombre de ‘proto-indoeuropeo’ donde Africa, por ejemplo, solamente —un protolenguaje que desde aque- tiene cuatro. llas fechas los lingüistas vienen intenResultados sorprendentes, si consitando reconstruir. deramos que la diversidad taxonómica Jones no reconstruyó ni una sílaba. tiende a crecer con el tiempo, y los Según sus propias palabras, basaba arqueólogos reconocen que el hombre sus conclusiones en observar “tanto en se estableció en el Viejo Mundo mucho las raíces de los verbos como en las antes que en el Nuevo. De acuerdo con formas gramaticales una afinidad la tesis dominante, los humanos mayor que la que pudiera haberse modernos aparecieron hace al menos producido por pura casualidad”. No 100.000 años, probablemente en echaron en saco roto esta hipótesis Africa, y no llegaron a América hasta evolutiva los estudiosos interesados hace unos 12.000 o 20.000 años. ¿Cóen las lenguas del Nuevo Mundo. En mo podrían haberse diversificado 1789, sólo tres años después del céle- tanto las lenguas americanas? bre discurso de Jones, escribía Thomas La dificultad reclamaba una clasiJefferson: “Procuro recoger todos los ficación más comprensiva. Pero vocabularios que puedo de los indios cuando Alfred L. Kroeber y Edward americanos y de los asiáticos, persua- Sapir, a comienzos de nuestro siglo, dido de que si alguna vez tuvieron un intentaron reducir las numerosas lenparentesco común aparecerá éste en guas americanas a unas cuantas famisus lenguajes.” lias más generales, tropezaron con la Pero aunque los estudiosos decimo- fuerte oposición de Franz Boas, Pliny Goddard y Truman Michelson, antropólogos prestigiosos. Y no es que éstos dudasen de que hubiese semejanzas JOSEPH H. GREENBERG y MEentre los grupos de lenguas americaRRITT RUHLEN cultivan la filología nas; lo que ponían en cuestión —y comparada. Greenberg, profesor emémuchos lo cuestionan hoy todavía— rito de antropología y lingüística en la era el origen de tales semejanzas. Universidad de Stanford, se interesa por los universales lingüísticos y la claKroeber y Sapir insistían en que las sificación histórica de las lenguas. Rusimilaridades dimanaban de una hlen, investigador independiente que herencia común y eran, por tanto, de reside en Palo Alto, California, doctor índole genética. Boas y sus seguidoen lingüística por Stanford, ha trabares, en cambio, las atribuían a la difu jado en el Proyecto de los Universales sión de palabras desde una familia de Lingüísticos. lenguas hacia otra.
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Nuestra investigación confirma la tesis genética. Comparando los elementos más conservadores de los vocabularios de centenares de lenguas nord- y sudamericanas, uno de los autores (Greenberg) concluyó que sólo había tres familias. Como cada una de ellas se muestra más afín a las familias asiáticas que a las otras dos agrupaciones americanas, la tripartición implica que hubo al menos tres migraciones procedentes de Asia. Esta hipótesis halla confirmación en trabajos realizados por antropólogos físicos. Los tradicionalistas que rechazan nuestra clasificación no ofrecen otra alternativa mejor. Aseguran que, comparando las lenguas dos a dos, e n un análisis profundo, llegarán a establecer el sistema verdadero... aunque sea al cabo de 50 o 100 años. No creemos que sea ése el planteamiento idóneo. Para sistematizar una multitud de lenguas —o de minerales, o de animales— se han de comparar éstas en grupo. Además, el enfoque multilateral ha logrado ya éxito. Cuando lo adoptó Greenberg, hace unos 40 años, para clasificar las lenguas africanas, fue rechazado por los tradicionalistas de esta especialidad. Hoy día todos, incluidos tradicionalistas recalcitrantes, aceptan sus resultados.
Q
uienes comparan las lenguas de dos en dos dejan de lado muchos indicios importantes. Se han descubierto relaciones entre la lengua albanesa y el inglés, no mediante la comparación sistemática de los dos idiomas aislados, sino fijándose en que uno y otro pertenecen a la familia indoeuropea. Y, desde luego, los indoeuropeístas jamás han adoptado un enfoque binario. Con nuestro método de análisis multilateral se descubren precisamente aquellas relaciones que tienden
TEMAS 5
1. LA CLASIFICACION DE GREENBERG distribuye las lenguas de América en tres familias. La eskimo-aleutiana ( púrpura) y la na-dene (naranja) pertenecen a los grupos euroasiático y dene-caucasiano del Viejo Mundo (hemisferio inserto). La amerindia (amarillo) está emparentada con la euroasiática, y fue la primera de estas familias que entró en el Nuevo Mundo, siendo la eskimo-aleutiana la última.
a pasar inadvertidas en el análisis regla: aunque ha recogido numerosas binario. Nosotros comparamos cente- palabras de muchos otros idiomas, sin nares de lenguas a la vez —insistiendo embargo la mayor parte de su vocabumás en la extensión que e n la profun- lario básico se deriva del protogermádidad del análisis— mediante el exa- nico. En inglés one, two, three, I, mine, men de una lista de varios cientos de father, water corresponden a ein, zwei, palabras. Esta lista contiene vocablos drei, ich, mein, Vater, Wasser en aleque denotan conceptos universales, mán. tales como pronombres personales, La comparación de los vocabularios partes del cuerpo y aspectos de la básicos de centenares de lenguas amenaturaleza (el agua y el fuego, por ricanas, de ambos hemisferios, le ejemplo). Siendo raro que tales con- indujo a Greenberg a agrupar las múlceptos se adquieran por préstamo, tiples familias postuladas en tres: también lo será que su denominación eskimo-aleutiana, na-dene y amerinse tome de otra lengua. El idioma dia. Las dos primeras —eskimo-aleuinglés sirve de ilustración de esta tiana en el Artico y na-dene en el
EL LENGUAJE HUMANO
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Innovación lingüística (T'ANA) y familia
L
as lenguas hijas del protoamerindio prueban que éste poseía una raíz con sonido parecido a T'ANA, con la significación de 'hijo, vástago'; se vocalizaba de tres maneras para indicar el género. Esta etimología recorre las 11 ramas del amerindio y no está en ningún otro grupo, por lo que da unidad a la familia y la distingue de todas las demás. Las ramificaciones figuran en la primera columna. El almosano-keresiuano y el chibcho-paezano se dividen y ocupan cada uno dos líneas. Todas las lenguas hijas son modernas, salvo la proto-uto-azteca, que está reconstruida.
FAMILIA LINGUISTICA
LENGUA
FORMA
SIGNIFICADO
AMERINDIA
PROTOAMERINDIO
T'A'NA
"HIJO, VASTAGO"
almosana
nootka
t'an'a
"hijo, chiquillo"
keresiuana
yuchi
tane
"hermano"
penutiana
totonac
t'ána-t
"nieto"
hokana
coahuilteco
t'an-pam
"hijo"
amerindia central
proto-uto-azteca
*tana
"hija, hijo"
chibcha
miskito
tuk-tan
"chico, muchacho"
paezana
warrau
dan¡-
"hermana de la madre"
andina
aymará
tayna
"vástago primogénito"
macro-tucana
masaca
tani-mai
"hermana menor"
ecuatorial
urubu-kaapor
ta'ïn
"hijo, vástago"
macro-caribe
pavishana
tane
"mi hijo"
macro-panoana
lengua
tawin
"nieto"
macro-ge
tibagi
tog-tan
"chica, muchacha"
Canadá y el sudoeste de los EE.UU.— eran ya aceptadas desde hacía tiempo, por lo que la innovación consistió en agrupar todas las demás lenguas americanas bajo una sola ‘familia amerindia’. Contiene ésta 11 subfamilias, que se distribuyen a través de gran parte de Norteamérica y por toda la América Central y del Sur.
no se les prestó atención. S in duda, la dial, como ocurre con las palabras pareprincipal razón ha sido que cada espe- cidas a “mamá” y “papá”. Por desgracia cialista ha tendido a concentrarse en para esta hipótesis, las formas similauna familia. De ahí que, aun cuando res a TANA y TUNA, con el significado se encontrasen palabras similares al de “hijo” o “hija”, son tan raras fuera pasar de una a otra familia, nadie de la familia amerindia como abundanreparara en ello. tes dentro de ella. Esta raíz no sólo Constituye un buen ejemplo la raíz vincula internamente la familia ameamerindia de sonido aproximado rindia, sino que la diferencia también TANA, TINA o TUNA, cuyo signifi- de las demás familias lingüísticas: es n apoyo de la tesis ‘amerindia’ cado caía más o menos dentro de la por tanto, según los expertos, innovaadujo Greenberg unas 300 etimo- gama “vástago, hijo, hija” (emplea- ción amerindia exclusiva. logías, o grupos de palabras que, según mos las mayúsculas para indicar que él, se han formado todas por evolución los sonidos son aproximaciones). A as investigaciones de Ruhlen pade un único vocablo ancestral. A los nadie que compare detenidamente recen explicar por qué varía la miembros de cada uno de esos grupos los vocabularios de lenguas amerin- primera vocal de dicha raíz y por qué se les califica de ‘afines’ ( cognates). dias de las Américas del Norte y del está tan generalizada su utilización Los trabajos de Ruhlen han elevado a Sur dejará de impresionarle la fre- tanto en palabras diferenciadas por el cerca de 500 el número de etimolo- cuencia tan elevada con que aparecen género (hijo/hermano e hija/hermana) gías. esos términos. como en la forma neutra (criatura/vás Alguna s de esas raíces se hallan ¿Cómo puede explicarse una distri- tago). La razón es que en el protoameampliamente distribuidas, y cuesta bución tan amplia? Podría suponerse rindio, lenguaje del que se derivan entender cómo durante tanto tiempo que fuesen términos de difusión mun- todas las lenguas americanas modernas, había tres modalidades, grados o formas de la raíz en cuestión, en las cuales la primera vocal era la que seña GRIEGO IRLANDES laba el sexo: así existían T’ANA “criaSANSCRITO LATIN GOTICO CLASICO ANTIGUO tura, vástago”, T’INA “hijo, hermano, – – – muchacho” y T’UNA “hija, hermana, llevo bhár-ami phér-o fer-o bir-u baír-a muchacha”. (El apóstrofe representa una oclusión glótica tras la “T”.) llevas bhár-asi phér-eis fer-s bir-i baír-is Como no podía menos de ocurrir, lleva bhár-ati phér-ei fer-t ber-id baír-ith durante los 12.000 o más años transcurridos desde que comenzara la divillevamos bhár- – amas phér-omen fer-imus ber-mi baír-am sión del lenguaje amerindio en subfamilias, se ha perdido en muchos casos lleváis bhár-atha phér-ete fer-tis ber-the baír-ith la correlación entre la vocal inicial y el género originario. De ahí que llevan bhár-anti phér-ousi fer-unt ber-it baír-and muchas formas claramente afines con otras muestren ahora una vocal “errónea”. Un ejemplo de esto es el protoal2. VESTIGIOS VERBALES DE UN ANTEPASADO COMUN, que indujeron a William _ gonquino * (“hija”), ta na Jones, jurista inglés del siglo XVIII, a reunir estas cinco lenguas antiguas en una _ _ cuya primera familia, la indoeuropea. El inglés es un pariente muy próximo del gótico. vocal es *a en vez de *u. (El asterisco
E
L
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TEMAS 5
LENGUA
FORMA
SIGNIFICADO
LENGUA
FORMA
SIGNIFICADO
PROTOAMERINDIO
T'I'NA
"HIJO, HERMANO, CHICO"
PROTOAMERINDIO
T'U'NA
"HIJA, HERMANA, CHICA"
yurok
tsin
"varón joven"
Coeur d'Alene
tune
"sobrina"
mohawk
-'tsin
"macho, muchacho"
yuchi
ts'one
"hija, hijo"
molale
pn – e-t'in
"mi hermano mayor"
miwok (Sierra Central)
– tune-
"hija"
yana
t'in – i-si
"crío, hijo, hija"
salinán
a-t'on
"hermana menor"
cuicatec
'díínó
"hermano"
taos
-t'út'ina
"hermana mayor"
changuena
sin
"hermano"
lenca
tuntu-rusko
"hermana menor"
milcayac
tzhœng
"hijo"
cayapa
tsuh-ki
"hermana"
tehuelche
den
"hermano"
tehuelche
thaun
"hermana"
tiquie
ten
"hijo"
tiquie
ton
"hija"
mocochi
tin-gwa
"hijo, muchacho"
morotoko
a-tune-sas
"muchacha"
yagua
d – enu
"vástago macho"
nonuya
-tona
"hermana"
tacana
u-tse-kwa
"nieto"
tacana
-tóna
"hermana menor"
guaco
china
"hermano mayor"
piokobyé
a-ton-kä
"hermana menor"
indica que la forma ha sido reconstruida a partir de las lenguas modernas derivadas.) Lo más probable es que esta discrepancia se deba a la asimilación, por la primera vocal, del timbre de la segunda, o bien a que la forma a- de la raíz se ha extendido analógicamente por todo el lenguaje a expensas de las formas i- y u- . Tal extensión por analogía es común en la historia lingüística. Merece notarse que las vocales i y u propuestas para estos términos de parentesco masculino y femenino coinciden con el sistema de los géneros en los dos principales subgrupos amerindios de Sudamérica y también con el de la lengua chinuk de Oregón. Estas coincidencias son demasiado numerosas para ser casuales y están demasiado extendidas para que refle jen meros préstamos lingüísticos; ciertamente muchas de ellas caen en distintos lados de claras discontinuidades geográficas. Así como a Jones le impresionó el engarce de raíces y afijos, así también encontramos en el amerindio un no menos sorprendente ligamen de la raíz en cuestión con afijos gramaticales. Entre los que pueden modificar la raíz T’ANA figuran los prefijos pronominales na- (“mi”) y ma- (“vuestro/ vuestra”), ambos presentes sin excepción en los 11 subgrupos del amerindio. El primero aparece en formas tales como el protoalgonquino _ _ _ *netana (“mi hija”), el kiowa no -to n (“mi hermano”), el paezo ne-tson (“mi cuñado”) y el manao no-tany (“mi hijo”). Estos afijos pronominales son de los elementos más estables del lenguaje: casi nunca proceden de
EL LENGUAJE HUMANO
préstamos. Y resulta inconcebible que pudiesen haberse transmitido sistemáticamente conjuntos enteros de ellos de una lengua a otra vecina, y así desde la Columbia Británica hasta la Tierra del Fuego. Entre los sufijos amerindios hay formas diminutivas que naturalmente se asocian a las palabras que denotan a los niños. El diminutivo protoamerindio *-i’sa se _ halla en el protoalgonquino * ne-ta n-ehsa (“mi hija”), en el mixteco tá’nù i’sá (“hermana pequeña”), en el esmeralda tini-usa (“hija”) y en el suhin tino-ice (“mujer joven”). Asimismo, el diminutivo protoamerindio * -mai lo encontramos en el luiseño tu’mai (“hijo de la hija de la mujer”), en el masaca tani-mai (“hermanita pequeña”) y en el chapacura tana-muy (“hija”).
E
l protoamerindio desplegó un intrincado sistema de sufijos. Uno de éstos, *-ki, indicaba una relación recíproca, por ejemplo, que una misma palabra signifique tanto el hijo de la hermana de un hombre como el hermano de la madre del muchacho. Este sufijo —así como las diversas raíces a las que se une— ha sido reconstruido para el protosiuano en la forma *-thã-ki (“hermana del hombre”), y se encuentra en lenguajes modernos tales como el pawnee (t’i-’i, “muchacho, hijo”), el pomo meridional (t’i-ki, “hermanito pequeño”), el mazahua (t’i-’i, “muchacho”), el amaguaje ( -tsen-ke, “hijo”) y el aponegicrano (-thon-ghi “hermana”). La clasificación de las lenguas en tres grandes grupos implica que no fueron más de tres las migraciones
procedentes de Asia que dejaron rastros lingüísticos. Tal vez hubiera incluso menos siempre que ellas dieran origen a comunidades que se fraccionaran por el lado este del estrecho de Bering. Para precisar el número de migraciones, se han de establecer comparaciones entre las familias de lenguas de América y las de Asia. Los trabajos de lingüistas americanos y rusos indican que, con gran probabilidad, hubo exactamente tres migraciones. El eskimo-aleutiano es el miembro más oriental de una vasta familia que nosotros llamamos euroasiática y los especialistas rusos denominan nostrática. (Las dos clasificaciones se diferencian ligeramente. La euroasiática incluye el indoeuropeo, el uralo-yukaghiro, el turco, el mongol, el tungusio, el coreano, el japonés, el ainú, el gilyako, el chuchi-kamchatkano y el eskimo-aleutiano. La nostrática es más amplia, pues comprende también la familia dravidiana del sur de la India, la familia kartvelia del Cáucaso y la familia afroasiática del norte de Africa y el Oriente Medio.) Hace poco descubrieron parientes asiáticos de la lengua na-dene Sergei Starostin, del Instituto de Estudios Orientales, Sergei Nikolaev, del Instituto de Estudios Eslavos de Moscú, y John Bengston, lingüista independiente que trabaja en Minneapolis. Starostin empezó relacionando tres familias del Viejo Mundo, reputadas independientes hasta entonces: la caucásica, la chino-tibetana y la yeniseiana (familia ésta de la Siberia central de la que sólo sobrevive una lengua). Nikolaev demostró luego que la na-dene tenía un inconfundible
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parentesco con la caucasiana —reconstruida por Starostin y él mismo—, y de ahí, por extensión, con la chino-tibetana y la yeniseiana también. En una comparación más totalizadora de todas las familias implicadas, Bengston añadió a esta familia, que ha venido a denominarse ‘dene-caucasiana’, el vascuence (lengua aislada del norte de España) y el burushaski (lengua aislada del norte del Pa kistán). La na-dene resulta ser la extensión más oriental de la denecaucasiana. Y siendo esta familia distinta de la euroasiática, la na-dene no podría haberse desgajado de la eskimo-aleutiana en el hemisferio occidental, sino que tuvo que llegar a América en otra oleada migratoria. A lo largo de esto s últimos años hemos estado comparando la amerindia con las demás familias lingüísticas
y aleutianos primero al sudoeste de Alaska y después, bordeando las costas septentrionales de Norteamérica, hasta Groenlandia. Una sola etimología puede ilustrar la unidad de la familia amerindia y sus vinculaciones con la constelación euroasiático-nostrática. La raíz protoamerindia MALIQ’A, que significa “gaznate, garganta”, ha dejado su marca en no menos de ocho de las 11 a primera migración ocurrió, subfamilias amerindias desde el según los indicios arqueológicos, Canadá hasta el extremo inferior de hace poco más de 12.000 años. Dio Sudamérica. En la familia salish del origen a la familia amerindia, que ocu- Canadá encontramos el término halko e paba la mayor parte del Nuevo Mundo melem m lqw (“garganta”). Bajando cuando arribó allá Colón en 1492. La p o r l a costa de Oregón hallamos segunda migración, algo posterior, en tfaltik, lenguaje extinto de la subfaengendró la familia na-dene. Por milia penutiana, el vocablo milq, que último, hará unos 4000 o 5000 años, significa “gaznate”. En yuman, tuvo lugar la última migración, que subgrupo de la subfamilia hokana, llevó a los antepasados de esquimales esta raíz ha llegado a ser el término del mundo, y hemos podido comprobar que guarda una relación más estrecha con la euroasiática. Ciertamente, la relación taxonómica es lejana: mientras la eskimo-aleutiana es un miembro de la familia euroasiática, la amerindia está relacionada, en nivel de paridad, con la euroasiática. Es decir, su conexión genética se remonta mucho más atrás en el tiempo.
L
FAMILIA LINGUISTICA
LENGUA
AFROASIATICA
proto-afroasiático
INDOEUROPEA
FORMA
SIGNIFICADO
*mlg
"chupar, mamar; teta, ubre"
árabe
mlj
"chupar la teta, mamar"
antiguo egipcio
mndy
"pecho de la mujer, ubre"
proto-indoeuropeo
inglés latín URALICA
húngaro
yupik central
AMERINDIA
protoamerindio almosana
hokana
mielga
"pecho"
"pecho"
"mascar"
melluka
"mascar"
melkha¯
"garganta"
melug-
"sorber, chupar"
*maliq'a
"tragar, garganta"
"garganta"
m'lXw-'id
"mascar alimento para el bebé"
u'mqolh
"tragar, engullir"
chinuk
mlqw-tan
"carrillo, mejilla"
mülk'
"tragar, engullir"
tfaltik
milq
mixe
amu'ul
walapei
malgi'
akwa'ala
milqi
chibcha
cuna
andina
quechua
"tragar" "chupar, sorber"
malyagé
mohave
"garganta" "garganta, cuello"
"cuello"
murki
malq'a
"tragar, engullir"
"garganta"
malyq'a
aymará
'tragar; garganta"
macro-tucana
iranxé
moke'i
ecuatorial
guamo
mirko
macro-caribe
surinam
e'mo¯kï
'tragar"
mekeli
"cogote"
faai kaliana
3. VINCULACIONES CON EL VIEJO MUNDO puestas de relieve en la etimología de la antiquísima raíz MALIQ’A, que significaba algo así como “gaznate” o “garganta”. Aparecen
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"pecho"
kutenai
takelma
"ordeñar"
məlqw
halkomelem kwakwala
penutiana
melku
malayalam
ESKIMOALEUTIANA
"ordeñar; leche"
*mälke
mell
kurux
"ordeñar"
mulg-e¯ re
saami
tamil
milk
proto-ugrofinés
DRAVIDIANA
*melg-
imukulali
"cuello" "beber; trago"
"garganta"
afinidades en ocho ramas amerindias y en más de una lengua de cada una de las familias del Viejo Mundo aquí enumeradas. Es inverosímil que esas coincidencias se deban al azar.
TEMAS 5
4. LENGUAS Y PUEBLOS AUTOCTONOS DE AMERICA forman dos árboles genealógicos correlacionados, basado el uno en etimologías y el otro en genes. Ejemplo de hablantes amerindios son los mayas, que tallaron este gli fo hace más de 1000 años para expresar ts’apah, con el significado de “se erigió”
general para designar “garganta”. En Arizona encontramos el mohave mal yaqe (“garganta”), mientras que el akwa’ala, en la Baja California, tiene milqi (“cuello”). En Panamá, el cuna posee la voz murki (“gaznate”), donde la l originaria parece haberse transformado en r, cambio éste muy común. En la subfamilia andina, la lengua quechua utiliza malq’a (“garganta”), y en la subfamilia ecuatorial hallamos mirko (“trago”) en lenguaje guamo.
¿C
uál es la probabilidad de que estas formas similares surgieran independientemente unas de otras? Puede intentarse una grosera estimación ateniéndose a la significación de la estrecha gama semántica “gaznate-garganta-tragaderas” y haciendo unas cuantas suposiciones fonológicas. Empecemos por considerar la probabilidad de que las formas del halkomelem y del tfaltik se pareciesen entre sí casualmente. Prescindiendo de las vocales por ser menos estables que las consonantes, calcúlense las probabilidades de que las tres consonantes coincidieran por casualidad. A continuación, limítense ambos lenguajes exclusivamente a las siguientes consonantes: p, t, t’, k, k’, q, q’, s, m, n, l, r, y, w . Acéptese sólo la m como primera consonante, l o r como segunda y k, k’,q, q’ como tercera consonante. En tales supuestos, las probabilidades de una coincidencia casual son (1/13)(2/13)(4/13) = 0,0036413291. Si redondeamos esta cifra a 0,00 4 y calculamos la probabilidad de una semejanza aleatoria entre seis fa milias, obtendremos (0,004) 5 =
EL LENGUAJE HUMANO
(izquierda). Entre los hablantes de la familia na-dene se cuentan los apaches, dirigidos en el siglo XIX por el célebre indio Gerónimo (centro). Los eskimo-aleutianos, como estos inuit del Territorio Noroeste del Canadá (derecha), se extienden desde Siberia hasta Groenlandia.
0,000000000001024, o sea, alrededor de una probabilidad en un billón de casos. Estos cálculos suponen igual probabilidad para todos los tipos de consonantes; como tal hipótesis es gratuita, la cifra real será algo mayor, pero se mantendrá en el mismo orden de magnitud infinitesimal. Olvidemos, pues, las similitudes casuales. Volvamos ahora a la cuestión de si esta raíz puede encontrarse en el Viejo Mundo. Como vimos anteriormente, en el caso de T’ANA “vástago, hijo”, no hay garantía alguna de que los elementos difundidos en la familia amerindia vayan a encontrarse fuera de ella. En cambio, en este otro caso, se hallan formas emparentadas con esa raíz dispersas por el Viejo Mundo. Los primeros nostraticistas rusos, Vladislav Illich-Svitych y Aaron B. Dolgopolsky (éste en la Universidad de Haifa), reconstruyeron la raíz nostrática *mälgi (“mamar, amamantar”). Esta raíz conecta con la proto-afroasiática *mlg (“chupar el pezón de la teta”) —como mlj en árabe—, con la protoindoeuropea *melg- (“chupar teta, ordeñar”), así como con el inglés milk (“leche, mamar, ordeñar”) y con el proto-ugrofinés * mälke (“pecho”), semejante al saami mielgâ. Nosotros hemos encontrado formas afines en eskimo-aleutiano, tales como el yupik central melug- (“chupar, mamar”). Por último, la familia dravidiana presenta afinidades evidentes en formas _ como el kurux melkha- (“garganta”) y el tamil melku (“mascar”). La gama de significaciones desplegada por estas familias sugiere que el más antiguo ascendiente de tal raíz significaba “mamar, chupar el pezón
de la teta”, significado que ha perdurado en la afroasiática. En la indoeuropea hubo un ligero desplazamiento semántico desde la noción de amamantar hacia la de ordeñar, mientras que la lengua urálica manifiesta un cambio diferente, hacia el nombre “pecho”. En la dravidiana la significación ha pasado a ser “mascar”, conexión semántica natural para quien haya observado cómo maman los bebés, y también “garganta”. En la eskimo el significado ha venido a ser “chupar” en general, sin especial referencia al pecho de la hembra. Finalmente, en la amerindia esta raíz se convirtió en el vocablo común para decir “gaznate” y “garganta”.
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n 1988, poco más de un año después de su primera enunciación, la hipótesis amerindia recibió un inesperado apoyo. Un equipo de genetistas dirigido por L. L. Cavalli-Sforza, de la facultad de medicina de la Universidad de Stanford, descubrió que los aborígenes de América se repartían con claridad en tres grupos distintos cuyas delimitaciones coincidían esencialmente con las de sus respectivas familias lingüísticas. Esta independiente confirmación corrobora en la práctica la validez de la familia amerindia, ya que la probabilidad de una coincidencia casual entre las clasificaciones biológica y lingüística es, sin duda, nimia. Existe, además, una tercera línea de pruebas que respalda la clasificación tripartita de los aborígenes americanos. Christy G. Turner II, de la Uni versidad estatal de Arizona, especialista en dentición humana, ha descubierto
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mediante el examen de sus dentaduras que los pobladores del Nuevo Mundo se repartían en los mismos tres grupos. Finalmente, en 1990, Douglas C. Wallace, de la Universidad de Emory, dio a conocer los primeros resultados del análisis del ADN mitocondrial de las poblaciones aborígenes de América, y este análisis parece apoyar también la hipótesis amerindia. Debemos apresurarnos a añadir que la estrecha correspondencia advertida entre la clasificación biológica y la lingüística no significa que los genes determinen la lengua que se habla. Esta depende solamente de la comunidad en que uno se cría. Si las clasificaciones coinciden es porque los procesos que condujeron a la divergencia lingüística son los mismos que originaron la divergencia genética. Cuando un grupo de gente sale de su terruño natal y se traslada, por ejemplo, a una isla lejana, se lleva consigo su idioma y sus genes. A partir de entonces, su idioma y su acervo genético se irán diversificando con respecto a los del grupo que dejaron atrás. A esto se debe la armoniosa correspondencia entre ambas clasificaciones.
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a filología comparada nos muestra que los pobladores de las Américas llegaron desde Asia en tres grandes oleadas migratorias. Quedan todavía, por supuesto, muchos problemas sin resolver, entre ellos el de cómo empezaría a dividirse la familia amerindia para dispersarse por todo el continente. Sin embargo, los recientes descubrimientos satisfacen, al menos en parte, la esperanza de Jefferson de que algún día saldrían a la luz las relaciones entre las lenguas autóctonas de América, revelando así los orígenes asiáticos de los primeros americanos.
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA THE SETTLEMENT OF THE AMERICAS: A COMPARISON OF LINGUISTIC, DENTAL, AND G ENETIC E VIDENCE. Joseph H.
Greenberg, Christy G. Turner II y Stephen L. Zegura en Current Anthro pology, vol. 27, págs. 477-497, 1986. LANGUAGE IN THE A MERICAS. Joseph H. Greenberg. Stanford University Press, 1987. THE A MERICAN INDIAN LANGUAGE CON-
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Stanford University Press, 1991. EVOLUTION
OF H UMAN L ANGUAGES. Dirigido por John Hawkins y Murray GellMan, Addison-Wesley, 1992.
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Noam Chomsky John Horgan
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oam Chomsky se ha sentido molesto. Sólo he comentado que me parece curiosa su acerba crítica contra el poder y la autoridad, siendo así que en lingüística la autoridad es él . “De ninguna manera”, replica. Su voz —calmada y de una suavidad convincente, incluso cuando embiste contra alguien— se endurece de repente. “En el ámbito de la lingüística, mi postura es minoritaria, y siempre lo ha sido.” Puede que lo discuta, pero sus teorías sobre el lenguaje que él considera que brota de una facultad humana innata han dominado la lingüística durante más de 30 años. “No hay uno solo de los grandes temas de la lingüística actual que se aborde en términos diferentes de los que Chomsky escogió para definirlo”, se lee en la Encyclopaedia Britannica. Acaricia otras inclinaciones. Una, la crítica social; en ese ámbito posee fama de iconoclasta impenitente. Le gusta llamar a los Estados Unidos “superpotencia terrorista” y a los medios de comunicación “agentes de propaganda”. Le repele el capitalismo, pero también le desagradaba la Unión Soviética, y declara que “la Revolución Bolchevique destruyó el socialismo”. Espíritu de contradición donde los haya, su talante se resume en el lema “cualquiera que sea el sistema establecido, me tendréis contra él”. Está absolutamente contra todo, incluso contra sí mismo. “No soy un lingüista profesional”, dice. “Me considero un negado para los idiomas, y me aburre su estudio.” Insiste en que el Instituto de Tecnología de Massachusetts le ha proporcionado empleo durante 35 años por la única razón de que a ese centro le dejan sin cuidado las humanidades. El semblante de Chomsky no se perturba cuando dice cosas así, pero trasluce una sutil autocomplacencia. Pasé un día con él en Cambridge. Es bastante flaco y muestra la chepa incipiente del lector y escritor empedernido. Usa gafas de montura metálica y viste con libérrimo desenfado. Por las facciones de su cara y el pelo largo y canoso podríamos confundirle con un alumno universitario, eso sí, alguien más familiarizado con Kant que ducho en jaranas. Durante mi visita vi cómo, allí en Harvard, denunciaba que los sindicatos se preocupan más de mantener su poder que de representar a los trabajadores. ¿Su auditorio? Cuadros sindicales, no podía ser otra cosa. “No me entusiasma ir repartiendo buenas notas a la gente por lo bien que lo hace”, me explica. Las inclinaciones intelectuales de Chomsky se despertaron pronto. Nació en Philadelphia en 1928 y fue educado como “judío ateo practicante”, dice, para añadir, “no es tan contradictorio como pueda parecer”. A la edad de 10 años escribió su primer artículo político —una diatriba contra la sublevación militar en España— para la revista de su colegio. Uno o dos más tarde se puso a estudiar gramática hebrea medieval con su padre, experto en dicha lengua. Todavía adolescente comenzó a dar clases en un colegio hebreo. A finales de los 40, Chomsky cayó bajo la influencia de Zelling S. Harris, un lingüista de la Universidad de Pennsylvania. Por aquel entonces, la lingüística —y de hecho todas las ciencias sociales— estaban dominadas por el conductismo, que sostiene que la ciencia debe considerar sólo lo que puede ser observado y que los estados mentales quedan fuera de su ámbito. Los conductistas hacían hincapié en la noción —expuesta por el filósofo británico John Locke en el siglo XVII— de que la mente comienza “en blanco”. Se va llenando con lo que le aporta la experiencia. No habría predilecciones innatas, sino que deberían ser las circunstancias las que conformaran la estructura del lenguaje, lo que explicaría el carácter arbitrario que en buena medida tiene. Armados con ese enfoque, los lingüistas se dedicaron más a catalogar la fauna y flora de las lenguas humanas en su exuberante variedad que a buscar principios comunes subyacentes. Empujado por Harris, que también se salía de los cánones habituales, Chomsky se enfrentó a la interpretación conductista. A la manera de las mediciones tomadas por un físico cuya lectura sólo tiene sentido en cuanto que ilumina la estructura de la materia, razonaba, el lenguaje interesa sólo en lo que puede revelarnos de la estructura de la mente. Abogaba por trasladar el tema central
TEMAS 5
de la lingüística desde los epifenómenos del lenguaje hacia Las ideas de Chomsky siguen evolucionando. Hace unos una cuestión epistemológica: ¿Qué es lo que conoce la 10 años, se dio en la lingüística un “gran avance del paramente cuando conoce un lenguaje, y cómo lo conoce? digma”. Con otros, propuso que la facultad innata para Para adentrarse en el problema, empezó por delinear el lenguaje se parecía al conjunto de interruptores que un sistema de reglas que generasen sentencias gramati- presenta una red eléctrica. Todos los humanos nacen esencales. Otros lingüistas, Harris entre ellos, habían ideado cialmente con la misma red, pero los interruptores conecalgunos de tales sistemas, pero Chomsky los tomó de la tan diferentes posiciones —lo que corresponde a diferenmatemática y la lógica para crear una gramática genera- tes reglas gramaticales— según el niño aprenda swahili, tiva, así se denomina, más rigurosa y comprehensiva que chino o inglés. A los lingüistas compete buscar más allá la de sus predecesores. de estas reglas superficiales, o ajustes, de la red subyaTrabajando con esta herramienta, Chomsky demostró cente, en la cual se halla la “estructura profunda” del que el lenguaje revestía una complejidad mucho mayor lenguaje. de lo imaginado, hasta el punto de que nadie puede aprenA la vez que revolucionaba el campo de la lingüística, derlo en su plenitud. Prestémonos, por ejemplo, a trans- avivaba su compromiso político. Fue uno de los intelecformar la frase “El hombre está aquí” en una pregunta tuales norteamericanos que se opusieron a la guerra de de sí o no; bastará con proceder a leves cambios: “¿Está Vietnam, y se convirtió en héroe de la izquierda cuando aquí el hombre?” Pretendamos, sin embargo, transformar se le acusó de incitar a los jóvenes a rebelarse contra el en pregunta la frase un poco más compleja “El hombre alistamiento. (Los alegatos no se denunciaron ante los que está enfermo está aquí”. Cabría esperar que el niño tribunales.) que acaba de aprender a hacer preguntas fáciles construiPero desde que terminó la guerra de Viet nam, Chomsky ría la pregunta de la siguiente manera: “¿Está el hombre se ha hecho enemigos a diestro y siniestro. En 1979 firmó que enfermo está aquí?” Pero los niños nunca cometen una demanda defendiendo el derecho a la libertad de esos errores, según Chomsky. Siempre se fijan en el verbo expresión de Robert Faurisson, un historiador francés principal de la frase, no en el primero. para quien los libros sobre el holocausto judío pecaban Señala que esta regla es bastante sutil; resulta difícil de exageración. Este incidente , sumado a sus críticas conexpresarla en términos lingüísticos formales o en un pro- tra el estado de Israel y su apoyo a la causa de los grama de ordenador. Pero palestinos, le ha valido la los niños la aplican sin que enemistad de muchos nadie se lo haya enseñado colegas. explícitamente. Chomsky sostiene que Este ejemplo y muchos la prensa estadounidense otros del mismo estilo, está al servicio de los intemantiene Chomsky, muesreses estatales más que de tran que no aprendemos la verdad, lo que provoca todas las reglas de la graa los periodistas en lo que mática sólo mediante más les duele. Se muestra inducción, por prueba y duro con los “progresiserror, como creían los contas” del New York Times, ductistas; algunos princia quienes acusa de ser crípios fundamentales del ticos de boquilla, mienlenguaje deben estar ya tras que a la hora de la inseridos en nuestra verdad apoyan la situamente. No debiera, ción en todos sus términos agrega, aplicarse siquiera salvo en algunas trivialila palabra “aprender” al dades. lenguaje igual que la apliEso explica el silencio al camos a propósito de la que se le somete en los Noam Chomsky piensa que el lenguaje brota de una facultad conducción del coche. Le periódicos, por no hablar humana innata. gusta asimilar la capacide la televisión. No se va dad de conversar a los a torcer por ello. “Si empecambios fisiológicos que sobrevienen con la pubertad; con zaran a reseñar mis libros en el New York Times” —dice— una mínima intervención del ambiente, los humanos “mi primera pregunta sería: ¿En qué me estoy equivoadquieren ambas como parte del crecimiento. cando?” Las teorías de Chomsky, presentadas en Syntactic Pero no le faltan otros canales para propagar sus ideas. Structures en 1957, provocó la deserción en masa del con- Da dos clases de lingüística a la semana en el MIT y dedica ductismo hacia el campo del cognitivismo —según el cual unas 20 horas aproximadamente a consultas de los estulos estados mentales son lo importante—, tendencia que diantes. Escribe gran cantidad de cartas (más de 2000 el persiste todavía. No han faltado contraataques. Quizás el año pasado, según su secretaria, algunas de 15 páginas a más sonado tuvo lugar en los setenta, cuando un grupo un espacio) y dicta conferencias y seminarios a lo largo y de la Universidad de Columbia enseñó a un chimpancé ancho del mundo. Y, por supuesto, la gente puede comprar —llamado Nim Chimpsky— a comunicarse mediante un sus libros (más de 25 según el último recuento, básicalenguaje de símbolos. Los investigadores sostenían que su mente sobre lingüística y política). trabajo apoyaba el modelo conductista frente al de Chomsky puede ser poderosamente persuasivo. Al final Chomsky. Este, partidario de que el lenguaje es un rasgo del encuentro que presencié en Harvard, los líderes sindiúnico de los humanos, rechaza tal reto. Decir que los cales movían la cabeza en señal de asentimiento —incluso monos pueden adquirir un lenguaje porque aprenden cuando les acusaba de venderse a las ganancias. Pero algunos signos sencillos, argumenta, es como decir que el Chomsky dice que su propósito no es el de convertir a la hombre puede volar porque puede saltar. gente a su partido, sino el de hacerles pensar.
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La dispersión austronesia y el origen de las lenguas Peter Bellwood
Las lenguas austronesias del Pacífico se difundieron durante mil quinientos años a través de 10.000 kilómetros de costas y mares. Eran agricultores quienes impulsaban la expansión más vasta y rápida de la prehistoria
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ucho antes de que se produ- pero no en Maine, se halla en las vici jeran los grandes movimien- situdes del colonialismo del siglo XVIII. tos poblacionales registrados Aunque la historia también registre por la historia, muchas formas ances- casos de comunidades que han adoptrales de las familias lingüísticas tado las lenguas de sus ve cinos sin por actuales se habían difundido ya por ello haber importado a éstos (así el vastas zonas del planeta. Se les llama inglés que hablan los escoceses en familias porque sus miembros mues- lugar del gaélico de sus antepasados), tran indicios de un origen común. Sus tal difusión no sirve para explicar por nombres aluden a sus distribuciones qué algunas lenguas saltan mares y étnicas y geográficas: indo-europea, ocupan continentes enteros, como es afro-asiática, chino-tibetana y austro- el caso del árabe, el inglés, el español nesia. o el ruso. Cuando una lengua se des¿Por qué adquirieron tan amplia plaza tan lejos de su cuna, la emigradifusión estas familias lingüísticas? ción, planeada o espontánea, desem¿Por qué no estaba cubierto el mundo, peña siempre un papel decisivo. antes de que surgieran los primeros Un episodio migratorio aislado imperios históricos o fronteras colo- basta para propagar una lengua, pero niales, de un mosaico de lenguas inde- deberían requerirse varios de ellos pendientes, como sería de esperar si para diversificarla en una familia linlas poblaciones iniciales de los huma- güística. Se ha comparado el proceso nos modernos y sus descendientes de expansión y diferenciación con la hubiesen permanecido siempre en las evolución biológica: una población mismas regiones? Precisamente es la ocupa diversos nichos, escindiéndose distribución de las lenguas lo que en subgrupos, cada uno de los cuales indica que la prehistoria humana tuvo vuelve a servir de núcleo para ulterioque diferir bastante del simple que- res desarrollos. darse en casa. Para hacer corresponder la diversiDe las pautas que muestra el cam- ficación inicial de las familias lingüísbio lingüístico en los tiempos históri- ticas, e incluso a veces toda su activicos se infiere que tal distribución pre- dad expansiva, con los restos histórica tuvo que ser el resultado de arqueológicos hay que establecer una largos y complejos procesos de creci- importante hipótesis teórica: la de que miento demográfico y migración. Es los lenguajes ancestrales de cada sabido, por ejemplo, que la explicación familia fuesen diseminados inicialde por qué se habla francés en Quebec, mente por poblaciones expansivas de agricultores hacia regiones donde o no había cazadores-recolectores o no eran muy abundantes. PETER BELLWOOD enseña prehisLa distribución actual de climas toria en la Universidad Nacional de templados y tropicales en las latitudes Australia. Ha escrito varios libros de medias de la Tierra se fue originando arqueología de la cuenca del Pacífico y en los milenios siguientes al último ha realizado campañas por todo el suretroceso glacial del Pleistoceno, hace deste de Asia y Polinesia. unos diez mil años, al aumentar el
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calor y la humedad. Por razones toda vía no bien comprendidas, los habitantes de varias de estas regiones (suroeste de Asia, centro y sur de China, mesetas de Nueva Guinea, Centroamérica, oeste de Sudamérica) comenzaron a sacar partido de las nuevas condiciones ambientales desarrollando sistemas de producción de alimentos.
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os prehistoriadores suelen llamarlo la revolución neolítica. Desde un punto de vista arqueológico moderno no parece poder hablarse de revolución, como opuesta a cambio gradual, salvo en determinados casos, de los que Oriente próximo y China sean quizá los mejor documentados. En otros sitios, como México o Africa central, el proceso pareció exigir un tiempo bastante más largo. Sea como fuere, en lo que no hay discrepancias es en su relevancia general: los seres humanos que podían producir su propio alimento, en vez de cazarlo o de recolectarlo, estaban en condiciones de aumentar su número de forma espectacular y de establecer sociedades más complejas, sociedades que, sin duda, se expanderían por nuevos territorios llevando consigo todas o parte de sus economías de producción de alimentos. Los grupos pioneros del desarrollo de la agricultura sistemática debieron poder multiplicarse y extenderse durante mucho tiempo en un mundo escasamente ocupado por recolecto1. LOS MARINEROS HAWAIANOS reviven los viajes épicos de sus antecesores polinesios, los más orientales de los pueblos de habla austronesia. Otras ramas la llevaron por el oeste hasta Madagascar.
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res. Les pondrían coto los ambientes inadecuados, los desastres naturales o el tropezar con otros agricultores, pero no las poblaciones recolectoras, a las que no les resultaría difícil asimilar o reemplazar. Si, por el contrario, la mayoría de los grupos preexistentes ya hubiesen adoptado la agricultura por sí mismos, sería el proceso de difusión el predominante y el mundo habría presentado bastante más diversidad lingüística de la que había en los albores de la historia. Los recolectores poseían razones socioeconómicas de peso para resistirse a la agricultura, pues encontrarían extraño su ritmo estacional, pesado el trabajo que impone y opresivo su estilo de vida sedentario y congestionado. Los pueblos recolectores super vivientes nunca se vieron obligados a adoptar tal compromiso y, por lo menos hasta hace poco, no tuvieron que competir con los agricultores por terreno y recursos. Conforme se expandían los agricultores, sus lenguas lo hacían con ellos.
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El resultado debería ser que las fami- cionados. El uno, la cuenca del río lias lingüísticas estuviesen centradas Amarillo, presenció la domesticación en regiones de invención agrícola. La del mijo silvestre hace unos ocho mil hipótesis encaja bien con los datos años; el otro, la cuenca del Yangtse , la conocidos sobre la evolución de la agri- del arroz hacia la misma época. Ambos cultura en China y Nueva Guinea, cereales, junto con muchas otras planregiones ambas de temprano de- tas menores, exigirían limpieza sistesarrollo agrícola y sede de numerosas mática de los campos y cultivo estafamilias lingüísticas. cional. La capital importancia que rápidamente adquirieron en la dieta egún revelan las excavaciones viene sugerida por las grandes cantiarqueológicas de las planicies de dades de restos encontradas en pozos Papúa Nueva Guinea, hace por lo de almacenamiento y estratos habitamenos seis mil años que allí se ca vaban dos de los yacimientos arqueológicos. surcos para regar, destinados quizás Hace cinco mil años había asentaal cultivo de los tubérculos de taro. Ta l mientos de cultivadores de arroz a presumible invención agrícola inde- todo lo largo de la costa oriental china pendiente podría haber ocasionado un y en las zonas norteñas de Vietnam, crecimiento de población suficiente Thailandia y puede que India. Los para que los hablantes de lenguas restos arqueológicos incluyen conjunpapúes se propagaran por extensas tos de artefactos que no dejan ninguna zonas de Nueva Guinea, hasta Timor duda sobre el efecto arrollador que y Halmahera (Molucas) por el oeste y tuvo la nueva forma de vida. Por ejemlas islas Salomón por el este. plo, en Hemudu, pueblo de cabañas Las revoluciones agrícolas de China construidas sobre pilotes junto a la parece que se produjeron en dos focos playa meridional de la bahía de diferentes, si bien culturalmente rela- Hangzhou en la provincia de Zhejiang
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hace siete mil años, se han encontrado cerámica, tejido de saco, cordelería, azadas de piedra, otros aperos de madera y hueso, indicios de carpintería y construcción de barcas, remos, husos para tejer, grandes cantidades de arroz almacenado y huesos de animales domesticados: cerdos, perros, gallinas, ganado vacuno y búfalos. No es la impedimenta de un recolector. Sus dueños participaron en un episodio de evolución cultural que terminaría por influir sobre toda Asia oriental y el Pacífico. Una de sus consecuencias puede que comenzase mil kilómetros o más al sur de Hemudu, que fue donde parece se inició la extraordinaria expansión de las lenguas austronesias.
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Esta familia lingüística era la más difundida del mundo antes del descubrimiento de América. Actualmente cuenta con más de doscientos millones de hablantes nativos en Taiwan, interior del mediodía de Vietnam, Madagascar, Malasia, islas Filipinas, Indonesia e islas del Pacífico, hasta Hawai y Pascua. Los datos arqueológicos de que se dispone apuntan a una expansión que comenzó por zonas habitadas, desde Taiwan a la Melanesia occidental, para continuar luego por territorios deshabitados hacia Madagascar, por un lado, e islas del Pacífico situadas al este de las Salomón, por otro. Las pruebas más claras de encuentro con otras culturas preexistentes en
algunos de estos territorios se hallan allí donde otras familias lingüísticas interrumpen la distribución austronesia: en Taiwan y Vietnam, por las expansiones china y vietnamita de épocas históricas, y en la Melanesia occidental, donde las familias lingüísticas papúes ocupan la mayor parte de Nueva Guinea, sectores de los archipiélagos Bismarck y Salomón y algunas islas de Indonesia oriental. Como ya se indicó, la extensión geográfica de estas lenguas papúes es probable que refleje el desarrollo independiente de la agricultura en Nueva Guinea, algo que no ocurrió en las islas tropicales situadas al oeste de Asia sudoriental. En consecuencia las lenguas austronesias de la Melanesia occiden-
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formula la hipótesis de que la familia lingüística tai-kadai (que incluye thai y lao) junto con las lenguas austronesias forman la superfamilia austro-tai. Postula una lengua o cadena de lenguas ancestral común de la superfamilia (el proto-austrotai, abreviado PAT), que en alguna época se hablaría en el sur de China continental, y ha presentado cierto número de reconstrucciones léxicas importantes del PAT, como los términos para campo, campo inundado (para arroz o taro), jardín, arado, arroz, caña de azúcar, ganado, búfalo, hacha y canoa. Hasta ahora no se ha presentado ninguna objeción convincente contra su teoría, lo que obliga a considerar seriamente la posibilidad de que la expansión de la familia austro-tai se iniciase en comunidades neolíticas costeras, cultivadoras de arroz, al sur de China. Hay abundantes pruebas arqueológicas de la existencia de grupos semejantes hace entre ocho mil y cinco mil años.
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tal aceptaron gran cantidad de términos y rasgos gramaticales de sus vecinas papúes, al igual que éstas lo hicieron de las primeras. Estos intercambios, o préstamos, suministran datos para desentrañar la historia del lenguaje. Así, por medio de la lingüística comparada, se puede inferir el orden de adopción de diversas palabras según las formas de variación de los sonidos. La construcción de modelos temporales de cambio fonético permite comprobar si las semejanzas existentes entre diversas lenguas reflejan préstamos u origen común. Las de este último grupo forman el conjunto emparentado, la materia bruta con la que los lingüistas reconstruyen el habla
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asando a uno de los descendientes del austro-tai, el austronesio, Robert Blust ha reconstruido un árbol genealógico de sucesivos protolengua jes, iniciado con el proto-austronesio (PAN). Cree que la expansión geográfica se inició en Taiwan (patria de las lenguas astronesias más antiguas, PAN incluido), para abarcar luego las Filipinas, Borneo y Célebes, y bifurcarse, con una rama que iría por el oeste hasta Java y la otra, por el este, hasta Oceanía a través del archipiélago Bismarck. Podría, desde luego, añadir gran cantidad de detalles lingüísticos a este esquema tan escueto, pero voy a limitarme a algunas consecuencias de gran alcance histórico y cultural. Parece como si, en el estadio PAT, algunos colonizadores de economía ancestral, o protolenguaje, de una agrícola hubiesen pasado del contifamilia. nente chino a Taiwan atravesando el Los mejores resultados se obtienen estrecho de Formosa. Aquí fue donde cuando hay muchas lenguas vivas con se desarrollaron el lenguaje o lengualas que comparar o, si se trata de o tras jes austronesios arcaicos; tras varios muertas, abundan los testimonios siglos, algunos de sus hablantes se escritos. El grupo austronesio cumple aventuraron por primera vez a marel primer requisito, pero, por desgra- char hacia Luzón y el resto de las cia, carece de textos antiguos fuera de Filipinas, paso que escindió el austrola esfera occidental de influencia his- nesio en sus dos subgrupos principatórica india. No obstante pueden les, el formosano y el malayo-polinesio extraerse ya algunas conclusiones fir- (MP). El vocabulario PAN previo a la mes, basadas exclusivamente en prue- escisión refleja, sin embargo, una culbas lingüísticas, sobre la patria fami- tura de economía bien adaptada a la s liar, las direcciones de su difusión latitudes tropicales marginales, cultiulterior y el universo cultural de sus vadora de arroz, mijo y caña de azúhablantes. car, que había domesticado perros y Colocándose en el pasado más cerdos y usaba canoas. remoto posible, Paul K. Benedict Ulteriores movimientos colonizado-
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res atravesaron las Filipinas y llegaron a Borneo, Célebes y Molucas e hicieron que el subgrupo malayo-polinesio terminase por dividirse en diversas ramas de orden inferior: occidentales y centro-orientales. La ramificación del malayo-polinesio centro-oriental tuvo que ocurrir en las Molucas o en las islas Sonda meridionales, mientras que el MP oriental incluye todas las lenguas austronesias del Pacífico, salvo algunas de las zonas occidentales de Micronesia. El proto-malayo-polinesio (PMP), quizá hablado en los territorios que bordean el mar de Célebes, tiene gran interés, pues su vocabulario reconstruido contiene indicadores económicos tropicales que no aparecen en el estadio protoaustronesio, anterior en el tiempo y más boreal. Taro, árbol del pan, banana, ñame, sagú y coco son algunos de ellos. El vocabulario PMP conserva también términos para cerámica, canoas a vela y diversos elementos de casas de madera. Por sí solo, el registro lingüístico nos informa de que los pueblos de habla austronesia, que eran agricultores y tripulantes de canoas, terminaron por colonizar todas las regiones actualmente ocupadas por sus descendientes lingüísticos, de Madagascar a la isla de Pascua y de Taiwan a Nue va Zelanda. El registro arqueológico, que es nuestro próximo objetivo, nos permitirá situar esta dispersión en el tiempo con más detalle.
y las islas Salomón septentrionales. Para alcanzarlas se requerían trayectos marítimos de unos 65 kilómetros, los primeros de este tipo registrados en la prehistoria. Los colonizadores fueron probablemente los antepasados directos más cercanos de los modernos aborígenes australianos y de los pueblos de Nueva Guinea, en especial de los de los altiplanos interiores. Aportaron también parte de su acervo genético a los isleños melanesios costeros desde Nueva Guinea hasta Fiji (grupos que posteriormente se mezclaron con los hablantes austronesios). Las lenguas de varias familias australianas y papúes descienden también probablemente de las lenguas de estos primeros pobladores. No puede probarse de modo concluyente que los habitantes de un yacimiento o los miembros de una cultura prehistóricos hablasen una lengua determinada. Pero hay pruebas indirectas que por lo menos refuerzan tal posibilidad. Los vocabularios PAN y PMP reconstruidos ponen ante nosotros sociedades agrícolas que cultivaban arroz, modelaban la arcilla, vivían en casas de madera bien entibadas y criaban animales domésticos. Restos materiales directos de todos estos tipos se encuentran en los registros arqueológicos de las islas del sureste asiático y (sin el arroz) del Pacífico occidental. La aparición de los artefactos es bastante súbita en yacimientos muy separados que han sido excaace treinta mil años, e incluso vados, de edades comprendidas entre puede que cincuenta mil, los 6000 y 3500 años. recolectores ya habían extendido sus El registro arqueológico neolítico de dominios por vía marítima hacia el Taiwan empezó a depositarse hace este llegando a Célebes, Australia/ unos 6000 años. Sus elementos iniciaNue va Guinea (unidas entonces por les son de tipo chino meridional, puede una lengua de tierra), Nueva Irlanda que traídos originariamente por
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Proto-austronesio (PAN) y derivados modernos PAN (RECONSTRUIDO) DOS
DUSA
CUATRO SEIS
PAJARO
PIOJO
¯ HA
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MANUK
—
MANUK
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RAPANUI (ISLA DE PASCUA)
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RUKAI (TAIWAN)
ONO
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MANUMANU
MANU
MANU
MATA
MATA
MATA
MATA
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DALINGA
TALINGA
TARINGA
AVANGE
BANGKA
WAGA
VA'A
VAKA
CUBUSU
TUBO
DOVU
TOLO
TOA
KOCO
¯ K UTO
KUTU
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KUTU
FUENTE: Malcolm Ross, Universidad Nacional de Australia
2. SEMEJANZAS LEXICAS entre las lenguas austronesias indican su procedencia de un antepasado común, reconstruido por los lingüistas. No todas las raíces sobreviven en las lenguas derivadas; por ejemplo, la rukai usa un término distinto para pájaro.
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pequeños grupos de colonos agrícolas que cruzaran el estrecho de Formosa desde Fujian. Los artefactos típicos, que se encuentran en abundancia en la isla y datan de este período en adelante, incluyen cerámica marcada con cordel, azuelas y rascadores de piedra pulida, puntas de flecha de pizarra y husos de arcilla cocida. También hay indicios de arroz y el análisis del polen habla de tala de bosques interiores.
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ace entre 5000 y 4500 años se extendieron por las zonas costeras (y por las interiores que eran favorables) de Filipinas, Célebes, norte de Borneo y (junto con los cerdos) muy hacia el sureste, hasta Timor, restos arqueológicos claramente relacionados con los anteriores. La investigación de la historia polínica de los a ltiplanos de Java occidental y de Sumatra indica una actividad de tala de bosques bastante intensa hace unos 3000 años, si no anterior, para obtener terrenos agrícolas. El análisis radiocarbónico de cerámica hallada en un yacimiento de Sarawak occidental, del Borneo malayo, arrojó una edad de unos 4000 años. El elemento analizado son las glumas de arroz que se añadían a la arcilla como reforzador, lo mismo que se añade paja a los adobes. En las latitudes ecuatoriales de Indonesia se produjo un abandono del cultivo del arroz en pro de una mayor dependencia de los frutos tropicales y de los tubérculos listados antes en el vocabulario PMP. Los cereales no llegaron a introducirse nunca en las islas del Pacífico, con la posible excepción del arroz en las Marianas. Así pues los colonos agrícolas se habían extendido a lo largo de un milenio desde Taiwan hasta los confines occidentales de Melanesia hace unos 4000 años. El proceso de dispersión hacia la Polinesia occidental, donde se han encontrado vasijas del tipo Lapita, fue todavía más rápido. La mayoría de los hallazgos se dan en emplazamientos costeros de islas pequeñas de la Melanesia occidental, que abarcan una distancia de unos 5000 kilómetros, desde las del Almirantazgo, por el oeste, a Samoa en el este. Por último, y es quizá lo más impresionante, se produjo la conquista de las vastas zonas de Polinesia situadas más allá de Samoa, lo que sucedió hace entre 2500 y 1000 años. Podemos ahora recapitular los aspectos arqueológicos fundamentales de la primitiva dispersión austronesia y sus posibles razones. Colonos agrícolas de habla austronesia se extendieron, durante un período de
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unos mil quinientos años, desde su India y ciertas lenguas malayas), por el este y el sur de Africa, junto con región agrícola nativa en el sur de miao-yao, tai-kadai y la austronesia la colonización agrícola, durante los China y Taiwan por unos 10.000 kiló- de Taiwan. Con las únicas excepciones últimos 2500 años, ocupando regiones metros de costas y mares, desde las de Asia sudoccidental, Melanesia occi- pertenecientes antes a los recolectores islas del Asia suroriental hasta los dental y zonas de Africa central, no khoisan. límites occidentales de Polinesia. Fue hay otros territorios de tamaño comEstos ejemplos refuerzan dos hipóla colonización más amplia y rápida parable en el viejo mundo que presen- tesis: que una patria agrícola temde toda la prehistoria. En sus fases ten tanta diversidad lingüística; cada prana debería ser una zona con un iniciales no se adentraba en las gran- excepción resulta ser un núcleo agrí- número de familias lingüísticas superdes islas y sólo pareció encontrar una cola primigenio. vivientes superior a la media; y que sólida resistencia cultural en MelaTambién es muy significativo todas estas familias deberían tener nesia occidental, donde la arqueología observar que es en esta misma región sus centros de mayor diversidad genéenseña que se había producido otra donde la diversidad interna entre tica dentro de la zona. Estas correlarevolución agrícola anterior e inde- familias del Asia oriental alcanza su ciones no tienen por qué ser absolutas pendiente. máximo. Es lo que cabría esperar si y, en algunos casos (como los de También documenta la sorpren- no fuese sólo una patria agrícola sino Turquía o buena parte del sur de dente pericia marinera de los primiti- también lingüística. Las diferencias China), podrían resultar enmascara vos austronesios. Se han encontrado mayores entre las lenguas de una das por sustituciones linguísticas lascas de la afilada y vítrea obsidiana familia suelen derivar de las escisio- acaecidas posteriormente, pero ambas que las gentes de Lapita extraían de nes más antiguas, que son las acaeci- reflejan pautas resultantes de la yacimientos junto a Talasea (Nueva das cerca de donde se hablaba la pro- expansión simultánea de los agriculBretaña) en asentamientos, de unos tolengua. tores y sus lenguas. 3000 años de antigüedad, separados Muchos otros arqueólogos y lingüispor más de 6500 km, desde el norte de a división más profunda de la fa- tas han hecho propuestas previas de Borneo a Fiji, lo que quizá convierte a milia austronesia es la que se da hipótesis favorables a tales expansiola obsidiana de Talasea en la materia entre los subgrupos formosano y nes conjuntas, sobre todo en los casos prima mejor y más ampliamente dis- malayo-polinesio, que se separaron de Africa y de Asia occidental. De tribuida de todo el Neolítico. No sor- antes, en Taiwan y las Filipinas. De todas formas yo no pretendo que la prenderá, pues, que los descendientes manera semejante, la diferenciación expansión agrícola inicial explique de estos colonos lapitas pudiesen hacer interna de las familias tai-kadai y por completo la geografía de las familos viajes individuales más largos de miao-yao es mayor en el sur de China. lias lingüísticas. Su inaplicabilidad a la prehistoria humana, en los que lle- La cosa está menos clara en los casos las poblaciones recolectoras tradicio varon personas, animales y plantas a austroasiático y chino-tibetano, pero, nales, como los aborígenes australialos confines de Polinesia durante el incluso aquí, los vocabularios recons- nos, resulta patente y es un hecho primer milenio de nuestra era. truidos y las divisiones internas apun- histórico que se han producido muchos El desarrollo de la agricultura cons- tan con fuerza hacia una patria en reemplazos y expansiones lingüísticas tituyó la raíz de la expansión austro- Asia oriental. en tiempos posneolíticos. nesia, pero terminó implicando basNos encontramos, pues, ante algo ero sí mantengo que, cuando la tante más que la simple emigración parecido a un botón floral, analogía de un grupo de agricultores deseosos usada por Andrew y Susan Sherratt interacción de los primeros agride tierras. Tras complejos procesos de para describir la radiación de lenguas cultores con los recolectores no puede asimilación e interacción entre pobla- de otra patria agrícola, el suroeste de explicar la distribución de lenguas, ciones distintas, adaptaciones econó- Asia. Esta zona incluye, en sentido hay que buscar otra parecida. Siempre micas a medios cambiantes y cinco mil amplio, desde la Europa suroriental que un lenguaje reemplaza a otro años de innovación y aventura por y el Oriente próximo hasta el noroeste mediante colonización, sus hablantes todo el mundo austronesio, resultaría de India y es el asiento de los supues- tienen que disfrutar de algún tipo de imperdonable cualquier consideración tos lugares de origen de las familias ventaja, lo que sigue siendo tan cierto simplista de un origen chino o taiwanés lingüísticas indoeuropea, caucásica, en el presente como lo era hace 10.000 de todos los austronesios modernos, a elamo-dravídica y, quizás, afroasiá- años, cuando bandas dispersas de genpesar de lo cual la expansión inicial tica. También originó algunas len- tes comenzaron a cultivar la tierra. de un grupo de pueblos lingüís- guas aisladas, como el sumerio, que ticamente relacionados desde una sólo nos han llegado en forma escrita. patria neolítica constituye un apar- Colin Renfrew ha analizado los orígetado fundamental de la cuestión aus- nes del indoeuropeo en el sudeste de BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA tronesia. Asia. AUSTRO-THAI: LANGUAGE AND CULTURE, Procesos similares parecen haber WITH A GLOSSARY OF ROOTS. Paul K. onsideremos más de cerca esta operado en los altiplanos de Nueva Benedict. HRAF Press, 1975. patria agrícola, comprendida Guinea (como ya hemos comentado en PREHISTORY OF THE INDO-MALAYSIAN ARentre el norte continental de Asia relación con las familias papúes) y en CHIPELAGO. Peter Bellwood. Academic sudoriental (incluida Taiwan) y la la zona de innovación agrícola temPress, 1985. cuenca del río Amarillo. Si bien las prana del Africa subsahariana, que A RCHAEOLOGY AND L ANGUAGE: T HE lenguas chinas de la familia chino- atraviesa el continente desde la costa P UZZLE OF I NDO -E UROPEAN ORIGINS . Colin Renfrew. Cambridge University tibetana llegaron a dominar la zona tropical occidental hasta Etiopía y Press, 1987. en los últimos 2000 años, todavía hay entre los grados 5 y 15 de latitud THE A USTRONESIAN HOMELAND: A LINhablantes de lenguas pertenecientes norte, aproximadamente. Es patria de GUISTIC PERSPECTIVE . Robert Blust en a no menos de otras cuatro familias: las familias nilo-sahariana y niger Asian Perspectives, vol. 26, n.o 1, págs. austroasiática (que incluye la vietna- kordofaniana. Esta última incluye el 45-67; 1988. mita, khmer, lenguas mundaicas de subgrupo bantoide, que se extendió
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Cómo aprenden las palabras los niños George A. Miller y Patricia M. Gildea
Los diccionarios suelen ocasionar interpretaciones erróneas, mientras que las imágenes interactivas de vídeo movilizan la capacidad natural para aprender a partir del contexto
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uando se escucha al niño que cuanto hayan de aprender sobre el los nombres propios de personas y está aprendiendo a hablar, lo segundo. lugares y todas las expresiones idiomáque más destaca es su limitado La situación de los niños es muy ticas, deberá doblarse esa cantidad. dominio del lenguaje. Tiéndese a distinta: puesto que carecen de lenLa cifra habla por sí sola de la capapasar por alto la auténtica grandeza guaje, no se les puede decir lo que cidad infantil de aprendizaje del de la hazaña que realiza: el mero necesitan aprender. Ello no obstante, vocabulario. Si el bachiller promedio aprendizaje del vocabulario es ya una hacia los tres años suelen haber cuenta 17 años de edad, esas 80.000 empresa colosal. Lo cierto es que, aprendido la estructura básica de su palabras se habrán aprendido en 16 desde que empieza a hablar, va apren- idioma y se encaminan hacia la adqui- años, por lo que el niño promedio diendo palabras nuevas a una veloci- sición de una buena capacidad de aprende a razón de 5000 palabras por dad de más de diez por día. Sin comunicación. Para muchos, la adqui- año, es decir, 13 diarias. Los niños que embargo, se conocen mal los mecanis- sición de la primera lengua constituye posean un vocabulario más rico promos de ese logro. Por supuesto, no lo la mayor hazaña intelectual que rea- bablemente dupliquen ese ritmo. Está hace memorizando entradas de diccio- lizarán en toda la vida. claro que en el niño normal se registra nario. Nuestras averiguaciones, y las Los especialistas en aprendizaje del un proceso rápido y muy complejo de de otros especialistas, sugieren que habla suelen considerar la rápida aprendizaje. remitir a los niños al diccionario para adquisición de la gramática como el desarrollar su vocabulario resulta aspecto más notable del proceso. Sin adie les enseña diariamente a los menos eficaz de lo que cree la mayoría embargo, la capacidad de los niños niños 13 o más palabras. Deben de los padres y educadores. Estamos para adaptarse a las reglas gramati- poseer un talento especial para ese investigando la posibilidad de que cales no resulta mucho más maravi- tipo de aprendizaje. Hace una década, para ese propósito resulte mejor un llosa que su sorprendente capacidad Susan Carey y Elsa J. Bartlett, a la programa de ordenador que brinde de aprender vocablos nuevos. sazón en la Universidad de Rockefeinformación léxica sobre los nuevos ¿Cuántas palabras hay que conocer ller, descubrieron valiosos indicios del términos que aparezcan en el contexto para poder comunicarse en español? La mecanismo de ese proceso. Trabajaban de un relato. respuesta depende de muchas varia- con nombres de colores. Primero se Cuando los adultos se ponen a apren- bles, incluida lo que se quiera entender aseguraron de que un grupo de niños der un nuevo idioma conocen cuál es la por “palabra”. A efectos de cómputo, de tres años de edad desconocía el color tarea que les aguarda: habrán de puede definirse la palabra como el tipo oliva. La mayoría lo llamaba verde; aprender una nueva pronunciación, de unidad léxica que debe aprenderse; marrón, el resto. una nueva gramática, un nuevo voca- todas las formas derivadas y compuesCarey y Bartlett les enseñaron un bulario y un nuevo estilo de usar el tas que resulten ser meras variaciones nombre sin sentido para designar el lenguaje. Saben que tendrán que morfológicas sobre un mismo tema con- color oliva —un nombre que los niños dedicarle a la tarea varias horas al día ceptual no se contarán como palabras no habrían oído antes—. Eligieron durante años para considerar que distintas. Por ejemplo, escribir es un para la prueba dos bandejas, que pindominan con fluidez la nueva lengua. vocablo; sus variantes morfológicas taron una de color oliva y la otra de Y saben también que podrán contar con ( escri be , escri ben , escri bió , escrito , azul. En el ensayo se le decía a cada la ayuda de profesores y expertos que escritura, escritor, etcétera) son parien- niño, con toda naturalidad: “Dame la les explicarán, en su primer idioma, tes de la misma familia. Si la familia bandeja cromada; no la azul, la croentera se cuenta como un solo vocablo mada.” El niño solía vacilar, señay el conocimiento de una palabra se lando quizá la bandeja oliva. “¿Esta?” define como la capacidad de reconocer, “Sí, ésa. Gracias.” entre cuatro definiciones, la que más Una semana después, sin ninguna GEORGE A. MILLER y PATRICIA orientación más, se les preguntaba de se aproxima a su significado, entonces M. GILDEA son profesores de psicoloel vocabulario de lectura de un bachinuevo los nombres de los colores. Al gía especializados en el estudio del ller superior, por ejemplo, constará de presentárseles el oliva, vacilaron; no lenguaje y que llevan colaborando mualrededor de unas 40.000 palabras. Si recordaban que fuera cromado, pero chos años. se consideran también palabras todos sabían ya que no se llamaba verde ni
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marrón. Una sola exposición había plantas con flor, pero no han aprendido referirse a ejemplares de esa fruta que bastado para que empezasen a reor- qué plantas denotan esos vocablos ni sean verdes o amarillos. El único modo ganizar su léxico de los colores. las distinguen cuando las ven. En cual- de identificar tal infraextensión es Este sencillo experimento demostró quier momento suelen encontrarse mostrarle manzanas verdes o amarialgunos extremos importantes acerca muchos términos en ese estado inter- llas y preguntarle cómo se llaman. del aprendizaje del vocabulario por medio, en el que se conocen y están En años recientes, la capacidad de parte de los niños. En primer lugar, categorizados, pero aún no se distin- los preescolares para captar vocablos para aprender un vocablo el niño ha guen unos de otros. ha atraído cada vez más la atención. de asociar su sonido con su signifiUn aspecto afín del aprendizaje de De ella se conoce hoy mucho más que cado. El dominio de la pronunciación palabras por los preescolares, que ha lo que se sabía cuando Carey y Bartlett y del reconocimiento de una palabra y atraído bastante la atención, es el de efectuaron su pionero estudio sobre los el apoderarse del concepto que expresa la denominada “sobreextensión”. Por nombres de los colores. Pero el proceso son procesos de aprendizaje distintos. ejemplo, un párvulo que esté apren- de aprendizaje se complica todavía Después de su experiencia con las diendo la palabra manzana puede más durante los años escolares. bandejas, los niños sabían que el color aplicársela a un tomate si cree que En los primeros grados de escolarioliva tenía una designación propia, es manzana significa “redondo-rojo-y de dad se espera que los niños aprendan decir, que no se llamaba verde ni cierto tamaño”; sin ulterior califica- a leer y escribir. Primero leen y escrimarrón, pero no recordaban el sonido ción, esos atributos definen a los ben palabras que les resultan familia verbal particular que iba asociado a la tomates maduros tanto como a las res, por haberlas aprendido mediante percepción de ese color. Para que el manzanas maduras. Puede producirse la conversación. Luego empiezan a sonido de una palabra nueva resulte sobreextensión cuando el niño concep- encontrarse con palabras escritas que familiar, quizá tenga que repetirse túa de modo incompleto el significado no han oído. Llegados a ese punto, muchas veces. suele considerarse que la enseñanza de un vocablo. En segundo lugar, la apreciación del de los términos no familiares exige significado de un vocablo por el niño ambién se da a veces el error opues- alguna acción especial. parece producirse en dos fases, una to, que sólo se descubre mediante Esta suposición pedagógica tropieza rápida y otra mucho más lenta. Los un interrogatorio especial. Por ejem- con graves problemas. Aunque los niños advierten de inmediato si una plo, el niño que crea que ser redondo, niños son capaces de advertir que no palabra es nueva y la asignan a una rojo y de cierto tamaño define a la han visto antes una palabra dada, el categoría semántica amplia. Al oír cro- manzana quizá no use manzana para aprendizaje hasta reconocerla automada, los pequeños de tres años la asignaron al campo semántico de los nombres de los colores. Los niños distinguen esos campos antes incluso de conocer lo que significa cada palabra por separado. Preguntados por el color de algo, puede que respondan con un color cualquiera, pero nunca contestan redondo, cinco o comida. La fase lenta es la de elaboración de las distinciones entre los vocablos de una misma categoría semántica. Tras asignar correctamente rojo , verde , amarillo y azul al campo semántico de los términos que designan colores, el niño ha de aprender las diferencias y las relaciones que existen entre esas palabras. De ordinario, esta fase es mucho más larga que la anterior, y puede que no concluya nunca; algunos adultos, por ejemplo, asignan 1. ASESORAMIENTO INFORMATIZADO que aventaja a los diccionarios a la hora de que los niños capten el significado de un vocablo que no les resulta familiar. Los niños leen un texto donde se correctamente los térmi- describe algún episodio de una película que acaba de mostrárseles. En el texto se marcan las nos altarreina y calceo- palabras que deben aprender los alumnos, por ejemplo, indígena . En un dispositivo de vídeo los laria al campo semántico niños pueden recabar información sobre esa palabra en forma de definiciones, frases o imágenes, de los nombres de las a elección.
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máticamente y emplearla con corrección es un proceso lento. El aprendizaje de un nuevo vocablo requiere tal claridad conceptual y ejercicio fonológico que no hay horas de clase suficientes para enseñar de ese modo más de 100 o 200 palabras por año. El aprendizaje le saca tanta ventaja a la enseñanza (se aprenden unas 5000 palabras cada año y sólo se enseñan unas 200) que resulta difícil eludir la pregunta: ¿cómo se las arreglan los escolares para aprender mucho más de lo que se les enseña? Muchas palabras se adquieren mediante la lectura. Los niños aprenden palabras en la escuela igual que en casa: observando cómo se utilizan en contextos inteligibles. La diferencia estriba en que el ambiente escolar se apoya más en contextos escritos. La opinión pública y las pruebas científicas coinciden en que el mejor modo de enriquecer el vocabulario de los escolares es que lean lo más posible. Aprender palabras leyéndolas en un
contexto es, sin duda, eficaz, pero no es lo más eficiente. Algunos contextos no informan y otros desorientan. Si la palabra en cuestión expresa un concepto no familiar, su uso en un solo contexto rara vez permitirá elaborar más de una hipótesis sobre su significado. Para que la lectura ejerza un efecto importante sobre la adquisición de vocabulario, debe leerse mucho. ¿Cuánto? Si el niño dedica 50 minutos de la jornada escolar a la lectura de 200 palabras por minuto, al cabo de un curso de 100 días lectivos habrá leído un millón de palabras. Un millón de palabras corrientes de prosa castellana quizá contengan unos 50.000 tipos de vocablos, que vienen a representar unas 10.000 familias de palabras. Los libros de texto probablemente incluyan menos palabras distintas. Pero aun aceptando esas 10.000, resulta poco verosímil que 1000 de ellas constituyan términos léxicos totalmente nuevos. Y puesto que el aprendizaje de un vocablo nuevo
2. EXPERIMENTO DE LAS BANDEJAS, que demostró la rapidez con que los preescolares asignan a categorías semánticas las palabras que les resultan nuevas. Susan Carey y Elsa J. Bartlett tras asegurarse de que un grupo de niños de tres años desconocía el nombre para el color oliva, al que llamaban verde o marrón, les mostraron una bandeja pintada de azul y otra de oliva. Les pedían a cada uno que les dieran “la bande-
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exige que aparezca repetidamente, está claro que la lectura de un millón de palabras al año resulta insuficiente. Para alcanzar el ritmo de incremento de 5000 palabras por año, parece necesario pensar en un aprendizaje continuo a partir de interacciones en la conversación, complementadas con la lectura de varios millones de términos al año. En efecto, los niños que leen poco fuera del aula suelen obtener notas bajas en las pruebas de vocabulario.
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ue los niños aprendan muchas más palabras de las que nadie tiene tiempo de enseñarles influye también sobre el papel del instructor en el aprendizaje. Aprender vocablos nue vos a partir de contextos exclusivamente literarios —de contextos ofrecidos por el papel impreso— resulta más difícil que hacerlo mediante el trato personal. En la conversación suele poderse interrogar al interlocutor acerca del significado de una palabra.
ja cromada, no la azul”. Al cabo de una semana les p reguntaban los nombres de aquellos colores y, si bien no recordaban la palabra cromada, sabían que el color de la bandeja no era el verde ni el marrón. Una sola presentación bastaba para que reorganizaran su campo semántico de los términos que designan colores, aunque se requieren varias para familiarizarse con el término.
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Es más, en la mayoría de las conversaciones la información lingüística se complementa con información visualgestual, ayuda que no aporta el papel impreso. Dada esa dificultad adicional, parece razonable pedirle a los maestros que ayuden a incrementar el rendimiento de los niños en el aprendizaje de nuevos vocablos a partir del contexto. Puesto que no les es posible enseñar todas las palabras que los niños necesitan saber, podrían ayudarles a resolver el problema por sí mismos. Un modo de entender el significado de una palabra desconocida es utilizar el diccionario. Por eso, hacia los diez años de edad, en la mayoría de las escuelas empiezan a enseñarse las técnicas necesarias para la consulta: deletreo, alfabetización, pronunciación, partes de la oración y algo de etimología y morfología. El propósito, perfectamente razonable, es que los niños aprendan a encontrar en el diccionario las palabras que no conocen y a entender las definiciones. Sin embargo, uno de los problemas de ese enfoque es que la mayoría de los niños sanos, bien dotados y bien intencionados, siente una fuerte aversión hacia los diccionarios, y quizá no les falte razón. Hemos examinado algunas de las tareas que los maestros les imponen para instruirles en el manejo de los diccionarios y, en nuestra opinión, tales ejercicios no merecen la confianza que pedagogos y padres les otorgan. Suelen asignárseles con ese propósito dos tareas. Una consiste en deshacer ambigüedades: se le presenta al niño una frase que contiene un término ambiguo —una palabra de dos o más significados— y se le pide que la busque en el diccionario y decida en cuál de los significados de la palabra pensaba el autor de la frase. La otra requiere esfuerzo de producción: se le da al niño una palabra, se le pide que la busque en el diccionario y que escriba una frase que la incluya. A primera vista se diría que ambas tareas son instructivas; sorprende, por tanto, descubrir cuán ineficaces resultan.
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l aprendizaje a partir de un diccionario es tarea harto comple ja. Debe interrumpirse la lectura y buscar, en una relación ordenada alfabéticamente, una palabra cuyo sentido se desconoce, a la vez que se conserva en la mente el contexto original, para compararlo con las diversas acepciones que brinda el diccionario y elegir la que encaje mejor en él; todo ello constituye un esfuerzo de alto nivel cognitivo. A nadie extrañe que el ren-
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3. SOBREEXTENSION en el uso de las palabras. Se p roduce entre los preescolares cuando su comprensión del significado de un término es incompleta. El niño cuya comprensión de manzana se limite a que se trata de un objeto redondo, rojo y de cierto tamaño quizá también llame manzana a un tomate, puesto que, sin más precisiones, esos atributos coinciden por igual en las manzanas maduras y en los tomates maduros.
4. INFRAEXTENSION, que se produce también entre los preescolares. El niño que cree que manzana corresponde a un objeto redondo, rojo y de cierto tamaño quizá no aplique ese término a l as manzanas verdes o amarillas. Sólo se advi erte ese error léxico al interrogar al niño acerca del nombre de esas manzanas.
dimiento de los escolares sea pobre. presumiblemente, piense en su signiNi siquiera eliminando la mayoría de ficado. También la hemos estudiado las complicaciones logran en ello los con detenimiento. Tras la lectura de niños buenos resultados. En una tarea varios miles de frases escritas por de rotura simplificada de la ambigüe- niños de 11 y 12 años, hemos llegado dad, en la que se presentó a escolares a la conclusión de que esa tarea consde nueve y diez años sólo dos signifi- tituye también una pérdida de cados y se les pidió que distinguieran tiempo. el que se había empleado en una frase, Un ejemplo típico de esas frases: los niños apenas lo hicieron mejor que “La señora Martínez provocó la sopa.” si la despacharan al buen tuntún. Ilustra el error más frecuente que La segunda tarea, la de componer cometen los niños de esas edades. Si una frase que incluya la palabra ya conocen la palabra, las frases suenueva, tiene la virtud de exigir al esco- len ser correctas; pero si la desconolar que haga uso del vocablo y así, cen, los resultados son a menudo des-
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concertantes. Para comprender lo que comprobó que los niños redactaban fraNos sorprendió uno de los resultahan querido decir deben leerse dete- ses mejores cuando se les proponía dos, si bien, visto en retrospectiva, nidamente las mismas definiciones como modelo una que contuviera la teníamos que haberlo esperado: apadel diccionario que hayan consultado. palabra desconocida que cuando se les recían errores que semejaban simples En nuestro caso, el niño que consultó daba la definición del término. Puesto sustituciones, y ello aunque se les pre provocar había encontrado, entre sus que muchas de las frases se redactaban sentara a los niños frases modelo en acepciones, la de agitar. a imitación de los modelos, el resultado vez de definiciones de diccionario. Por El caso nos brinda una clave de lo no podía interpretarse como que los ejemplo, ante la frase modelo “El herque sucede cuando los niños consultan niños aprendieran más sobre el sentido mano del rey trataba de usurpar el el diccionario. Al encontrar la voz que de un término a partir de frases ilus- trono” para que definieran la palabra, desconocen, buscan entre las definicio- trativas que lo que aprendían a partir desconocida para ellos, usurpar, los nes algún término o alguna expresión de definiciones. Sin embargo, la obser- niños escribieron frases tales como que les resulte familiar. A continuación vación, alentadora, nos indujo a prose- “Usurparon la silla azul de la habitacomponen una frase utilizando la pala- guir las investigaciones. ción”, “No usurpéis la cinta de la bra o expresión conocidas, que sustituEl paso siguiente era sencillo: si un tienda” o “El ladrón intentó usurpar yen por la nueva. Uno de nuestros ejemplo daba buen resultado, tres lo el dinero de la caja fuerte”. Habían ejemplos favoritos es el de una niña de darían mejor. Pero, una vez los hubi- entendido, a partir de la frase modelo, 11 años que, buscando el significado de mos comparado, advertimos que el que usurpar significaba coger, y susla palabra erosionar, encontró los sinó- número de ejemplos influía poco en la tituyeron ese verbo por usurpar. nimos desgastar , gastar, y pensó en la diferencia. Los índices de aceptabilifrase “Nuestra familia gasta mucho”; dad de las frases compuestas después os niños deducen parte del signifisustituyó gasta por erosiona y propuso: de leer un ejemplo coincidían con los de cado de una palabra desconocida “Nuestra familia erosiona mucho.” las frases escritas con tres ejemplos. basándose en el contexto; por ejemplo, Si los niños aprenden con facilidad La observación nos obligó a plan- que en usurpar hay cierto componente nuevas palabras cuando las oyen o las tearnos de nuevo el mecanismo del de coger. Igual que el párvulo sobreex ven usadas contextualmente, ¿por qué proceso. Al parecer, les costaba inte- tiende manzana porque conoce sólo tropiezan con tantas dificultades para grar tres frases no relacionadas entre parte de su significado, así se sobreexaprender otras nuevas del diccionario? sí, por lo que se limitaban a centrar la tiende esa parcial definición de usurDecidimos analizar en detalle lo que atención sobre uno de los ejemplos e par . Esto es, si usurpar se define pasaba cuando se encuentra un voca- ignoraban los demás; proceder seme- incompletamente como coger , puede blo desconocido en el contexto de una jante al que adoptan al leer las defini- aplicarse a cualquier cosa susceptible frase típica. En un primer estudio se ciones del diccionario. de ser cogida: sillas, cintas, dinero, etcétera. Considerado en retrospectiva, el proceder de esos niños de 11 y 12 años no constituye sino un estadio posterior en el desarrollo del proceso de aprendizaje de una palabra por parte de los preescolares. La estrategia de la sustitución parece ser, pues, bastante general. Pero en el contexto de una frase modelo aparece algo más que un simple error de sustitución. En una frase ilustrativa los niños no pueden buscar una palabra que les resulte familiar, como ocurría en la definición del diccionario. Primero han de abstraer del contexto de la palabra desconocida un concepto familiar; sólo después pueden aplicar la regla de la sustitución. ¿Existe algún modo mejor de fomentar la riqueza de vocabulario? Nuestros hallazgos sobre el proceso de aprendizaje, y los de otros investigadores, respaldarían varias hipótesis plausibles. Considérese, ante todo, que el mejor aliado del maestro en esta empresa es la motivación del alumno para descubrir significados en los mensajes lingüísticos. Empezarán a comprenderse entonces los problemas que plantean los procedimientos de instrucción tradicionales. Los ejercicios a base de listas de términos preseleccionados arbitrariamente rara vez coinci5. FRASES DESCONCERTANTES que a menudo redactan los escolares cuando han den con un interés por parte del alumno captado de modo incompleto el sentido de una palabra que no les resulta familiar. Aquí, algunos ejemplos compuestos por niños de once y doce años de edad. La figu- sobre el significado de esos vocablos; no ra 6 revela lo que en realidad pretendían expresar los niños. logran instar la motivación natural a
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aprender las asociaciones entre palabra y significado. El aprendizaje mediante la lectura plantea el problema opuesto: cuando el alumno se encuentra motivado a aprender su significado no se le ofrece suficiente información sobre el término.
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DEFINICION
pariente 1. Dícese de cada uno de los ascendientes, descendientes y colaterales de su misma familia. 2. Allegado, semejante o parecido.
SENTIDO EXTRACTADO
parecidos
RESPUESTA
Los monos del parque son muy parientes.
e necesita una lectura que suscite a los estudiantes la curiosidad por las palabras que desconocen, compleespalda Para ir a caballo me subo en revés 1. Espalda o parte opuesta de una cosa. el revés de mi padre. tada con una inmediata información sobre su significado y uso. Lo que remedio La enmienda para ponerse enmienda Corrección, importa es ofrecer la información reparación de un error, bueno cuando estás enfermo cuando el lector aún la está deseando. remedio. es quedarse en la cama. Los diccionarios resultan demasiado lentos. El recurso al diccionario sercuento Cada noche narro el dinero narrar Contar, referir lo virá de ayuda a un estudiante maduro que guardo en la hucha. sucedido. y motivado, mas para el niño de grado elemental probablemente comporte la Esta noticia es muy dogma. verdadera dogma Opinión, creencia o interrupción de la atención, sumada a doctrina que se considera una mala interpretación de la inforverdadera. mación. Un guía humano, alguien que de inmediato detecte y resuelva los errores léxicos de interpretación, 6. DEFINICIONES DE DICCIONARIO que habían leído los alumnos que redactaron resulta mucho más adecuado que el las frases de la figura anterior (izquierda). Cuando no conocían el vocablo, solían abstraer de la definición algún concepto familiar (centro), componían una frase que diccionario. Dada la escasez de atentos asesores contenía ese concepto conocido y lo sustituían por el nuevo término. que puedan asistir a cada jo ven lector, cabe preguntarse qué porción de esa Supóngase que para usurpar el resulta significativa para el relato y tarea de asesoramiento podría encoordenador presentara un texto con la emplea el vocablo en el mismo contexto, mendarse a un ordenador convenienfrase “El hermano del rey fracasó en la interpretan como si se tratara de un temente programado. Supóngase, por su intento de usurpar el trono”. Al acertijo que deben resolver. Discurren ejemplo, que al estudiante le presentase el material de lectura un ordena- pedírsele información, el ordenador durante más tiempo sobre el significado dor programado para responder a pre- diría: “Se le usurpa un título, una de la palabra, pero lo recuerdan mejor guntas sobre los significados de todas tarea o un puesto a alguien si otro se al cabo de una semana. las palabras contenidas en ese mate- lo quita sin tener derecho a e llo. En la egún hemos comprobado, ofrecer rial. No haría falta ya una búsqueda frase sobre el hermano del rey, trono la información cuando ésta se alfabética: sencillamente, el estu- no se refiere sólo al mueble sobre el desea puede favorecer de modo signique se sienta el rey, sino que simboliza diante señalaría la palabra en cuestambién la autoridad real.” ficativo la captación de palabras no tión y obtendría la información sobre Las técnicas informáticas actuales familiares por parte del niño, como lo ella. Tampoco se requerirían comple jas desambiguaciones: el ordenado r han alcanzado ya un desarrollo sufi- demuestra su capacidad de reconocer sabría de antemano cuál era el sentido ciente para ofrecer tales explicaciones su sentido y redactar frases aceptadel vocablo en ese contexto. En reali- de modo casi instantáneo. Cabe, bles que contengan esos vocablos. dad, tampoco se precisaría definición; incluso, añadir una voz que pronuncie Resultados que refuerzan nuestra opibastaría con expresar el significado de la palabra en cuestión, o mostrar imá- nión de que los ordenadores pueden la palabra con otros términos para genes que aclaren lo que significa esa colaborar notablemente al enriquecimiento del vocabulario. palabra en el contexto. aclarar su sentido en ese contexto. Estamos explorando algunas de Imagínese, por ejemplo, cómo actuaría el ordenador en el caso de erosionar tales opciones con un grupo de niños, y usurpar. Podría mostrar un texto que de 11 y 12 años, que interactúan con BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA presentara la frase “Sus últimas decla- imágenes de vídeo. Se les pide que lean un texto que describe un episodio de raciones a la televisión erosionaron la T HE ACQUISITION OF THE M EANING OF C OLOR TERMS : A S TUDY OF LEXICAL popularidad del presidente”. Si el una película que acaban de ver. En el DEVELOPMENT . Elsa J. Bartlett en Proalumno pidiera información sobre ero- texto aparecen marcadas algunas palaceedings of the Stirling Conference on bras, que el lector deberá aprender. sionar, el ordenador respondería, por the Psychology of Language, dirigido Cuando aparece alguna, el niño puede ejemplo: “Los materiales se erosionan; por P. Smith y R. Campbell. Plenum cuando la lluvia y el viento erosionan pedir ayuda sobre su significado, que Press, 1977. el terreno, se va rompiendo y poco a se le ofrece mediante definiciones, fraDICTIONARIES IN THE MIND . George A. poco se deshace y desaparece. También ses e imágenes, a su elección. Miller en Language and Cognitive Pro A algunos niños, las frases ilustraticesses, vol. 1, n. o 3, págs. 171-185; pridel poder, o de la autoridad, se dice que vas les informan mejor que las definimavera 1986. se ‘erosionan’, es decir, que los van T NATURE OF VOCABULARY ACQUISI HE destruyendo lentamente circunstan- ciones o las imágenes. Cuando a esos . Dirigido por Margaret G. McTION cias desfavorables. A esa erosión alude alumnos se les da una definición, la leen Keown y Mary E. Curtis. Lawrence Erlla frase sobre la popularidad del pre- y de inmediato retoman el hilo del baum Associates, 1987. relato. Si se les ofrece una frase que sidente.”
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Percepción del habla en la primera infancia Peter D. Eimas
Al percibir el habla, los seres humanos detectan categorías fonémicas discretas e ignoran gran parte de la variación de la señal hablada. Las investigaciones realizadas con bebés sugieren el carácter innato de los mecanismos subyacentes
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ómo se explica que los del lenguaje, idea ésta que tiene en el consonante y una vocal; y al revés, dos niños aprendan a hablar y lingüista Noam Chomsky su exponente segmentos acústicos distintos pueden entiendan a tan temprana más notable. Hemos realizado estudios contribuir a un único sonido consoedad sin que, al parecer, dediquen a la sobre la percepción del habla en bebés nante. Además no existe relación tarea mayores esfuerzos? El proceso en los que hemos comprobado que los directa alguna entre los fonemas que de adquisición del lenguaje comienza niños poseen una dotación muy rica de oímos y la frecuencia de los segmentos bastante antes de cumplirse el primer mecanismos perceptivos innatos, adap- o sus características temporales. año. A los tres, la mayoría de los niños tados a las características del lenguaje utiliza el lenguaje con habilidad con- humano, que les preparan para el onsideremos la información acússiderable. A diferencia del aprendizaje mundo lingüístico al que tendrán que tica que basta para señalar la de la lectura o de la aritmética, el niño enfrentarse. distinción entre la consonante ocludomina el lenguaje sin pasar por ninLa búsqueda de mecanismos inna- siva sonora que inicia la palabra bar guna enseñanza explícita; de hecho tos de percepción del habla se de- y la consonante oclusiva sorda que gran parte de ese aprendizaje transcu- sarrolló a partir de las investigaciones inicia la palabra par. En ambos casos rre en un entorno lingüístico bastante sobre la relación entre la señal hablada el hablante bloquea completamente el limitado, que no especifica de manera y los fonemas, unidades que corres- flujo del aire a través del tracto vocal precisa las reglas que gobiernan su uso ponden a las consonantes y vocales del inmediatamente antes de la emisión competente. lenguaje. Los fonemas son las unida- de la palabra; sin embargo, en bar, las Una posible explicación del rápido des ínfimas del habla que afectan al cuerdas vocales empiezan a vibrar desarrollo de la habilidad lingüística significado: tan sólo un fo nema distin- casi simultáneamente con la liberadel niño es que el lenguaje no es tan gue las palabras tasa y rasa y, sin ción del aire, mientras que en par la complejo como suele creerse y, en con- embargo, sus significados son comple- vibración de las cuerdas vocale s se secuencia, que, a partir de principios tamente distintos. demora. El intervalo entre la liberapsicológicos tan simples como el conInvestigadores de los laboratorios ción de aire y el inicio de la vibración dicionamiento y la generalización, se Haskins de New Haven, del Instituto de las cuerdas vocales, esto es, la so noexplica la velocidad con que se de Tecnología de Massachusetts, del rización, se conoce como tiempo de aprende. Pero la investigación reali- Real Instituto Sueco de Tecnología y emisión de la voz; contiene la informazada en los últimos tiempos sobre la de otros centros, han demostrado que ción acústica crucial que permite al naturaleza del lenguaje y los procesos la señal hablada constituye un com- oyente distinguir bar de par . Sin en virtud de los que se produce y plejo de unidades acústicas: breves embargo los valores del tiempo de emientiende ha revelado precisamente segmentos separados por pausas sión de voz no definen los fonemas. una creciente complejidad subya- momentáneas o por picos de intensi- Antes bien, los oyentes suelen percicente y no esa simplicidad de que dad. La duración, la frecuencia, las bir, para un mismo fonema, un abahablábamos. relaciones temporales y la intensidad nico de valores, que reflejan diferentes Experimentos realizados por el autor de las bandas de energía acústica con- hablantes, diferentes instancias de y sus colegas en la Universidad de centrada (conocidas como formantes) habla y diferencias en el entorno fonéBrown, y por otros investigadores en que constituyen esos segmentos son mico circundante. diversos centros, justifican una expli- variables, como lo son los componenLas variables acústicas que definen cación diferente, derivada de la idea de tes acústicos ruidosos conocidos como otros fonemas son análogamente fluique hay ciertos conocimientos y dispo- aspiración y fricación. La variación de das. Por ejemplo, muchos fonemas se siciones innatas que subyacen al uso esos parámetros acústicos proporciona distinguen por el lugar de articulainformación esencial de cara a la per- ción, el punto de la constricción del cepción de fonemas. tracto vocal que se produce cuando se Sin embargo no existe correspon- ha formado el sonido; valen de ejemplo PETER D. EIMAS es profesor de psidencia directa, unívoca, entre los seg- los sonidos bar y dar. Entre los indicología y lleva muchos años investiganmentos acústicos individuales y los cios acústicos que corresponden al do sobre la percepción del habla duranfonemas que percibimos. Un mismo lugar de articulación y permiten al te la infancia. segmento acústico puede encerrar una oyente distinguir tales fonemas se
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1. SEÑALA EL RITMO DE SUCCION de los bebés su respuesta a una serie de sonidos hablados. En la disposición experimental del autor (arriba) se emitían sílabas de habla sintética a través del altavoz situado sobre la pantalla, que mostraba la imagen de una muñeca. El bebé, de cuatro meses, succionaba un chupete conectado a instrumentos de registro. Las gráficas del ritmo medio de succión (abajo), registradas en diversas condiciones experimentales y con muchos bebés, indican que cuando se repetía una sílaba que empezaba con una determinada consonante, la tasa de succión aumentaba primero y
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luego disminuía a medida que el estímulo se hacía familiar. En algunos casos se cambiaba el sonido, en el momento indicado en la gráfica por la línea discontinua. Para un grupo (izquierda) el nuevo sonido era una consonante diferente; el ritmo de succión aumentó bruscamente, indicando que los bebés percibían cierto contraste. En un segundo grupo (centro) el estímulo difería acústicamente del sonido precedente, pero correspondía a la misma consonante; se observaron pocos cambios en el ritmo de succión. A un tercer grupo, que hacía las veces de control (derecha), no se le alteró el estímulo.
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cuentan las frecuencias iniciales del segundo y tercer formantes, los que ocupan el segundo y tercer lugar desde la base de una escala de frecuencias. Una vez más, no existe un valor único de esos parámetros acústicos que caracterice a cada fonema; todo un abanico de frecuencias de emisión pueden señalar el mismo punto de articulación. No obstante, a pesar de la variación de los sonidos correspondientes a cada fonema, poco nos cuesta decidir si se ha dicho dar o bar. De hecho podemos detectar la variación de la señal y formular juicios categóricos sobre la calidad fonémica. Resultados experimentales confirman la idea de que en la percepción
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del habla solemos captar categorías fonémicas discretas y no la variación continua de cada parámetro acústico: percibimos el habla categóricamente. En experimentos realizados por Leigh Lisker y Arthur S. Abramson, sujetos adultos oyeron sonidos de habla generados por ordenador que representaban un abanico de tiempos de emisión de voz. A pesar de las muchas variantes aplicadas, los su jetos distinguían casi todos los estímulos, ya se tratara de un fonema sonoro, como la consonante inicial de BAH, o de otro sordo, como la consonante inicial de PAH. El límite (el tiempo de emisión de voz al que los oyentes empezaban a oír PAH en lugar de BAH) se situaba aproxi-
2. EN LOS ESPECTROGRAMAS de silabas que empiezan por diferentes consonantes oclusivas, así llamadas porque requieren una interrupción del flujo de aire que pasa por el tracto vocal, se plasman las diferencias subyacentes a las características acústicas. Estas cuatro signaturas acústicas difieren en la frecuencia y cronometraje de sus bandas de energía acústica, conocidas como formantes. Las consonantes emparejadas en horizonal se distinguen por la frecuencia a la que empiezan los formantes, reflejo del punto en el que se produce la constricción dentro del tracto vocal. La frecuencia del formante más alto del sonido BAH, por ejemplo, empieza a casi dos kilohertz, y luego aumenta, mientras que la del tercer formante de DAH empieza a casi tres kilohertz y luego desciende. Las consonantes emparejadas en vertical difieren en el tiempo de emisión de la voz, que constituye una medida de la demora entre la liberación del aire y la vibración de las cuerdas vocales. En los espectrogramas de BAH y DAH se distingue un tiempo de emisión de voz nulo, y así lo indica la inmediata presencia de periodicidad: una serie de estriaciones verticales bien marcadas que corresponden a la vibración de la cuerda vocal, al principio de los tres formantes. En PAH y TAH se advierte un vacío antes de la aparición del formante inferior, empezando la periodicidad en los dos más agudos; refleja ello una demora más larga de la emisión de la voz.
madamente en los 30 milisegundos posteriores a la liberación inicial del aire. Para confirmar la naturaleza categórica de la percepción del habla, los experimentadores pedían a los sujetos que distinguieran pares de estímulos que diferían en el tiempo de emisión de voz. Cuando ambos sonidos representaban demoras de sonorización inferiores a 30 milisegundos, los oyentes generalmente los percibían como dos casos idénticos de BAH; cuando los tiempos de emisión de voz superaban los 30 milisegundos, los oyentes tendían a oír dos PAH, indistinguibles aunque acústicamente diferentes. Tan sólo cuando los estímulos rondaban el límite de los 30 milisegundos los sujetos conseguían separarlos de modo coherente. Catherine G. Wolf obtuvo pruebas similares de percepción categórica con niños en edad escolar. ¿Qué proporción de ese mecanismo de percepción categórica que nos permite percibir el habla de modo fiable, a pesar de la falta de precisión de la señal hablada, es innata? Los hablantes de diferentes lenguas están habituados a distinciones fonémicas algo diferentes, hecho que sugiere que la influencia del entorno lingüístico sobre la percepción del habla es muy
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poderosa. Las personas de habla japonesa no perciben el contraste entre los fonemas /r/ y /l/, distinción corriente en las lenguas occidentales; los de lengua inglesa, por su parte, no captan ningún contraste fundamental en la sonorización que distingue ciertos fonemas del tailandés. Sin embargo ciertas distinciones fonémicas están presentes en las lenguas de todo el mundo. Mis colegas y yo dedujimos de ello que quizá subyacieran a la percepción categórica del habla fuertes determinantes biológicos, modificados por la experiencia lingüística posterior. Para contrastar la verosimilitud de la hipótesis emprendimos una serie de experimentos con niños que aún no hablaban y en los que era de esperar que la influencia de la lengua de sus padres fuera mínima.
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inar R. Siqueland, Peter W. Jusczyk, James Vigorito y el autor estudiaron en 1971 la percepción del tiempo de emisión de voz en bebés de uno y de cuatro meses de edad. Ofrecimos a los bebés tres pares diferentes de sonidos. Los tiempos de emisión de voz de uno de los pares eran de 20 y 40 milisegundos; los estímulos, por tanto, caían a ambos lados del límite de categoría reconocido por hablantes adultos de lengua inglesa y de otras. A los oídos adultos, los estímulos sonaban como las sílabas BAH y PAH. En los otros pares, cuyos tiempos de emisión de voz eran de cero y 20 milisegundos, y de 60 y 80 milisegundos, ambos estímulos caían al mismo lado del límite sonoro/sordo; ambos eran ejemplos de BAH o PAH. Los niños de pocos meses no informan directamente de sus sensaciones. Para registrar sus respuestas a los estímulos recurrimos a la metodología denominada procedimiento de succión acelerada. Se le ofrece al bebé un chupete que contiene un transductor de presión, que a su vez se conecta a instrumentos de registro. Ajustamos la sensibilidad del artilugio para cada bebé, de manera que siempre registrara un ritmo de succión de 20 a 40 veces por minuto, que se consideró la línea base. Una vez puesto en marcha el experimento, cada vez que el aparato registraba una succión se emitía un sonido de algún par de estímulos. Cuando un bebé percibe un estímulo nuevo, su ritmo de succión suele incrementarse durante varios minutos; después, poco a poco, va disminuyendo conforme se familiariza con él. Cuando los ritmos de succión de nuestros sujetos descendían hasta su nivel inicial, acostumbrados al pri-
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3. PERCEPCION CATEGORICA. Se refleja en estas curvas, que indican las proporciones relativas de respuestas cuando se pide a los niños que identifiquen un sonido de habla sintética dotado de un determinado tiempo de emisión de voz, como por ejemplo un sonido consonántico sonoro (BAH) o uno sordo (PAH). En lugar de un cambio lineal en los porcentajes, las curvas muestran que ante tiempos de emisión de voz de menos de 30 milisegundos los niños casi siempre identificaban el estímulo como BAH; cuando el tiempo de emisión de voz excedía los 30 milisegundos, tendían a percibir el sonido como PAH. La tendencia perceptiva cambiaba bruscamente a los 30 milisegundos. Este estudio, realizado por Catherine G. Wolf, sugiere que la percepción del habla se configura por categorías perceptivas y no atendiendo a las gradaciones continuas que se dan en las propiedades acústicas de la señal hablada.
mer so nido, cambiábamos de estímulo, presentándoles el otro sonido del par elegido. Si un bebé se familiariza con un es tímulo y de pronto se le presenta otro que juzga diferente, su ritmo de succión suele incrementarse. Los resultados mostraron que los bebés, como las personas que dominan una lengua, perciben diferencias en el tiempo de emisión de voz de forma categórica. Cuando ambos sonidos del par correspondían al mismo lado del límite de los 30 milisegundos, el cambio de un sonido por otro no provocaba incremento alguno del ritmo de succión. Los niños no parecían advertir el cambio del tiempo de emisión de voz. Por el contrario, cuando los estímulos caían a lados distintos del límite, se producía un acusado incremento del ritmo de succión coincidiendo con el cambio, señal de que los bebés lo percibían. Otros investigadores, y el propio autor, han descubierto más límites perceptivos en respuestas de bebés a la información acústica contenida en el habla. Igual que los adultos, responden categóricamente a cambios de la frecuencia de emisión del segundo y tercer formantes, señales acústicas
que indican diferencias en el punto de articulación de una consonante. Ese mismo patrón se mantiene en sus respuestas a las señales acústicas que marcan las distinciones entre consonantes nasales y oclusivas, ejemplificadas por los sonidos iniciales de MAH y BAH, y entre consonantes oclusivas y semivocales, tales como el sonido inicial, en inglés, de WAH [pronunciado UA ].
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esulta difícil atribuir al aprendizaje ese modo de percepción que hemos observado en los niños. ¿Qué acontecimientos vividos en sus primeras semanas habrían de prepararles para responder categóricamente a las gradaciones de las propiedades acústicas? Una idea menos complicada sería que la categorización se produce porque el niño nace con mecanismos perceptivos que sintonizan con las propiedades del habla. Esos mecanismos no serían sino los precursores de las categorías fonémicas que más tarde permitirán al niño convertir la señal variable del habla en una serie de fonemas, y más tarde, en palabras y significados.
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Si esos mecanismos perceptivos correspondiesen, en efecto, a una característica biológica, habrían de ser universales. En los bebés de todos los bagajes lingüísticos deberían aparecer los mismos patrones perceptivos. Robert E. Lasky, Robert E. Klein y Ann Syrdal-Lasky publicaron en 1975 los resultados de sus estudios sobre la percepción del tiempo de emisión de voz en bebés guatemaltecos nacidos en un entorno de habla hispana. Los
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métodos experimentales de este grupo otras numerosas lenguas, pero no de diferían de los utilizados en nuestro la inglesa. En esa categoría, llamada estudio de 1971: en lugar del cambio presonora, las cuerdas empiezan a del ritmo de succión emplearon la alte- vibrar 100 milisegundos antes de la ración de la frecuencia cardiaca como liberación del aire, en una especie de indicador de la respuesta de los bebés susurro preliminar. a los patrones de habla. El estudio Lasky y sus colaboradores ofrecietambién ponía a prueba la sensibilidad ron a los bebés tres pares de estímua una categoría de sonorización que los. En el primero, la emisión de voz nosotros habíamos omitido; se encuen- se daba a 20 y 60 milisegundos tras la tra entre las consonantes oclusivas emisión consonántica; así, los dos iniciales de sílabas del tailandés y de sonidos caían en lados opuestos del
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4. CAMBIO DEL LIMITE PERCEPTIVO. Puede producirse cuando se alteran independientemente dos señales acústicas. Las consonantes que inician las seis sílabas mostradas en forma espectrográfica presentan diferencias en el tiempo de emisión de voz y en la frecuencia de aparición del formante más grave; para un oído adulto, los sonidos son las sílabas DAH y TAH. Si la frecuencia de aparición era elevada (segundo y tercer espectrogramas de
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la fila superior ), los bebés detectaban el contraste DAH / TAH entre
dos sonidos cuyos tiempos de emisión de voz fuesen de cinco y 30 milisegundos. Si era grave (segundo y tercer espectrogramas de la fila inferior ), el tiempo de emisión de voz tenía que aumentar hasta 30 o 55 milisegundos para que los niños reaccionaran ante el contraste. Tales interacciones entre dos variables acústicas se conocen como relaciones perceptivas de trueque.
TEMAS 5
límite sonoro/sordo identificado por / A /. . . / A / .. . / A / . .. / A / . . . / A /. . . / A / . .. / A / . . . / A /. . . / A / .. . / A / . .. / A / . . . / A /. . . / A / . .. / A / quienes hablan inglés u otros idiomas, aunque, como se vio, no por los de lengua española. Los estímulos del segundo par presentaban emisión de voz 60 y 20 milisegundos antes de la emisión consonántica y caían a lados opuestos del límite presonoro/sonoro del tailandés. En los sonidos del último par, la sonorización comenzaba 20 milisegundos antes y 20 después de la emisión consonántica. Los hispanohablantes, a diferencia de los de muchas otras lenguas, perciben el límite sonoro/sordo enclavado entre esos dos valores. Los registros de frecuencia cardiaca reflejarían los incrementos que pudieran producirse cuando los bebés, que se habían ido acostumbrando al primer sonido de un par de estímulos, / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / . . . / I / oyesen el segundo sonido. Los datos mostraban que los jóvenes sujetos respondían a la distinción preso noro/ sonoro, con el límite colocado entre 60 y 20 milisegundos antes de la emisión consonántica, así como a la distinción sonoro/sordo, con el límite situado entre 20 y 60 milisegundos después de la emisión. La distinción de sonorización característica de quienes hablan español no provocaba cambios en el ritmo cardiaco. Lynn A. Streeter publicó en 1976 datos confirmatorios de que los bebés nacidos en un grupo cultural de Kenia que habla kikuyu presentaban prácticamente el mismo patrón perceptivo que los niños guatemaltecos. Richard 5. RECONOCIMIENTO DE UN CONTRASTE FONEMICO en un experimento diseN. Aslin, David B. Pisoni, Beth L. ñado por Patricia K. Kohl para estudiar la habilidad de los bebés a la hora de disHennessy y Alan J. Perey realizaron tinguir entre fonemas contrastantes y meras variaciones acústicas de un mismo un estudio sobre la sensibilidad del fonema. En este caso, el bebé, cuya atención se atrajo median te un juguete, ignoratiempo de emisión de voz en bebés de ba las variaciones del hablante y las distintas entonaciones de las repeticiones del comunidades angloparlantes, compro- sonido vocal /a/, de /pa:p/ ( arriba). Cuando se interrumpía la secuencia con sonidos vocales /i/, de /pi:p/, el bebé se volvía hacia el altavoz ( abajo), manifestando que bando que responden al contraste pre- reconocía el importante contraste lingüístico. Se recompensaban las respuestas sonoro/sonoro de igual modo que lo correctas enseñando un muñeco. hacen a la distinción sonoro/sordo. Parece que los bebés de todo el mundo están dotados de una sensibilidad interacción de factores temporales y del tiempo de emisión de voz, de modo innata a esas tres categorías de sono- espectrales. Tales propiedades acústi- que, a frecuencias de emisión más rización, sean o no importantes dichas cas interactúan, constituyendo lo que altas, los adultos perciben antes, en el distinciones en sus respectivas len- podríamos llamar relaciones percepti- continuo de tiempos de emisión de voz, guas maternas. vas de trueque: un cambio del valor de el límite sonoro/sordo. La percepción del habla constituye una propiedad altera el valor de otra Sutilezas semejantes se observan un proceso complejo y sutil que los sobre la que incide el límite percep- en los sistemas perceptivos de los estudios sobre la percepción categó- tivo. bebés. Joanne L. Miller y el autor rica conocidos describen sólo en los Por ejemplo, debido a las caracterís- demostraron en 1983 que las respuestérminos más simples. La información ticas funcionales de los mecanismos de tas de los bebés presentaban una relaacústica que permite a un oyente per- articulación, la frecuencia del primer ción perceptiva de trueque como la de cibir distinciones de sonorización vale formante, el más grave, aumenta a los adultos. Comprobamos que el de ejemplo. Hasta ahora hemos tra- medida que se incrementa el tiempo tiempo de emisión de voz al que los tado la información esencial como un de emisión de voz. Nuestro sistema niños de tres y cuatro meses de edad continuo temporal único, midiendo el perceptivo parece estar sintonizado identificaban un cambio del sonido intervalo entre la emisión consonán- con esa relación: un cambio de frecuen- inicial sonoro de la sílaba DAH al sonido tica y el comienzo de la sonorización. cia puede sustituir a un cambio en el sordo de TAH variaba con la frecuencia Sin embargo, en el habla común, lo indicio temporal. Si el primer formante de aparición del primer formante. que gobierna la percepción de las dis- empieza a una frecuencia más aguda, Una segunda complicación del protinciones de sonorización es cierta el efecto equivale a un alargamiento ceso perceptivo se deriva del hecho de
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AMBIENTE INGLES
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I D N I N O I C N I T S I D
AMBIENTE INDI H S I L A S N O I C N I T S I D
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EDAD EN MESES
6. DESAPARICION DE CAPACIDADES PERCEPTIVAS NO UTILIZADAS. Se comprueba en las respuestas de bebés procedentes de un medio angloparlante ante contrastes lingüísticos ajenos al idioma inglés. Cuando Janet F. Werker y Richard C. Tees sometieron a prueba simultáneamente a bebés pertenecientes a grupos de distintas edades, la proporción que respondía a contrastes consonánticos correspondientes al indi y al salish, una lengua de los indios norteamericanos, descendía rápidamente con la edad. Los bebés indis y salish de un año, en cambio, mante nían la capacidad de percibir los contrastes de sus respectivas lenguas.
que los límites de categorías percibi- la gran variación que puede darse en dos por los adultos no sólo cambian los parámetros acústicos más esenciapor interacción de múltiples señales, les. Otros tipos de variabilidad consino también por variaciones del con- funden aún más la definición de la texto acústico. También aquí los bebés señal del habla. La longitud de las exhiben los precursores de patrones sílabas y otras características tempode percepción más maduros. Miller y rales del habla varían con el ritmo y el autor han demostrado que los niños, las pautas de énfasis; el sexo, la edad igual que los adultos, distinguen la y el estado emocional del hablante consonante oclusiva de BAH y la semi- producen grandes variaciones en la vocal de WAH (en inglés) de manera frecuencia fundamental de la voz, así diferente, según la duración del sonido como en el espaciamiento de frecuen vocal que siga. La base acústica de la cias resonantes. Hay algún mecadistinción es la longitud de las transi- nismo que nos permite eludir la variaciones de formante: los períodos nece- ción y reconocer el mismo fonema cada sarios para que las frecuencias centra- vez que se pronuncia. Ese fenómeno les de los formantes alcancen los de constancia perceptiva no puede valores adecuados para la vocal que estudiarse directamente en los bebés. sigue. En el caso de BAH, las transicio- Sin embargo los estudios realizados nes de formante son rápidas; con WAH, sobre su capacidad de formar clases son más lentas. Sin embargo, cuanto de equivalencia (grupos de estímulos más larga es la duración de la vocal, que evocan la misma respuesta a más lentas deben ser las transiciones pesar de presentar diferencias obvias) de formante para que el bebé identifi- sugieren que los bebés poseen, al que un cambio en el estímulo de BAH menos, los precursores de esa constana WAH. cia perceptiva. Se han puesto de relieve otros efectos bastante complejos del contexto atricia K. Kuhl y sus colegas han sobre la categorización del habla por estudiado la formación de clases parte de los bebés. Jusczyk y sus cole- de equivalencia para los sonidos del gas descubrieron un cambio de las habla con niños de seis meses. En la frecuencias de aparición de formantes primera etapa de cada experimento en el que los bebés detectaban cierta entrenaban a los pequeños a girar la distinción entre fonemas que diferían cabeza 90 grados hacia un altavoz en el punto de articulación. El valor cada vez que una serie de estímulos límite variaba si se presentaba una de contraste interrumpía un sonido de banda adicional de energía acústica fondo; la imagen de un juguete de ruidosa, señalando una consonante colores que aparecía sobre el altavoz fricativa en lugar de oclusiva. cuando se emitía la secuencia llamaEl complejo mecanismo de la per- tiva recompensaba las respuestas cepción categórica permite a los indi- acertadas. Un experimento consistió viduos identificar fonemas a pesar de en emplear el sonido vocal /a/ [a vela-
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rizada, como en /pa:p/] como estímulo de fondo; la emisión repetida de /i/, como en /pi:p/, aportaba el contraste. Una vez finalizado el entrenamiento se variaron los estímulos: se mantu vieron las vocales /a/ e /i/, pero ahora se presentaban ambas vocales en diversidad de voces y entonaciones. Servían de control secuencias sin estímulos de contraste, en las que todo el sonido eran variantes de /a/. El éxito de los bebés a la hora de señalar los estímulos de contraste e ignorar las variaciones acústicas intracategoriales durante los ensayos de control fue impresionante. Cuando se contaban tanto los giros de cabeza inadecuados como los contrastes desapercibidos se alcanzaba una media de un 80 por ciento de aciertos; en siete de cada ocho casos los bebés puntuaban mejor que si sus respuestas se debieran al azar. Cuando se repitió el experimento con las vocales, acústica c mente menos distintivas, /a/ y / / (o abierta), los bebés seguían distinguiendo los sonidos equivalentes, aunque de modo menos fiable; la proporción de respuestas correcta bajó al 67 por ciento y sólo cuatro de cada ocho bebés obtenían una puntuación más alta que la que hubieran arrojado respuestas al azar. Sin embargo cuando las secuencias de fondo y las de contraste contenían variaciones de /a/ e /i/ elegidas arbitrariamente, los pequeños no conseguían distinguir los miembros de las dos secuencias, a pesar de que se les recompensaba toda respuesta correcta. No lograban identificar una agrupación arbitraria de sonidos que carecieran de alguna propiedad lingüística común. Sólo respondían correctamente cuando las secuencias de fondo y de contraste correspondían a diferentes categorías de habla, señal de que tenían organizados los diversos estímulos en clases de equivalencia. Esto es una prueba más de que, mucho antes de que hablen y comprendan, los niños son especialmente sensibles a las distinciones acústicas que resultarán esenciales para la comprensión del habla, viniendo a apoyar a quienes defienden la existencia de mecanismos innatos especializados en la percepción del habla. La gran diversidad de sistemas sonoros que se aprecia en las lenguas humanas deja bien claro que los factores ambientales afectan a las disposiciones perceptivas de que estamos dotados al nacer. ¿Qué sucede cuando el entorno lingüístico creado por los padres y compañeros de un niño interactúa con sus mecanismos percepti vos innatos? Parece que los horizontes perceptivos se estrechan a medida que
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el niño aprende su lengua nativa. Conserva, y probablemente agudiza, las capacidades perceptivas que corresponden a distinciones fonémicas propias de su lengua materna, pero pierde la capacidad de detectar las distinciones que no se dan en la misma.
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iertos estudios sobre la percepción del tiempo de emisión de voz testifican en favor del declive de determinadas capacidades discriminatorias a medida que el niño crece. Los bebés pertenecientes a entornos lingüísticos diversos responden todos a los contrastes de consonantes iniciales presonoras, sonoras y sordas, pero los adultos que hablan ciertas lenguas, la inglesa por ejemplo, no reconocen más que la distinción entre las categorías sonora y sorda. Aunque los adultos japoneses nativos sean prácticamente incapaces de percibir la distinción entre los sonidos /r/ y /l/ sin una preparación especial, he tenido ocasión de comprobar que esa distinción es una de las que los bebés norteamericanos (y es de presumir que también los japoneses) perciben de modo innato. Las investigaciones realizadas por Janet F. Werker y Richard C. Tees demostraron que un grupo de niños de seis a ocho meses de edad pertenecientes a un entorno angloparlante distinguía contrastes fonémicos del indi y del salish, una lengua de los indios norteamericanos. Al someterles a la misma prueba cuando alcanzaron un año, esos mismos niños, como los adultos angloparlantes, ya no detectaban los contrastes a los que anteriormente habían respondido. Resulta conocido el declive de las capacidades perceptivas por exposición a un entorno restringido. Cuando se crían gatitos obligándoles a llevar puestas unas anteojeras que limiten el campo visual de uno de sus ojos a una serie de bandas horizontales y, el del otro ojo, a bandas verticales, las áreas correspondientes de la corteza visual pierden sensibilidad a las bandas dirigidas en otras direcciones. Tales pérdidas parecen ser irreversibles, sin importar lo variado que sea el entorno posterior del animal. Por el contrario, podemos recuperar al menos parte de nuestra capacidad inicial de detectar la información acústica subyacente a los contrastes fonémicos. Por ejemplo, cuando la información acústica esencial para efectuar distinciones fonémicas en indi y salish se presenta incorporada a sonidos que no pertenecen al habla habitual, los angloparlantes detectan diferencias a las que normalmente son insensibles.
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Parece que la restricción del entorno lingüístico que supone la lengua materna no inactiva los mecanismos perceptivos que no se usan. Aprendemos a escuchar las distinciones acústicas del habla relativas a contrastes fonémicos de nuestra propia lengua. Sin embargo, dada la tarea o las instrucciones correctas, podemos detectar distinciones acústicas poco familiares aun cuando no las percibamos como indicadores de contrastes fonémicos. Es más, una vez que se alcanza la suficiente experiencia, la percepción de distinciones no nativas empieza a operar en el nivel fonémico: tras familiarizarse bien con el inglés hablado, los hablantes japoneses nativos distinguen los fonemas /r/ y /l/ categóricamente y casi con la misma precisión que los propios angloparlantes nati vos. La comprobación de que los mecanismos perceptivos a los que tenemos acceso durante la primera infancia continúan operando en la edad adulta, tras un prolongado desuso, se opone a la hipótesis de que la experiencia temprana en materia de lenguaje altere inmutablemente algunos de los mecanismos perceptivos del habla.
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llo no obstante, la demostración más drástica de los mecanismos innatos de percepción que otros investigadores y el autor han estudiado tiene lugar en la infancia, cuando el niño empieza a aprender la lengua de sus padres. No se duda ya de que un bebé nace dotado de muchos de los cimientos de sus posteriores percepción y comprensión del habla. Puede que, de igual modo que la anatomía especializada del tracto vocal y de los centros del habla del cerebro, esas capacidades perceptivas innatas hayan evolucionado específicamente hacia la percepción y comprensión del habla. Constituyen una respuesta evolutiva a la necesidad de que cada niño adquiera la lengua y la cultura de sus padres en una etapa lo más temprana posible de su vida. La eficacia de esos mecanismos se refleja en la rapidez con que los niños se adhieren a la comunidad lingüística.
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA INFANT SPEECH PERCEPTION: A CRITICAL APPRAISAL . P. W. Jusczyk en Perspectives
of the Study of Speech , dirigido por Peter D. Eimas y Joanne L. Miller. Lawrence Erlbaum Associates, Inc., 1981. O N F INDING THAT S PEECH IN S PECIAL . Alvin M. Liberman en American Psychologist , vol. 37, n. o 2, págs. 148-167; febrero, 1982.
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Lenguas criollas Derek Bickerton
Estas lenguas vastamente diseminadas muestran sorprendentes similitudes. El desarrollo del criollo en las islas Hawai sugiere que todos los niños aprenden un lenguaje construyendo primero una forma abstracta de criollo
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l viejo historiador griego He ródoto refiere que el faraón egipcio Psamético I, en el siglo VII a.J.C., se propuso averiguar cuál había sido la lengua originaria de la humanidad. Por orden regia se separó de sus padres a dos niños muy pequeños y se les confió a los cuidados de un pastor mudo que había recibido instrucciones para criarlos en total aislamiento de las demás personas. El pastor debería tomar nota de la primera palabra que los niños pronunciasen; “incontaminados” por el idioma de sus mayores —razonaba Psamético— empezarían a hablar en la lengua pura o primigenia, de la que se derivaban todas las otras. El primer vocablo inteligible que los niños pronunciaron fue “bekos”, que significaba ‘pan’ en la antigua lengua frigia. Así que, sostenía Psamético, la lengua original de la humanidad es el frigio. Esta leyenda ha divertido a generaciones de estudiantes de lingüística. La mayoría de los lingüistas, dando por descontado que tal experimento jamás debió de realizarse, desestiman el propósito de Psamético por lo defectuoso de su plan y lo improbable de que obtuviera ningún resultado útil. Verdaderamente, el suponer que pueda recuperarse un vocabulario “original” es superoptimista, y el aislamiento lingüístico del individuo, que ha sido documentado en unos cuantos casos de grave abuso contra la infancia, suele dar por resultado la ausencia de lenguaje. Sin embargo, una forma modificada del experimento se ha repetido muchas veces a lo largo de los últimos 500 años entre los hijos de esclavos y de trabajadores reducidos a servidumbre por las potencias coloniales europeas. Estos obreros, llevados en barco de muchas partes del mundo para tra-
DEREK BICKERTON es profesor de literatura de la Universidad de Hawai.
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bajar en plantaciones y tareas de re- lingüísticos supervivientes del colocolección en Africa, en países coste- nialismo ofrezcan las claves indispenros del Océano Indico, en el Oriente, sables para el estudio de nuestra proen la zona del Caribe y en las islas pia herencia lingüística. Hawai, se vieron obligados a comunicarse, dentro de su políglota comunie conocen bien las condiciones históricas que favorecieron el desarrodad, por medio del rudimentario sistema de habla denominado ‘pidgin’ llo de las lenguas criollas: entre los [inglés macarrónico]. El ‘pidgin’, ex- años 1500 y l900 España, Portugal, tremadamente pobre de sintaxis y de Francia, Inglaterra y Holanda estable vocabulario, constituía la única len- cieron por doquier, a base de trabajo gua común en que podían entenderse intensivo, numerosas economías agrílos niños nacidos en la comunidad co- colas en litorales desiertos y en islas lonial. A partir de tan modestos orí- tropicales de escasa población. Las cogenes fueron evolucionando entre la lonias se dedicaron sobre todo al mogente menuda nuevos lenguajes nati- nocultivo, ordinariamente del azúcar, vos que reciben el nombre genérico de y su viabilidad económica dependía de lenguas criollas. Y puede demostrar- la abundancia de mano de obra barase que ofrecen la complejidad y la fuer- ta importada de lejanos países en conza expresiva y de matización que uni- diciones de ominosa esclavitud. Los versalmente se hallan en las lenguas trabajadores eran traídos, al principio, del Africa Occidental y, después, del más reputadas del mundo. A primera vista, el desarrollo de Africa Oriental, de la India y del Orienmuchas lenguas criollas diferentes te, y hablaban muchas lenguas mutuaparece sugerir que es perder el tiem- mente incomprensibles. po ponerse a buscar una única lengua Si las condiciones de la inmigración originaria. No obstante, durante mu- hubiesen sido más propicias, aquellos chos años los estudiosos han venido trabajadores o sus hijos habrían lleadvirtiendo que hay una notable si- gado a aprender la lengua de la pomilaridad estructural entre todas las tencia colonizadora local, pero se comlenguas criollas. Actualmente puede binaron dos factores para impedir que probarse, considerando el origen de así fuese. Primero, que el número de la lengua criolla de Hawai, que las si- hablantes de las lenguas colonizadomilitudes entre las lenguas criollas ras rara vez pasaba del 20 por ciento no se explican por el contacto con otras de la población total, y a menudo era lenguas, sean indígenas o importa- inferior al 10 por ciento. En otras padas. Este descubrimiento sugiere que labras, era relativamente escaso el lo que a las lenguas criollas les es co- personal del que el idioma dominanmún pudiera muy bien constituir la te pudiera haber sido aprendido. Sebase de la adquisición del lenguaje gundo factor, que las sociedades colopor los niños de cualquier parte del niales eran pequeñas, autocráticas y mundo. Hoy día contamos con un im- rígidamente estratificadas. Había allí presionante cúmulo de pruebas en fa- pocas oportunidades para un contac vor de esta hipótesis: entre las eda- to lingüístico prolongado entre los trades de los dos y los cuatro años los ni- bajadores de los campos y quienes haños nacidos en el seno de una blaban la lengua de la dominación. comunidad de adultos lingüísticamenExcepto en Hawai, son escasas las te competentes hablan una variedad pruebas documentales fiables concerde lenguaje cuya estructura tiene un nientes a la historia lingüística de los gran parecido a la estructura de las comienzos de las sociedades colonialenguas criollas. De ahí que, por un les. Generalmente se ha supuesto que irónico albur de la justicia, los restos el ‘pidgin’ se desarrolló como una len-
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gua de contacto tan sólo para posibi- la lengua criolla de Hawai es que los litar la comunicación entre los amos detalles de su formación pueden rey los trabajadores y entre los traba- construirse, en parte al menos, a par jadores procedentes de distinto s gru- tir del habla de gentes que aún viven. pos de inmigrantes. Después, entre Aunque el contacto de los hawaianos los hijos de aquellos trabajadores y con los europeos se remonta hasta 1778, mediante la “expansión “ del ‘pidgin’, no fue hasta 1876 cuando una revisión se originaron las lenguas criollas; los de las leyes arancelarias estadounidenniños tenían pocas ocasiones de usar ses, que permitió la libre importación las lenguas ancestrales de sus padres del azúcar hawaiano, capacitó a los iny estaban aún faltos de acceso a la genios azucareros de Hawai para lengua de la cultura dominante. Lo aumentar sus exportaciones en varios que se quiere decir con el término “ex- centenares por ciento. Empezó a repansión “ no quedaba nada claro has- unirse una multitud políglota de obreta que mis colegas y yo empezamos ros contratados formada por chinos, finuestros estudios en Hawai. lipinos, japoneses, coreanos, portugueLa única ventaja para el estudio de ses, portorriqueños y gentes de otras
1. OBREROS CONTRATADOS de una plantación de caña de azúcar, que hablaban un lenguaje rudimentario llamado ‘pidgin’. Fotografía hecha en Hawai por Ray Jerome Baker en 1924. Miles de trabajadores fueron llevados de muchos países a Hawai, a finales del s. XIX y comienzos del s. XX , para cubrir la demanda de fuerza laboral en las plantaciones de caña azucarera y de piña. El ‘pidgin’ se formó por la necesidad de comunicación entre los diversos grupos lingüísticos que había en aquella masa políglota de trabajadores; los obreros de la foto, por ejemplo, aunque procedentes en su mayoría de las Filipinas, hablaban al principio
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procedencias, y hacia 1900 esta multitud superaba a los demás grupos de Hawai, tanto nativos como europeos, en la proporción de dos a uno. Un ‘pidgin’ basado en el idioma polinesio hawaiano sirvió inicialmente de medio de comunicación entre los inmigrantes y los nacidos en las islas, pero la anexión de Hawai por los EE.UU. en 1898 llevaría con el tiempo a la sustitución del hawaiano por el inglés. Desde 1900 el idioma hawaiano fue decayendo, y el ‘pidgin’ de Hawai fue reemplazado como lengua franca por un ‘pidgin’ basado en el inglés. Por la época en que comenzamos nuestro estudio intensivo de la varia-
de su reunión distintos idiomas mutuamente incomprensibles, tales como el visayan, el ilocano y el tagalo. Los hijos de los ‘pidgin’-parlantes permanecieron mucho tiempo separados de quienes hablaban hawaiano o inglés y no heredaron de la generación anterior ningún modelo lingüístico consistente que pudiera satisfacer sus necesidades. Entre aquellos niños se formó un lenguaje, mucho más sofisticado que el ‘pidgin’, llamado criollo anglohawaiano, cuyo vocabulario es sobre todo inglés pero cuya estructura o gramática es muy diferente de la del inglés y de la de cualquier otra lengua no criolla.
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2. DISTRIBUCION MUNDIAL de las lenguas criollas. Refleja las circunstancias históricas de su desarrollo. Casi todas las lenguas criollas se formaron en apartadas costas o islas tropicales, donde las potencias colonizadoras habían establecido economías agrícolas, principalmente monocultivos de azúcar u otros,
ción del lenguaje en Hawai, a principios de los años 1970, había allí toda vía muchos supervivientes, tanto inmigrantes como nacidos en las islas, de los años 1900 a 1920. Nuestros registros de las personas allí nacidas pusieron en claro que el
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a base de mano de obra inmigrante barata. La dispersión geográfica de las colonias sugiere que las lenguas criollas se desarrollaron independientemente unas de otras. Las letras entre paréntesis tras el nombre de cada lengua indican el idioma colonial del que fue tomada la mayor parte del vocabulario.
proceso de criollización estaba en curso hacia 1900 y sin duda se había completado ya hacia 1920. La mayoría de los rasgos lingüísticos que caracterizan el inglés criollo hawaiano están presentes en el habla de las gentes de la clase obrera nacidas en Hawai a
partir de 1905; con anterioridad a esta fecha, la proporción entre quienes hablan criollo y el resto de la población disminuye rápidamente. Por otro lado, el habla de los inmigrantes es siempre alguna forma de ‘pidgin’, aunque cuál sea esa forma depende de la
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fecha en que llegó a Hawai el inmiEl primero de los ejemplos siguien- le impone al niño que está rodeado de grante y también del idioma básico tes fue tomado de un ‘pidgin’-hablan- adultos lingüísticamente competensuyo. El ‘pidgin’ hablado por los inmi- te coreano; las palabras omitidas las tes. Los hijos de padres ingleses o chigrantes más antiguos de entre nues- incluiremos entre corchetes en la tras- nos, por ejemplo, tienen presentes patros sujetos es mucho más rudimen- lación: “And a too much children, small ra seguirlos unos modelos muy precitario que el hablado por los más re- children, house money pay” (“And [I sos. Aunque sus errores raras veces cientes, probablemente porque estos had] too many children, small children, son corregidos abiertamente, les es últimos fueron ya influidos por el crio- [I had] to pay the rent”). [“Y un dema- posible contrastar casi de continuo llo tanto como por el ‘pidgin’. Sin em- siado hijos, pequeños hijos, casa renta sus propias expresiones con las de los bargo, la distinción entre ‘pidgin’ y pagar”. (“Y [yo tenía] demasiados hi- hablantes mayores y adaptarlas a éscriollo sigue siendo fundamental: jos, hijos pequeños, [yo tenía que] pa- tas en lo necesario. Cuando han aprenquienquiera que esté familiarizado gar el alquiler”).] El segundo ejemplo dido las estructuras más sencillas de con Hawai podrá identificar en segui- fue tomado de un hablante japonés: su lengua, las más complejas les son da los orígenes étnicos de cualquier “Before mill no more Filipino no no- fácilmente asequibles. inmigrante basándose tan sólo en su thing” (“Before the mill [was built, thePara el niño nacido en Hawai de paforma de hablar. En cambio, si no se re were] no Filipinos here at all”). [“An- dres inmigrantes no había, sin emguía por algún tópico conversacional tes molino no más filipino no nada” bargo, ningún modelo lingüístico cono por el aspecto físico de la persona, (“Antes de que el molino [fuese cons- sistente que le guiase en la ordenanadie logrará identificar con garan- truido], ningún filipino había aquí en ción básica de las palabras de las tías de acierto los orígenes étnicos de absoluto”).] El tercer ejemplo, tomado frases sencillas y, a menudo, ningún cualquier hablante nacido en las is- de la jerga de un conductor de autobús modelo en absoluto para las estructulas basándose tan sólo en su pronun- retirado, ilustra los enormes esfuerzos ras de la lengua más complicadas. Muciación o en la estructura gramatical que se necesitan para decir en ‘pidgin’ chos de tales niños eran fruto de made sus frases. cualquier cosa que se salga de lo ordi- trimonios interétnicos o interraciales, nario: “Sometime good road get, some- de modo que incluso en el hogar tena de las principales caracterís- time, all same bend get, enguru [an- nían pocas ocasiones de hablar la lenticas del ‘pidgin’ es, pues, su va- gle] get, no? Any kind same. All same gua nativa de uno u otro de los proriabilidad de un hablante a otro. Di- human life, all same” (“Sometimes genitores. Más todavía, hasta entre ríase que cada inmigrante se hubiese there’s a good road, sometimes there’s, los niños no nacidos de matrimonios dedicado a inventar un lenguaje con like, bends, corners, right? Everything’s lingüísticamente mixtos había un conel que salir del paso de un modo indi- like that. Human life’s just like that”). siderable incentivo para abandonar vidual. Por ej emplo, los hablantes de [“A veces hay una buena carretera, a la lengua nativa de los padres y adop‘pidgin’ que son de ascendencia japo- veces hay, igual, curvas, eses, ¿no? To- tar alguna versión del ‘pidgin’ en la nesa generalmente ponen el verbo al do es como esto. La vida humana es compañía de los demás chiqui llos y de final de la frase, como ocurre en ésta: exactamente como esto”]. los vecinos adultos. Como la primera “The poor people all potato eat” (“All La tarea de aprender el lenguaje a generación de hijos de inmigrantes en that the poor people ate were pota- la que se ha de enfrentar el niño na- cualquier otra parte del mundo, los toes”) [“La gente pobre todo patata co- cido en una comunidad de tales ha- hijos de los inmigrantes hawaianos me” por “Todo lo que los pobres co- blantes es muy diferente de la que se se hicieron con frecuencia bilingües y mían eran patatas”]. En cambio, el ‘pidgin’ filipino pone el verbo antes del sujeto: “Work hard these people” 'PIDGIN' ANGLOCRIOLLO HAWAIANO [“Trabaja duro esta gente”] por “TheBuilding – high place – wall part – time – now- Get one [There is an] electric sign high up se people work hard” [“Esta gente tratime – and then – now temperature every on da wall of da building show you what time baja duro”]. Las más de las veces el time give you. an' temperature get [it is] right now. orden de las palabras no sigue ninNow days, ah, house, ah, inside, washi Those days bin get [there were] no more gún principio fijo, excepto el pragmáclothes machine get, no? Before time, ah, no washing machine, no more pipe water like tico de que la información vieja, commore, see? And then pipe no more, water get [there is] inside house nowadays, ah? pipe no more. partida, se ha de dar próxima al comienzo de la frase y la información No, the men, ah – pau [finished] work – they When work pau [is finished] da guys they nueva próxima al final. go, make garden. Plant this, ah, cabbage, stay go make [are going to make] garden for Es probable que todo lo que pueda like that. Plant potato, like that. And then – all plant potato an' cabbage an' after little while that one – all right, sit down. Make lilly bit they go sit down talk story [“shoot the expresarse en criollo, o para el caso story. breeze”]. en inglés, pueda también ser expresado en ‘pidgin’. Sin embargo, quien Good, this one. Kaukau [food] any kind this Hawaii more better than Philippines, over habla el ‘pidgin’ está en gran desvenone. Pilipin island no good. No more money. here get [there is] plenty kaukau [food], over taja, porque el ‘pidgin’ carece de muthere no can, bra [brother], you no more money for buy kaukau [food], ’a’swhy [that's chos de los bloques de construcción why]. que poseen todas las lenguas nativas. Necesidades tan corrientes del lenguaje como son los artículos, las pre- 3. LAS VERSIONES ‘PIDGIN’ Y CRIOLLA de idénticas frases ilustran las dif erencias posiciones y los verbos auxiliares o estructurales entre el ‘pidgin’ y el criollo de Hawai. El ‘pidgin’, hablado sólo por los brillan por su ausencia o aparecen es- inmigrantes, varía mucho de un hablan te a otro. Aunque es probable que en ‘p idgin’ pueda decirse todo lo que en inglés o en criollo, la estructura del ‘pidgin’ es muy porádicamente y de manera totalmenrudimentaria. Las frases ‘pidgin’ son poco más que series de nombres, verbos y te impredecible. Las frases ‘pidgin’ no adjetivos, dispuestas en muchos casos de modo que la información vieja, ya sabida, tienen cláusulas subordinadas y a las vaya antes y la nueva vaya después en la frase. El criollo surgió en Hawai sólo entre enunciaciones monoclausulares fre- los hijos de los inmigrantes, y es mucho más rico en estructura gramatical que el ‘pidgin’. cuentemente les faltan los verbos.
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INGLES
ANGLOCRIOLLO HAWAIANO
The two of us had a hard time raising dogs.
Us two bin get hard time raising dog.
John and his friends are stealing the food.
John-them stay cockroach the kaukau.
He doesn't want to play because he's lazy.
He lazy, ’a’swhy he no like play.
How do you expect to finish your house?
How you expect for make pau you house?
It would have been better if I'd gone to Honolulu to buy it.
More better I bin go Honolulu for buy om.
The one who falls firts is the loser.
Who go down first is loser.
The man who was going to lay the vinyl had quoted me a price.
They guy gon' lay the vinyl bin quote me price.
There was a woman who had three daughters.
Bin get one wahine she get three daughter.
She can't go because she hasn't any money.
She no can go, she no more money, ’a’swhy.
4. DIFERENCIAS ESTRUCTURALES ENTRE FRASES en criollo hawaiano y sus equivalentes inglesas. Nos muestran que la gramát ica del criollo no se originó como una gramática tomada en préstamo del inglés. Por ejemplo, el tiempo pasado perfecto de un verbo se expresa en criollo por medio de las partículas “bin” o “wen” precediendo al verbo principal, en vez de por el sufijo “-ed”. El aspecto no puntual o progresivo se expresa mediante la palabra “stay”, en vez de por el sufijo “-ing”. En la frase inglesa “The two of us had a hard time raising dogs” [“Nosotros dos pasamos una mala época criando perros”] las reglas de la gramática obligan al hablante a indicar que el sustantivo “dog” es o singular o plural. En la versión criolla de la frase no va implicado ni el singular ni el plural. Hay t ambién diferencias léxicas relativamente insignificantes entre los dos lenguajes: “cockroach” es típicamente empleado como un verbo, y “kaukau”, que quizá se derive del término chino-‘pidgin’ “chowchow”, es un vocablo común que se usa por “food” (alimento).
hasta trilingües, y adoptaron la len- resultado de las diferencias entre los gua común de sus iguales como una niños y los adultos. lengua nativa pese a los notables esCabría suponer aún que la uniforfuerzos de sus padres por conservar midad estructural de la lengua crioel idioma de sus antepasados. lla se derivase de ciertas estructuras Las pruebas históricas confirman de una de las lenguas ancestrales o la opinión de que la estructura de la quizá de ciertas estructuras del inlengua criolla se formó sin ningún glés, idioma de los dueño s de las planpréstamo importante de otras len- taciones. Pero son muchas las difeguas. Los niños bilingües o trilingües rencias existentes entre la estructude edad escolar no necesitan (ni sue- ra de la lengua criolla y la de len) entremezclar los rasgos estruc- cualquiera de las lenguas con que los turales de las lenguas que hablan, y hablantes de la criolla pudieran hano hay razón para suponer que tales ber estado en contacto. Por ejemplo, entrecruzamientos fuesen comunes en inglés es posible referirse a un oben Hawai. Pero el argumento más con- jeto o a un grupo de objetos de un mo vincente en pro de la emergencia au- do indeterminado, pero la gramática tónoma de la lengua criolla es el de inglesa le obliga al hablante a decir su observada uniformidad. ¿Cómo una con anticipación si el número de oblengua tan consistente y uniforme pu- jetos sin determinar es uno o muchos, do desarrollarse, en una sola genera- singular o plural. Se ha de decir “I am ción, a partir del increíble batiburri- going to the store to buy shirts” o “I llo lingüístico que era el ‘pidgin’ ha- am going to the store to buy a shirt”, waiano? Aun en el supuesto de que aunque uno no quiera comprometerlos niños de los diversos grupos inmi- se de antemano a comprar un númegrantes hubiesen comenzado por ro determinado de camisas. aprender las lenguas de sus padres, y aun cuando las diferencias entre los n criollo se puede aplicar al sus varios ‘pidgins’ se hubiesen suavizatantivo “shirt” un distintivo nudo por la interacción y el contacto en- mérico gramaticalmente neutro para tre los niños, la homogeneidad de la no concretar la cantidad: “I stay go da lengua que se desarrolló sigue store for buy shirt” (“I am going to the necesitando una explicación. Cincuen- store to buy shirt”). Más aún, en criota años de contactos entre los ‘pidgin’- llo la adición de un artículo definido o hablantes adultos no fueron suficien- indefinido a “shirt” cambia el signifites para borrar las diferencias entre cado de la frase. Diciendo “I stay go da los grupos de lenguas nacionales; la store for buy one shirt” el criolloparhomogeneidad tiene que haber sido el lante hace saber que la camisa es una
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concreta; en la frase “I stay go da store for buy da shirt” el hablante presupone además que el oyente conoce ya la camisa que aquél va a comprar. Hay otros muchos rasgos por los que el criollo hawaiano se diferencia del inglés. Mientras que en inglés hay un tiempo pasado, que suele señalarse con el sufijo “-ed”, en criollo hay un tiempo denominado tiempo anterior que se distingue con “bin” cuando se trata de hablantes mayores y con “wen” si los hablantes son jóvenes. El tiempo anterior es algo así como el pasado perfecto inglés: el inglés “had walked” es en criollo “bin walk”, y el inglés “walked” es en criollo simplemente “walk”. Para distinguir acciones o procesos irreales o posibles de los reales, emplea el inglés el condicional o futuro. En criollo todas esas circunstancias irreales son expresadas mediante la partícula “go”, que se pone delante del verbo principal e indica lo que los lingüistas llaman la modalidad. Por ejemplo, la frase inglesa “If I had a car, I would drive home” equivale a la criolla, “If I bin get car, I go drive home”. Hay también un verbo auxiliar criollo que indica lo que los lingüistas llaman aspecto; se pone asimismo ante el verbo principal y hace saber que la acción expresada por el verbo no es puntual, o sea, que es repetida, habitual, continuante o incompleta. Para decir “I run in Kapiolani Park every evening” en criollo se ha de decir “I stay run in Kapiolani Park every evening”. Si el criolloparlante omite la partícula “stay”, da a entender que la acción queda realizada del todo o no es repetitiva. En inglés no hay manera de distinguir directamente los propósitos que han tenido cumplimiento de los que no lo han tenido. La frase “John went to Honolulu to see Mary” no especifica si, de hecho, John vio a Mary o no la vio. Según la gramática criolla, debe resolverse tal ambigüedad. Si John vio a Mary y el criolloparlante sabe que, en efecto, John la vio, habrá de decir: “John bin go Honolulu go see Mary”. Si John no vio a Mary o si el hablante ignora si la vio o no, deberá decir: “John bin go Honolulu for see Mary”. Distinciones parecidas podrían notarse entre la estructura gramatical del criollo y la estructura de otros lenguajes de contacto, tales como el hawaiano, el ilocano (que se habla al norte de la isla filipina de Luzón) y el japonés. Hay también semejanzas, pero la mayoría de ellas se limitan a las expresiones idiomáticas. Por ejemplo, la expresión anglocriolla “O the
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pretty”, que quiere decir “How pretty Así, en el criollo haitiano la frase “I la amplitud de las semejanzas estruche [she/it] is”, es traslación literal del have been walking” [“He estado turales que se dan entre las lenguas idiotismo del lenguaje hawaiano “O paseando”] se convierte en “m[I] t’ap criollas. Semejanzas a las que no paka nani”. Por lo general, empero, nues- [té+ap] maché”. De modo semejante, rece afectar la gran dispersión geotras investigaciones dan mucho pie en sranan, criollo de base inglesa ra- gráfica de estas lenguas ni lo muy dipara pensar que las estructuras bási- dicado en Surinam (antes Guayana versas que son lenguas como la hocas del criollo difieren de las de los holandesa), la señal del tiempo ante- landesa, la inglesa y la francesa, de otros lenguajes. Aunque pudiera pa- rior es “ben”, la de la modalidad irreal las que las criollas a que nos estamos recer que algunos hijos de inmigran- es “sa” y la del aspecto no puntual es refiriendo toman la mayor parte de tes habrían transferido las estructu- “e”. La frase “He would have been wal- su vocabulario. Estudiosos como Huras de las lenguas nativas de sus pa- king” [“El habría estado paseando”] go Schuchardt empezaron a advertir dres al idioma criollo en evolución, de se convierte en “A [=he] ben sa e tal parecido en el siglo XIX , y por los hecho no fue así. Los elementos waka”. Lo más notable de todo es que años 1960 fueron explorados en detalingüísticos estructurales de que dis- hay un orden estricto que en todas las lle numerosos ejemplos por Douglas ponían los hijos no fueron, por lo que lenguas criollas debe seguirse cuan- Taylor, por Robert Wallace Thompparece, utilizados en el desarrollo del do en una frase están presentes más son, de la Universidad de las Indias criollo. de una de esas señales: la partícula Occidentales, y por Keith Whinnom, Aun en el caso de que pudiera de- para el tiempo precede a la partícula de la Universidad de Exeter. Así, aun mostrarse que todas las estructuras para la modalidad, y ésta precede a antes de que el desarrollo del criollo gramaticales del criollo fueron toma- la del aspecto. hawaiano fuese razonablemente bien das, al estilo de los autoservicios, de Por último, considérese la distin- entendido, se reconocieron las similiuna u otra lengua de contacto, la uni- ción gramatical, a que antes hice re- tudes gramaticales existentes entre formidad del criollo plantearía esta ferencia, entre los propósitos cumpli- las lenguas criollas del mundo entedifícil cuestión: ¿cómo se las arregla- dos y los incumplidos. La misma dis- ro como un hallazgo que requería exron los parlantes que inventaron el tinción, ausente del inglés, se plicación. criollo para ponerse de acuerdo acer- encuentra en todos los idiomas crioca de qué estructura tomar en prés- llos. En el criollo mauriciano [de la isnte tal descubrimiento, la pritamo y de qué lengua? Sin tal acuer- la Mauricio], basado en el vocabulamera reacción del lingüista es do el criollo no sería tan uniforme co- rio francés que allí se usa, una frase buscarles a las lenguas semejantes mo lo es. Pero parece improbabilísimo como “Decidió comer carne” puede ex- un antepasado común. Por ejemplo, que se pudiese llegar al acuerdo tan presarse de dos maneras: si el sujeto se ha conjeturado que el antepasado rápidamente. De haber habido un muy de la frase llevó a cabo su propósito, lingüístico sería un lenguaje de conimportante tomar en préstamo de las se dirá “Li ti desid al mâz lavian”, que tacto que se formó a partir del portulenguas ancestrales, las diferencias significa literalmente “Decidió efec- gués y de ciertos lenguajes oesteafrientre las versiones del criollo habla- tuar el comer carne”; si la decisión no canos durante las primeras explorado por los distintos grupos habrían se puso por obra, se dirá “Li ti desid ciones portuguesas del Africa en los persistido al menos una generación pu mâz lavian”, literalmente “Decidió siglos XV y XVI. Según tal hipótesis, después de la primera generación de que comería carne”. En el criollo de esa lengua de contacto se habría ido hablantes. Jamaica la frase “Fue a fregar” debe difundiendo luego alrededor del munexpresarse o bien como “Im gaan fi do llevada por los marinos portuguel problema de la uniformidad del bied” (“Fue con la intención de fre- ses, y habría ido cambiando su vocacriollo hawaiano presenta además gar”) o bien como “Im gaan go bied” bulario pero no su sintaxis ni su seotra dimensión. Resulta que las len- (“Fue a fregar y lo llevó a cabo”). mántica a medida que entró en la guas criollas de todas partes del munEstos ejemplos solamente sugieren esfera de influencia de otras potendo muestran la misma uniformidad e inclusive las mismas estructuras graLENGUAJE INFANTIL INGLES CRIOLLOS DE BASE INGLESA maticales que se observan en Hawai. Este hallazgo es tanto más digno de Where I can put it? Where I can put om? (Hawaii) nota cuando se lo compara con la más Daddy throw the nother rock. Daddy t'row one neda rock'tone. (Jamaica) bien escasa correspondencia de estrucI go full Angela bucket. I go full Angela bucket. (Guyana) tura que he observado entre el criollo hawaiano y otras lenguas de contacto Lookit a boy play ball. Luku one boy a play ball. (Jamaica) de Hawai. Por ejemplo, la distinción Nobody don´t like me. Nobody no like me. (Guyana) que en el criollo hawaiano se hace entre el número singular, el número pluI no like do that. I no like do that. (Hawaii) ral y el número neutro se hace tamJohnny big more than me. Johnny big more than me. (Jamaica) bién en todas las demás lenguas crioLet Daddy get pen write it. Make Daddy get pen write am. (Guyana) llas. Asimismo, en todas las otras lenguas criollas hay tres partículas inI more better than Johnny. I more better than Johnny. (Hawaii) variantes que hacen las veces de verbos auxiliares y desempeñan las mis- 5. HAY FRASES PRONUNCIADAS POR NIÑOS DE DOS A CUATRO AÑOS, hijos mas funciones que “bin”, “go” y “stay” todos ellos de padres angloparlantes (columna de la izquierda), sorprendentemente parecidas a frases de lenguas criollas basadas en la inglesa (columna de la dereen el criollo hawaiano. cha). Las similaridades entre las lenguas criollas y lo verosímil de que esas lenguas En el criollo de Haití, por ejemplo, se originaran independientemente unas de otras sugieren que el criollismo lingüísla palabra “té” señala el tiempo ante- tico se desarrolla dondequiera que no hay una lengua nativa que sirva de modelo rior del verbo, la palabra “av(a)” la adecuado. El autor conjetura que si a unos niños se les separa de su nativa comumodalidad irreal, y la palabra “ap” el nidad angloparlante a la edad de unos dos años, hablarían un lenguaje cuyo vocaaspecto del verbo como no puntual. bulario sería primordialmente inglés pero cuya gramática sería criolla.
A
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EL LENGUAJE HUMANO
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cias coloniales. A primera vista, esta explicación podría parecer adecuada respecto del desarrollo del criollo hawaiano, pues a finales del siglo XIX y comienzos del XX fueron llevados a las islas gran número de operarios portugueses. La explicación adolece de varios defectos graves. En primer lugar, el criollo hawaiano se parece muy poco a cualquiera de los idiomas de contacto, incluido el portugués. En segundo lugar, las presuntas similitudes lingüísticas entre los criollos y el portugués o entre los criollos y los lengua jes oesteafricanos están evidentemente exageradas. Y, lo principal de todo, nuestro estudio de cientos de hablantes hawaianos ha puesto en claro que el criollo de Hawai se originó, casi con absoluta certeza, en las mismas islas Hawai. No hemos encontrado ningún inmigrante superviviente que hable algo que se aproxime a una lengua criolla; en cambio, todos los inmigrantes observados por nosotros hablan alguna variedad del ‘pidgin’. Si el criollo hawaiano fuese primordialmente una lengua importada, habría sido llevado por los inmigrantes y presumiblemente los demás lo habrían aprendido al convivir con la población inmigrante. Por lo tanto, se ha de concluir que el criollo hawaiano se originó entre los hijos de los inmigrantes, donde actualmente se le halla. Y si una lengua criolla pudo formarse en Hawai sin necesidad de antepasados, también pudo formarse en cualquier otra parte de un modo parecido. Las implicaciones de estos descubrimientos son enormes. Siendo como son las estructuras gramaticales de las lenguas criollas más semejantes entre sí, unas a otras, que a las estructuras de cualquier otra lengua, es razonable suponer que la mayoría, si no la totalidad, de las lenguas criollas fueron inventadas por los hijos de inmigrantes ‘pidgin’ -parlantes. Más aún, puesto que las lenguas criollas hubieron de ser inventadas aisladamente, por separado unas de otras, es probable que las semejanzas lingüísticas que entre ellas se advierten se deban a alguna capacidad general de la humanidad. La sugerencia de que el género humano está biológicamente predispuesto para el uso del lenguaje no es nue va: durante más de dos decenios Noam Chomsky, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, ha sostenido que hay una gramática universal innata subyacente a todos los idiomas humanos. La gramática universal es postulada basándose principalmente en que sólo mediante ella podrían los niños
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adquirir el dominio de un sistema tan enormemente complejo como un idioma humano en el breve tiempo en que lo hacen. Los estudios del recientemente fallecido Eric H. Lenneberg tienden a confirmar la hipótesis de Chomsky. La adquisición del lenguaje se parece a la adquisición de otros aspectos complejos y flexibles de la conducta infantil, tales como el andar, que son indudablemente controlados en algún grado por el desarrollo neurofisiológico. La gramática universal conjeturada por Chomsky es un dispositivo computador, realizado de una u otra forma neurológicamente, que pone a disposición del niño una amplia gama de modelos gramaticales. Según Chomsky, el niño debe entonces “seleccionar” aquel de los modelos gramaticales disponibles que hace juego con la gramática del lenguaje en cuyo medio ha nacido. Los datos de las lenguas criollas sugieren que la adquisición del primer lenguaje se logra por mediación de un dispositivo innato bastante diferente. En vez de poner a disposición del niño un conjunto de modelos gramaticales, le proporciona más bien un modelo gramatical único y muy específico. Tan sólo en las comunidades ‘pidgin’-parlantes, en las que no había ningún modelo gramatical que pudiese competir con la gramática innata del niño, no fue a la larga suprimido el modelo gramatical innato. La gramática innata se revistió luego con cualquier vocabulario que estuviera disponible en la localidad y se originaron así las lenguas criollas que oímos hoy.
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as implicaciones de esta hipótesis ponen en tela de juicio una idea que la mayoría de los lingüistas, incluyendo a Chomsky, han aceptado tácitamente durante muchos años, a saber, la de que ninguna de las lenguas del mundo le es al niño más fácil o más difícil de adquirir que cualquiera otra. Pues si hay una gramática criolla impresa en cierto modo en la mente humana, las lenguas criollas deberían ser más fáciles de adquirir que las otras lenguas. ¿Cómo es, por tanto, que no todos los niños empiezan por hablar una lengua criolla? La respuesta es que hacen cuanto pueden por hablarla, pero como la gente que los rodea persiste en hablar inglés o francés o algún otro idioma, los niños han de modificar la gramática de su criollo nativo hasta que se adapte a la de la lengua local. Dos tipos de datos lingüísticos son relevantes para poner a prueba la hipótesis. Primero, si alguna estructura gramatical del criollo es diversa de la correspondiente estructura grama-
FORMA VERBAL FORMA BASE (“HE WALKED”; “HE LOVES”) ANTERIORIDAD (“HE HAD WALKED”; “HE LOVED”) IRREALIDAD (“HE WILL/WOULD WALK”; “HE WILL/WOULD LOVE”) NO PUNTUAL (“HE IS/WAS WALKING”) ANTERIOR + IRREAL (“HE WOULD HAVE WALKED”; “HE WOULD HAVE LOVED”) ANTERIOR + NO PUNTUAL (“HE WAS/HAD BEEN WALKING”) IRREAL + NO PUNTUAL (“HE WILL/WOULD BE WALKING”) ANTERIOR + IRREAL + NO PUNTUAL (“HE WOULD HAVE BEEN WALKING”)
6. LA CONJUGACION DEL VERBO es similar en todas las lenguas criollas, pese a superficiales diferencias léxicas. Por lo demás, el sistema criollo es enteramente distinto del que se da en el inglés y en la mayoría de las restantes lenguas. La tabla muestra las conjugaciones, en el criollo hawaiano, en el criollo haitiano y en sranan (criollo de base inglesa hablado en Surinam, antes Guayana holandesa),
tical del idioma local, deberá darse el caso de que los niños cometan errores sistemáticos con respecto a la estructura de la lengua local. Por otro lado, si las dos estructuras gramaticales tienden a coincidir, se constatará que es extremadamente temprana, rápida y sin errores la adquisición de la estructura del idioma local. Considérese el error sistemático observado por David McNeill, de la Uni versidad de Michigan, en el habla de un pequeño de cuatro años. En una de las sesiones de observación, el niño se quejó así: “Nobody don’t like me” [“Nadie no hacer ello: quererme”]; la madre del niño le contestó corrigiéndole la frase: “Nobody likes me” [“Nadie me quiere”]. Entonces el pequeño repitió su frase y la madre repitió su corrección no menos de ocho veces. Por último, el niño cambió su frase y exclamó exasperado: “Nobody don’t likes me” [“Nadie no hacer el me quiere”]. Este error se halla en muchos niños anglohablantes de entre los tres y medio y los cuatro años de edad, incluyendo a niños que no están expuestos a dialectos del inglés en los que se emplean negativas dobles. Hay muchas lenguas, tales como la francesa y la española, que emplean también las negativas dobles, pero los únicos lenguajes que admiten sujetos negativos con verbos negativos son los criollos. Por ejemplo, en papia kristang,
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VERBOS NO DECLARATIVOS CRIOLLO HAWAIANO
CRIOLLO HAITIANO
VERBOS DECLARATIVOS SRANANO
CRIOLLO HAWAIANO
CRIOLLO HAITIANO
SRANANO
HE WALK
LI MACHÉ
A WAKA
HE LOVE
LI RÊMÊ
A LOBI
HE BIN WALK
LI TÉ MACHÉ
A BEN WAKA
HE BIN LOVE
LI TÉ RÊMÊ
A BEN LOBI
HE GO WALK
L'AV (A) MACHÉ
A SA WAKA
HE GO LOVE
L'AV (A) RÊMÊ
A SA LOBI
HE STAY WALK
L'AP MACHÉ
A E WAKA
HE BIN GO WALK
LI T'AV (A) MACHÉ
A BEN SA WAKA
HE BIN STAY WALK
LI T'AP MACHÉ
A BEN E WAKA
–
–
–
HE GO STAY WALK
L'AV AP MACHÉ
A SA E WAKA
–
–
–
HE BIN GO STAY WALK
LI T'AV AP MACHÉ
A BEN SA E WAKA
–
–
– HE BIN GO LOVE
para los verbos declarativos y no declarativos. Verbos declarativos son aquellos que, como “like”, “want” y “love”, no pueden formar el aspecto no puntual; en inglés, por ejemplo, no se puede añadir “-ing” a un verbo declarativo conjugado. La forma básica del verbo remite al presente para los verbos declarativos y al pasado para los no declarativos. El tiempo anterior equivale aproximadamente al tiempo pasado inglés tratándose de los verbos declarativos y al pasado perfecto inglés si se trata de los no declarativos. El modo irreal abarca el futuro, el condicional y el subjuntivo ingleses. En todas las lengu as criollas
el lenguaje criollo de base portuguesa que se habla en la península de Malaya, se puede decir: “Angkosa nte mersimentu”, que significa “Nada no tiene merecimiento (o valor)”. En el criollo guayanés, basado en el inglés y que se habla en Guyana (antes Guayana inglesa), se puede decir: “Non dag na bait non kyat”, esto es, “Ningún perro no mordió a ningún gato”.
U
n segundo ejemplo de error sistemático se halla en la formación de las preguntas que hacen los niños. Estos, al aprender el inglés, suelen indicar las interrogaciones tan sólo mediante su entonación; casi nunca se invierten el sujeto y el verbo auxiliar. Por ejemplo, los niños dicen a menudo cosas como “You can fix this?” [¿Puedes arreglar esto?] aunque han oído innumerables preguntas tales como “Can you fix this?”. De modo parecido, ninguna lengua criolla distingue las preguntas de las afirmaciones a base del orden de las palabras; la diferencia se indica solamente con la entonación. Considérese la frase “A gon’ full Angela bucket”. Inaceptable en inglés, es perfectamente admisible en el criollo hawaiano, en el de la Guayana o en cualquier otro de los criollos relacionados con el idioma inglés. La frase es equivalente a la inglesa “I’m going to fill Angela’s bucket” [“Voy a
EL LENGUAJE HUMANO
– LI T'AV (A) RÊMÊ
– A BEN SA LOBI
la partícula indicativa de la anterioridad precede a la de la irrealidad, y ésta precede a la que indica la no puntualidad. Sin embargo, en el criollo hawaiano “He bin go walk” ha llegado a significar “He walked” en vez de “He would have walked”, y las formas “He bin stay walk”, “He go stay walk” y “He bin go stay walk”, aunque muy difundidas antes de la Segunda Guerra Mundial, están hoy casi extinguidas debido a la creciente influencia del inglés en las islas Hawai. Las equivalencias inglesas puestas entre paréntesis pretenden sólo proporcionar una ayuda aproximada para entender el significado.
llenar el cubo de Angela”], pero difiere de la estructura de ésta en los siguientes puntos: primeramente, el pronombre de primera persona “I” es reducido a “A”; en segundo lugar, se omite el verbo auxiliar “am”; en tercer lugar, se usan las formas “go” o “gon” para indicar el tiempo futuro; en cuarto lugar, se omite en el infinitivo la palabra “to”; en quinto lugar, el adjetivo “full” es empleado como si fuese un verbo transitivo; y, en sexto lugar, se omite la señal de la posesión “-’s”. Todos estos rasgos son característicos de las lenguas criollas, pero la frase de marras no fue pronunciada por un criolloparlante, sino por la hijita de tres años de un lingüista angloparlante. Cuando un aspecto del idioma local encaja bien en la estructura del criollo, los niños dejan de cometer errores que, de lo contrario, parecerían de lo más natural. Por ejemplo, los niños que aprenden el inglés adquieren el sufijo “-ing”, que expresa duración, a una edad muy temprana. Aun antes de tener los dos años muchos pequeños dicen ya cosas como “I sitting high chair”, frase en la que e l verbo expresa una acción continuada. Parece que sería de esperar que tan pronto como el sufijo fuese adquirido se le aplicase a cualquier verbo, exactamente como el sufijo “-s”, que indica en inglés el plural, suele ser con frecuencia
puesto también, por errónea generalización, a sustantivos tales como “foot” (pie) y “sheep” (oveja) [cuyos plurales son “feet” y “sheep”]. Uno esperaría, pues, que los niños pronunciaran frases tan poco gramaticales como “I liking Mommy” [“Yo queriendo a mamaíta”] y “I wanting candy” [“Yo necesitando azúcar (o caramelo”)]. Lo curioso es que errores así no se oyen casi nunca. Los niños parecen tener un conocimiento implícito de que los verbos ingleses tales como “like” y “want”, llamados verbos declarativos ( stative verbs), no pueden marcarse con el sufijo “-ing” para indicar duración. La distinción entre verbos declarativos y no declarativos es, empero, fundamental para las lenguas criollas, y en éstas tampoco se puede emplear con un verbo declarativo ningún indicador de acción continuada.
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a distinción entre referencia específica y no específica, de la que ya me ocupé más arriba, es un rasgo importante de las lenguas criollas. En inglés tal distinción puede ser sutil, pero a pesar de ello los párvulos se hacen con la misma fácilmente. Michael P. Maratsos, de la Universidad de Minnesota, construyó una serie de frases que los niños debían completar a base de tener en cuenta, para hacerlo, la distinción entre referencia
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específica y no específica. Por ejemplo, la frase “Juan nunca ha leído un libro”, que hace referencia no específica al sustantivo “libro”, puede completarse con la frase “y nunca leerá un libro”; pero no puede completarse con la frase “y nunca leerá el libro”. Asimismo, la frase “Juan leyó un libro ayer”, en la que se presupone un libro específico, concreto, puede ser completada con la frase “y le gustó el libro”; no puede serlo con la frase “y le gustó un libro”. Niños de sólo tres años de edad fueron capaces de hacer tales distinciones con acierto alrededor del 90 por ciento de las veces. Deberán llevarse a cabo muchos más estudios sobre la adquisición del lenguaje antes de que la estructura de las lenguas criollas se pueda aceptar firmemente como la base de la adquisición del lenguaje inicial. Daniel Isaac Slobin, de la Uni versidad de California en Berkeley, ha sugerido que hay un conjunto de procesos que los niños aplican a cualquier lenguaje que oyen, la por él llamada gramática infantil básica. Slobin aporta datos de varias lenguas en apoyo de su hipótesis, y hoy se va viendo que la gramática infantil básica y las lenguas criollas tienen mucho en común.
S
i las lenguas criollas representan la manifestación de un programa neurológicamente determinado del desarrollo infantil, resulta que Psamético no andaba tan descaminado ni era tan loco como se le supuso. Quizá sea posible descubrir, al menos en líneas generales, la estructura del lenguaje humano en los primeros estadios de su desarrollo. Más aún, al tratar de reconstruir tal lenguaje acaso den los lingüistas con respuestas a preguntas que el faraón ni siquiera se hizo: ¿Cómo se originó el lenguaje humano? ¿Cuáles son los requisitos mínimos para que algo como el lenguaje surja en una especie? Si tales preguntas pudiesen ser respondidas o al menos formuladas de modo preciso y coherente, estaríamos mucho más cerca de comprender lo que hace a la especie humana diferente de las demás.
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA AND R EPRESENTATIONS . Noam Chomsky. Columbia University Press, 1980. ROOTS OF LANGUAGE . Derek Bickerton. Karoma Publishers, Inc., Ann Arbor, 1981. ISLE DE FRANCE CREOLE. Philip Baker y Chris Corne. Karoma Publishers. Inc., Ann Arbor, 1982.
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