por quedar algún verso sin rima en una composición rimada (verso suelto). Tampoco Tampoco parece adecuado admitir como versos libres libres aquellos versos sin rima o los que se ajustan a la armonía tradicional, con unión bien de versos pares o bien de impares, por más que sean heterométricos. Es lo que sucede en las apreciaciones críticas de Luzán, Masdeu y Gutiérrrez o Coll y Vehí, por ejemplo. Otros, como Caro, entien den el metro libre como el que carece de acentuación conocida excepto el necesario acento versal, como ocurre, por ejemplo, con el eneasílabo polirrítmico. Aún más recientemente, Unamuno considera los Versos libres de Martí, que son endecasílabos blancos, blancos, como versos libres, libres, en la línea de los autores anteriores.40 anteriores.40 La condición contradictoria del verso libre es reconocida habitualmente en todas las métricas españolas y europeas para caracterizar un tipo de verso moderno que carece, en realidad o sólo en apariencia, de las pautas rítmicas tradicionales o que toma una pauta rítmica concreta basada, por ejemplo, en el número de sílabas o en la distribución de los acentos, para variarla a lo largo del texto, creando entonces sensación de irregularidad. Ya Thomas Stearns Eliot, advirtiendo el carácter para dójico del llamado verso libre, y a pesar de su propia práctica versolibrista, afirmó en 1917, en el artículo titulado «Reflections on Vers libre», que el verso libre no existía, puesto que la absoluta libertad era incompatible con el trabajo del verdadero artista. Es evidente que Eliot estaba pensando en la libertad respecto a las estructuras métricas, por muy variables o poco habituales que éstas fueran. Prescindiendo del acento, los juegos de sonidos o la elemental cuestión silábica, el verso dejaría de ser verso para convertirse en prosa. Frente a las ideas de Eliot, el planteamiento que presupone la ausencia de cual quier patrón métrico en el llamado verso libre es bastante común, sobre todo en la tradición de los estudios anglosajones, que niegan, en consecuencia, la posibilidad de escansión del verso libre, separándolo así de cualquier pauta métrica y asimilándolo exclusivamente a un ritmo sintáctico, que se explicaría por el paralelismo y otros fenómenos de repetición sintáctico-retórica o por el encabalgamiento. En la tradi ción española —caso de López Estrada—, así como en la francesa, según se verá después, a veces se pone de manifiesto la inutilidad del sentido de la escansión en el verso libre. También rechazan algunos la escansión por la supuesta elasticidad y variabilidad de los versos libres, que dejarían claramente al descubierto su inherente ambigüedad prosódica.41 prosódica.41 Esta variabilidad rítmica se relaciona con el pie variable 40 Vide M. de Unamuno, «Sobre los versos libres de Martí», ínsula, XXXVII, 428-429 (1982), p. 9; J. Coll y Vehí, Diálog os literar ios (Retór ica y Poética ) (1866), Barcelona, Imp. de Juan Ruiz Romero, 1919, p. 288, y Compendio de Retórica y P oética ó nociones elementales de literatura (1883), Barcelona, Imprenta Barcelonesa, 1883, p. 114; D. Devoto, Para un vocabulario de la rima española, París, Séminaire d’études médiévales hispaniques de l’Université de Paris-XIII (Annexes des Cahiers de linguistique hispanique médiévales, volumen 10), 1985, pp. 117-118; 117-118; J. Domín guez Caparro s, «Contr ibución a un dicciona rio de métrica», en Contribución a la historia de las teorías métricas en los siglos xvm y xix, Madrid, CSIC, 1975, pp. 453 y 508; T. Navarro Tomás, Métr ica española, pp. 331-332; E. Torre, Métric a e spañol a compara da, Sevilla, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2000, p. 61. Verse, e, Ann Arbor, Universi ty of Michigan Press, 1996, 41 Vide H. T. Kirby-Smith, The Origins o f fre e Vers 1996, Verse. 1910-1930, Oxford, Clarendon Press, pp. 27-43; C. Scott, Rea ding the Rhythm. The Poetic s o f French fre e Verse.
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de William Carlos Williams. Algo similar propone J. A. Rey en «El poema de ritmo variable»,4 variable», 42 donde defiende que el verso libre, libre, diferente de la prosa, se caracteriza por su ritmo variable, ejemplificando su opinión con un poema propio. Independientemente de las dificultades que pueda plantear la escansión de los versos libres, parece necesario un estudio métrico de los mismos, único modo de llegar a discernir si se trata o no de versos, sean cuales fueran sus componentes métricos. Los poemas que en muchas ocasiones se han vinculado con el verso libre por tener un origen común en cuanto al deseo de liberación de las las convenciones anteriores, caso por ejemplo del caligrama y formas afines, en las que lo visual es el elemento principal, sí han de quedar fuera del estudio métrico, pues en nada se relacionan con la noción de verso. Los continuos debates a favor y en contra del verso libre son un síntoma más de su importancia en el ámbito literario y de su impronta en todo el siglo xx. Estos ataques y defensas se inician desde las primeras manifestaciones del verso libre y llegan hasta nuestros días. Según René Etiemble, por ejemplo, «le vers libre est done un bátard».43 bátard».43 En Francia las críticas aparecieron desde el principio, según es apreciable en la encuesta que Jules Huret realizó en 1891. Los detractores del verso libre argumentaban, sobre todo, que éste era simplemente prosa cortada en forma de verso. Leconte de Lisie retoma la vieja idea de la decadencia literaria del siglo xix, esta vez aplicada a la práctica versolibrista: «Nous sommes done en décadence». La oposición más importante de los encuestados por Huret era lógicamente la de los parnasianos, defensores de la pulcritud y el buen hacer formal: formal: Leconte de Lisie, Lisie, Catulle Mendés, José M.a de Heredia, Frangís Coppée, Sully-Prudhomme, Armand Silvestre Silvestre y Edmond Haraucourt.4 Ha raucourt.444 En el ámbito anglosajón, poetas como William William Butler Yeats defienden los metros tradicionales y críticos como Saintsbury o Gay Wilson Alien a principios de siglo atacan a los nuevos poetas imaginistas y afines al imaginismo, afirmando que el verso libre es prosa.45 En la literatura hispánica pronto surgen voces en contra de la versificación experimental de los modernistas, que preceden y anuncian las críticas al verso libre. Es el caso de Méndez Bejarano, por ejemplo, que defiende los constituyentes tradi cionales del verso, en concreto el metro y su unidad a lo largo del poema. Según él, pasar de una a otra cadencia, como hacen ha cen los grandes poetas indios, se debe sólo a la imperfección técnica. Ataca también el encabalgamiento y otras novedades métricas, que explica como frutos de la decadencia artística: «Los modernistas, esto es, los 1993, pp. 13-18, y A Question o f Syllables. Essays in nineteen th Centur y French Verse Verse,, Cambridge, Cambridge University Press, 1986, pp. 175-176. 42 Véase J. A. Rey, Rey, «El poema de ritmo ritmo variable», en W .A A. , Eleme ntos for ma les en la lírica actual, San tander, UIMP, 1967, pp. 183-186. 43 R. Étiemble, «L’imposture du vers libre», en Poetes ou faiseurs: Hygiéne des lettres IV, París, 1966, p. 153. 44 Cfr. J. Huret, Enquéte sur l ’évolut ion littéra ire (1891), edición de D. Grojnowski, París, Corti, 1999; C. Scott, Vers Vers libre: The Emergence o f fre e Vers Versee in France. 1886-1914, Oxford-Nueva York, Clarendon-Oxford University Press, 1990, pp. 5-6 y 155-157. 45 Véase B. Lawder, Vers le vers, París, Nizet, 1993, pp. 137-144; Ch. O. Hartman, Free Verse. An Essay on Prosody, Princeton, Princeton University Press, 1980, pp. 7-8.
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decoradores de la decadencia, rompen la ley artística con el esfuerzo histérico de su debilidad. Tomemos un ejemplo de su Verlaine».46 Verlaine».46 El poema que ofrece ofre ce como ejemplo de la degeneración literaria contiene alejandrinos con cesura que rompe la unidad sintáctica de cada hemistiquio, alejandrinos que, si bien presentaban una nove dad en el quehacer métrico del xix, no llegaban a destruir el principio de regularidad